Los amantes visitan la torre Eiffel, se besan por los rincones; cafés y bares huelen a literatura trasnochada y las calles recuerdan la gran frase de mayo del 68 que se ideó allí: ‘Seamos realistas, pidamos lo imposible’. Y con esta cita como inspiración intentaremos buscar en la capital francesa, una de las más visitadas de toda Europa, las opciones más económicas para el viajero.
La importancia de esta ciudad ha sido continua a lo largo de toda su historia. Centro artístico y filosófico, ha dado nombres como Voltaire, Toulouse-Lautrec o Edgar Degas, entre muchos otros. Es llamada la ciudad de las luces, no solo por ser la primera en tener un entramado lumínico envidiado en la época, sino también por ser siempre una de las urbes más adelantadas a su tiempo. Recordemos que la famosa y democrática frase de Liberté, égalité, fraternité (‘Libertad, igualdad y fraternidad’) surgió en sus calles en la revolución francesa, convirtiéndose en uno de los principios de los derechos del ser humano. Hay tanta historia fraguada en estas calles que es normal que las representaciones artísticas sean un continuo en nuestro camino por París.
Versailles, Orsay, Rodin, Victor Hugo, la Musique… una lista de museos difícil de resumir, pero hay un consejo aplicable a todos: La Carte Musées et Monuments. Es un pase que sirve para todos los museos y monumentos de la ciudad, se puede comprar en cualquiera de estos lugares o en las oficinas de turismo. Adquiéranlo pronto en la mañana y dispóngase a recorrer arte y épocas durante todo el día, sin hacer fila en ninguno de los museos.
El museo del Louvre tiene una facilidad propia. Si se tienen más de 18 años y no hacen la visitan en el primer domingo del mes, casos en los que la entrada es gratuita, la mejor opción es adquirir un billete RATP. Descuentos en cafetería y restaurante, acceso gratuito al museo Eugène Delacroix y ninguna espera, excepto a la mítica espera que sufre todo turista para ver la Gioconda, nadie puede salvarse de ella. Es aconsejable visitar la página web del museo para no perderse detalle de todo lo que se puede ver.
Después de tanto arte, pasear por el barrio latino, el de Pigalle o el Bosque Boulogne nos dejará descansar la vista pero no los sentidos. El barrio Latino es sinónimo de juventud y movimiento, desde la Edad Media ha sido el centro de la educación y por lo tanto el barrio más cosmopolita de París. Discotecas y bares se encontraran en el barrio Pigalle, zona en la que se encuentra el famoso Moulin Rouge y multitud de tiendas eróticas. La paz de la naturaleza nos llegará caminando por el Bosque Boulogne, jardines y parques de la nobleza para disfrute del pueblo llano.
Y todavía falta por ver todo el entramado de monumentos de la ciudad: la torre Eiffel, la catedral de Notre-Dame, el Sagrado Corazón, el Arco del Triunfo, Los inválidos, el Panteón, la Sagrada Familia, etcétera. Es útil saber que las iglesias están abiertas todos los días del año, entre 9 de la mañana y 7 de la tarde, excepto por el Sagrado Corazón, que cierra 4 horas más tarde de lo normal.
Para ver todo ello y no desfallecer, podemos usar medios de transporte como el Balabus, los barcos Batobus y los autobuses rojos que recorren las zonas más significativas. Pero si queremos gastar poco, lo mejor es coger un billete para todo el día y movernos por el subterráneo.
Si no supiésemos en qué fecha realizar este viaje o bien tuviésemos la agenda a nuestro servicio, festividades como las siguientes pueden ayudarnos en esta decisión: el elegante Carnaval de París, el festival de rock de noviembre o el Le printemps des rues, festival callejero de Primavera, son algunas de las múltiples propuestas itinerantes de la ciudad.
El descanso más económico se encontrará en sitios como el encantador hostal Caulaincourt Square Hostel, el céntrico Aloha Hostel o el completo Vintage Hostel. Un gasto mínimo es posible en una ciudad así si somos conscientes de nuestras limitaciones y le ponemos remedio antes de marchar. El ser previsor en capitales turísticas de este tipo es muy necesario y no implica el no deleitarse de sus joyas culturales, sino hacerlo con tiento.
Datos para citar este artículo:
Pilar Peñafiel García. (2009). París: ciudad del amor, los artistas y la inspiración. Revista Vinculando, 7(2). https://vinculando.org/vacaciones_viajes/paris_ciudad_del_amor_los_artistas_y_la_inspiracion.html
hostales paris dice
Hay tantos sitios hermosos en Paris. Sobre todo en terminos arquitectonicos y de historia, es una ciudad verdaderamente rica.
Vinculando.org dice
Cierto, Paris es una ciudad muy bella con todo tipo de atracciones turísticas, desde antiguos edificios y monumentos, hasta modernos centros comerciales, museos, etcétera. No obstante, vale mucho la pena no sólo visitar Paris, sino también el interior de Francia e incluso otros países de Europa, especialmente en Europa Oriental, donde aún perduran hermosos espacios que vale la pena conocer.
Esteban dice
París es una fiesta
El titulo de este texto lo tomo del libro de Ernest Henmigway, y así, narrar algo de mi estadía en Paris. Desde hace siglos, a París se le ha cantado, escrito y pintado; ha sido inspirador de novelas y canciones.
En una carta dirigida a un amigo, en el año 1950, Henmigway dice:” Si tienes la suerte de haber vivido en Paris cuando joven, luego Paris te acompañará, vaya donde vayas, todo el resto de tu vida, ya que Paris es una fiesta que nos sigue”.
Sus calles, cafés, creperías, bistros, braserias… nos cautivan y nos da la impresión que siempre se està celebrando algo. Es una ciudad para amarla y poseerla. Hay muchas maneras de enamorarse de ella; como sus restaurantes, cafés, sin embargo, ha sido dura con muchos artistas que han venido a producir sus obras, en la Ciudad Luz.
La ciudad ha sido un templo, donde llegan personas para entregar sus ofrendas con su creatividad; otros, vienen a conocerla y a tomarle fotografías como documento testimoniales de haber estado en ella.
Muchos artistas han dejado grandes obras en esta ciudad; llamada la Ciudad Luz, por su aporte a la cultura y, llamada así, por ser la primera ciudad alumbrada con faroles.
Los cafés han sido los lugares donde se han reunido los pintores, poetas, filósofos, algunos venidos de países lejanos. A principios del siglo XX, fueron sitios de reunión de, Picasso y Dora Maar, posiblemente, para hablar de la obra Guernica, la cual, era fotografiada por ella. En el café llamado Les Deux Magots, por los dos magos que se encuentran en el gran salón, esculturas que forman parte del decorado. En este sitio se daban cita, también, Jean Paul Sarte y su gran amor Simone de Beauvoir; tenían una mesa donde se sentaban regularmente para hablar de arte y filosofía. Estos lugares, son conocidos por las primeras citas de amor.
Hace un tiempo atrás había leído, que los cafés estaban perdiendo sus clientes, ya que no se podía fumar en su interior. Sentí una gran nostalgia.
Hoy, cuando me paseo por sus calles y callejuelas cargadas de historias y anécdotas, me doy cuenta que Paris es el arte, es la vanguardia y la filosofía…pero, sobre todo, son sus cafés, restaurantes y bistros que a cada esquina aparecen y pareciese que es todo el tiempo una fiesta. Es en estos espacios donde el francés y turistas ven a sus amigos, se hacen proyectos, se habla de arte, del último film y del libro publicado, y donde, Cupido esta listo con sus flechas…
Pero Paris es difícil y duro para quien quiere quedarse y hacer su obra o conseguir trabajo. Hay artistas, que han tenido que cantar y tocar un instrumento de música, como lo hizo el maestro Jesús Rafael Soto y muchos otros, para así, poder hacer sus obras y, al final, imponer su arte.
El tiempo ha pasado, hoy, veo a Paris con otros ojos; o es Paris que me ve a mi de otra manera .Hace cuatro décadas, que llegué a esta ciudad por primera vez, vine enamorado de ella; conocía sus calles, cafés, pintores, sus movimientos de vanguardia, sus poetas y pintores malditos: Modigliani, Soutine, Baudelaire y Rimbaud; el existencialismo y muchos otros movimientos. El tiempo ha pasado y sigo con el mismo amor…
Pero Paris, son también sus clochard que duermen en las calles y hoy, también, existen, que duermen en carpas o plena luna, eso es, también, Paris.
En el siglo 19 a muchos les molestaba las carrozas con sus caballos y sus excrementos. Hoy, hay otros cosas que molestan: las motos, bicicletas y pequeñas patinetas, que recorren sus calles y sus aceras, una manera de desplazarse y de ir más rápido, pero, aun así, Paris es Paris, con sus jardines, sus catedrales medievales y sus monumentos.
Es Montmartre y Montparrnasse; lugares de talleres y de encuentro de artistas y, desde el impresionismo al cubismo; de Paúl Cezanne, Picasso, Miro, Mondrian hasta Soto, Carlos Cruz Diez, hasta las ultimas tendencias del arte moderno. Paris ha sido fuente de inspiración de artistas como: Ezra Pound, Scout Fitzgerald, Henmigway, Willians Faulkner, y a mucho artistas latinoamericanos que han sido tocado por la magia de Paris.
Ernest Henmigway escribía sus obras en la Closerie des Lilas, o la Coupole cuando era pobre y feliz y vivía “de amor y de vino fresco”, aunque la pobreza era grande.
Porque muy bien lo dice su libro: “Paris es una fiesta”, es más podríamos decir: que fue, es y será una ciudad para vivirla y amarla y siempre será así, yo viví durante 17 años y por ahora, pasaré varias semanas, con mis hijas, mi nieta y mis amigos…y la fiesta continua … te amo, Paris.
Esteban Castillo [email protected]