Introducción a esta serie de artículos
La cafeticultura en México y el mundo se ha caracterizado por ser una actividad llena de gran incertidumbre debido a múltiples factores de orden político, económico, social, climático, etcétera.
Esta incertidumbre afecta a toda la cadena de producción, procesamiento y comercialización del grano en cada país productor, siendo el sector de pequeños campesinos la que reciente sus efectos negativos con mayor intensidad al mismo tiempo que grandes empresas transnacionales reportan ganancias récord en este giro.
Esta situación se agudizó a partir de 1989, año en el que desaparecen las cláusulas económicas que regían el comercio internacional del grano, y que eran establecidas por la organización internacional del Café (OIC), para entrar a una nueva etapa de libre mercado. El nuevo escenario internacional de la producción y venta del aromático propició que todas las existencias del grano fueran ofrecidas en los mercados internacionales, ocasionando con ello una fuerte caída en las cotizaciones de esta materia prima.
Esta situación afectó particularmente a los pequeños cafeticultores de países en desarrollo, quienes se vieron obligados a buscar nuevos caminos para hacer frente a la caída en sus ingresos y nivel de vida. Uno de ellos fue la organización de los productores individuales, de manera que pudiesen producir, comprar y vender colectivamente a través de figuras asociativas como las cooperativas, sociedades de solidaridad social y otras a las que en conjunto llamaremos “empresas sociales”.
Junto a la producción y comercialización colectiva nació una iniciativa llamada “comercio justo”, que buscó sumar esfuerzos con los pequeños productores para enfrentar la caída de los precios del café sin recurrir a las donaciones y fomentando la activa participación de la población beneficiada.
El comercio justo da un precio de garantía a los productos de los campesinos organizados, reduciendo con ello el intermediarismo y fomentando proyectos sociales y no sólo comerciales. No obstante lo anterior, el comercio justo también presenta limitaciones tanto por el reducido número de consumidores como por las dificultades crecientes que impone a los grupos de productores para acceder a él.
La presente investigación busca hacer un balance de los beneficios y los retos que esta iniciativa ofrece a las empresas sociales cafetaleras, lo que nos permitirá saber si representó una verdadera opción frente a la crisis del café entre 1989 y 1999.
Nota metodológica.
Esta investigación sobre la cafeticultura mundial y nacional fue realizada desde 1999 por Lic. Francisco Aguirre y ha sido delimitada a explorar la situación prevaleciente en el periodo determinad para esta actividad agroindustrial. Aquí se ha presentado una tabla de contenidos con todas las secciones de dicha investigación, pero revisados y actualizados hasta octubre de 2005.
Datos para citar este artículo:
Francisco Aguirre Saharrea. (2005). Alcances y límites del comercio justo para pequeños cafeticultores en México: 1989 1999: resumen. Revista Vinculando. https://vinculando.org/comerciojusto/cafe_mexico/alcances_limites_comercio_justo.html
OMAR BARROSO dice
DENLE UN MEJOR FORMATO YA QUE A SIMPLE VISTA PARECE UNA INFORMACION MUY BAGA