Resumen: El autor parte del concepto de Era del Vacío planteado por Gilles Lipovetsky, para disertar sobre las características del estudiante universitario actual, en relación con lo mediático y lo banal. Se trabaja con el concepto de Paideia griego y de Barbarie en Nietzche, para señalar algunos puntos sobre la poca o nula responsabilidad de estos estudiantes en sus procesos de formación.
Palabras Clave: Era del Vacío, Paideia, Barbarie, Excelencia.
Resumen: The author takes the concept Era of the Void, raised by Gilles Lipovetsky, to lecture on the characteristics of current college student, in connection with the mass media and banality. It works with the concept of Greek Paideia and Barbarism in Nietzsche, to remark some points of little or no responsibility for these students in their learning processes.
Key Words: Era of the Void, Paideia, Barbarism, Excellence.
Introducción
El filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, analiza en su texto La Era del Vacío, las características fundamentales que han hecho de la sociedad postmoderna el reino del individualismo, la apatía, el narcisismo y la indiferencia. Esa búsqueda de un presente eterno que plantea el autor, (Lipovetsky. 1986. P 51-52) y que lleva al individuo actual a equipararse a la figura mítica de Narciso, es el rasgo principal de un mundo que desea vivir aquí y ahora, en la inmediatez, sin mayores contratiempos, con las soluciones a la mano, casi sin tener que esforzarse, casi sin tener que pensar porque Google tiene las respuestas. Es a este mundo al que se enfrenta diariamente la academia; y en ella, sus docentes son los soldados que van al frente en el campo de batalla.
Estudiantes sin deseos de estudiar, de aprender o, inclusive, de ir a clase. Padres que no exigen a sus hijos, Universidades que señalan a los docentes como culpables de la ausencia de aprendizaje. Siempre se plantea la responsabilidad del maestro en los cambios de la educación actual. Se espera un papel definitivo de esta figura educativa, como si sólo en sus manos estuviese resolver los problemas de la educación superior. Sin embargo, la otra cara de la moneda parece inmaculada. ¿Cuál es la responsabilidad del estudiante actual en su propio aprendizaje? ¿Tienen eso claro los estudiantes de hoy? ¿Saben ellos que deben ser artífices de su propio aprendizaje? ¿O sólo esperan que el profesor los "llene" de conocimiento porque "para eso están pagando"?
La era del vacío nos trae a las aulas estudiantes vacíos, banales, sin conocimiento de la historia, que poco saben del frente nacional, la violencia bipartidista o inclusive el fenómeno del narcotráfico colombiano en los 80´s. Su mayor preocupación es el último disco del cantante de moda, la última aplicación de celular o el partido de fútbol. ¿La realidad nacional? Eso que importa. Es mejor estar enrumbado.
Cabe entonces preguntarse ¿cuál es el papel de un docente universitario en este contexto de apatía y desinterés generalizado? Tal vez una primera vía sea retomar el pensamiento socrático de "conócete a ti mismo" y en ese sentido encaminar el trabajo docente hacia una educación que mire más allá de lo burocrático, y que promueva en los estudiantes la idea de la excelencia como personas, antes que el mero aprendizaje de contenidos.
Cultura VS entretenimiento
El filólogo alemán Werner Jaeger, analiza el concepto de Paideia, refiriéndose a cómo los griegos entendían la educación más allá de la mera instrucción (Jaeger, 2001. P 361). En el sentido socrático, la educación debe facilitar ese camino de formación del individuo. Una formación intelectual, espiritual e inclusive atlética. Es esto lo que nos define como humanos, esa eterna búsqueda de la excelencia. La música, el conocimiento de la historia, de la política, de la literatura, el teatro, las matemáticas, la geometría y el ejercicio físico, hacían parte de la vida cotidiana de un griego en búsqueda de su crecimiento personal. La era del vacío, en la que los "stars" de los mass media, sobre estimulan el Superyo de adolescentes provenientes de hogares rotos y sin autoridad familiar, nos entrega estos estudiantes universitarios dueños de un sentido dictatorial feroz y unos sueños narcisistas donde ser el mejor de la clase no es "cool", donde ser mediocre pero estar a la moda, es mejor que ser excelente y no ser "popular". (Lipovetsky, 1986. P30).
La ausencia o ignorancia de un sentido de la excelencia es el común denominador en los estudiantes actuales. No existe una preocupación generalizada por ser el mejor de la clase. Las becas por los primeros puestos muchas veces quedan desiertas, se las ganan los mismos de siempre, sin competencia y con los mínimos promedios requeridos. El estudiante "Pilo", el "mejor estudiante", no son para nada modelos a seguir (Role models). Por el contrario, la figura del "rock star", traducida en nuestros países latinoamericanos a ritmos musicales diferentes, hacen en la actualidad que el cantante de Reggaetton sí sea un importante "Role model". Ese modelo "Reggaeton Star", que promueve un estilo de vida relacionado con el alcohol, las drogas y el sexo fácil, son el ideal de éxito de los jóvenes universitarios. Pero no es un ideal revolucionario o anarquista como el del rock en la década de los 60´s. Por el contrario, es un ideal que busca la comodidad, a-político, sin ningún compromiso con nada ni con nadie, más que consigo mismo. El joven universitario de hoy no llega al aula de clase pensando en aprender, pensando en ser el mejor de la clase, pensando en su futuro porque para ellos el futuro es el mismo presente, un eterno aquí y ahora carente de planes de vida. El aula de clases se convierte en un espacio árido, donde a los maestros les toca innovar, seducir, competir con los mass media y convertirse en "Entertainers" o "clowns" improvisados para captar la atención de jóvenes distraídos, encerrados en sus cabezas, portátiles o celulares La clase es buena, si los estudiantes se entretienen y ríen, sin importar si aprenden o no. (Lipovetsky, 1986. P39). La clase se convierte así en un monólogo, donde la poca participación de los estudiantes pareciera nacer más de la ausencia de espíritu, que de la misma ignorancia o temor al ridículo. No se participa porque da pereza, porque no se ha leído, porque no se investiga, porque no se sabe la razón por la que se asiste a una universidad, a una carrera. Tal vez sea porque es más "cool" tener un título universitario que no tenerlo. Porque "hay que estudiar alguna carrera", o porque es mejor ir a la universidad que estar en la casa. En este sentido Lipovetsky señala:
"Esa falta de atención de los alumnos, de la que todos los profesores se quejan hoy, no es más que una de las formas de esa nueva conciencia cool y desenvuelta, muy parecida a la conciencia telespectadora, captada por todo y nada, excitada e indiferente a la vez, sobresaturada de informaciones, conciencia -Opcional, diseminada, en las antípodas de la conciencia voluntaria, -«intra-determinada». El fin de la voluntad coincide con la era de la indiferencia pura, con la desaparición de los grandes objetivos y grandes empresas por las que la vida merece sacrificarse: «todo y ahora» y ya no "per aspera ad astra". ("Más allá de los obstáculos, hacia las estrellas").
Es la banalización de las responsabilidades, la entronización de la mediocridad, y el reino del mínimo esfuerzo. Se aplica en la vida cotidiana el principio económico de máximo beneficio con mínima inversión. La idea de superación espiritual, de Paideia griega, termina convertida en literatura de auto superación con fórmulas mágicas para el éxito. Un éxito que es (¡y debe ser!) económico, que retoma los valores de la "cultura narco", donde "vales por lo que tienes". Donde la excelencia, la formación para ser mejor persona, mejor ser humano, no sirve para obtener dinero. Donde el "patrón", es más importante que "el maestro". Donde entretenerse es más importante que formarse, inclusive en un aula universitaria.
DE Beethoven al"Patrón": civilización y barbarie
Tras el auge del clasicismo vienés, la figura de Ludwig Van Beethoven, es considerada en la música europea como el paso hacia el romanticismo. Su historia de vida está llena de altibajos tanto en lo económico, como en lo sentimental y en la salud. Digno representante de la Alemania del siglo XIX, Beethoven encarna ese espíritu de excelencia, de búsqueda de un nivel más alto del espíritu humano, propio de las culturas europeas posteriores al renacimiento. Un espíritu que dominó el progreso de la humanidad hasta mediados del siglo XX. La iluminación, la ilustración y todos aquellos movimientos intelectuales que generaron grandes cambios en la humanidad, parecieron terminar en ese mayo del 68 francés. Los grandes movimientos artísticos y el ascenso del espíritu humano mismo, parecieran haber iniciado un proceso involutivo. Retomando el análisis de Nietzche sobre la barbarie (Stiegler, 2009. P158-160), pareciera que la iluminación planteada en el renacimiento llegó a su clímax en el siglo XX y comenzó desde allí un proceso de involución que nos lleva a la barbarie, comprendida ésta desde el concepto de caos redoblado planteado por el filósofo, que viene a ser no el caos original de la civilización, sino un caos más allá del animal. Un caos generado por la "masa", como agregado de individuos sin forma ni individualización. Esta masa va en contravía de la "naturaleza aristócratica del espíritu" según la cual el ser humano tiene una pulsión que lo lleva hacia lo mejor, a ser mejor. La sociedad actual, convertida en masa por los "mass media", que dictan la moda, lo que se debe usar, la música que se debe escuchar, el tipo de cuerpo que debes tener, lo que esta in, lo que está out, y en últimas lo que te permite pertenecer o no a lo "normal", al grupo de "los populares", y no ser un "loser", un "outkast", termina siendo esa masa descrita por Nietzche. Una masa homogenizada, que se viste igual, habla igual y que es guiada por "Role models" que no promueven una superación del espíritu humano, una búsqueda de "lo mejor", lo aristocrático (aristón), sino por el contrario, que se convierten en figuras destacadas por un éxito fácil. Cantantes que no saben cantar, actores que no saben actuar, figuras construidas por un "Star System", modelos de marketing cuyo único talento es ser famosos por ser famosos, son los representantes de esta era del vacío y los ejemplos a seguir por nuestros estudiantes. Paris Hilton, socialité sin ningún talento, Esperanza Gómez, actriz porno colombiana, Maluma, J Balvin o Laura Acuña. Ídolos de la "generación del reggaetton", que se mueven alrededor de una figura abstracta y a la vez concreta que los cobija a todos: el patrón. Termino coloquial colombiano que se refiere al narcotraficante que domina un grupo. Este es el verdadero ídolo y "Role model" de estas nuevas generaciones que ya hablan de "verse patrón" o "ser patrón" para referirse a situaciones cotidianas, incluyendo esta palabra en un nuevo tipo de léxico basado en las referencias de los mass media. Se estudia una carrera universitaria, pero se envidia al patrón. Ese hombre que sin estudios logró el "éxito", al igual que la modelo superficial, el cantante ignorante o inclusive los actores porno, figuras del rockanrolesco mundo de los virtual mass media actuales que retratan eficazmente el narcisismo propio del onanismo. El "porn star" que sólo existe como figura de un mundo de fantasía, al que los jóvenes estudiantes (hombres y mujeres) entran para disfrutar de un sexo gratuito, sin compromiso, sin ataduras, sin celos, sin peleas, y sin amor; ese sentimiento que compromete la individualidad y al que la sociedad entera parece huirle en esta era del vacío (Lipovetsky, 1986. P. 29-31).
Terminamos entonces inmersos en un aula de clase donde maestros y estudiantes se encuentran en un desencuentro. Un diálogo pobre, donde parece no haber mayor comprensión que lo dicho por el docente. Un espacio donde para los estudiantes el docente termina siendo un "empleado" que debe "pasar" el conocimiento en unas diapositivas de Power Point, porque "ese es su trabajo". Donde los estudiantes consideran que no deben hacer mayor esfuerzo porque están pagando. Donde los niveles de formación con que llegan de la educación básica y media son precarios. Estamos frente a una Generación Analfabeta. Hijos de la reforma educativa del decreto 230 de 2002, donde se estableció la promoción automática. Estudiantes a los que se les entregó la responsabilidad sobre su propia formación y terminaron por no aprender a escribir ni leer. Ese fue el resultado de ese experimento, terminado en 2010, con el decreto 1290 de 2009. (Lizarazo, 2008. P 69) Toda una generación de estudiantes que no saben gramática básica, que ignoran a Chomsky, que no diferencian un sujeto de un predicado, y desconocen el uso de adverbios, conectores y se les dificulta escribir una concordancia de género o número de manera correcta. Generación analfabeta, que confunde escribir en un código de chat, con que "se permite usar mala ortografía". La despreocupación, la no-vergüenza frente al uso incorrecto de la v, b, c, s, h o tildes, la barbarie expuesta sin pudor. Esa es la generación que asiste hoy a las aulas universitarias. En medio de un vacío de identidad, de valores, de excelencia, de búsqueda por ser mejor ser humano. ¿Para qué sirve la ortografía? Eso no da plata. Al respecto se citan dos apartes del trabajo de grado de Maestría en Educación de la Profesora Flor Alba Lizarazo. Estos dos fragmentos retratan eficazmente, bajo el marco de una investigación de maestría, la situación vivida por los docentes y estudiantes en el año 2008, frente al tema de la promoción automática, y permite deducir cómo este tipo de educación terminó afectando la formación de sujetos que hoy, en la Universidad, se comportan como si no tuvieran responsabilidad alguna en su propia formación. Estas son dos conclusiones de dicho trabajo.
- De acuerdo con las estadísticas de eficiencia del sistema, se evidencia que el Instituto Técnico Industrial Piloto responde ampliamente a la política nacional y distrital de cobertura, ya que la matrícula tanto en la jornada de la mañana como en la tarde se cubre en la totalidad de cupos disponibles, tanto en los años 2001 como en el 2006. A pesar de la respuesta positiva en este aspecto, se nota incremento considerable en la tasa de deserción, especialmente en la jornada de la tarde, la cual al consultar los archivos donde quedan registradas las causas, fue ocasionada principalmente por la decisión voluntaria del acudiente al notar el bajo rendimiento académico, mal comportamiento, evasión de clases y de jornada escolar por parte de su hijo, pese a los continuos compromisos firmados. Si esta causa se contrasta con la que primaba para el año 2001 época en que el estudiante era retirado ya por fuerza mayor debido al cambio de domicilio familiar, se puede notar que el actual sistema de promoción ha incidido para elevar el porcentaje de deserción, `pues los alumnos se han conformado con pasar de un grado a otro sin interesar las condiciones, con o sin áreas reprobadas, lo que le afecta su comportamiento al volverse selectivo para entrar o no a clases, quedándose al interior de la institución participando de otro tipo de situaciones que no son propiamente académicas y que afectan la sana convivencia del colegio; o no entrando al plantel visitando sitios de diversión, juegos, maquinitas, etc. (Subrayado del autor de este ensayo).
- La gran mayoría de los actores participantes en el presente trabajo de investigación no está de acuerdo con la promoción de estudiantes con una ó más asignaturas perdidas, ni con el porcentaje del 5% de reprobación, manifestando comúnmente que se genera la mediocridad, la baja calidad educativa, la irresponsabilidad, el conformismo, la pérdida de oportunidades, la desmotivación por parte de los que se esfuerzan al ver que todos o la gran mayoría son promovidos. Igualmente se destaca que aunque los estudiantes están de acuerdo con las recuperaciones como un mecanismo para ponerse al día con logros, éstas según los docentes no deben programarse en la semana antes de iniciar el nuevo grado, sino al final de cada año para dejar la situación académica de los educandos subsanada en su totalidad.
Esto explica con detalle, el tipo de comportamiento de los estudiantes actuales. Las universidades reciben un estudiante mediocre, formado en un sistema que ha promovido esa mediocridad, en una era (Lipovetsky, 1986. P 58) que promueve la inmediatez, el éxito/dinero fácil, la ignorancia, la superficialidad, la belleza vana y la ignorancia. Es a este tipo de estudiante al que se enfrentan los docentes universitarios a diario. En este sentido, es este finalmente el verdadero reto al que se enfrenta la educación superior colombiana en la actualidad ¿Cómo formar jóvenes que no sienten la necesidad, la "pulsión " de ser mejores, que ni siquiera se acercan en su comportamiento a conceptos como el de Paideia o Bildung, y mucho menos se apropian de ese ideal griego o alemán de ser mejores seres humanos? ¿Cómo formar jóvenes que no desean ser excelentes y se conforman con ser mediocres, que no ven en la educación una vía rápida hacia el éxito/dinero? ¿Qué estudian sin un plan de vida más allá de saber que asisten a la universidad? ¿Cómo formar en la excelencia en esta era del vacío?
Referencias biliográficas
- La Era del Vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo. Gilles Lipovetsky. Traducción de Joan Vinyoli y Michèle Pendanx. Editorial Anagrama. Barcelona. 1986.
- Barbara Stiegler. Nietsche y la crítica de la Bildung. 1870-1872: los envites metafísicos de la pregunta por la formación del hombre. Traducción del francés, Alejandro Rendón Valencia. Revista Educación y Pedagogía, vol. 21, num 55. 2009.
- Paideia. Los ideales de la cultura griega. Werner Jaeger. Traducción de Joaquín Xiral. Fondo de Cultura de México. Título original: Paideia, Die Formung des Griechischen Menschen. 2001.
- Flor Alba Lizarazo Castillo. Efectos del decreto 230 del 11 de febrero de 2002 en la comunidad educativa del Instituto Técnico Industrial Piloto. Sede A. Jornadas mañana y tarde. Universidad Externado de Colombia Facultad de Ciencias de la Educación. Maestría en Educación Énfasis en Gestión y Evaluación. Bogotá d.c., Colombia. 2008. Trabajo de Grado.
- Manuel Rojas Rubio. Promoción automática y fracaso escolar en Colombia.
Notas:
Autor: Sandro J. Buitrago Parias. Candidato a Maestría en Educación Superior. 2013. Universidad Santiago de Cali. Especialista en Producción y Narrativas Audiovisuales. Universidad del Valle 2003. Director y Productor Audiovisual con experiencia de más de 15 años, en Canales como Telepacífico, Señal Colombia, Canal universitario Nacional Zoom y UVTV.
Datos para citar este artículo:
Sandro Buitrago Parias. (2013). Excelencia académica en la era del vacío: de la Paideia griega al "reguetón star". Revista Vinculando, 11(2). https://vinculando.org/educacion/excelencia-academica-era-del-vacio-paideia-griega-regueton-star.html
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