Desarrollo
La ley del Darma nos dice que cada cosa buena que hagamos por los demás nos será devuelta pero incrementada, siempre y cuando no lo hagamos por eso, sino simplemente por el placer de dar. Podemos dar cosas físicas, servicios, ayuda o nuestros conocimientos.
Pongamos siempre nuestra atención en el momento presente y sembremos por donde pasemos semillas de optimismo, alegría, amor y felicidad. Y mañana recogeremos los frutos maduros de optimismo, alegría, amor y felicidad por donde quiera que pasemos. Hagámoslo desde ahora y diariamente estaremos sembrando y cosechando solo cosas positivas.
Demos cosas materiales para que la prosperidad fluya y nos llegue más, y también demos unas palabras amables, y enseñemos nuestros conocimientos y habilidades a quienes puedan serle de utilidad y quiera escucharnos. Nada se lleva uno cuando Dios quiera recogerlo y de acuerdo a sus posibilidades habrá dejado al mundo cuando menos un poquito mejor de lo que lo encontró.
Si nos fijamos, la generosidad forma parte de las personas de éxito cuando menos de muchas de ellas, muchas veces no nos enteramos de su generosidad hasta después de su muerte, ya que en vida lo mantuvieron en secreto. Podríamos decir que con éxito es fácil ser generoso, pero por lo que uno ha visto, leído y oído su éxito en gran medida se debe a su generosidad.
Jesús el maestro de maestros nos dice: Cuando des no hagas tocar trompetas delante de ti como hacen los hipócritas para ser estimados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa… Cuando des que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha. Que sea tu dádiva en secreto. Y nuestro Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
No sé quien, pero alguien más inteligente que uno dijo: "Amamos a los demás no por lo que ellos puedan hacer por nosotros, sino por lo que nosotros podamos hacer por ellos" Nuestra autoestima esta en razón directa del grado en que nos sintamos útiles y necesitados para los demás. El que da siempre saldrá ganando aunque sea sólo el aroma que le dejó en la mano la flor que regaló, lo mismo para las palabras amables y de buena voluntad siempre nos sentimos a gusto al haberlas pronunciado. Nadie da nada gratis porque siempre le quedará la satisfacción de haberlo hecho. Porque el dar lo hace a uno sentirse bien consigo mismo.
Por nuestro bien demos siempre algo a todas las personas que visitemos, esto puede ser solamente un pensamiento amable, una bendición, pero tratemos de que sea un regalo material, y unas palabras amables. Uno se sentirá bien porque recibieron nuestro obsequio y nuestras palabras amables con agrado. Y ellos se sentirán bien con nosotros, no por el regalo que le hallamos llevado, sino porque uno se siente bien con ellos. Con nuestra actitud les estaremos diciendo, ustedes me caen muy bien y yo me siento muy a gusto con ustedes. Ellos lo captarán inconscientemente y ellos responderán de la misma manera.
Seamos generosos y ayudemos en la medida de nuestras posibilidades a las personas que están a nuestro alrededor, y nunca neguemos un favor que se nos pida. La vida, Dios, nos recompensará por ello. Demos a los demás no solo cosas materiales y palabras amables, démosles aliento o motivación, y también enseñemos nuestras habilidades y conocimientos a los que quieran oírnos. Recordemos lo que el maestro Jesús nos dice: "No des lo santo a los perros, ni eches tus perlas delante de los cerdos; porque no las revuelvan entre sus patas y se vuelvan y te despedacen" Tengamos siempre esto presente, solo a los que quieran oírnos.
Aquel que no comparte sus conocimientos estará solo, nadie se le acercará dos veces. En cambio el que los comparte sin estar pensando en yo que gano o que la persona podrá superarlo, ser competencia o ganar más dinero que él, con los conocimientos o habilidades que le transmita, pero para eso nacemos para dejar un mundo mejor de lo que lo encontramos, uno se ganará su apoyo y atraerá para su causa a la persona. Un buen padre anhela que sus hijos lo superen en todos aspectos. Un maestro podría buscar lo mismo con sus alumnos. Una de las características de los grandes líderes es que en esencia son creadores de líderes, creadores de líderes para que continúen y superen su obra después de ellos morir.
* Hipnoterapeuta que escribe para "El Sol de San Luis".
Datos para citar este artículo:
Luciano Esqueda Garza. (2009). El dar. Revista Vinculando, 7(1). https://vinculando.org/psicoterapia_corporal/el_dar.html
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