Desarrollo
1. Respiremos con tranquilidad hasta calmarnos antes de hablar o contestar. Mantengamos en buen estado las relaciones que tenemos con las personas, principalmente con los seres queridos porque son lo más importante en nuestra vida, porque a partir de ahí se deriva todo lo demás.
Digámonos "tranquilo, tranquilo" y respiremos con tranquilidad cuando el otro esté furioso o pierda la cabeza. Uno puede tener el control sobre sus emociones, si controla su respiración y su postura. Se trata de no demostrar molestia, y de respetar el derecho de la otra persona de tener su manera de pensar y de sentir aunque sean contrarias a las de uno, y al contestar, hacerlo mesuradamente, hasta que la otra persona se calme y pueda hablar calmadamente.
2. recuerde que las discusiones se generan porque queremos mantener nuestro punto de vista. Si uno expone y no trata de imponerse la otra persona no tendrá que atacar.
3. Nunca dejemos de tratar bien a todo mundo, principalmente a los seres queridos. Como lo he recalcado, tratemos a todas las personas como si fuera nuestro jefe el que nos paga y nos puede promover aunque sea al contrario. A un superior así no se le levanta la voz, no se le trata de imponer nuestro punto de vista; se le deja hablar; no se le ordena, se le sugiere; se le dice buenos días, con permiso, por favor, gracias, muy amable, etc. Si uno trata a toda persona con la cual tenga contacto como si fuera un superior que nos puede ayudar a ser promovidos o aumentar nuestros ingresos, la persona no lo sabrá, solo uno. Encontraremos que esa es una de las mejores maneras de mantener todas nuestras relaciones siempre en buen estado. Y lo extraordinario de esto es que lo podemos convertir en un estilo de vida.
4. Hagámonos el hábito de hacer preguntas, en lugar de decir, de agredir, de reprender, de levantar la voz y sobre todo, escuchemos las respuestas que nos den. Si decimos lo que estamos diciendo entre líneas es "sé como yo, se como yo", pero la persona no puede ser como uno porque tiene otro nivel de conciencia, otra autoestima y otra autoimagen. En cambio cuando preguntamos, la persona hace una retrospección interior y sus respuestas nos darán sus motivaciones verdaderas y el cambio interior se efectúa, y por lo tanto el exterior. Preguntemos antes de reaccionar. Preguntemos y escuchemos para tratar de entender y para contestar con más preguntas en busca de las fortalezas de la persona. Recalco, en busca de las fortalezas de la persona. Pero nunca preguntemos porqué, porque muchas veces ni nosotros mismos sabemos por qué hacemos las cosas pues en muchos aspectos actuamos mas emocional que racionalmente, por lo tanto el preguntar "por qué" origina respuestas rebuscadas, poco congruentes. Porque no vienen de su interior sino de su conciente.
5. Uno tiene que ser consciente de que sus palabras sean un análisis amigable de la situación y nunca crítica destructiva. Que el propósito de nuestras palabras sea siempre el ayudar. Ayudar a limar asperezas, a construir puentes, a que la persona encuentre sus fortalezas con base en preguntas creo que es el mejor regalo que les podemos dar, pero nunca para hacer daño. Por nuestro bien nos conviene hacerlo. No hay enemigo pequeño y el resentimiento, el rencor y el odio pueden durar toda la vida y aún después de haber muerto la persona, algunas personas la recuerdan con odio, rencor, o resentimiento. Pasa lo contrario con las buenas acciones.
6. El resultado de nuestra comunicación no se mide por la intención como decimos nuestras palabras, ni el énfasis que ponemos en ellas. Sino por el resultado que obtenemos con ellas, independientemente de nuestra intención al decirlas la persona puede alegrarse, puede molestarse, puede sentirse atacada, herida. Por lo cual siempre que hablemos tenemos que estar alertas del resultado que estamos obteniendo con nuestras palabras para poder si queremos rectificar y aclarar nuestra intención al decir nuestras palabras.
7. Tengamos presente esta regla de oro. "Trata a los demás como quieres ser tratado por ellos, aunque ellos no lo hagan". En otras palabras "pon en circulación lo que quieras en tu vida". Porque para tener primero tenemos que dar: amor, cariño, respeto, confianza, obediencia, ganar dinero. Pero: no hagamos por los demás lo que ellos puedan hacer por si mismos. Para no hacerlos perezosos atenidos, apocados, sin iniciativa, indecisos, irresponsables y hasta enfermizos.
8. Si toleramos a los demás en los aspectos no gratos de su personalidad. Y nos concentramos en sus aspectos positivos y alabamos el buen trabajo, el buen desempeño, las buenas acciones, los estaremos motivando a la superación, y ellos también serán tolerantes con uno. Los reconocimientos si son en público mejor son un poderoso motivador a la superación. Se avanza más y mejor en un ambiente de aprobación premiando los aciertos y tolerando las faltas que en un ambiente de rechazo ignorando los aciertos, el bien proceder, los esfuerzos y reprimiendo las faltas
9. El líder sabe reconocer sus errores, aceptar su responsabilidad, o sea, se responsabiliza de todo lo que pase en su esfera de influencia pues sabe que responsabilizándose de la situación y no culpando al otro es la mejor manera de resolver sus problemas, sabiendo que siempre existe una manera mejor de hacer las cosas y siempre esta en su búsqueda.
10. Recordemos que todo cambio lo tenemos que dominar primeramente en la mente y hasta después de haberlo realizado mentalmente, hacerlo en la realidad.
El pensamiento y el hacer positivo es una disciplina que, ejercitada con constancia, nos dará el poder de cambiar nuestro entorno y, por consiguiente, nuestra vida.
* Hipnoterapeuta que escribe para "El Sol de San Luis".
Datos para citar este artículo:
Luciano Esqueda Garza. (2009). Mejorar nuestras relaciones. Revista Vinculando, 7(1). https://vinculando.org/psicoterapia_corporal/mejorar_nuestras_relaciones.html
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