La selección realizada por el jurado del Premio Nobel de la Paz ha sido ampliamente discutida y cuestionada por diversos sectores. Algunos consideran que hubiera sido más apropiado darle el Nobel de Economía, pues es una "ciencia eminentemente social cuyo fin último es mejorar la suerte de los mortales" (Luis de Sebastián); otros cuestionan esta distinción por considerarse que la propuesta de Yunus, concentrada en el microcrédito, dista mucho del discurso tan optimista y exultante que afirma haber descubierto "la herramienta" para solucionar la pobreza en el mundo.
Por otra parte, poco a poco se ha ido construyendo una nueva visualización de los vínculos económicos, que hacen dependientes a los sectores productivos pobres de los sectores medianos y grandes. Esta nueva perspectiva anticipa una nueva configuración económica de los sectores productivos pobres, condensada en "economía solidaria" o "economía social".
En este breve ensayo intentamos explicitar las relaciones existentes entre la propuesta de Yunus y su realización central, el Banco Grameen- y la economía solidaria, como propuesta alternativa a la economía vigente. Concluiremos que la primera, a pesar de representar un avance en la concepción del dinero y la mujer, dista mucho de ser una expresión de la economía solidaria, pues carece de varios de sus atributos que la identifican.
El Premio Nobel de la Paz, ¿un genio de la economía?
Es innegable, desde cualquier punto de vista, que Mohamad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006, conocido también como el banquero de los pobres (su libro así ha sido titulado)[1] ha hecho una contribución fundamental a la comprensión del dinero y los pobres y ha creado una herramienta, el microcrédito, que ha posibilitado a millones de mujeres el acceso a un préstamo, al que jamás habían accedido.
A partir de su difusión durante los finales de los 90s, se han multiplicado las voces que afirman haber encontrado el eslabón perdido para sacar a millones de pobres de la pobreza y exclusión. Con el microcrédito ya estamos en camino de destrabar el círculo vicioso de la pobreza, pues gracias al dinero que reciben los pobres -principalmente mujeres- se desencadena un círculo virtuoso, capaz de "empoderarlos" y de hacerlos microempresarios.
La expansión lograda por el Banco Grameen, primero en Bangladesh, y después a través de diversas estrategias a lo largo de todo el mundo, muestra que se trata de un "producto" que responde a las necesidades de los pobres, y cada vez tiene mayor aceptación entre las grandes instituciones multilaterales (Banco Mundial, BID, UE, etcétera). No sólo se ha expandido el modelo Grameen, sino que ha generado una infinidad de modalidades de nuevos servicios a los sectores pobres, la mayoría de ellas centradas en el crédito.
Sin dejar de reconocer la importante contribución de Muhamad Yunus a las políticas de desarrollo en los últimos años y al cuestionamiento del sistema bancario, y en última instancia, a lograr que millones de mujeres se autotransformen gracias al crédito, habrá que señalar limitaciones sustanciales que impiden afirmar que se ha encontrado la panacea para los millones de pobres del mundo.
Podemos sintetizar en dos aspectos las principales limitaciones que tienen los microcréditos, como modelo de desarrollo. Se ha afirmado hasta el cansancio que las mujeres, gracias a una pequeña cantidad otorgada con base en la confianza, han sido capaces de superar situaciones de exclusión y miseria de las que difícilmente hubieran salido. Este "salir de" en términos económicos se convierte en "entrar en" una economía de mercado, lo que para algunos significa "incluir a los pobres en el sistema neocapitalista y hacerles un engranaje más de la rueda del mercado"[2]. En otras palabras, el microcrédito es un instrumento para aumentar el número de consumidores y lograr una cada vez más amplia expansión del mercado.
Una segunda limitación central del microcrédito es haber privilegiado el carácter individual de la estrategia, dejando de lado los esfuerzos colectivos, a través de diversas formas organizativas, para enfrentar la pobreza y sus causas. Los modelos inspirados en el Grameen, y el Grameen mismo, responden a considerar la pobreza como un problema de voluntad, no un problema en la raíz de la actual estructuración de la sociedad y, por tanto, si los pobres tienen voluntad podrán salir de la pobreza. El microcrédito es un termómetro de esa voluntad; quienes acceden a él, revelan que quieren salir de la pobreza, y muchos de ellos mejoran sus condiciones de vida, pero no inciden en sus raíces.
Las ideas centrales de la economía solidaria
Ante la exclusión generada de las mayorías pobres del mundo de bienes y servicios sustanciales para una vida humana digna, en gran medida debido a la estructuración económica de la sociedad, en los últimos años ha surgido una diversidad de propuestas que quedan englobadas bajo el concepto de economía solidaria o economía social. La búsqueda de expresiones sociales que contribuyan a disminuir las condiciones de miseria y exclusión se expresó en los años 70s, entre otras corrientes, en la concientización y pedagogía del oprimido, de Paulo Freire. Sin embargo, ante la constatación de que no basta la pura conciencia para transformar las bases de una sociedad esencialmente injusta y discriminatoria, aparecen voces que enfatizan la ineludible necesidad de incidir en el campo de la economía, ese campo que para muchos era "malo", "perverso", "contaminante".
Dado que bajo el concepto de economía solidaria se encierra una variedad amplia de modalidades, conviene precisar algunas de sus características. Se trata de un concepto dinámico en construcción y en diálogo con sus realizaciones concretas. Sin duda durante los próximos años veremos propuestas más elaboradas teóricamente. Su validez provendrá de su enraizamiento en procesos económico sociales efectivos, viables y sostenibles.
Las grandes líneas de la economía solidaria provienen del adjetivo que la determina, la solidaridad. Podemos mencionar cinco dimensiones de lo solidario, siguiendo a un autor:[3] lo solidario como cultura cotidiana, lo solidario entre personas y/o familias con fines socioeconómicos; lo solidario entre organizaciones; lo solidario de la sociedad con los sectores empobrecidos, marginados y excluidos, y finalmente, lo solidario con las futuras generaciones.
Desde una perspectiva utópica, se cree que las energías de los sectores pobres y marginados pueden ser desencadenadas si se articulan todos sus esfuerzos económicos alrededor de nuevos valores sociales, todos inspirados en la solidaridad: en el ámbito de la producción, procesos productivos orientados por una perspectiva ecológica sostenible; en el ámbito de la comercialización, intercambio de bienes y servicios en los que todos ganen, cuya expresión está resumida en comercio justo; en el ámbito financiero, servicios financieros catalogados bajo las finanzas sociales, en los que las utilidades se transforman en servicios accesibles, baratos y eficientes para los sectores marginados.
Ahora bien, imposible una economía solidaria sin una fuerte dosis educativa. La solidaridad como cultura se crea, fomenta y expresa cuando se dan espacios de formación estables y dinámicos. Por esto, los modelos de economía solidaria que están en desarrollo en México y en otras partes del mundo dan un énfasis sobresaliente a los procesos educativos. Se es consciente de que la globalización actual debe ser enfrentada con la globalización de la solidaridad, que sólo existe cuando se dan espacios de recreación de la misma, pues siempre está amenazada tanto por el interior de uno mismo como por las dinámicas sociales que privilegian al individuo y sus intereses particulares.
Conclusión
La propuesta económica de Yunus dista de la economía solidaria, sin que se le niegue un ingrediente de solidaridad en su propuesta. Una aproximación al Banco Grameen y sus derivados hacen sospechar de la construcción de un gran conglomerado económico surgido a partir de los microcréditos, conglomerado que actualmente cuenta con la mayor empresa telefónica del subcontinente asiático, Grameen Communications para servicios de Internet, Grameen Shakti, y varios empresas más. La apuesta de Yunus ha sido seguir el modelo actual de grandes empresas, en su caso, fruto de una estrategia de comunicación internacional, que le ha permitido contar posiblemente con más recursos de la cooperación internacional que cualquier otra entidad en el mundo.
De ahí que la creación del conglomerado Grameen diste mucho de la propuesta de economía solidaria, pues las estrategias desarrolladas son piramidales, en las que los pobres, como siempre, están en la base.
Una economía solidaria pondría más la mirada en componentes que no aparecen con evidencia en el modelo Grameen: carencia de redes de solidaridad económica entre los grupos que forman la base del banco -la única red está en el grupo de crédito-; la participación más allá del grupo, que lleve a la creación de una organización social, condición para un desarrollo desde abajo; una cultura cívica que se expresa en múltiples prácticas sociales; una dependencia de los recursos para desencadenar los servicios financieros, en lugar de recircular los recursos a través de modelos de ahorro en escala semejantes al modelo de crédito; apuesta a recursos de fuentes internacionales (en la actualidad el Banco Grameen ya no requiere para su operación recursos de la cooperación internacional, aunque ésta sigue fluyendo al conglomerado Grameen para su expansión en todo el mundo).
En México se multiplican las instituciones microfinancieras, muchas de ellas herederas del espíritu del Banco Grameen. Con frecuencia empobrecen este espíritu, pues sólo toman los aspectos formales de la metodología (grupos, mujeres, ni garantía y aval). Ni siquiera recuperan su origen a favor de los más pobres, ni su sentido de apoyo al desarrollo. El microcrédito se ha convertido en México en una bandera para "bancarizar" a los pobres, y por ese medio continuar un despojo más moderno de los permanentemente despojados. Sólo cuando el microcrédito está inserto en una estrategia de desarrollo solidario, en el que tiene lugar una participación social intensa, un flujo de información clara y accesible para los que no tiene escuela, una articulación con procesos económicos y una formación en la ciudadanía podremos visualizar que el dinero de los pobres es, también, un potencializador de sus demandas de humanidad, justicia y equidad.
Notas
[1] El Banquero de los Pobres
[2] Carlos Ballesteros, Un Nobel para el capitalismo.
[3] Alfonso Vietmeier, Lo solidario de la economía.
* Artículo publicado originalmente en la Revista CHRISTUS, Marzo-abril 2007, No.759 y reproducido con permiso de Mario Monroy
Datos para citar este artículo:
Revista Vinculando. (2007). Economía solidaria y el Premio Nobel de La Paz. Revista Vinculando, 5(2). https://vinculando.org/economia_solidaria/economia_solidaria_y_el_premio_nobel_de_la_paz.html
sofia aida cedillo dice
BUENAS TARDES:
AL LEER EL DOCUMENTO QUE DA LA BASE PARA LA CREACION DE LAS MICROFINANZAS ESTOY EN TOTAL ACUERDO CON TODO LO QUE SE MENCIONA AHI.
TRABAJE POR 2 AÑOS EN UNA MICROFINANCIERA, APOYE A 2000 MUJERES CON MICRO CREDITOS; SIN EMBARGO, SIEMPRE TUVE EL REMORDIMIENTO DE ENDEUDARLAS Y NO OFRECERLES UNA VERDADERA OPORTUNIDAD PARA MEJORAR SU CALIDAD DE VIDA.
DEBO AGRADECER A ESTA INSTITUCION LA OPORTUNIDAD DE AYUDAR, GRACIAS A ESTA INSTITUCION CONOCI LA EXPERIENCIA DE REALIZAR UN SERVICIO SOCIAL CON LAS MUJERES DE MI COMUNIDAD.
ESPERO PODER SEGUIR AYUDANDO, PERO CONSIDERANDO LO QUE MENCIONA YUNUS EN SU ART. ANTES CITADO.
SALUDOS CORDIALES …
SOFIA AIDA.
Vinculando.org dice
Saludos Sofía,
Sería de enorme utilidad para quienes leen este sitio, que pudieras enviar algunas recomendaciones que en tu experiencia pudieran ayudar a aprovechar mejor los microcréditos, o para evitar endeudamientos que perjudiquen en vez de ayudar.
En tu experiencia con los microcréditos, ¿qué prácticas deberían evitarse? ¿cuáles deberían cambiarse o incluirse? Si la idea original de los microcréditos es para beneficiar a personas de escazos recursos, sería bueno poder decirles cómo hacerlo en forma clara y precisa.
Esperamos noticias tuyas y recibe un cordial saludo.
Silvia Lugo dice
Me parece muy importante la economia social y solidaria, me gustaria saber que politicas se propone aplicar para desarrollar ésta parte de la economia que existe, pero que pocos paises la han tomado en cuenta, por otro lado se menciona el microcredito, a mi parecer creo que ayuda pero en minima proporción, ya que es mas profundo el tema.