Las experiencias de acción ciudadana concertada para vigilar los procesos electorales se iniciaron desde julio de 1991 en San Luis Potosí. A lo largo de treinta meses nuevas experiencias masivas y conjuntas se fueron dando entre diferentes movimientos, frentes y organizaciones ciudadanas. En ellas se crearon muchos dispositivos técnicos y especializados para contar con instrumentos suficientemente probados para observar de manera seria y fundamentada lo que acontecía en los procesos electorales, mucho más allá de la jornada electoral misma. La densificación de estas experiencias fue cimentando las bases para definir los puntos indispensables para una verdadera reforma electoral en México.
En las primeras observaciones se trataba casi exclusivamente de observar el comportamiento de la jornada electoral de cara al respeto a las leyes electorales. Muy pronto los sofisticados mecanismos de fraude y la complejidad de los procesos fueron exigiendo una diversificación y articulación de las tareas de observación ciudadana: en algunos casos se hicieron estudios previos de padrón electoral, comportamiento de los medios de comunicación de masas, análisis de la biografía de los funcionarios electorales, inicio de análisis del uso ilegal de recursos públicos, presencia de testigos internacionales, dictámenes de las leyes electorales estatales y otros.
Con esta herencia en la memoria y en la experiencia colectiva, desde finales de 1993 y más particularmente en los primeros ocho meses de 1994, se gestó una iniciativa, que a la vez significó un salto cualitativo en la visibilidad y el impacto de las organizaciones civiles de promoción del desarrollo y de la sociedad civil democrática en general: se trató del proyecto, las prácticas sociales y la organización de una coalición cívica plural y nacional a la que se llamó Alianza Cívica/Observación 94.
4.5.1 El surgimiento de Alianza Cívica/Observación 94
Los diálogos entre diversas organizaciones ciudadanas para enfrentar con una estrategia común la observación de las elecciones de 1994 se habían iniciado desde mediados de 1993, sin embargo fue en el contexto del alzamiento zapatista como se evidenció ampliamente la necesidad de articular esfuerzos por la democracia desde las más diversas y disímbolas experiencias. Cada grupo o movimiento decidió que no podía ir solo, por su lado, a la observación de las elecciones federales. Por un lado, la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH) y la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia (CONVERGENCIA); por otro, el Acuerdo Nacional por la Democracia (ACUDE), el Movimiento Ciudadano por la Democracia (MCD) y el Consejo para la Democracia (CONSEJO), y, finalmente, la Fundación Arturo Rosenblueth (FAR) por otro.
La experiencia de estas agrupaciones las llevó a buscar articularse entre ellas para optimizar su capacidad de incidencia en los procesos democráticos y para poder convocar a amplios sectores ciudadanos a todo lo largo del país. De alguna manera se había podido trabajar juntos en Michoacán, Tabasco, Tamaulipas, Distrito Federal, Yucatán y otros procesos. Se veía claro que ante el reto de unas elecciones federales de presidente de la república, con una guerra indígena en contra de la exclusión que había estallado en Chiapas, la observación ciudadana tenía que dar un salto cualitativo.
La nueva reforma electoral realizada bajo la presión del zapatismo, logró más que todas las reformas de los ocho años anteriores. Los Consejeros Ciudadanos del Instituto Federal Electoral serían nombrados democráticamente y no impuestos por el secretario de Gobernación. Una vez nombrado estos consejeros tendrían algunos espacios en donde empezarían un largo y complejo proceso de democratización del IFE, que buscaría empezar a modificar prácticas y estructuras electorales que estaban, de hecho, subordinadas al PRI y al gobierno, como lo señaló claramente la primera demanda de todos los movimientos ciudadanos del país y de todos los procesos de observación electoral ciudadana de 1991 a 1993. Se iniciaría pues un camino ciudadano, que ciertamente no estaría desprovisto de trampas y retrocesos, pero que marcaba ya una ruta.
Con esa reforma electoral se configuraron también ciertas condiciones para la articulación de los grupos ciudadanos: por un lado había la posibilidad de acceder a suficientes recursos nacionales e internacionales para establecer un marco de elecciones más limpias; y por otro había expectativas de poder convocar a observadores internacionales a los comicios a fin de presionar más para la transición a la democracia. Estas condiciones despertaron también la imaginación de posibles cambios, de tal modo que surgieron demandas sociales a los grupos ciudadanos con experiencia en las luchas democráticas, para que se acuerparan en una sola propuesta o proyecto. De esta manera, la coyuntura favoreció que los grupos ciudadanos de observadores, nacidos por todo el país al calor de las luchas de 1988 a 1994, superando su dispersión y diferencias menores, se pudieran articular en un proyecto plural de amplio espectro.
Los puntos claves que hicieron posible la Alianza Cívica fueron:
* la realización exitosa de procesos de observación electoral conjunta a través de alianzas parciales durante tres años,
* el hecho de haber desarrollado vínculos con movimientos ciudadanos y organizaciones sociales de todo el país,
* haber inventado, construído y afinando instrumentos y metodologías ciudadana incluyentes, altamente politizadas, pero diferentes al quehacer de los partidos políticos.
En las primeras discusiones y encuentros en miras a la articulación de los esfuerzos, las preguntas y discusiones que se dieron entre las diversas organizaciones fueron acerca de si su deseo y su imaginación posible les permitían caminar juntas, acerca de si los sedimentos dejados por las acciones y experiencias históricas recientes y por la memoria conjunta les permitían remitirse a nuevas dimensiones utópicas, a nuevos proyectos:
"la primera decisión fue en torno a las posibilidades de hacer juntos un proyecto integral, un proyecto que no se concrete sólo a observar las casillas del 6 de julio, donde quepan los ciudadanos común y corrientes, quepan las ongs y no sólo las personalidades, y a esa pregunta respondimos que sí… Estamos hablando de los primeros encuentros desde noviembre de 1993 en donde realizamos un taller nacional de la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia, donde estuvo Sergio Aguayo en noviembre. Esa fue la primera alianza que se hizo en un taller entre la Academia Mexicana de Derechos Humanos y la Convergencia, que tuvo lugar en el local del Frente Auténtico del Trabajo, donde Sergio dice que la propuesta que tenía Convergencia, resultado de tres años ininterrumpidos de observación ciudadana de amplia participación, era la que había que impulsar juntos…[1]"
Esos primeros esfuerzos de articulación fueron abriendo el camino para llegar con otros integrantes del grupo de Cocoyoc[2], que era un colectivo de intelectuales y organizaciones ciudadanas, que servía de espacio de encuentro del ACUDE, del Consejo, de otros luchadores sociales del ámbito del periodismo o la investigación, y de algunos frentes cívicos estatales.
El grupo iniciador de Alianza, con los esbozos de su propuesta y estrategia, fruto de su campo de experiencias conjuntas y de su horizonte de expectativas puesto en común, entró en relación con algunos miembros del grupo de los "20 Compromisos por la Democracia"[3], dando como resultado que vieran con gusto la iniciativa. El nuevo análisis colectivo de la realidad y del panorama que se presentaba en el país, permitió vislumbrar como posible la construcción de una nueva forma plural de inclusión ciu
dadana. Así, Alianza Cívic
a se fué perfilando como posible.
En las reuniones preparatorias se fue consensando una cierta distribución y especialización en cuatro campos de trabajo: la educación y formación cívica, la observación ciudadana, el monitoreo de medios y los dispositivos técnicos. Estos campos fueron ocupados por diferentes actores: educación y formación cívica por Convergencia y MCD; el monitoreo de medios por la Academia; la preparación de la tecnología necesaria por la Rosenblueth; la observación ciudadana por ACUDE y Convergencia, representados por Miguel Basañez y por Martha Pérez respectivamente[4].
De esta manera se fue construyendo el acuerdo y se fue delineando el perfil de una propuesta inicial ordenada, pero abierta a sucesivas inclusiones.
Como habían sido tantos y cada vez más públicos los dispositivos de los fraudes electorales orquestados también desde el Instituto Federal Electoral y desde los aparatos gubernamentales, se dieron las condiciones para que también se sumara al proceso de la Alianza Cívica un grupo de origen panista: el Instituto Superior de Cultura Democrática[5].
La primera Coordinación de Alianza Cívica participaron por las organizaciones convocantes: Clara Jusidman, Sergio Aguayo, Enrique Flota, Luz Rosales, Daniel Cazés, Francisco Cano, Rogelio Gómez-Hermosillo, Silvia Gómez Tagle, Enrique Calderón, Julio Faesler, José Luis Barajas y Martha Pérez, siendo elegida esta última como secretaria ejecutiva.
Alianza Cívica obtuvo su registro como Asociación Civil
"Fue constituída formalmente el 25 de abril de 1994, ante el Lic. Joaquín Talavera Sánchez, notario público número 50 del Distrito Federal y sus objetivos y principios se fundamentan en la escritura número 64,061…[6]"
Dos días después Alianza Cívica llevó a cabo su primer evento ante la prensa nacional, que tuvo lugar el martes 27 de abril en el Museo de la Ciudad de México. El grupo organizador convocó a un taller nacional en el que estuvieron 29 estados. En ese taller se plantearon dispositivos de la observación electoral integral que permitirían más tarde, juntar los resultados de la votación con los procesos que la generaron, conjugando así el saber técnico especializado, el saber político y el saber organizativo, para dar cuenta de la calidad de la emisión del voto y no sólo del número de votos. Otro saber técnico ya bien probado fue el monitoreo de medios de comunicación, en el que ya se tenía amplia experiencia y en donde la Academia Mexicana de Derechos Humanos tenía experiencia y recursos.
De esta manera, en abril de 1994, la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia, el Movimiento Ciudadano por la Democracia, la Academia Mexicana de Derechos Humanos, la Fundación Arturo Rosenblueth, el Acuerdo Nacional por la Democracia, el Consejo para la Democracia y el Instituto Superior de Cultura Democrática, organizaciones ciudadanas con diferentes experiencias y vínculos, se unieron para dar origen a la Alianza Cívica/Observación 94.
Al terminar el taller interno, en donde se consensó el proyecto, tuvo lugar un primer evento para darlo a conocer públicamente en el Museo de la Ciudad de México.
"En ese acto público ya hay proyecto, la forma de ir armándolo fue el trabajo previo. De hecho hubo como feudos, cada quien se quedó con un campo y lo empezó a ocupar. En ese taller nacional abierto, al que se invitó ampliamente: redes, contactos, llegó gente de todo el país. Cada quien expuso sus propuestas y sus metodologías. En realidad el elemento clave, lo que fue el articulador, el organizador, la base movilizadora del proyecto fue la famosa "muestra" de observación acerca de qué y dónde observar, de cómo cuidar las casillas el 21 de agosto. La muestra contenía muchos campos, se decía que era integral, resultó ser una muestra estratificada de 2,400 casillas, en cuatro estratos distintos geosociales, rural, urbana, centrada en el cuidado de las casillas y en el planteamiento del conteo rápido…[7]
Alianza Cívica no fue una suma de fuerzas sino una multiplicación de las mismas que se cimentó en experiencias previas puestas en común. El pacto permitió capitalizar un impacto social de dimensiones hasta entonces no imaginadas, pues logró coordinar a más de 300 grupos, organizaciones de promoción del desarrollo, organizaciones cívicas y sociales, personalidades democráticas del mundo de los medios de comunicación y de la política, convocando simultáneamente, en un lapso de seis meses, a más de 20,000 ciudadanos, repartidos en los 32 estados de la república para vigilar el proceso electoral del 21 de agosto. Lo nuevo en la Alianza Cívica fue la articulación de movimientos, organizaciones, frentes, individuos e intelectuales con prestigio en los medios de comunicación, en una sola estrategia y con alto grado de profesionalismo.
"Las organizaciones y ciudadanos que se han integrado en Alianza Cívica reflejan la enorme diversidad y pluralidad de toda la sociedad mexicana. En la Alianza Cívica participan mexicanas y mexicanos de todos los estados del país y de diversas clases y grupos sociales. Esta unidad en la diversidad es posible porque hay acuerdo en torno a principios, objetivos, formas de organización y procedimientos:
Coincidimos en la prioridad que le damos a la democratización integral del país como forma de avanzar hacia una vida digna… otorgamos gran importancia a tener elecciones confiables porque son una condición para la democracia, porque le dan sentido al concepto de ciudadano y porque crean las condiciones que nos permitirán exigir a los funcionarios y políticos que sean responsables de sus actos…
Nuestro trabajo es estrictamente no partidista, no gubernamental e imparcial. Su campo de acción está en la creación, por medios pacíficos, de condiciones propicias para que los partidos y los políticos puedan presentar en condiciones de igualdad sus propuestas. De esta manera los ciudadanos tendrán los elementos para decidir por quién van a votar sabiendo que su voto va a ser respetado…[8]
La Alianza se conformó para luchar por el fortalecimiento de la vida democrática, las instituciones gubernamentales, los partidos políticos, el Estado de Derecho la responsabilización de los funcionarios y de la sociedad civil, ofreciendo un nuevo aporte para lograr comicios apegados a los principios universales de limpieza e imparcialiad de los procesos electorales. Inicialmente participaron en Alianza más de 350 organizaciones de todo el país. La estructura de Alianza estaba conformada de la siguiente manera:
"Una Asamblea Nacional, compuesta por un representante de cada coordinación o Alianza Estatal y de las organizaciones integrantes de la Coordinación Nacional.
Coordinación Nacional, conformada por cada una de las organizaciones convocantes de la Alianza.
Secretaría Ejecutiva, compuesta por la siguientes áreas operativas: finanzas y administración, logística, planeación estratégica, análisis, realciones públicas, difusión, además de las coordinaciones regionales que apoyan y dan seguimiento a las Alianzas Cívicas de las diversas entidades de la República.
Cada una de las coordinaciones o Alianzas Estatales está organizda de acuerdo a las formas y estilos propios.[9]"
Poco más adelante Alianza convocó a un Consejo Ciudadano que fuera un vigilante moral de que las tareas de observación se llevaran a cabo de acuerdo con los principios de imparcialidad, transparencia y profesionalismo.
A lo largo de seis meses, la Alianza Cívica desplegó las siguientes iniciativas y programas: campaña de educación ciud
adana; campaña en contra de la compra y coacción del voto, que incluyó un dispositivo especial en zonas rurales que se llamó "Ponte vivo"; realización de encuestas para conocer la opinión pública y orientar a la población; monitoreo de medios masivos de comunicación; observación de los organismos electorales distritales y locales; atención a "visitantes internacionales"; estudio muestral de la Lista Nominal Definitiva; y observación de la jornada electoral del 21 de agosto y conteo rápido.
4.5.2 La campaña de educación ciudadana "JUEGO LIMPIO".
La campaña de educación cívica de 1994, llevada a cabo por Convergencia y MCD recibió el nombre de "JUEGO LIMPIO" por las siguientes razones:
"Las organizaciones ciudadanas, independientemente de las preferencias o membresías políticas de sus miembros, lo que hemos estado buscando es un cambio en las condiciones de los procesos electorales, hemos estado actuando en favor de la imparcialidad de los organismos y autoridades electorales, de la credibilidad del padrón y los listados de electores, de la equidad en el acceso y el tratamiento de los medios de comunicación para los partidos, de la imparcialidad del gobierno en sus niveles federal, estatal y municipal en las campañas políticas, para evitar la utilización de recursos, fondos o personal en favor de algún partido.
Estas demandas, que buscan la equidad y la imparcialidad de las elecciones en México, pueden presentarse muy bien con la imagen y el lema JUEGO LIMPIO[10] "
La campaña Juego Limpio fue una iniciativa de acciones de comunicación y educación que buscó concientizar y movilizar a los ciudadanos mexicanos para actuar en favor de la democracia, para votar con libertad y con conciencia, para vigilar que el proceso electoral fuera claro y legal y para defender el voto. Así pues la campaña tuvo dos propósitos prácticos:
"* Promover el voto, libre y consciente, como forma de expresión ciudadana, como momento y actitud de participación, como toma de posición de cada ciudadano frente a la realidad social, económica y política, como fuente única de las autoridades legítimas.
* Promover la vigilancia del proceso electoral por parte de todos los ciudadanos con una actitud de conciencia y participación:
+ como observadores civiles del proceso electoral, coordinados en las organizaciones ciudadanas de su localidad,
+ como "representantes de partido" para cuidar el voto en las casillas,
+ como funcionarios de casilla, si son designados por sorteo, actuando con imparcialidad y legalidad,
+ como ciudadano organizado para exigir el respeto al voto, para evitar, denunciar y corregir las irregularidades que afecten la limpieza del proceso electoral…[11]"
La estrategia de la campaña de comunicación y educación puede resumirse en:
* Lograr el desarrollo de elecciones limpias, creíbles.
* Lograr una amplia participación ciudadana en la jornada electoral.
* Orientar a la ciudadanía a involucrarse en diversos procesos de participación que contribuyan a la democracia.
Su pedagogía consistió en llamar a la acción preventiva organizada, comprometida, de modo tal, que por la acción articulada se fuera limpiando el proceso, vinculando la educación a las instancias organizativas de la sociedad que ya estaban involucradas en esfuerzos de democratizar el proceso electoral en su conjunto.
Con la campaña, la educación cívica que estaban desarrollando Convergencia y MCD se transformó en un aporte importante, que tomó piso y aterrizó en la movilización: lo que eran unos comerciales de televisión se transformó en una campaña de acompañamiento al movimiento concreto, y lo que era la temática en contra de la compra y coacción del voto se transformó en el "No se vale", en el "Ponte vivo " y se produjeron los materiales de capacitación de los observadores. Convergencia asumió la capacitación de los observadores.
Los instrumentos privilegiados de la campaña estuvieron orientados a la comunicación masiva: producción de algunos spots para televisión, cápsulas y programas de radio, carteles, posters, volantes, manuales, talleres para la multiplicación de la campaña, encartes, promocionales: botones, calcomanías, logos, etc[12]. El intento de entrar a la televisión mostró una débil voluntad de las autoridades electorales para incidir en el comportamiento de los medios electrónicos. En una evaluación externa a la campaña, Aguilar y Ruysenaars señalan:
"Sus productos revelan conocimientos y también experiencia acumulada a través de muchos años de trabajo en el ámbito de la educación y comunicación popular, pero ahora se pudo trascender lo popular para ubicarlo en la clave de lo ciudadano… la campaña logró impactar en las acciones…"
Sus fortalezas fueron:
"* Se logró la articulación entre distintas organizaciones de la sociedad civil independiente… Esto implicó avances importantes en el reconocimiento de las diferencias y aceptación de la pluralidad…
* Se concibió y logró una campaña de cobertura nacional, cosa nunca antes prevista por la sociedad civil independiente del país
* Se alcanzó un nivel profesional en el conjunto del trabajo que representa un salto de calidad…
* Se logró que la campaña hiciera contacto y se articulara con el gran movimiento ciudadano que se generó en la coyuntura electoral…
Sus debilidades… La campaña careció de una conducción directiva de corte estratégico.
* Se mantuvieron cerrados espacios que pudieron haber sido abiertos con una estrategia más agresiva y definida…
La campaña legitimó, acompañó y animó la acción de los sectores más sensibilizados y activos de la sociedad… promovió que la gente tuviera ganas de participar y de involucrarse en compromisos concretos… propició la incorporación de gente nueva…"[13]
4.5.3 Compra y coacción del voto
El sistema político mexicano estaba acostumbrado a un complejo dispositivo de relaciones entre gobierno y ciudadanos que de manera combinada representaba relaciones ancestrales entre el tlatoani y sus súbditos y entre la Corona de España y sus vasallos. Este sistema permitió por mucho años articular orgánicamente la organización electoral con el partido oficial a través del control de la Secretaría de Gobernación pues partido y nación se asimilaban, hasta en los colores representativos de ambos.
Basta hacer beneficio de inventario de algunos de los nombres con los que la voz popular nombra a los abundantes dispositivos del fraude electoral para mostrar el arraigo profundo de este tipo de prácticas: ratón loco, taco, acarreo, votos planchados, operación tamal, casillas zapto, carrusel, urnas embarazadas, etcétera.
La coacción del voto ha sido uno de los dispositivos recientes más utilizados ante la pérdida de la identificación entre gobierno y partido:
"El concepto de coacción se define con precisión como acción directa sobre el ciudadano para influir en su voto, mediante presiones, amenazas o chantajes ejercidos por agentes con autoridad y poder sobre él[14]"
Gómez-Hermosillo ha caracterizado ampliamente lo que significa la coacción del voto: implica situaciones de dependencia que llevan al ciudadano a cumplir su palabra empeñada a través del voto a modo de reciprocidad por un bien recibido de la administración pública, ya sea promesa de conservación de empleo, permisos para trabajar, programas sociales, créditos, reparto de bienes necesarios. Esto s
e hace a través de acciones que ligan la dependencia con una elección próxima a través de variados procedimientos como integración de listados de gente que se ha comprometido a votar por el partido, apalabrada personalmente, a través de recoger credenciales para hacer las listas que implican que el voto está ya dado, la presencia directa de alguien que tiene la lista en la casilla, hasta el hecho de mostrar la boleta ya cruzada a los representantes de partido en la urna antes de depositar el voto.
Este campo de la observación de 1994 fue coordinado por la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia. Se articuló estrechamente con la campaña de educación ciudadana "Juego Limpio" y con uno de sus lemas principales, diseñado especialmente para esta problemática, el "No se vale"[15], como dispositivo de comunicación para informar a la ciudadanía acerca de su derecho a un voto libre, no regido por representantes gubernamentales, ni por amenzas ni presiones para otorgar servicios, permisos o programas a cambio del voto. En los talleres de capacitación y en la propaganda se convocó a denunciar cualquier presión o intento de coaccionar a los votantes.
La ciudadanía tuvo una amplia respuesta frente a esta propuesta. Se documentaron los casos más significativos, pero la Fiscalía Especial que fue nombrada muy tarde por la Procuraduría General de la República para estos delitos, procedió lentamente y mantuvo una actitud dilatoria y complaciente con ellos, y al final descartó la procedencia de todas las denuncias, exepto una de Baja California en la que sí procedió. Estos hechos se transformaron en signos de un campo donde estaban situadas las apuestas fraudulentas más fuertes porque manifestaban añejas prácticas sociales de supeditación y control del voto.
Los observadores rurales de Alianza confirmarían más tarde que los dispositivos de coacción a los votantes eran parte central de la estrategia del PRI y del gobierno, pues a través de Procampo, Pronasol y otras obras públicas se condicionó severamente el voto rural.
La Alianza Cívica, a partir de la experiencia de sus miembros, de sus secciones en todos los estados, del desarrollo mismo del proceso electoral, de las negativas del IFE y del análisis de Consejeros Ciudadanos detectó que el principal mecanismo posible a través del cual se presionaría a la ciudadanía serían los recursos públicos y los aparatos corporativos en ejidos, colonias, sectores de trabajadores, lecherías, mercados, mujeres, taxistas, transportistas, servicios de salud, vendedores ambulantes y otros, como formas ilegales de condicionamiento del voto.
Dado este análisis, Alianza orientó parte de sus esfuerzos educativos hacia algunos de estos sectores. Veamos algunos ejemplos de carteles que también se hicieron en video y en cápsulas o balazos radiofónicos:
"¡NO SE VALE! (Foto de una lechería Conasupo con un letrero que dice: para renovar tarjeta se pide presentar credencial de elector y una mujer con rebozo ante el mostrador)
* No se vale ofrecer o negar obras públicas para comprometer el voto
* No se vale ofrecer o negar un servicio para obligar a votar por un partido.
Las presiones para conseguir votos son un delito electoral. Denúncialas a los observadores de la Alianza Cívica/Observación 94.
Y recuerda, tu voto es secreto. Nadie puede saber por quién votaste. No aceptes presiones.
Este 21 de agosto logremos un JUEGO LIMPIO.
Alianza Cívica/Movimiento Ciudadno por la Democracia."[16]
El Informe Final del campo de observación Compra y Coacción del Voto de Alianza Cívica después del proceso electoral señala dos aspectos contrastantes entre las prácticas estatales coaligadas con el partido oficial y las prácticas ciudadanas de observación electoral para salir al paso a los dispositivos de compra y coacción del voto:
"Detrás de la observación integral del proceso electoral hay varias convicciones de los ciudadanos: que es la existencia del Partido de Estado la que permite que, mediante el corporativismo, el partido en el gobierno obligue, con promesas o amenazas, a los ciudadanos afiliados en organizaciones sociales y sectoriales a votar por el PRI; … posibilita que los recursos del estado sean utilizados en programas gubernamentales que generan clientes al partido del gobierno; … posibilita que la legislación electoral contemple que las decisiones fundamentales respecto de los procesos electorales queden en manos del gobierno… En conclusión, detrás de la observación integral del proceso electoral existe la certeza de que la existencia del Partido de Estado da lugar a la compra y coacción del voto.
Las fuerza democráticas de la sociedad civil han forjado la convicción de que es posible coadyuvar a la democratización de la sociedad mexicana mediante la observación integral de los procesos electorales, porque mediante ella pueden salir a la luz con mayor claridad todos aquellos sistemas, mecanismos, hechos y recursos que se activan desde el estado en ocasión de los procesos electorales para dar el triunfo al partido oficial…[17]"
4.5.4 "Ponte vivo"
Con las reformas del Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (COFIPE) por primera vez en la historia del México posrevolucionario el gobierno y su partido no tenían mayoría en el máximo órgano electoral, pues de once miembros, seis eran ciudadanos independientes que gozaban del respeto de las organizaciones como Alianza. Sin embargo la ciudadanización del IFE tenía tres importantes limitaciones : 1) los Consejeros Ciudadanos tomaron posesión apenas 70 días antes de la jornada electoral, con gran parte del proceso electoral ya recorrida 2) para que el Consejo General pueda reunirse es necesario que esté su presidente que es el secretario de Gobernación, y 3) los Consejeros Ciudadanos no pueden incluir de motu proprio temas en la agenda. De tal modo que los avances democráticos en la legislación no podían bastar para modificar ni las prácticas inerciales de miles de funcionarios que son los que organizan realmente los procesos electorales, ni parar los dispositivos en cuanto a compra y coacción del voto, echados andar con mucha antelación.
Precisamente de la preocupación por estas últimas prácticas, el Consejero Ciudadano del Instituto Federal Electoral, Santiago Creel, propuso a mediados de junio, organizar una observación rural, señalando que las casillas iban a estar limpias en las ciudades, pero había muchas dudas acerca de lo que pasaría en el campo. Entonces el secretario de Gobernación, Jorge Carpizo indicó que si ahí habría problemas, se les saldría al paso, e invitó a varios empresarios a que pusieran fondos especiales para el cuidado de las casillas rurales y generándose un fondo nacional, el Fideicomiso para la Democracia, que administró Jaime González Graff, que con gran agilidad aportó un millón 128,678 nuevos pesos y concitó a otros fondos en unas cuantas semanas, resolviendo desde la figura legal hasta los procedimientos y la entrega de fondos a tiempo para que se pudiera montar la observación rural[18].
Alianza Cívica Nacional convocó abiertamente a los jóvenes, y llegaron cientos de jóvenes, al punto que alrededor de 1,000 salieron del área metropolitana hacia zonas rurales, aparte de otros 1,100 que los diferentes estados destinaron a la observación rural.
Pero otro sector del gobierno puso muchas piedras en el camino de la observación de las casillas rurales:
"El IFE también se comprometió a entregar oportunamente el listado de las casillas rurales del país en diskette. Y lo entregó muy tarde y con virus, de tal modo que nunca se pudo leer ni fue posible utilizar esa informació
n. Ante esto, la campaña "Ponte vivo" tomó un estudio de Paulina Grobet sobre las casillas zapato para el PRI en 1991 y en base a él se pudo tener una propuesta de cómo distribuir a los "ponte vivos" en el país…[19]"
Después en el proceso de registrar ante el IFE a los observadores de "ponte vivo" se manifestó nuevamente la parcialidad del IFE,
"pues se le entregaban 300 solicitudes debidamente documentadas y devolvía sólo la tercera parte, y había que volver a tramitar todo una y otra vez y dar vueltas y vueltas…[20]"
Alianza demandó que los requisitos a los observadores fueran los mismos que se ponían para acreditar a los representantes de los partidos para estar en las casillas, y que consistían en la entrega de una lista con nombres y apellidos, domicilio y número de credencial de elector, ¿por qué más requisitos y más burocracia que a los mismos partidos?, ¿porque tantas exigencias para el ejercicio de tareas ciudadanas?. Sin embargo, ante la tremenda burocracia para registrar a los observadores en todo el país, Alianza comunicó al IFE y a la opinión pública el 5 de agosto que por acuerdo de asamblea, si no se daba el registro y los gafetes correspondientes, de todos modos sus observadores se presentaría a observar en las casillas[21].
Y los y las jóvenes provenientes de instituciones de educación superior, públicas y privadas, jóvenes de sectores cristianos y de diversos sectores acudieron, a veces no tan jóvenes, pues la edad mínima era de 20 años.
"Cuando Alianza Cívica convocó a los observadores rurales se había cerrado ya el plazo para registrar representantes de partido. Y en la Ciudad de México nos llegaron mil jóvenes, hombres y mujeres, y en otras ciudades también. Y llegaron los chavos de esta militancia cívico democrática, dispuestos a irse hasta donde se les pidiera, sin duda estaba presente su propio imaginario cívico, su convicción de que el triunfo cardenista requería vigilar la limpieza electoral, su contribución era vigilar las elecciones. Nosotros les dimos solamente doscientos pesos, y ellos decían: dime dónde esté complicado, dónde voy a servir de algo. Nosotros sólo les dijimos en este distrito, escoge una casilla ahí, ve el mapa y escoge una casilla, ve que haya forma de llegar; y ellos y ellas se fueron a Chiapas, a Oaxaca, a Veracruz, a lugares poco accesibles, difíciles. Unos eran ciudadanos y ciudadanas preocupadas por la democracia, otros eran filoperredistas, que en su corazón querían contribuir al triunfo del PRD, pero se comportaron como ciudadanos, incluso contribuyeron a que se documentaran correctamente las casillas, pero no fueron representantes del partido del PRD, sufrieron por no poder dar su voto. Y todavía, el 22 de agosto llegaron 5 jóvenes devolviéndonos los 200 pesos, diciéndonos: no fuimos, se presentó un problema en mi casa y no pude ir, y el resto llegaron llenos, con información, con fotos, con videos, con testimonios, con anécdotas, con los formatos llenados profesionalmente. De mil, todos fueron, y los 5 que no pudieron, regresaron el dinero, porque obviamente el trabajo era crédito a la palabra, cinco de mil no fueron y éstos regresaron el dinero, ¡impresionante!…[22]"
Los y las "ponte vivos", como se les llamó, tenían una profunda convicción sobre su misión, sentían que iban a contribuir a parar o a obstaculizar el fraude, y en el peor de los casos a desenmascararlo, se sintieron parte importante de la vigilancia ciudadana de la limpieza del proceso electoral:
"Con la camiseta de "ponte vivo" puesta tenían la fantasía de parar el fraude por el hecho de estar presentes en los lugares donde presumiblemente se iba a realizar…[23]"
Y los y las jóvenes se fueron a Guerrero, a Oaxaca, a Chiapas, a Puebla, a Tlaxcala, a Veracruz. Y cuando regresaron, los reportes que trajeron fueron como la clave para el desmadeje del hilo de la interpretación de la elección.
Una semana después del 21 de agosto, entre 300 y 400 jóvenes participaron en la Ciudad de México en una evaluación. Ahí hubo algunos que manifestaron su decepción por las declaraciones de Alianza y exigían que se reconsiderara, que hubiera un nuevo pronunciamiento en base a lo que ellos habían observado, y de hecho sí lo hubo pues su información fue clave para entender el proceso electoral en las zonas rurales, aunque también Alianza trató de hacerles ver lo que este fraude representó en la tendencia general. Hubo comprensión, pero también grandes decepciones, una vez más la profecía de elecciones limpias había fracasado, pero "Ponte vivo", sumado a los resultados arrojados por la muestra en las zonas rurales, incidió definitivamente en la radiografía general de las elecciones y en el informe final de Alianza Cívica:
"5.3 Dos tipos de elecciones…
La comparación más ilustrativa se obtienen agrupando el estrato más urbano y el más rural de dos regiones distintas del país.
La Región 1 incluye las ciudades más grandes de siete estados: Baja California, Chihuahua, Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Nuevo León.
La Región 2 se va al otro extremo y ve lo que pasó en los municipios menos poblados de otros siete estados: Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Tabasco y veracruz…
Cuadro 5.2
Comparación urbano-rural y norte sur de irregularidades tradicionales
Porcentaje de casillas con irregularidades
╔════════╤═════╤═══════╗
║ Irregularidad │ Región 1 │ Región 2 ║
╟────────┼─────┼──────╢
║ violación del secreto de voto│ 22.34% │ 59.8 % ║
╟────────┼─────┼──────╢
║ coacción a votantes │ 12.53% │ 46.0 % ║
╟────────┼─────┼──────╢
║ Introducción de tacos a urna │ 2.64% │ 5.02% ║
╟────────┼─────┼──────╢
║ Votantes llegando en grupo │ 1.88% │ 14.12% ║
(carrusel)
╟────────┼─────┼──────╢
║ Desorden grave en casilla │ 3.30% │ 12.39% ║
╚════════╧═════╧══════╝
Fuente: Informe de Alianza Cívica/Observación 94.
La calidad de la jornada electoral del 21 de agosto de 1994.
Desde la perspectiva de estas irregularidades resulta evidente que hubo dos elecciones claramente diferenciadas: una en la zona urbana, moderna, en la que las elecciones son relativamete limpias, y otra en las zonas rurales, especialmente del sur, en las que hay una incidencia muy alta de violaciones graves contra los ciudadanos. Esto podría explicar la diferencia en los juicios de aquellos visitantes internacionales que estuvieron presentes en la elección moderna respecto de los que estuvieron en las zonas rurales.
Las casillas rurales de los estados del sur, en lo que se concentran también índices muy altos de pobreza y marginalidad, de lucha campesina y conflictividad política, tuvieron violaciones graves durante la elección. Existen suficientes indicios para cuestionar fuertemente el proceso electoral en esta zona del país, dado el conjunto de delitos y prácticas fraudulentas que lo violentaron…[24]"
4.5.5 Encuestas
Este campo de trabajo fue coordinad
o po
r la Fundación Arturo Rosenblueth y constó de encuestas de opinión sobre el proceso electoral, sobre el papel de los medios de comunicación masiva y sobre la confianza del pueblo mexicano en las elecciones.
Los resultados arrojaron: 1) que la desconfianza en el sistema era muy grande, particularmente después del asesinato de Luis Donaldo Colosio, 2) la constatación de la parcialidad de la televisión como un sentir muy amplio, y 3) la gran preocupación por los dispositivos corporativos de coacción a los votantes que ya se veían echados a andar.
En junio se realizó la segunda encuesta en todo el país, para conocer la opinión de los ciudadanos sobre las campañas políticas de los tres principales partidos:
"La encuesta dejó en claro que el porcentaje de ciudadanos que adjudicaron al clientelismo y a la presión la asistencia a los mítines del PRI, fue siempre significativamente más alta que lo que corresponde en este sentido al PRD y al PAN."[25]
Pero quizá uno de los resultados indirectos más importantes de las encuestas fue que pusieron a caminar el dispositivo de la Alianza Cívica en un determinado tiempo y proceso en todo el país, fueron como los primeros ensayos de acciones concretas que irían afinando los mecanismos de comunicación y de organización para otras tareas nacionales.
4.5.6 El Monitoreo de los Medios de Comunicación
Este campo de observación fue coordinado por la Academia Mexicana de Derechos Humanos y se realizó en dos noticieros nacionales: 24 Horas y Hechos[26] y luego en otros cuatro noticieros televisivos, en dos de radio, en 4 diarios capitalinos y en 65 medios de 19 estados del país y haciendo una estimación de los costos de campaña en 2 canales nacionales de televisión: El estudio se realizó del 18 de julio al 21 de agosto.
Los lineamientos metodológicos que se trazaron fueron utilizados como base para que el Instituto Federal Electoral diseñara y realizara sus propios monitoreos de los medios de comunicación.
Los primeros monitoreos mostraron que los referidos noticieros iniciaron dando espacio, voz e imagen al candidato del Partido Revolucionario Institucional en una proporción de 43 a 1 en relación a los candidatos del PAN y del PRD[27]; además en cuanto a la calidad de los mensajes, siempre se hicieron comentarios y se le atribuyeron objetivos positivos al candidato priísta, mientras que a los demás candidatos cuando aparecieron, muy a menudo con atributos negativos, particualrmente relacionando al PRD con hechos y acciones violentas, infundiendo temor. La televisión mostró claramente su cultura oficialista y parcial.
No obstante esto, el monitoreo realizado y difundido oportunamente modificó parcial y temporalmente el comportamiento de los medios:
"Los informes publicados semanalmente lograron modificar el comportamiento de los medios de comunicación en México en el sentido de una mejor cobertura y acceso a los partidos de oposición. Sin embargo, esta mejoría fue retrocediendo a etapas previas conforme se acercaba el proceso electoral del 21 de agosto y se revirtió totalmente el día de la jornada electoral y días subsiguientes. Estos resultados nos llevan a concluir que el derecho a la información de los mexicanos se define en la mesa de los concesionarios de radio y televisión debido a la falta de claridad en el Artículo Sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que las autoridades respectivas no han cumplido con su responsabilidad de hacer valer el derecho a la información…[28]"
El avance de los procesos de observación ciudadana llevó a Alianza Cívica a tener una clara conciencia de que los medios de comunicación electrónicos están concesionados, y que un proceso de democratización que va avanzando va requiriendo incluso la revocación de dichas concesiones por hacer un uso ilegal de ellas, pero eso requiere presión y organización ciudadana hacia los responsables de vigilar el cumplimiento del derecho a la información.
Por otro lado, Alianza Cívica hizo un estudio para ilustrar la magnitud del costo de las campañas contando el número de "spots" de propaganda partidaria en los canales 2 y 13 de televisión del 11 al 17 de julio y del 1o al 11 de agosto de 1994. Hubo transmisiones de 76 spots del candidato del PRI, 37 del PAN y 9 del PT:
"Si esta publicidad fuera pagada con tarifas comerciales el costo sería de 961 mil nuevos pesos para Cecilia Soto; 4 millones 44 mil nuevos pesos para Diego Fernández; y 18 millones 133 mil nuevos pesos para Zedillo… el gasto de este último es desproporcionado, ya que significa que en tres semanas de "spots" por televisión Zedillo pudo haberse gastado un 13 por ciento de lo que tiene autorizado para toda su campaña…[29]"
En realidad lo que Alianza hizo en este terreno es señalar una severa advertencia en relación a la inequidad profunda en los gastos de campaña, que sin duda enturbia la legitimidad y la transparencia del proceso y no permite la credibilidad ciudadana en los resultados.
4.5.7 La observación de los organismos electorales distritales y locales.
Este campo de la observación electoral fue coordinado por el Movimiento Ciudadano por la Democracia; estuvo severamente limitado por la carencia de recursos, y sólo pudo concretarse en la elaboración de la currícula de consejeros y funcionarios electorales de diferentes lugares del país: el estudio mostró claramente los vínculos permanentes de dichos funcionarios con el partido oficial y con diversas dependencias gubernamentales y dió cuenta de la parcialidad de este tipo de prácticas dirigidas por el Instituto Federal Electoral.
4.5.8 El estudio muestral de la Lista Nominal Definitiva.
Este fue el campo más afectado por el retraso de la ONU en entregar oportunamente los recursos, puesto que suponía una investigación costosa, con mucho trabajo de verificación en terreno y realizado en tiempos muy cortos, pero que se justificaba plenamente porque permitiría dar bases firmes de confiabilidad al instrumento con el cual se concretaba toda la organización electoral.
Este campo estuvo coordinado por la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia y sólamente pudo realizarse en seis ciudades: Culiacán, Ciudad Juárez, Monterrey, Guadalajara, Distrito Federal y Mérida.
Un primer problema fue que la Lista Nominal Definitiva (LND) se entregó impresa a los partidos políticos, para su estudio y aval, hasta el 21 de julio, ya muy tarde cuando el tiempo y los escasos recursos disponibles ya no permitían realmente una investigación seria.
Los resultados arrojados por el estudio muestral de Alianza Cívica coincidieron con la auditoría externa de la LND realizada por la firma McKinsey y aunque los porcentajes de falsedad obtenidos de 3.5 a 4% son medianamente bajos, no se logró eliminar de manera clara y contundente el fantasma de los posibles votantes falsos, que rondaba por las experiencias de observación anteriores que habían mostrado en las listas y en su administración discrecional un alto grado de inequidad electoral.
4.5.9 Algunos conflictos del proceso
La coordinación nacional de Alianza Cívica se había formado por representantes de cada una de las siete organizaciones fundadoras, más la presencia de representantes de algunos estados. Los conflictos vividos fueron transformando esta primera estructura y definiendo diferentes niveles de decisión, comisiones y roles.
4.5.9.1 El desplegado de apoyo a Jorge Carpizo
Un problema muy agudo que enfrentó la Alianza Cívica fue cuando el secretario de Gobernación Jorge Carpizo Ma
cGregor anunció que iba a renunciar, y la coordinación nacional de Alianza, analizando las graves implicaciones que esto podía tener para todo el proceso, consultando solamente a unos cuantos comités estatales que estuvieron a la mano, decidió hacer una declaración de apoyo que hizo brincar a varios estados, sobre todo al sector más radical, de miembros de Alianza de San Luis Potosí y de Monterrey, que de inmediato viajaron a la ciudad de México a hacer una confrontación seria. Este episodio, que manifestó claras diferencias en las perspectivas de Alianza Cívica, sirvió para que maduraran tanto la asamblea como sus órganos de decisión, pues llevó a acordar el nombramiento de un representante por cada estado, conformando una asamblea con más poder y un cierto candado para la coordinación nacional; a partir de ese momento no se podría sacar ninguna declaración que no fuera avalada por toda la coordinación, no se podría entregar el reporte final de la elección sin pasar por la asamblea. Eso marcó a la Alianza, aunque trajo diversos problemas, permitió ejercer una dirección nacional realmente colectiva. De momento esta decisión fue correcta y fácil porque había tanto trabajo que solamente quien trabajó llegó a ser representante.
De hecho, las formas de procesar este disenso, a través del debate y de la modificación de sus propias estructuras muestran un rasgo típico de la Alianza Cívica, que podía resolver sus problemas, a través de nuevas formas democráticas de resolución de conflictos sin expulsiones, ni represiones. Sin embargo, se manifestaron ciertamente problemas y debilidades derivadas de la índole misma de la Alianza como organización voluntaria de ciudadanos, basada en la buena voluntad, abierta a quien quisiera colaborar, lo que permitió también infiltraciones policíacas, sobre todo para obtener información desde dentro de Alianza, pero dado que la información siempre fue pública, esto no ocasionó mayores problemas. A diferencia del PRI y de otras formas corporativas, que excluyen, los movimientos ciudadanos procesaban más democráticamente sus diferencias y toleraban puntos de vista divergentes.
Otros problemas surgieron en algunos estados, donde nada ni nadie garantizó cómo se hacía la representación ni cómo se tomaban las decisiones en los niveles estatales o locales, lo que llevó en algunos casos a dejar solamente un cascarón burocrático con pocas bases respaldándolo o a competencias por los lugares de representación sin correspondencia con el trabajo realizado.
4.5.9.2 La relación con la ONU
A raíz del asesinato de Luis Donaldo Colosio en situación de inmensa confusión, pero ante la vox populi que señalaba que se trataba de un asesinato diseñado por gente del mismo gobierno, la credibilidad del proceso electoral en puerta era prácticamente nula. Por eso el secretario de Gobernación Jorge Carpizo McGregor recibió órdenes precisas del presidente Salinas de que la elección tenía que salir bien, sin cuestionamientos poselectorales, sin conflicto poselectoral. Como además se buscaba parar la guerra de Chiapas y evitar la conflictividad político social, hubo disposición para abrir varias perspectivas. Se trataba de evitar el anunciado choque de trenes entre el PRI y la sociedad y entre el PRI y el PRD. El gobierno buscaba evitar que el PRD se montara en una estrategia de resistencia poselectoral que llevara a la ingobernabilidad. Por eso se aprobaron nuevas modificaciones al IFE y se aprobaron los Consejeros Electorales Ciudadanos.
Se necesitaba también una legitimación a nivel internacional, pero como la ley no había autorizado observadores internacionales, el gobierno le dió la vuelta a la ley y se inventó una figura: "los visitantes extranjeros". Así las cosas se planteó cómo montar una observación internacional manejable.
El gobierno llegó a un acuerdo con la ONU para que participara a pesar de que ya no había tiempo, ni dinero:
"Los contactos entre el organismos internacional y el gobierno mexicano se iniciaron en abril de 1994, y en menos de un mes la ONU aceptó la invitación pese a los graves problemas logísticos que tendrían que ser resueltos en unos cuantos días.[30]"
La ONU había realizado observaciones electorales en Sudáfrica, en Camboya, en El Salvador, en Nicaragua y le había tomado dos años. Sin embargo, en México, a tres meses de las elecciones y sin proyecto aceptó participar. En El Salvador la observación había costado siete millones de dólares, siendo un país con 5,517,000 habitantes[31] y en un territorio 100 veces más pequeño que México.
Conforme a la tradición de la ONU se hubieran necesitado 10,000 observadores y cuando menos 150 millones de dólares:
"La ONU cobra muy caro su presencia en un país. Se necesitan inversiones muy grandes que sólo se han hecho para transiciones muy importantes como en Camboya y cosas así. Una misión ONU cuesta millones de dólares, y el gobierno mexicano sólo estaba dispuesto a costear algo así como 10 millones de dólares, con eso no se financiaba una misión internacional, y entonces encontraron una formulita chistosa, que la ONU asesorara y apoyara la observación nacional. La Alianza Cívica demostró que involucrar a la ONU fue una decisión tomada por razones económico-políticas, pero dado que no la podían traer en serio, era mucho más barato financiar a las organizaciones nacionales. Y ahí fue donde Alianza entró a relacionarse con la ONU. En ese momento, la única organización de observación existente era Alianza Cívica, en ese momento no había otra organización, pues en Alianza estaban recogidas todas las experiencias de observación que había habido en México. Con la ONU aparecieron nuevos grupos como hongos: 12 o hasta 15, algunos se fusionaron, otros desaparecieron, pero al final con la ONU trabajaron como 8 o 9 grupos de observación, a todos se les entregaron fondos, pero por supuesto, comparativamente a la Alianza le toco la mayor parte, aproximadamente millón y medio de dólares, al grupo que siguió le habrán tocado 300 o 400 mil dólares: los maestros de la Organización Nacional de Observadores Electorales del Magisterio, la ONOEM, con Elba Esther Gordillo a la cabeza…[32]"
Las contradicciones fueron durísimas, la ONU llegó a la carrera, al bomberazo, improvisada. Su coordinador general dejó como jefe de la misión a un vietnamita: Dongh Nguyen Huu. Pues la ONU siempre había hecho observación con gente que caía de fuera, que se iba a hoteles lujosos, que llegaba a las casillas y se entrevistaba con la población y palpaba donde podía haber líos o a lo más mandaba una misión de técnicos o expertos suyos a pulsar un poco antes qué sucedía, a checar algunas cosas y a estar monitoreando el ambiente electoral, simple y sencillamente. La ONU se topó con que Alianza Civica tenía un proyecto integral, que estaba involucrando ampliamente a la ciudadanía en general, que tenía experiencia, que no necesitaba asesoría, además cayó claramente en la cuenta de que no contaba con técnicas ni metodología para una observación en un contexto como el mexicano.
A pesar de todo esto, la ONU, organización de los gobiernos de los países, tenía un encargo del gobierno mexicano y aún cuando afirmó siempre la necesidad de una observación integral y consideró completo el programa de observación de Alianza Cívica, tuvo un mandato de sólo destinar dinero para la jornada electoral del 21 de agosto y nada para conocer la situación previa o para intentar sanear los procesos anteriores. Y para hacer esto en contra de su afirmación de la importancia de la observación integral, manejó burocráticamente su intervención y sus recursos, pues mientras checó con un agudo sentido inquisitorial la pluralidad e imparcialidad de la Alianza, sus propuestas,
metodologías e instrumentos, con la mano en la cintura y sin más trámite, convalidó a todos los demás grupos de observadores a quienes no exigió las misma medidas[33]: Las implicaciones profundas y compromisos de la ONU con el gobierno mexicano fueron evidentes, el proceso electoral no tenía demasiada importancia.
"Sus objetivos (dados a conocer por ellos mismos) consistían primordialmente en avalar el sistema electoral mexicano y en dar su opinión positiva del proceso electoral que se avecinaba. Las diferencias con Alianza Cívica, cuyos esfuerzos los de ETONU-MEX pretendieron coordinar primero y neutralizar después, afloraron de inmediato…[34]"
Al entrar en contacto con Alianza, los funcionarios de la ONU empezaron, por su propia burocracia, a dificultar las acciones y a cambiar cuatro veces de posición prolongando negociaciones interminables. Alianza reconstruyó su relación con la ONU: cuatro veces cambiaron los criterios, cuatro veces fue necesario reelaborar el proyecto, que no sólo era cuestión de volver a escribir sino de ajustar tiempos, actividades, procedimientos, eventos, todo. Hasta que gente de Alianza que había tenido experiencia en este tipo de organismos colaboró para sacar todo el asunto, para cuadrar todo el proyecto en una larguísima encerrona. El dinero llegó tarde para cualquier actividad:
"Total, según lo que hemos recuperado, el primer aporte de la ONU llegó el 22 de julio de 1994, es decir, menos de un mes antes de las elecciones, primer aporte, algo así como el 25 %. El siguiente llegó una semana antes de la elección, y todavía nos dieron dos partidas más, una en septiembre y otra en diciembre. Una cosa, muy impresionante, que habla muy mal de estas gentes burócratas, que tenían un acuerdo con el gobierno mexicano de venir a hacer una cosa muy formalista, obviamente cuidando las formas, porque no podían hacer el ridículo ni sacar la vuelta burdamente. La ONU tenía dos misiones: apoyar y asesorar observadores, y evaluar el sistema electoral, e hicieron una evaluación totalmente superficial, formal, según ellos todo ya estaba muy bien, lo cual no explica para qué fue necesaria la reforma electoral del 97, o sea, la mejor prueba de qué tan mala fue su evaluación es que todo lo daban por bueno y los puntos que daban por malos tampoco habían sido incorporados en la nueva reforma…[35]"
"Los enviados de Naciones Unidas se concretaron a elaborar y difundir un documento en el que se elogiaba sin recato al sistema electoral mexicano, al tiempo que se ignoraban las grandes inequidades, las irregularidades e incluso los miles de delitos cometidos antes, durante y después de la jornada electoral.[36]"
4.5.9.3 El financiamiento de la observación de Alianza
En el momento en que Alianza Cívica cobraba mayor fuerza e imagen como organización ciudadana de observación electoral, el periodista de El Financiero, Ignacio Rodríguez Reyes publicó una serie de cuatro artículos entre el 18 y 21 de junio en donde ofrecía, en español, información publicada en el periódico "Journal of Democracy" del National Endowment for Democracy (NED), que es un fondo del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, en relación a recursos financieros que algunas organizaciones integrantes de Alianza Cívica habían recibido en algunos de los procesos de observación previos a 1994[37], ya fuera a través del Instituto Republicano Internacional (IRI) o del Instituto Nacional Demócrata (NDI, por sus siglas en inglés) o a través de fondos del mismo NED.
La información generó un fuerte debate y una serie de precisiones y aclaraciones permanentes en torno a las fuentes de financiamiento que Alianza Cívica cuidó siempre de hacer públicas y tranparentes. En su informe previo a la Jornada electoral Alianza señaló:
"Algunos de los proyectos implementados necesitaban efectivo. Lo buscamos en México sin éxito y recurrimos al financiamiento internacional, con la condición de que no debía limitar la autonomía ni la independencia de nuestro proyecto de observación integral. Alianza Cívica recibió del exterior 155 mil dólares de la Fundación Nacional para la Democracia; 50 mil del Instituto Nacional Democrático; 26 computadoras y 14 impresoras usadas (valuadas en 8 mil dólares) de la Fundación Este-Oeste; y 1.5 millones de dólares de la Organización de Naciones Unidas. A todos ellos extendemos nuestro agradecimiento porque sabemos que tuvieron que vencer resistencias de actores interesados en descalificarnos.
El apoyo financiero que recibimos es importante, pero cubre una parte menor del costo de la observaicón integral. Estimamos que alrededor del 85 por ciento fue aportado por los mexicanos. Al momento de terminar este informe todavía no tenemos el estudio sobre el costo de toda la observación que estamos realizando. La estimamos en decenas de millones de nuevos pesos. Por ejemplo, el conteo rápido tiene un costo comercial superior a los tres millones al igual que las tres encuestas nacionales. El mayor porcentaje lo absorbieron organizaciones y ciudadanos mexicanos…[38]"
Ante el problema del financiamiento, Alianza optó por la transparencia y la información de todos sus gastos, auditada por despachos de gran prestigio nacional e internacional, de modo tal, que este punto en los momentos posteriores al Informe Final de Alianza, prácticamente no volvió a ser tocado por la opinión pública.
4.5.10 La observación de la calidad de la Jornada Electoral y conteo inmediato de las tendencias de la elección presidencial.
Se capacitó para esta tarea a más de 36,000 personas, de los 32 estados del país, de las cuales 18,280 estuvieron involucradas en el dispositivo nacional planteado: 14,140 en casillas, 4,140 en red de apoyo, centros de cómputo y telefónicos[39].
Una parte de los 14,140 observadores en casillas, estuvo encargada de participar en la muestra y reportar telefónicamente de manera inmediata sobre diversos aspectos: apertura, desarrollo, incidentes y resultados.
Además la Alianza Cívica convocó, recibió, preparó y distribuyó a 450 visitantes internacionales en el interior del país, en los lugares donde podían ser útiles al proceso general de observación.
Todos los observadores tuvieron una guía estructurada en tres secciones: a) apertura de la casilla, b) desarrollo de la votación y c) resultados[40].
Cada observador reportaba con su clave a un teléfono y cada central telefónica, también con su clave, reportaba a un teléfono nacional que registraba los datos en un programa especial.
La muestra estratificada era de 2,168 casillas, la muestra aleatoria de 500[41] y la complementaria de 6,348 casillas, y el 21 de agosto, a la 1.00 de la mañana, la alianza ya contaba con alrededor de 1,400 de la muestra estratificada. De la muestra aleatoria a esa misma hora ya habían llegado poco más de 400, aunque a la hora del corte para hacer el primer informe se estuvo trabajando sobre 232 casillas muestrales de manera inicial. En realidad de ahí salieron los primeros datos.
La muestra había sido diseñada por la Fundación Rosenblueth, que fue el conductor técnico, y que se combinó con la experiencia educativa y organizativa de la Convergencia, dando como resultado un conjunto de posibilidades importantes para la tarea acordada. En realidad la fusión grande fue entre la Convergencia y la Rosenblueth, en una interacción de enriquecimiento mutuo, pues el ISCD y el Consejo para la Democracia
se quedaron de nombre hasta el final, pero participaron muy poco[42]. Ese día se logró la mayor movilización nacional ciudadana descentralizada y organizada de que tuvieran memoria los movimientos ciudadanos de la época reciente.
Alianza Cívica pudo tener los primeros resultados producto de 232 casillas de su muestra aleatoria a la 1.00 de la madrugada del día 22 de agosto gracias a su complejo dispositivo de observación y conteo, ejercitado previamente a partir de las encuestas, de la campaña de educación ciudadana y de un simulacro específico en relación a la propia jornada electoral.
Su conteo inmediato de votos pudo combinar la cantidad y la calidad, pues dió al candidato del partido oficial un 47.85% de los votos emitidos, a Diego Fernández un 27.75% y a Cuauhtémoc Cárdenas 15.20%, cantidades muy semejantes a otros conteos serios, pero simultáneamente pudo señalar claramente que estos votos se emitieron enmedio de graves irregularidades en las formas para conseguirlos: eliminación fraudulenta de votantes en todas las casillas, coacción a los mismos, violación al secreto del voto, sobre todo en las zonas indígenas y campesinas, aparte de cientos de miles de votos comprados con entrega de dinero de programas de gobierno un día antes de la jornada electoral, monopolio de los medios masivos de comunicación, uso de múltiples recursos públicos para apoyar la campaña del PRI, y muchas otras formas de ensuciar el proceso electoral[43].
Sin embargo, por un error no bien identificado, los resultados, las cifras, se mandaron a las grandes pantallas instaladas con los recursos de la ONU, cuando había el acuerdo explícito de la coordinación de solamente darlos a conocer en conferencia de prensa junto con el análisis de la calidad del proceso electoral, pero de hecho, " ese error" dando solamente números y cantidades, y sólo minutos después ligándolos al análisis de la calidad, bastó para que diez minutos después el IFE anunciara los resultados de su propio conteo, que difirieron en no más de 1% de los entregados por Alianza Cívica, pues sólo hasta entonces los aparatos electorales gubernamentales respiraron y empezaron a dar sus propios resultados. Ciertamente alianza obtuvo credibilidad a partir de
haber dado los resultados de la muestra, pero no fue lo mismo con la valoración de la elección:
"en la interpretación de la calidad de la elección sí perdimos la batalla de la comunicación social masiva, no la de la interpretación política, la batalla de la interpretación política se ganó. Nuestra interpretación la compartió el PAN, un sector del PRD, y también el balance general de los Consejeros Ciudadanos: que hubo mucha inequidad en los gastos de campaña, en los medios de comunicación, que hubo prácticas de violación y de compra y coacción…[44]"
Ante la manipulación de la información del 22 de agosto en la madrugada, nuevamente el 24 de agosto, Alianza Cívica publicó un desplegado titulado "Las irregularidades sí afectan los resultados", que ocasionó agudas polémicas entre los ambientes políticos del país e incluso al seno de la misma Alianza. El secretario de Gobernación rechazó dicha valoración. El documento público repetía un párrafo del informe inmediato posterior a la jornada electoral, y después explicitaba la forma en que Alianza lo entendía, a fin de que no fuera desvirtuado nuevamente por los medios de comunicación:
"El impacto cuantitativo de estos hechos no puede calcularse con certeza y precisión. Es probable que no alteren el resultado final sobre el triunfador de la elección presidencial. Sin embargo, altera la correlación de fuerzas electorales de los partidos a nivel nacional, regional y local, la composición de la Cámara de Diputados y posiblemente la de Senadores, generan una imagen aparente de predominio del partido del Gobierno.
Por lo tanto y es un dato sustentado en el informe, que el conjunto de las irregularidades configuran un fraude compuesto o fraude por componentes.
– Sí afecta los resultados de todas las elecciones.
– Afecta la composición de las Cámaras.
– Modifica la correlación de fuerzas y genera una imagen de predominio del partido en el gobierno.
– Se realiza con la comisión de un sinnúmero de delitos electorales que permanecen impunes.
– Pone en cuestión el conjunto de los resultados de las casillas rurales de los estados del sur del país.
– Modifica los resultados en la elección local de Chiapas.
– Afrenta a los mexicanos que fueron a votar esperando una nueva etapa en la vida política y electoral del país y pretende burlarlos al realizar una intensa campaña propagandística sobre la ejemplaridad y limpieza de la eleción.
NO hubo juego limpio y no lo habrá si se siguen aceptando y propiciando todas las irregularidades que se presentaron el 21 de agosto. Por el bien de México, basta ya de simulaciones y soluciones superficiales magnificadas con publicidad.[45]"
Después de esto vino el esfuerzo por entender, documentar a fondo y traducir el significado de los datos obtenidos en la jornada electoral. Era necesario explicar de manera muy clara el problema de la calidad del proceso:
"nosotros teníamos los resultados y dos preocupaciones, la rasura, pues traímos como 60% de las casillas de la muestra con rasura, y un 20, tal vez 25%, de violación del voto. Lo que nos indicaba claramente compra y coacción del voto. Teníamos 25% de violación del voto y 20% de presiones. Decíamos: ahí hay algo, por eso titulamos nuestro informe del 21 de agosto: la calidad de la elección está en juego, la elección está en cuestión, contra todo el triunfalismo oficial y priísta que afirmaba que esta había sido la elección más limpia de la historia. Lo más notorio habían sido las casillas especiales, y la pregunta era de dónde salió la gente de las casillas especiales, la respuesta era, pues de la rasura… pero en realidad, ya con los números cotejados, quedaba una rasura muy chiquita (3.1%) y quizá muy aleatoria, porque los resultados de las casillas especiales tampoco daban. Entonces, ¿dónde estaba el problema?
"El otro tema era el secreto del voto y la presión, el equipo técnico se puso a desconstruir la información sobre la violación del secreto del voto en la muestra estratificada, a modo de poder hacer comparaciones entre las casillas rurales y las urbanas, entre el sur y el norte, y fue entonces cuando fue cobrando fuerza la hipótesis de que hubo dos elecciones, la del norte urbano y la del sur rural, y logramos demostrarla, porque en la muestra del sur rural teníamos 60% de violación del secreto del voto, y luego todo lo que no era muestra coincidía que en todas las observaciones rurales se daba exactamente lo mismo: obligaron a votar, les señalaban con el dedo donde cruzar, había gente diciéndoles, los estaban observando a través de las ventanas, etc., eso pasó y eso nos llevó al párrafo aquel famoso de que se violentaron los resultados de senadores, de diputados, aunque el resultado final de la elección de presidente no se modifique, porque ciertamente la diferencia entre Zedillo y el PAN era muy alta para plantear que por ahí se pudiera haber cambiado resultados. Entonces a partir del "ponte vivo" rural pudimos cerrar la pinza de los datos de la muestra, la compra y coacción que en grado extremo se dió en las zonas rurales, los datos checaban…[46]"
Lo que quedó muy claro para toda la Alianza Cívica fue que no hubo realmente un proceso electoral equitativo sino una competencia desigual frente a un partido de Estado. En las elecciones federales del 21 de agosto se dieron un cúmulo
de mecanismos de fraude que en su conjunto afectaron seriamente a la calidad del proceso electoral[47].
4.5.11 Algunos saldos democráticos de la Alianza
¿Qué fue lo que movilizó tan rápidamente a miles de ciudadanos para participar en Alianza Cívica?, ¿qué permitió convocar, desde el principio a 29 o 30 estados?, ¿quiénes fueron los que se comprometieron con la Alianza?, ¿qué vió la gente en la Alianza, qué la hizo participar con tanta efervescencia? El MCD en sus mejores momentos había llegado a convocar a 20 estados.
Había sectores de la vieja guardia que había estado en observaciones estatales anteriores, de derechos humanos, miembros de diversas ocpds, sobre todo en los estados, mucha gente de iglesia, también de las comunidades de base, de pastoral juvenil o de pastoral general, mujeres, universitarios, trabajadores.
Alianza ofreció un espacio simbólico en el terreno de la imaginación de un futuro distinto, de la negación de un presente que buscaba perpetuarse. Alianza Cívica ofreció un canal, una plataforma donde mucha gente se podía subir y hacer algo, porque tenían ganas de hacerlo. Alianza ofreció también instrumentos concretos, apropiables, sencillos, manejables, formas de hacer que permitieron a gente de diferentes sectores y experiencias incorporarse, con la clara conciencia de que podía ser útil a un proceso de democratización general del país.
Los intelectuales jugaron un papel en la observación de medios, en cuestiones más especializadas y en roles públicos; las amas de casa con su camiseta puesta y su clave telefónica secreta, eran vitales, y sabían de que a la hora que acabaran, tenían que reportarse a una clave telefónica que se tenían que aprender, porque los resultados eran esperados por otros de un mismo gran equipo: tenían conciencia que eran la base de la observación. Los jóvenes tomaron clara conciencia de que tenían una misión. Eso los llevó también a una frustración muy grande. Alianza incorporó a un sector activo de la sociedad, que a veces tenía un nivel de vida mejor que el de las mayorías campesinas, pero que no dejaba de ser un sector trabajador y no sólo intelectual, aunque era gente que pensaba, actuaba y se movía. A muchos les gustó la tarea por nueva, por concreta y por no ser partidista.
El volumen de trabajo a escala nacional obligó a la especialización en áreas o departamentos que eran responsables de una parte, que de no salir bien, afectaba a todo el resto. A la vez esta división técnica del trabajo llevó a visiones parciales y a veces, a la atención de intereses parciales diferentes de los intereses de todos, esto fue particularmente difícil en lo que se refirió a manejo de recursos, que aunque tenían un claro destino, tenía que estar marcado por dispositivos y criterios locales para la ejecución de los gastos.
De las experiencias de observación electoral realizadas en un solo estado a dar el salto a realizar una observación nacional, hubo un cambio fuerte en la escala de trabajo. Lo que antes podía realizarse con los cuadros y bases de unas tres docenas de organizaciones, se tornaba imposible. Hacía falta convocar a la ciudadanía de la manera más amplia posible, de tal modo que pudiera aglutinarse en torno a la utopía, a la profecía de Alianza Cívica de elecciones limpias y democráticas, gracias a la vigilancia ciudadana. Alrededor de 20,000 personas compartieron el deseo y los criterios básicos de la observación, disponiéndose a participar en los dispostivos organizativos preparados para el 21 de agosto.
Lo que antes se podía vigilar cara a cara y cuidadosamente por todos los cuadros directivos ciudadanos, debía dar lugar a la acción de miles, y esto sólo sería posible mediante una especie de pacto o juramento, que como un medio organizativo evitara la dispersión, basado en la confianza mutua establecida a base de acuerdos estratégicos y de acciones descentralizadas, con dispostivos generales bien diseñados y útiles para todos. Este juramento se fue forjando y puliendo en las tres grandes asambleas generales de representantes de los estados y la coordinación nacional con sus equipos especializados, realizadas en tres momentos oportunos: al inicio de la Alianza; ante el conflicto ocasionado por la renuncia de Jorge Carpizo; y ante la necesidad de consensar la preparación más inmediata de la jornada electoral. La educación ciudadana y la campaña Juego Limpio operaron como una especie de argamasa de esta tribu ciudadana. A partir de la estrategia trazada en común y las decisiones fundamentales consensadas, todo lo demás quedaba en manos de los ciudadanos, que se comprometieron con la Alianza y sus tareas en sus propios estados[48].
No hubo elecciones limpias el 21 de agosto. En ese sentido, la profecía de Alianza Cívica fracasó, pero los efectos ciudadanos obtenidos en el camino para lograrla, tuvieron tal impacto, que le permitieron asumir, en nuevas circunstancias, la empresa originalmente planteada, y precisamente por no haber logrado su cometido, se tornaba necesario volver a profetizar desde la perspectiva ciudadana de la democratización general del país[49].
La historia posterior dice que Alianza Cívica consiguió una credibilidad y una forma de hacer las cosas que todavía sigue dando mucho de sí, y que desapareciera o no Alianza, ya era un patrimonio del movimiento ciudadano, como una éertca civil, como una forma de instrumentar la acción ciudadana, de ubicarla en la objetividad, el profesionalismo y la imparcialidad, en la lucha porque se respete la ley, pero sin ubicarla en una neutralidad ascéptica. En una palabra, Alianza Cívica, a través de sus prácticas sociales hizo gala de una imaginación del cambio y concretó formas de ser de una nueva ciudadanía crítica, pero corresponsable de los procesos electorales encaminados al respeto a la voluntad de todos los mexicanos.
Alianza formó parte de la visibilidad de la sociedad civil en el 94. Junto con el Cinturón de Paz, y el ascenso de los grupos de Derechos Humanos, fueron los espacios de visibilización, en torno a los derechos indígenas, en torno a la paz y en torno a la democratización del país.
La Alianza Cívica permitió a muchas de las ocpds que la conformaron enfrentar nuevos retos, abrirse a la visibilidad, a nuevas interacciones, a estrategias y prácticas de cabildeo, a un mayor pluralismo y profesionalismo; en fin, permitió aprender a navegar en aguas no acostumbradas. Muchos de los miembros de las ocpds aprendieron y dieron un brinco y pasaron a ser dirigentes de sus Alianzas locales, y figuras del movimiento cívico de los estados: Coahuila, Yucatán, Tabasco, Michoacán, se consolidaron localmente contando con un referente nacional.
Los representantes de Alianza Cívica a su asamblea posterior a las elecciones, realizada el 27 de agosto, decidieron continuar con la tarea iniciada. Ahí el coraje de no haber logrado la transición a la democracia era muy grande, era un coraje combinado: porque la elección había sido sucia y se dijo que fue limpia, y por lo mismo, no representaba el sentir de la sociedad y no permitía ver realmente quién había ganado; la Alianza seguía teniendo razón de ser, porque la batalla no había terminado; la imaginación creadora volvió a señalar que había que continuar el viaje porque esa historia estaba inconclusa, iba a seguir habiendo elecciones sucias, e iban a seguir diciendo que habían sido limpias. Otro aspecto no menos importante era la fuerza experimentada, el poder ciudadano, todo mundo se sentía con un poder que no había tenido nunca, la capacidad de convocatoria, la presencia en medios y la visibilidad lograda, nadie la había logrado. Entonces la gente que venía con historia vió claro: así, juntos, como red nacional, la Alianza tiene mucho peso. Por otro lado, no era posible dar marc
ha atrás después de un salto cualitativo, la suerte estaba echada.
Otro argumento fuerte para comprender lo que la gente encontró en la Alianza, fue la conciencia de los ciudadanos comunes y corrientes que se habían encontrado una especie de paraíso terrenal, la organización que siempre habían soñado, la que sí funcionaba, la que dejaba a todo mundo participar, en la que era fácil ser tomado en cuenta, la que además hacía cosas interesantes, entonces quisieron convertirla en su organización. Y eso se ratificó muy formalmente en la asamblea de septiembre, ya entregado el reporte final, ya discutida muy fuerte la cuestión de los informes, ya expresado el coraje por lo que había estado mal, la Alianza no se rompió, no se escindió, y aunque hubo acusaciones a la coordinación, al final se ratificó la confianza, que era la base del pacto de todos los que conformaron esta experiencia. Y así se tomó la decisión de continuar con la Alianza, definiéndole tres líneas para su nuevo proyecto.
4.5.12 Significación de Alianza Cívica
La historia reciente de movilizaciones de verdadera solidaridad frente a los sismos de 1985 y la autogestión de la ciudad que las acompañó, la sorpresa e indignación frente al fraude electoral de 1988, los movimientos ciudadanos iniciados por el Dr. Nava en 1992, daban, sin duda alguna, un sustrato material y una rica experiencia, intensamente vivida por miles de ciudadanos y ciudadanas cuya memoria colectiva quedó impactada y estaría en la base de su actuación en 1994. Este conjunto de intensas experiencias colectivas se constituyó como un patrimonio imaginario en el campo específico de la imaginación colectiva, develando una nueva colocación de los sujetos sociales de cara a su futuro posible, que reclamaba y proclamaba el derecho a pensarlo de manera distinta al presente.
Como un eco de las experiencias anteriores, esta memoria colectiva se actualizó inventando nuevos ritos, nuevas prácticas sociales en donde se puso en juego la creación de algo nuevo, como imaginación utópica generadora de prácticas sociales concretas y eficaces que aproximaran el futuro deseado.
Los logros obtenidos por Alianza Cívica en el proceso electoral de 1994, se pueden caracterizar como la participación en un campo de batalla por la reproducción y/o transformación de la sociedad, bajo la forma de una disputa en el terreno del imaginario de la continuidad y/o del cambio de la sociedad, entre la perpetuación del presente y de los privilegios de unos pocos, con sus respectivos ritos, y la modificación de cara a un futuro distinto del presente. Podemos aludir a una disputa imaginaria entre el presidencialismo autoritario a modo de continuidad del presente como único imaginario posible, ya instituído, con sus prácticas corporativas de compra y coacción del voto, con sus rituales de vasallaje, que a través de la coacción al voto y del corporativismo lleva a los súbditos a afirmar que quieren seguir estando en las mismas condiciones, que quieren seguir siendo vasallos, o podemos referirnos al imaginario de nuevos ciudadanos, un imaginario radical, que rechazando los sacrificios propiciatorios sexenales, se irguió con otras profecías, con otro futuro, con una utopía distinta al sometimiento presente, inventando nuevas e incluyentes prácticas y ritos sociales, y ese imaginario apareció como una curiosa mezcla de la más pura tradición liberal combinada con otra tal vez más vieja y nueva a la vez, herencia de afirmación a través de las prácticas sociales, del sentido colectivo y solidario indígena.
Con ciudadanos súbditos del rey y de la antigua corona de España, obligados a prácticas inquisitoriales de subordinación, el proceso electoral apareció como una operación simbólica sexenal de reviviscencia del rito del sometimiento, a través de dispositivos concretos que habían gozado de invisibilidad y de formas corporativas de coacción, que en esa ocasión fueron nuevamente revividos y reinstituyentes del control y del sometimiento. Conjunto de dispositivos y prácticas para doblegar las tentaciones del cambio, rituales sacrificiales de propaganda para conformar, reproducir y fijar el imaginario efectivo, reconstituido a través de múltiples prácticas corporativas o simplemente asistencialistas, gestoras de la subordinación.
"Se instaura una especie de hiper-realismo que en realidad es una forma velada de represión de las dimensiones utópicas e imaginarias del pensamiento social… En las complejas transformaciones sociales y tecnológicas se establece un modelo en el cual las personas están sometidas cada vez más intensamente a un régimen de individualización (diferente a la individuación necesaria para generar su identidad), cuyo corolario son relaciones sociales cada vez más mediatizadas a través de los medios electrónicos y, más ampliamente, por un aparato insititucional de control cada vez más fino y estricto de la propia individualidad…[50]"
Frente a esto se alzó una novedad, la imaginación de otra sociedad, de otros procesos, donde los votantes contaran y sus votos pudieran emitirse sin presiones, sin amenazas al trabajo, a los servicios, a los permisos oficiales, otro futuro se vislumbró como posible. Y de esa imaginación radical, transformadora, brotaron como un manantial, como un magma de iniciativas, estrategias y acciones creadoras, instauradoras de nuevos ritos, de nuevos actores, de nuevos sujetos sociales, de nuevas prácticas, una nueva ciudadanía estaba surgiendo:
"La memoria colectiva es capaz de recuperar a su manera, en sus mitos, en sus historias movilizadoras, la huella de su propio movimiento. El Estado ya no es intocable…[51]"
"Uno de los saldos positivos de todos los esfuerzos orientados a la transición… es el fortalecimiento de las iniciativas ciudadanas y los espacios de la sociedad civil que ponen límites, cuestionan, vigilan y presionan al gobierno para realizar cambios y para defender los derechos de los ciudadanos. Esta amplia gama de células vivas de la sociedad… permanece, ha crecido y ocupa un lugar importante en el escenario político nacional…"[52]
Notas
[1] Gómez-Hermosillo, Rogelio. Entrevista realizada el 16 de mayo de 1977, p. 2.
[2] Un grupo de ciudadanos y organizaciones sociales se habían reunido en Cocoyoc, Morelos, a mediados de 1993, para buscar una plataforma mínima para la transición a la democracia. En él participaron el Acuerdo Nacional Para la Democracia, el Movimiento Ciudadano por la Democracia, el Frente Cívico Potosino, la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia, el Frente Cívico Familiar de Yucatán, el Frente Cívico de Sinaloa y otros frentes estatales. Al grupo de le conoció como "el Grupo de Cocoyoc".
[3] Además de Alianza Cívica hubo en 1994 otro esfuerzo importante. Algunos ciudadanos y ciudadanas a título individual, aunados a miembros de diversas organizaciones cívicas fueron construyendo un documento de consenso que a partir de cientos de propuestas para la transición a la democracia, fueron decantando y organizando ideas que se sintetizaron en veinte puntos básicos. A esta propuesta se le llamó los "Veinte Compromisos Por la Democracia", que ampliaba y especificaba los anteriores "Cinco Puntos Para la Democracia" levantados en 1993 por el MCD. Algunos de los participantes de este grupo fueron: Demetrio Sodi, Gabriel Said, Jorge Eugenio Ortiz, Bernardo Bátiz, Amalia García, Roqueñi, Carmelo Enríquez, Santiago Creel, Clara Jusidmann, Jaime González, Enrique Brito, Cecilia Loría, Rafael Reygadas, Francisco Cano, Jorge Alcocer, Jose Woldenber
g y otros. En esta iniciativa se articularon coyunturalmente y en una acción puntual un conjunto de actores que posteriormente, entre marzo y julio de 1994 presentaron sus propuestas a los candidatos a la presidencia de la república: Luis Donaldo Colosio, Diego Fernández de Ceballos, Cuauhtémoc Cárdenas, Cecilia Soto, y Ernesto Zedillo. Todos los candidatos firmaron el documento y se comprometieron a respetarlo en caso de que llegaran a la presidencia. En el momento en que se acordó convocar a organizaciones sociales y movimientos ciudadanos a que firmaran los "Veinte Compromisos", se separaron del grupo Jorge Alcocer por desacuerdo con la convocatoria a grupos y organizaciones y José Woldenberg por incompatibilidad con compromisos de trabajo.
[4] Miguel Basañez tuvo que salir del país por varios meses debido a compromisos de trabajo y como ACUDE se concentró más en la formación y el proceso del Grupo San Angel, no sustituyó a su representante ni asumió prácticamente el campo, de tal modo que éste fue definido básicamente a partir de la experiencia de observación masiva de los procesos electorales y el trabajo de la Convergencia, que puso el acento en la lucha contra la compra y coacción del voto.
[5] En esta incorporación también jugó un papel el hecho que donantes norteamericanos del ISCD le manifestaran la importancia de participar en una experiencia plural de lucha por la democracia.
[6] Alianza Cívica/Observación 94 ¡Por un juego limpio! Proyecto y Plan de de Trabajo de Observación Electoral, México, julio de 1994, p. 5.
[7] Gómez Hermosillo, Rogelio. Entrevista del 16 de mayo de 1997, p. 3.
[8] Alianza Cívica/Observación 94. Tríptico, primavera de 1994.
[9] Alianza Cívica/Observación 94, Op cit., julio de 1994, p. 8.
[10] Gómez-Hermosillo, Rogelio. JUEGO LIMPIO. Instructivo para los núcleos de coordinación y difusión de la Campaña Nacional de Educación Ciudadana. Movimiento Ciudadano por la Democracia, México, 1994, p. 10.
[11] Gómez-Hermosillo, Rogelio. JUEGO LIMPIO, Instructivo para promotores de la Campaña Nacional de Educación Ciudadana, México, 1994, pp. 8 y 9.
[12] Se imprimieron 25 mil folletos acerca de la campaña, 5 mil sobre cómo reproducirla, 20 mil carteles de Juego Limpio y 20 mil de otras imágenes, 2 mil anuncios para ser incluídos o para ser insertados en medios escritos, 10 mil calcomanías, se produjeron dos spots de televisión, 450 carteles para vagones del metro, 250 mil volantes, 500 videos para ser proyectados en plazas públicas, 250 mil folletos donde se mezclaba "Juego Limpio" y "No se vale", cuatro mil ejemplares de una carpeta con 12 folletos para capacitar a los observadores, (mil producidos directamente por Alianza Cívica y tres mil más por la ONU), 15 mil manuales de observación de la jornada, 10 mil botones de identificación de los observadores, y 5 mil calcomanías sobre la observación.
[13] Aguilar V., Rubén y Ruyssenaars, Jan. Evaluación de la Campaña de Educación Ciudadana, Mimeo, México, 1994, pp. 44-46 y 53-54.
[14] Goméz-Hermosillo M., Rogelio. "La Coacción del voto". Enfoque, Periódico Reforma, 15 de junio de 1997, p. 7-9.
[15] El lema de alguna manera también alude al contexto del Mundial de Futbol que se jugaría en Estados Unidos en el verano. Uno de los lemas centrales de la campaña contra la compra y coacción del voto se ubica en un contxto de referencia semejante: "No se vale", como el conjunto de jugadas ilegales en el proceso electoral, que correspondían al conocimiento de las formas principales a través de las cuales se había cometido el fraude en procesos observados anteriormente.
[16] Cartel, volante e inserción en medios impresos, mayo de 1994.
[17] Alianza Cívica/Observación 94. Informe Final del Campo de Observación Compra y coacción del voto, p. 1
[18] Alianza Cívica/Observación 94. Evaluación global de Alianza Cívica, Ciudad de México, octubre de 1994, p. 27.
[19] Entrevista a Clementina Gutiérrez, coordinadora de la Campaña "Ponte vivo". Martes 20 de mayo de 1997.
[20] Idem.
[21] Carta de Alianza Cívica a Arturo Núñez, director del IFE con copia a todos los consejeros ciudadanos en la que señala que de sus 16,958 observadores, 525 tienen gafete, 5,453 están a la espera del mismo, y otros 10,980 no han sido registrados por causas imputables a la burocracia del IFE. Carta de Alianza Cívica a Arturo Núñez, Director del Instituto Federal Electoral del 5 de agosto de 1994.
[22] Entrevista a Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador del Programa de Observación Rural de Alianza, viernes 16 de mayo de 1997.
[23] Entrevista a Clementina Gutiérrez, Coordinadora de la Campaña "Ponte Vivo", 20 de mayo de 1997.
[24] Alianza Cívica/Observación 94. "Informe: La calidad de la jornada electoral del 21 de agosto de 1994", Perfil de La Jornada, martes 20 de septiembre de 1994, p. IV.
[25] Calderón Alzati, Enrique. Op. cit. p. 156.
[26] Acosta, Miguel, Martínez Torres, Manuel y Parra Rosales, Luz Paula. Las Elecciones de 1994 en México, vistas por los medios de comunicación (18 de julio al 21 de agosto de 1994), Academia Mexicana de Derechos Humanos, México, 1995.
[27] Calderón Alzati, Enrique Cazés, Daniel (coordinadores). Las elecciones presidenciales de 1994, p. 147.
[28] Acosta, Miguel et alii. Op. cit. p. 6.
[29] Alianza Cívica/Observación 94. Las elecciones presidenciales de agosto de 1944: entre el escepticismo y la esperanza. Un informe sobre las condiciones previas, México, 19 de agosto de 1994, p. 16.
[30] Calderón Alzati, Enrique y Cazés, Daniel. Op. cit. p. 156.
[31] Almanaque Mundial 1996, Ed. Televisa, S.A., p. 192.
[32] Entrevista con Rogelio Gómez-Hermosillo.
[33] Cuando hubo recursos de la ONU para la observación, aportados por el mismo gobierno mexicano, de la noche a la mañana, sin historia, surigeron 14 grupos para captar dichos recursos y entrar al escenario electoral de junio a agosto de 1994 e igualmente morir casi todos como comparsas, como grupos efímeros, pero eso sí avalados por la ONU.
[34] Ibid. p.
157.
[35] Gómez-Hermosillo Rogelio. Entrevista del 16 de mayo de 1994, p. 7.
[36] Calderón Alzati, E. Op, cit. p. 158
[37] Rodríguez Reyes, Ignacio. "Los dólares de la sospecha. Intervencionismos de "baja intensidad" en México", "A través de la NED el gobierno de Estados Unidos interviene en México: Philip Agee". "Preservar la estabilidad del Sistema. Objetivo de la NED en México", "Aceptar el dinero del NED o no, Dilema de los Grupos Civiles", El Financiero, 18, 19, 20 y 21 de julio de 1994.
[38] Alianza Cívica/Observación 94. Las elecciones presidenciales de agosto de 1994: entre el escepticismo y la esperanza. Un informe sobre las condiciones previas. México, D.F., 9 de agosto de 1994, pp. 21-22.
[39] La red de apoyo, cómputo y telefónica estuvo dividida así: 1,368 coordinadores, 1,262 correos o enlaces, 240 centros de cómputo, 170 de recepción de información, 384 en brigadas de emeregencia, 288 en brigadas móviles, 278 en personal de contingencia, 150 en oficinas centrales. Alianza Cívica/Observación 94. Proyecto y Plan de Trabajo de Observación Electoral. Informe Narrativo, Ciudad de México, diciembre de 1994, p. 11
[40] Alianza Cívica. Guía de Observación de Casilla en la Jornada Electoral del 21 de agosto de 1994, pág 2.
[41] Los números de las muestras tienen ligeras variaciones en algunas fuentes. Aquí tomamos los del Informe Narrativo que la misma Alianza elaboró, para presentarlo a la ciudadanía, al Consejo y a sus donantes: Alianza Cívica/Observación 94. Proyecto y Plan de Trabajo de Observación Electoral. Informe Narrativo, Ciudad de México, diciembre de 1994, p. 14.
[42] El ISCD dejó de participar los dos meses de más trabajo previo a la jornada electoral, y volvió a aparecer el 21 de agosto a las 4 de la tarde para la conferencia de prensa, pero hubo acuerdo de que no debía estar entre los que respondieran preguntas por la razón de que no conocía nada del proceso ni de las discusiones dadas a lo largo de los últimos 60 días antes de la elección, ni de los acuerdos tomados democráticamente. Era tan obvia la situación que esto no ocasionó ningún problema.
[43] Alianza Cívica. Informe, 1995, pág 2.
[44] Gómez-Hermosillo, R. Op. cit. p. 14.
[45] Alianza Cívica. "Las irregularidades sí afectan los resultados", La Jornada, 24 de agosto de 1994.
[46] Entrevista a Rogelio Gómez-Hermosillo, 26 de mayo de 1997, p. 8.
[47] El Informe Final de Alianza Cívica/Observación 94 fue publicado el marte 20 de septiembre en el periódico La Jornada y en otros diarios nacionales.
[48] En este sentido quizá los problemas más fuertes se dieron entre la Coordinación Nacional de Alianza Cívica y la Coordinación de la Alianza del Distrito Federal en torno a posiciones distintas sobre problemas importantes, y también dada la cercanía y el hecho de compartir un territorio común como espacio de acción política ciudadana.
[49] Después de la observación del proceso electoral de 1994, la Alianza Cívica quitó de su nombre la referencia al proceso de 1994 y asumió diversas tareas de contrapeso civil organizado y de promoción de una democracia integral, tales como: Consulta Ciudadana sobre la responsabilidad del ex-presidente Carlos Salinas en la crisis del país (marzo de 95); la Consulta Zapatista para conocer el punto de vista ciudadano sobre la vía que el EZLN debía seguir para continuar su lucha (julio-agosto de 1995); Referéndum de la Libertad, consulta nacional sobre reforma de la política económica, (septiembre-noviembre de 1995); observaciones electorales específicas (1995, 1996 y 1997); preparación de la observación de las elecciones federales de julio de 1997. La Alianza Cívica participó en diversas consultas y diálogos con autoridades y partidos políticos para la definición de la Reforma Electoral de 1996 y la definición de autonomía de los Consejeros Ciudadanos; se puede decir, con razón, que parte de la Reforma Electoral de 1996 fue posible gracias a las acciones y al peso político de Alianza Cívica; obtuvo su registro como Agrupación Política Nacional, pero irónicamente, el flamante Consejo Ciudadano del IFE, le puso un candado a Alianza Cívica para que no pudiera hacer efectivo su registro como Agrupación Política Nacional, pues con una interpretación retorcida de la ley electoral, decidió que una agrupación política no podía hacer observación electoral, coartando administrativamente la libertad de organización que la misma reforma electoral planteaba.
[50] Manero Brito, Roberto. "Las elecciones en el imaginario social mexicano". González Navarro, Manuel y Delahanty Matuk, Guillermo (coordinadores), Psicología política en el México de hoy, UAM-Iztapalapa y UAM-Xochimilco, México, 1995, p. 110.
[51] Op. cit. p. 114.
[52] Gómez-Hermosillo, Rogelio. "En medio del colapso y el desánimo: una Alianza con sabor de futuro", Estudios Ecuménicos No. 40, México, octubre-diciembre de 1994, p. 9.
Datos para citar este artículo:
Rafael Reygadas Robles Gil. (2006). 4.5 La Alianza Cívica/Observación 94. Revista Vinculando, 4(1). https://vinculando.org/sociedadcivil/abriendo_veredas/45_alianza_civica_1994.html
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