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Actualmente los valores neo-liberales, cuyo nacimiento muchos sitúan en Bretton Woods, se consolidan y comienzan a prevalecer en la economía política a nivel mundial, y por consiguiente, en las políticas elaboradas por gobiernos y agencias multilaterales. Un ejemplo claro es el comercio mundial.
En la opinión pública se fortalece la idea de que la distancia creciente entre ricos y pobres tiene una relación directa con la liberalización de los mercados. Actualmente no hay reunión de la Organización Mundial del Comercio (WTO) sin un foro o manifestación paralelos de oposición organizada por grupos y redes de OSC’s, grupos políticos, coaliciones, organizaciones campesinas, intelectuales y un creciente número de individuos.
Este movimiento caracterizado por su heterogeneidad da muestra de estar adoptando objetivos cada vez más amplios, de mejorar su organización, y adquirir mayor profesionalización (por ejemplo el Foro Social Mundial en Porto Alegre). Sus demandas, a pesar de ser desestimadas en muchos países por los medios de comunicación, están siendo tomadas con mayor seriedad por sectores de la población cada vez mas amplios.
Aunque el comercio mundial es un proceso que se comprende mejor en la arena global, sus efectos se sienten claramente en el nivel local. Una crítica común a la forma actual de globalización económica es que el comercio internacional ahora es manipulado por grandes intereses corporativos para satisfacer sus agendas, estableciendo y/o eliminando a su favor las reglas requeridas, afectando muchas veces el ingreso de los grupos más excluidos.
Por ejemplo, se indica que 48 de los países más pobres del mundo participan en solamente el 0.4 % del comercio mundial. Desde los años 80s su ingreso se ha reducido a la mitad. Quinientas compañías multinacionales controlan casi dos terceras partes del comercio mundial, y las cinco compañías más grandes juntas generan ventas anuales mayores que los ingresos sumados de los 46 países más pobres del mundo (Curtis, 2001:1, Christian Aid, s/f; Willmore, 2002). El FMI y el Banco Mundial han sido duramente criticados por exigir a sus acreedores mayor liberalización comercial como condición para otorgar mayores préstamos; apertura que muchas veces no es adoptada por los países ricos al establecer barreras a sus importaciones (Oxfam, 2002).
En este contexto toma relevancia la iniciativa del Comercio Justo, como un mini-sistema paralelo insertado en uno más grande, presentando una diversa gama de valores para demostrar que se puede hacer una diferencia en cuanto a los resultados finales del comercio.
Esta sección tiene como objetivo el mirar al Comercio Justo desde una perspectiva diferente. Sin intentar hacer una crítica de sus debilidades, se trata de entenderlo como elemento de un movimiento más amplio, que este documento denominará Movimiento del Comercio Justo (MCJ). El análisis siguiente no se limita al ámbito de las Organizaciones de Intercambio Alternativo (OIA, ó ATO’s por sus siglas en inglés), sino que abarca una movilización más amplia, que a través de diversas acciones y con la adopción de valores comunes, está teniendo lugar fuera del marco dominante actual del comercio mundial.
La sección examinará la manera en que la acción colectiva construye los instrumentos para abordar los resultados de implementar valores de competitividad, en vez de valores de cooperación y solidaridad, así como la manera en que este esfuerzo crece más allá de las fronteras políticas relacionándose con los grupos y movimientos directamente afectados y con los movimientos de base comunitaria que comparten la misma causa. Esta crítica se orienta hacia una definición limitada del llamado Movimiento del Comercio Justo, entendido solamente en su faceta de comercialización y certificación, soslayando la gran cantidad de creatividad ciudadana preocupada por los problemas globales, que a través de valores y practicas simbólicas cuestionan la estructura de valores del actual sistema económico.
En este trabajo el MCJ será entendido, no simplemente en términos del valor económico que representa para el productor, sino en un contexto social y humano más amplio y abordando especialmente los valores no-económicos que se explicarán mas adelante[1]. Se incluirá el Mercado del Comercio Justo per se, con tres actores relevantes: los productores, los importadores y las iniciativas de certificación, e incluirá también los movimientos sociales que tienen como objetivo cambiar las reglas comerciales.
1. El mercado comercial justo se puede ver como un movimiento que implica no solamente “…la comercialización de productos a precios mayores que los del mercado “libre” ”, (Leclair, 2002:949), sino también como un proceso preocupado por las condiciones de producción tales como organización democrática, acceso a créditos, contratos de largo plazo, certeza en los precios, apoyo para los procesos de capacitación y aprendizaje, por mencionar algunos. Además se orienta a mantener al consumidor informado sobre estas condiciones (Barrat, 1993: 158; Beekman, 1998: 8). Los agentes en este nivel son los productores de países de “sur” (como productores y actores políticos), las Organizaciones de Intercambio Alternativo y las Organizaciones Certificadoras del Comercio Justo (OIA’s de etiquetado).
2. En segundo lugar entre los movimientos sociales que exigen un cambio en las reglas del comercio mundial se incluye el Movimiento por un Comercio con Justicia, definido como un movimiento integrado por OSC’s de países del norte que tienen como objetivo cambiar las reglas del comercio internacional dentro de la OMC (véase la sección 5); así como los movimientos campesinos principalmente de países del “Sur” (véase la sección 4). El factor común es la democratización de la producción y del comercio mundial basándose en valores tales como la solidaridad (opuesto a los valores del mercado libre), e incluyendo una gama amplia de actores de los niveles local y transnacional.
[1] Zadek y Tiffen subrayan el papel de los “valores y propósitos no-económicos”, y la importancia de atender “…a la gente como el fin y no el medio de la actividad económica” (2998:163-164), una posición que difiere de la limitada noción de pagar precios mas altos al productor, que a su vez pasa por alto la manera en que los movimientos campesinos y las redes de OSCs en el norte luchan por cambiar las reglas del comercio mundial.
Datos para citar este artículo:
Horacio Almanza-Alcalde. (2005). El Comercio Justo visto como movimiento. Revista Vinculando, 3(1). https://vinculando.org/comerciojusto/mst_comercio_justo/movimiento_comercio_justo.html
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