¿Qué aporta la Antropología al Trabajo Social?
Con esta interrogante abro este pequeño artículo: en una sociedad en estado de crisis socio económica, sea ésta la española o la uruguaya, la labor del antropólogo se encuentra profundamente imbricada en el quehacer del egresado en Trabajo Social.
Desde la antropología se puede lograr un enfoque multidisciplinar, holístico, donde:
- los resultados de la labor antropológica se vinculen claramente a la realidad social.
- participar en el necesario debate de las políticas socio – culturales que deben producirse en el seno de la sociedad.
- investigar sobre distintas alternativas de intervención en lo social, involucrando la antropología del desarrollo.
- el antropólogo puede intervenir como portavoz o defensor de los grupos sociales en sus relaciones con las instituciones.
- participar de proyectos de "emancipación", "liberación", procesos que involucran cambios y rupturas teniendo en cuenta las situaciones de clase, género, problemáticas vinculadas a la violencia, drogas, etc.
La antropología propone una reflexión seria y profundamente ética de su objeto de estudio. Aunque muchos autores e investigadores propugnan una antropología ajena a la realidad social, ciertamente es en el vínculo con la problemática social y cultural que la labor del antropólogo alcanza su máxima dimensión.
El involucramiento profundo entre el antropólogo y el trabajador social produce respuestas factibles y reales: ambos profesionales interactúan en una labor única en su clase. El "encuentro" de los problemas, el logro de "soluciones".
No obstante, muchos confinan a la antropología y al trabajo social a mundos independientes: quizás esto sea posible en determinados ámbitos académicos, pero insisto: el divorcio entre ambas disciplinas constituye una visión "pobre" de la sociedad y del logro de resultados a la problemática que ésta vive. Lo anterior se aplica en realidades tan complejas como los de la ciudad de Madrid, Buenos Aires o Montevideo.
Como bien señala Caro Baroja, "nada más amenazador para la humanidad que el que un sector de ella se crea en posesión de la verdad "científica" y que la combine con unos cuantos deseos elementales".
Precisamente, la antropología social se ha caracterizado, en términos comparativos, por haber sido la única en sostener la pertinencia metodológica de un enfoque holístico; por una particular preocupación por las descripciones y análisis de tipo cualitativo; por utilizar más que ninguna otra disciplina socio-histórica una aproximación personalizada con estancia larga en campo por parte del investigador; por enfatizar que el analista debe ser el mismo que obtiene la información en forma directa; por haber sostenido la importancia y frecuentemente la mayor relevancia de la dimensión ideológico-cultural; por haber considerado la pertinencia metodológica de trabajar con unidades micro en el «entendimiento» de lo que las mismas expresan al nivel macro; etcétera (Menéndez, 1991: 22).
La aproximación al estudio de la antropología, y a su enseñanza en vínculo al trabajo social incluye una visión compleja y renovada de sus ámbitos de reflexión: sus objetos tradicionales de estudio, como las relaciones y grupos de parentesco, las instituciones políticas y económicas, etc., se manifiestan de manera renovada en los estudios referidos a los barrios, la violencia en todas sus manifestaciones, la drogadicción, los estudios de género, el estudio de instituciones (educativas, sanitarias, etc.), las migraciones, entre otros.
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Fernando Klein, Antropólogo.
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Datos para citar este artículo:
Revista Vinculando. (2010). Antropología y Trabajo Social. Un vínculo complejo y necesario. Revista Vinculando, 8(1). https://vinculando.org/articulos/sociedad_america_latina/antropologia_y_trabajo_social_un_vinculo_complejo_y_neces.html
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