Resumen: El concepto de identidad nos permite reconocer su falta de univocidad dado la complejidad propia de este proceso progresivo atravesado por múltiples aspectos que inciden en la configuración de la identidad a lo largo de la historia individual y social que dan sostén y pertenencia y relacionan la integración y continuidad que implica dicho proceso caracterizado además por la unidad- multiplicidad, mismidad- alteridad, movimiento- permanencia relativa de la identidad en lucha.
Palabras clave: Identidad, Subjetividad, Educación.
"Se quiere cortar la raíz de nuestro pueblo para que crezcamos como el clavel del aire, sin saber de donde venimos. Para que no tengamos idea del futuro. Y para que no escuchemos".
(Cantar la vida. Conversaciones con Paine Aime. Página 142)."La historia de mi vida no es sino un largo camino trazado por el canto de mi gente, quizás, para entenderla, deberíamos comenzar por describir ese canto".
(Ibíd. Página 117).
Concepto de identidad personal
Hacer alusión al concepto de identidad nos permite reconocer su falta de univocidad dado la complejidad propia de este proceso progresivo atravesado por múltiples aspectos que inciden en la configuración de la identidad a lo largo de la historia individual y social que dan sostén y pertenencia y relacionan la integración y continuidad que implica dicho proceso caracterizado además por la unidad- multiplicidad, mismidad- alteridad, movimiento- permanencia relativa de la identidad en lucha.
Cómo se construye la identidad personal
Cruz Guzmán plantea que "la noción de identidad se estructura sobre la pregunta ¿Quién soy?, y ¿Quién soy frente al otro?, reconociendo un proceso constituido por practicas con un significado cultural, ideológico y social, es decir, somos en razón de nuestra historia, de nuestras prácticas y del significado colectivo que éstas adquieren. Estas evidencias se reflejan en las formas de hacer, de hablar, de pensar, de concebir el mundo, de organizar sus vidas en espacios y tiempos". (Cruz Guzmán. Rosa María. La subjetividad en el proceso de construcción de la identidad de las docentes de educación preescolar: sus creencias, sus relaciones y los primeros acercamientos. Ficha de cátedra. Página 2).
Como argentinos estamos inmersos en una historia de contradicciones permanentes. Carretero plantea que estamos inscriptos en la "configuración de un mundo que escapa en su producción al dominio de los propios productores, la historia escolar neutraliza por un instante ese deslizamiento abrupto al futuro, ofreciendo un espacio privilegiado donde zurcir el tejido transgeneracional y legitimar el transito histórico de una misma identidad por sobre las incertidumbres de un progreso devorador". (Carretero. Documentos de Identidad. Página 212.)
Se nos niega históricamente la identidad propia, se admiten características asiladas, superficiales vinculadas a determinadas imágenes como pudo ser la del indio, el gaucho, desconociéndose la complejidad de proceso integrado que nos permita reconocer nuestra identidad.
No olvidemos que no dejamos de ser una nación con una larga y contradictoria historia que determino nuestra identidad nacional, estructurada en base a lo diverso que le dio unidad (los señores feudales de la tierra lograron unir a la nación tras años de guerras civiles que implantaron una historia escrita oficial que supuso la continuidad de la historia española y europea. Aquí lo diferente era peligroso y adherir a la identidad dominada, dependiente suponía pensar lo nuestro a partir de ideas que se asociaban a lo salvaje, bárbaro, ignorante atrasado, sin historia ni cultura) en función de factores dominantes de descalificación sistemática (pautas discriminatorias aun vigentes que nos remontan y pueden observarse en los procesos de conquista y colonización) de lo diverso impuestos por la ideología imperante de las clases dominantes (conquistadores, oligarquía terratenientes en sus inicios) que utilizo diversas modalidades ideológicas y discursivas (por ejemplo, leyendas que sirvieron como métodos para imponer el terror, las sanciones vividas como mandatos, desarrollo de hábitos de orden, reordenamiento de los cuerpos, cese de los diálogos, promoción de la culpa, acciones gubernamentales, desvalorizaciones mediáticas, ausencia de apoyos aun dentro de organismos científicos, etc.) por medio de la coerción y el genocidio de nacionalidades que quedaron oprimidas, subordinadas al interés de la clase dominante que imponían un orden de clase que se extendía a la escuela y al aula, este orden escolar regulaba el curso normal de las acciones amparado por los docentes mediante el control.
"(…) la historia escolar ha desarrollado diversas estrategias tendientes a imbricar la identidad nacional con la subjetividad de cada alumno, en particular, a través de la intensificación de las emociones que acompañan las primeras experiencias de socialización". (Carretero. Documentos de Identidad. Página 212.)
Esta realidad supera las múltiples diferencias regionales y provinciales configuradoras de una identidad propia que de acuerdo a J. Racedo hunde sus raíces mucho más allá de los 200 años de existencia de la nación argentina.
Romper con la identidad hegemónica, con la historia vergonzante, venciendo silencios de una comunidad con identidad dominada, sometida y avasallada, supone "despertar y observar, como la comunidad del Valle del Tafì que se armó en defensa de los Menhires eje de su identidad, patrimonio de todos.
Observar la naturaleza para aprender de ella, participar, comprometerse, por ejemplo por medio del canto, las coplas, la poesía, etc.- como lo propone Aime- elementos de la identidad dominada que permanece en lucha con voz alta y con orgullo, lo cual supone cierta fuerza comunitaria movilizada por una identidad asumida orgullosamente, identidad construida socialmente en la cotidianidad con otros, por lo tanto aun persisten rasgos como los cantos sagrados de las culturas originarias que no cambian, pues son parte de su identidad, de su documento de identidad.
Pero aun así Aime reconoce que entre estos cantos en apariencia homogéneos, hay variaciones sorprendentes. Los cantos son una expresión de la mismidad y multiplicidad, de la mismidad- alteridad que da cuenta de la complejidad de lo histórico en donde se construye lo individual y lo social que dan sostén y permanencia así como integran y dan continuidad a lo propio.
Las clases dominantes también emplearon a la religión y la educación como instrumentos para la transmisión de sus valores al conjunto de la sociedad. El docente como parte del control institucional aparece como aquel que inscribe por medio de la regulación de los tiempos de trabajo en el aula, la regularidad como condición de la tarea.
Las prácticas de los maestros inscriben en los estudiantes un sentido de regularidad que forma parte del proceso de homogenización (como bien lo plantea Milstein). Las tensiones de dependencia – dominación están expresadas en el texto de Milstein en las categorías de eficacia social que se explican en los sentidos asignados al tiempo y al espacio en donde la escuela aparece como el espacio que imprime la legitimación de lo hegemónico que deja su sello en la subjetividad que promueve una identidad dependiente atravesada por la ideología dominante.
Las aulas que fueron versiones acomodadas- según Racedo- de los hechos históricos que impusieron sistemáticamente el desprecio por el indio; la escuela modelo y aun lo sigue haciendo, nuestra propia auto imagen en base a la de las clases poderosas que se refuerzan permanentemente por medio de los medios de comunicación y que forjan una identidad dependiente en un escenario de tensiones y luchas por no doblegarnos ante la idea de que somos minusválidos e incapaces no solo como individuos sino como pueblo y nación.
Solo así se podrá deconstruir lo negativo de la identidad impuesta para así afianzar una identidad independiente, antes escondida y devaluada por los poderosos que suponen la identidad hegemónica. "Esta identidad no es un sustrato metafísico, homogéneo, forjado de una vez y para siempre, que se explicaría por un mítico y telúrico "ser nacional".
Es, por el contrario, el resultado de un proceso de construcción continua, durante el cual diversos elementos contradictorios no solo se unen sino que se mantienen en tensión y lucha. En estos procesos hay cambio y continuidad. Y se va conformando tanto en cada individuo como en lo colectivo una totalidad de elementos que le permiten, a la comunidad, y a cada uno de sus miembros, identificarse a la vez diferenciarse.
Se trata de la continuidad histórica de una comunidad relativamente estable, que a lo largo del tiempo gesta un complejo de cultura, de lengua, de psicología que adquiere conciencia de si y de los otros como diferentes y semejantes." (Racedo, J. Una Nación joven con una historia milenaria. Página 184.)
Bibliografía:
- RACEDO, J. ; REQUEJO, MARIA I. ; SEGURA, ZULMA; TABOADA, MARIA S. Patrimonio cultural e identidad. Ed. Cinco. CERPACU. Texto: 2000 años después…Los Menhires, un eje de identidad para los pobladores del Valle de Tafi.
- CRUZ GUZMAN, ROSA M. La subjetividad en el proceso de construccion de la identidad de las docentes de educacion preescolar: sus creencias, sus relaciones y los primeros acercamientos a la practica docente.
- BRIZUELA, LEOPOLDO. Cantar la vida. Texto: AIME PAINE. "He salido a pedir basta".
- MILSTEIN, D. y MENDES, H. La escuela en el cuerpo. ED. Miño y Davila. Capitulo II. El espacio y el tiempo escolar: la institución encarnada. Capitulo V. Escolarizar el cuerpo y moralizar el orden.
- CARRETERO, MARIO. Documentos de identidad. La construcción de la memoria histórica en un mundo global. Ed. Paidos. Texto: Historia y patria en el calendario.
Autor: Adriana Verónica Barros. Profesora en Ciencias de la Educación. Especialista en Análisis Institucional y Gestión Educativa.
Datos para citar este artículo:
Adriana Verónica Barros. (2015). Concepto y definición de identidad personal. Revista Vinculando, 13(1). https://vinculando.org/psicologia_psicoterapia/analisis-breve-del-concepto-identidad.html
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