La Economía Solidaria no es cualquier actividad económica realizada por quienes lo necesitan (… sobre nuestra identidad).
Obviamente, en un país como el nuestro (y en todo Latinoamérica) con más de la mitad de la población económicamente pobre y más de una cuarta parte padeciendo la extrema pobreza, la Economía Solidaria (EcoSol) se coloca y realiza primordialmente en el ambiente popular. Pero no es igual a cualquiera actividad económica de traspatio, de changarro familiar, de comercio informal o como lo llamamos.
Su distintivo es "lo solidario" como opción y práctica substancialmente diferente a "lo individual" que intenta salvar el propio pellejo de manera solitaria, donde todos actúan en contra de todos, a "lo anónimo" donde cuentan sólo las "acciones" de los inversionistas y su plusvalía manejada en bolsas de "valores" o bien a "lo neoliberal" en el cual el capital anónimo y su lógica de acumulación ilimitada en un "mercado total" erradica al competidor y expulsa a millones de este mercado y, sobre todo, de la vida digna.
La EcoSol se conduce por otros principios: compartir en lugar de competir y colocar en el centro de la propia "empresa" el trabajo digno y justo, la creación de fuentes de trabajo, el reparto solidario de utilidades entre los asociados, la participación activa en la toma de decisiones, etc.
En este sentido, la EcoSol trasciende (por lo menos conceptualmente y como opción estratégica) al ámbito de pobreza. Tiene en vista "otra economía posible" más allá de lo popular, también en el ambiente de medianas y grandes empresas del sector privado y público.
La gran riqueza de esta EcoSol es su sabiduría histórica y su energía social. Ya se sabe desde siglos como funciona lo solidario y de cuáles valores culturales – humanísticos se nutre y se reproduce.
También está comprobado (cf. los estudios de Luis Razeto, entre otros) que, aunque con poco capital financiero, el resultado es extraordinariamente eficiente.
Las unidades económicas solidarias pueden hacer productivas también aquellos recursos subusados o desechados por el mercado capitalista: desempleo y subempleo, materia prima e insumos de segunda mano, tecnologías consideradas enticuadas, etc.
Contamos, a su vez, con una alta motivación-disposición de la gente que se identificar con ísu propia empresa". Esto se traduce en reducción de costos y conflictos por solidaridad interna y la satisfacción de necesidades de relaciones humanas y de convivencia. Los economistas lo llaman el ífactor c" que es nuestra "energía social".
En todo esto, se trata de reencontrarse con el sentido original de "economía": la vida digna para todos en la "casa común" (=oikós) que es nuestro planeta por medio de la producción y el consumo orientados a satisfacer necesidades sociales.
Retos 1:
Tomar mayor conciencia sobre lo propio en su distintivo, profundizar en nuestra "energía social" y su eficiencia, sistematizar la propia memoria histórica y comunicarlo creando un proceso dinámico de sinergia: fortaleciendo así la propia identidad "EcoSol" como sujeto colectivo.
Para esto necesitamos también una mayor y mejor articulación con el ámbito de investigación y consultoría y con experiencias y sistematizaciones en otros países.
Al conocernos mejor crece la capacidad de interactuar a nivel local regional y nacional. Un propio "Polo Mexicano de EcoSol" serviría mucho como interlocutor de nuestro ísector" a nivel nacional e internacional.
La EcoSol no es neutral: vivenciamos otro mundo posible y luchamos por él.
(… sobre nuestra visión y misión)
En estos tiempos de cólera neoliberal – imperial con su ofensiva aplanadora que se propone la clonación del "american way of life" hasta los últimos rincones de nuestro orbe como único camino de salvación planetaria; la EcoSol no puede ser neutral, únicamente centrada en los propios negocios.
Debe y puede entenderse como fuerza social de resistencia a esta aplanadora neoliberal y de lucha transformadora en los ambientes a su alcance y en todos los niveles (desde lo local hasta lo global; íglocalización").
En este sentido, la EcoSol es parte y elemento importante de un conjunto más grande: el dinamismo mundial para construir "otro mundo posible" (cf. los Foro Social Mundial en Pto. Alegre). Nuestro aporte se coloca en el amplio campo de íotra economía posible" y con una visión – articulación más allá de lo económico.
Una referencia conceptual y estratégica clave tenemos en la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" que incluye como indivisibles los derechos humanos sociales, económicos y culturales (DESC); es decir, "a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad" (Art. 22), íal trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo…" (Art. 23) y a "un nivel de vida adecuado…" (Art. 25).
Estos son realmente DDHH. Por parte del Estado y del Sistema Internacional no se trata de asuntos de benevolencia, de ceder o promover algo asistencial según conveniencia o intereses electorales, sino de hacer valer la justicia. El problema ahí consiste lograr que estos DDHH sean exigibles y justiciables, comparables con los derechos individuales y civiles-políticos. Hay muchas organizaciones que trabajan a favor de esto.
Este "otro mundo" es un conjunto complejo interrelacionando diferentes ámbitos (lo financiero, lo político, lo cultural…) actualmente dominados por la pura lógica económica mercantil (economización de la naturaleza y del ser humano).
El punto clave está en vitalizar y/o construir una cultura integral de cotidianeidad, substancialmente diferente a la cultura neoliberal consumista, individualista y de todos contra todos. Se trata de una íconvivencialidad" (cf. los aportes de Iván Illich) marcada por una "nueva" (que ya no es tan nueva sino que es parte de nuestra sabiduría histórica) manera de relación con el cuerpo y la naturaleza (salud en manos del pueblo, productos orgánicos, etc.), entre las personas (relaciones de equidad, valoración de género y generación, etc.), con el trabajo (trabajo creativo como autorrealización), con el poder público y los gobernantes (democracia substancial), con el dinero (moneda social), con el consumo (consumo crítico y solidario), con el mercado (comercio justo), con el sistema educativo (educación popular "a la Paolo Freire" repensado, revisado y aplicado a la EcoSol), etc.
Estamos imaginándonos una opción y una praxis cultural integral y alternativa a la dominante hoy en día. Esta "cultura diferente" tiene sus líneas específicas de acción hacia adentro y hacia fuera y según los niveles: local, regional, nacional, mesoamericano, continental y global…
¿Dónde se colocan en contexto nuestros esfuerzos para fortalecer nuestra EcoSol? ¿En un nicho de subsistencia de actuación voluntarista, ingenua y todavía tolerada, pero por cuánto tiempo más? O bien, ¿en un conjunto de esfuerzos que promueven un desarrollo económico y social de manera integral, basado en los derechos humanos económicos, sociales y culturales (DESC), motivado y nutrido por una praxis cultural alternativa y orientada estratégicamente hacia "otro mundo posible"?
Retos 2:
- Vivenciar, impulsar y compartir-articular una cultura de cotidianeidad alternativa.
- Consensar un proyecto de formación integral y permanente.
- Articularnos con los procesos y organizaciones afines.
Datos para citar este artículo:
Alfonso Vietmeier. (2005). Economía solidaria en México: Tesis y retos. Revista Vinculando. https://vinculando.org/economia_solidaria/vietmeier_ecosol.html
Rubén Alonso dice
A quien corresponda:
Mi familia y yo tenemos una pequeña granja en Apan Hidalgo donde tenemos un apiario y también se crían gallinas, por lo que tenemos una buena cantidad de huevos de rancho y miel que nos gustaría comercializar en la ciudad de México.
¿Serían ustedes tan ambles de recomendarme algunos negocios de productos orgánicos que estuvieran dispuestos a vender nuestros productos?.
Con mucho gusto les haríamos llegar muestras sin ningún costo para que revisen la calidad.
Gracias por todo
Atte.
Rubén Alonso