Palabras clave: trayectorias educativas, cronologías de aprendizaje, supuestos mono crónicos.
Desarrollo
Las cronologías de aprendizaje como herramientas conceptuales nos aportan herramientas teóricas para la compresión de las trayectorias educativas en los actuales contextos adversos.
Los actuales contextos cambiantes que sirven de marco a las realidades globales que signan nuestro tránsito por la vida cotidiana de la escuela, nos invitan a repensar sus particulares formas de devenir y su incidencia en la praxis cotidiana de los docentes en el aula.
Hoy la preocupación recae en la argentina, en la demanda urgente de incluir a grandes sectores de niños y jóvenes que dadas las actuales realidades educativas singulares, muchas veces adversas, obligan a redefinir la políticas educativas en torno a la consideración de la diversidad y el respeto de los derechos que le son propios a todos los cuidadnos de nuestra tierra.
En ese sentido el abordaje de las trayectorias educativas cobran relevancia en el discurso pedagógico actual y se instalan como una realidad que no puede dejarse de lado, realidad que compromete al estado como agente posibilitador, garante de derechos como a la comunidad educativa toda.
No podemos olvidar que somos el resultado de desarrollos teóricos y didácticos de antaño, que dieron forma a nuestro actual sistema educativo montado sobre supuestos promotores de exclusión y que se instalaron como verdades que por años supieron estructurar nuestra experiencia en la escuela.
Para comprender esta realidad, Flavia Terigi (Especialista en Educación) propone una construcción conceptual interesante que aporta herramientas para comprender las actuales realidades adversas sumidas en dinámicas regresivas en las que se instala el hacer educativo y que están planteadas como nuevas cronologías de aprendizaje, pensando en una nueva manera de repensar los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas, muchos de los cuales están atravesados por realidad socio- históricas- políticas y sociales se sirven de sostén a las nuevas políticas educativas inyectadas de propuestas reformistas pero que enfrentan a núcleos duros agonizantes pero con existencia visible en las tramas vinculares de la experiencia educativa.
Para reflexionar en torno a estas realidades, las cronologías de aprendizaje nos permiten conceptualmente, la posibilidad de comprensión de las trayectorias escolares y sus singularidad y heterogeneidad actual posible se ser repensada en torno a la construcción de nuevos saberes pedagógicos- didácticos que rompan con los presupuestos instalados como verdades y que van en contra de las cambiantes nuevas realidades plurales, diversas, alejadas de los antaño aprendizajes monocrónicos, homogenizadores.
“Como señaláramos recientemente (Jacinto y Terigi, 2007), una serie de cambios en las culturas juveniles y en las expectativas de inclusión educativa desafían desde hace tiempo las funciones y la organización tradicional de la escuela secundaria. En su origen selectivo y con un currículo comprehensivo y academicista, diferenciada tempranamente en modalidades profesionales y propedéuticas, la escuela secundaria debe enfrentar hoy nuevos tiempos y nuevos públicos. La llegada de nuevos sectores sociales ha contribuido a desestabilizar los acuerdos previos sobre este nivel educativo, y enfrenta a los gobiernos y a las escuelas con los límites de las tradiciones pedagógicas y de la organización institucional” ( Terigi, página 1).
Para entender las trayectorias educativas que dan cuenta de aprendizajes dentro y fuera de las instituciones educativas, debe haber un compromiso con una construcción teórica mucho mas inclusiva que considere las trayectorias escolares- que solo se circunscriben al hacer escolar en particular y que conceptualmente a fin de contribuir analíticamente al análisis, nos remite al mismo tiempo al concepto de trayectoria teórica y al de trayectoria real.
En las trayectorias teóricas se entiende que el sistema educativo define una organización e itinerarios cronológicos estándares que condicionan el tránsito de los estudiante por el sistema.
La organización del sistema por niveles ligado a políticas de masificación, la gradualidad del curriculum- ordenamiento de los aprendizajes en las asignaturas- y la anualización de los años de instrucción , dan cuenta de una única cronología de aprendizaje. Estos rasgos producen efectos en las trayectorias escolares
“Como se ha argumentado, la organización por niveles, la gradualidad y la anualización permiten anticipar las trayectorias teóricas de los estudiantes en el sistema. Según tales trayectorias, el ingreso se produce en forma indeclinable a determinada edad, aunque pueda comenzar antes, y los itinerarios que recorren los sujetos a través del sistema educativo son homogéneos y lineales: el avance se produce a razón de un grado por año, estando preestablecidas las transiciones entre niveles escolares y el tiempo teórico de duración de una cohorte escolar.
Analizando las trayectorias de los sujetos, podemos reconocer itinerarios frecuentes o más probables, coincidentes con las trayectorias teóricas que establecen las estipulaciones de niveles, grados, años; pero reconocemos también “trayectorias no encauzadas” pues gran parte de los niños y jóvenes transitan su escolarización de modos heterogéneos, variables y contingente”( Terigi, página 4)
Cuando comenzamos a darle existencia visible a las trayectorias no encauzadas, o sea a aquellas que rompen con la linealidad de las trayectorias teóricas, cobran vida las trayectorias reales, o sea, aquellas que en la vida cotidiana de la escuela plantean nuevos desafíos. Uno de ellos es la visibilización de las transiciones escolares que producen entradas, salidas, repitencia, cambios, mudanzas, ausentismo, etc. Otro desafío es el de las relaciones de baja intensidad en la escuela.
“Kessler describe las relaciones de baja intensidad con la escuela como las relaciones en las cuales los chicos van a veces y a veces no van, van un día pero no tiene la menor idea de lo que pasó el día anterior ni les preocupa averiguar qué es lo que pasó, donde no llevan los útiles y no les importan mucho las consecuencias de no hacerlo.
(…)si la modalidad de relación que desarrolla el sujeto con la escuela, esta modalidad de baja intensidad, es disciplinada, en el sentido de que -como dirían los chicos- van a la escuela y no hacen “bardo”, si no hacen bardo está todo bien. Nos hemos acostumbrado a que entran, salen, van, vienen, y con eso no hay mucho que hacer, hasta que llega cierto momento en que es grande la cantidad de materias que se llevan y posiblemente, como consecuencia de eso, repitan.
Si el enganche con la escuela es indisciplinado, si la relación de baja intensidad va acompañada además de indisciplina en términos de incumplimiento de pautas de convivencia establecidas por la escuela, entonces probablemente eso sí termine en una implosión algo más violenta y seguramente con una salida de la escuela. Bajo la forma de “te doy un pase”: te doy un pase a la escuela que quieras pero aquí la cosa no va más” (Terigi, página 11).
El tercer desafío es el del ausentismo, que directamente rompe con el presupuesto de presencialidad, y con esta realidad debe trabajar el docente, con alumnos de asisten intermitentemente y se constituyen en nuevas presencias en la escuela a la que cuesta abordar pedagógicamente, pues nos formamos en supuesto caducos y nos es difícil lidiar con estudiantes que no llevan tareas, ni tampoco preguntan, ni les preocupa, sino que transitan la escuela de otra manera, etc.
La sobre-edad es otro de los componentes actuales de la realidad educativa que supone una manera de mirar la edad de los estudiantes que demanda un abordaje pedagógico- didáctico para dejar de verla como un déficit y hacer visible esta realidad.
Según Baquero la idea es superar esta concepción de la edad como una enfermedad que es propia de la escuela pues esta se estructuró en torno al supuesto de las monocronias, que respondieron a una lógica que se acompaño de bajos logros de aprendizaje sobre todo en las trayectorias discontinuas que se entienden en el marco de la pluralidad y la diversidad.
Atender a la calidad educativa supone reflexionar sobre supuestos en los cuales se estructuró el sistema educativo de antaño y que en la actualidad siguen sirviendo de sostén a los marcos pedagógicos didácticos.
Los crono sistemas homogeneizadores, que priorizan la fragmentación, por ejemplo; niegan la diversidad y atentan contra el derecho a la educación de niños y jóvenes en Argentina.
Otro supuesto que esta en crisis, es la descontextualización de los saberes que la escuela enseña, así como la presencialidad que niegan las nuevas formas de transitar por el sistema educativo de estudiantes que construyen trayectorias no encauzadas que nos obligan como profesionales a reprensar nuestras propias matrices en enseñanza y de aprendizaje.
Un sello de estos tiempo además, es la simultaneidad que rompe con el ideal fundacional de la escuela moderna argentina que se sostiene en aprendizajes mono crónicos- secuencias únicas de aprendizaje- cristalizados pero ya en crisis.
Para repensar esta realidad, Terigi propone el concepto de cronologías de aprendizajes que desafían a los docentes a repensar las estrategias que atiendan a las policronías de las escuelas a fin de garantizar la inclusión, la calidad educativa y el respeto a la pluralidad.
Los docentes estamos comprometidos a asumir una tarea compleja que supone formarnos y capacitarnos para manejar distintas cronologías de aprendizaje en condiciones de enseñanza simultánea, repensando nuestros saberes en torno a: la selección de distintos ejes temáticos que permitan distintos niveles de aprendizaje, sistematizarlos racionalmente en las programaciones, combinando actividades de enseñanza que respondan a estructuras temporales diferentes, diversas que incorporen un repertorio de actividades amplio, que promuevan el trabajo autónomo del estudiante sin desaprovechar los beneficios en el aprendizaje, que tiene la colaboración entre pares que rompa la organización tradicional en pos de reagrupamientos periódicos de los estudiantes. Este es el desafío, será cuestión de estar dispuesto a asumirlo.
Bibliografía:
- Terigi, Flavia. (2007). III Foro Latinoamericano de Educación Jóvenes y docentes. La escuela secundaria en el mundo de hoy: Los desafíos que plantean las trayectorias escolares. Fundación Santillana. Argentina.
- Terigi, Flavia. (2010). CONFERENCIA “Las cronologías de aprendizaje: un concepto para pensar las trayectorias escolares”. Argentina.
- Barros, Adriana; y otros. Proyecto de Investigación (2008) Ministerio de Educación. Instituto Nacional de Formación Docente. “CONOCER PARA INCIDIR SOBRE LAS PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS”: “Las trayectorias escolares de alumnos de secundarias urbanas egresados de las escuelas rurales del Ramal Jujeño. El caso de los egresados entre los años 2003 y 2008 de las Escuelas Nº 166 y Nº 232 de la Región Educativa Vª en cuya zona próxima no existen ofertas educativas de nivel medio”. Jujuy, Argentina.
Autora: Adriana Verónica Barros. Profesora en Ciencias de la Educación. Especialista en Análisis Institucional y Gestión Educativa.
Datos para citar este artículo:
Adriana Verónica Barros. (2015). Trayectorias educativas: nuevas perspectivas. Revista Vinculando, 13(2). https://vinculando.org/educacion/trayectorias-educativas-nuevas-perspectivas.html
ERIC TADEO MARQUEZ dice
Es interesante los temas que tratan en esta revista. Gracias
Revista Vinculando dice
Hola Eric, qué bueno que la información te haya resultado interesante, y con gusto seguiremos publicando nuevos artículos con información sobre este tema y otros más.
Saludos
Julio Euclides FIJMAN dice
Muy interesante el articulo de Adriana Barrros. La vi menccionada en otro trbajo y vine a leer aqui en esta revista. Gracias