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El Movimiento por un Intercambio con Justicia es una joven coalición de organizaciones británicas principalmente con base en Londres y fundada al final del año 2000.
El TJM, de acuerdo a si mismos, “…hace campaña por un cambio fundamental en las reglas injustas del comercio y de las instituciones que gobiernan sobre el comercio internacional, de manera de que el comercio trabaje para todos” (TJM, 2002). La organización considera que las actuales reglas del comercio internacional causan un impacto negativo sobre la gente más pobre del mundo, el medio ambiente y la democracia. Sus 40 organizaciones abordan un amplio rango de cuestiones tales como la asistencia, el ambiente y las campañas de derechos humanos, el comercio justo, la fe y los asuntos del consumo.
Juntos cuentan con una membresía de mas de dos millones de miembros (TJM, 2002). Entre los más influyentes de estos últimos se encuentran el World Development Movement (WDM), una organización de investigación y cabildeo con base en Londres que realiza campaña contra las causas que originan la pobreza; Christian Aid, una agencia de origen eclesiástico y de ayuda humanitaria con base en Inglaterra e Irlanda que financia proyectos en algunos de los países más pobres del planeta; Oxfam, una ONG de asistencia originaria de Oxford, quizás una de las mas grandes OSC’s del mundo; Amigos de la Tierra, la red internacional más grande de grupos ambientales en el mundo, representada por 68 países y uno de los grupos de presión ambientales más importantes en el Reino Unido; CAFOD, el brazo inglés y galés de Caritas Internationalis, una red mundial de asistencia católica y organizaciones de desarrollo; y una amplia gama de OIA’s británicas como la Fair Trade Foundation, Banana Link, Traidcraft y el IFAT (TJM, 2002).
Las raíces del TJM se pueden encontrar en el movimiento del Jubileo 2000, que fue lanzado de inicios a mediados de los 90’s, como “una campaña mundial para cancelar las deudas impagables de los países más empobrecidos del mundo en el alba del nuevo milenio” (Collins, Gariyo y Burdon, 2001: 135). El jubileo 2000 fue una llamada de las ONG’s de desarrollo, la Iglesia, y grupos de trabajo, en una movilización global de 60 campañas nacionales por el Jubileo, incluyendo 17 en Centroamérica y América Latina, 15 en África, y 10 en Asia.
La preocupación por el problema de las deudas tiene sus orígenes en la primera gran crisis por la deuda en México en 1982, y se encuentra asociada al deterioro del sector social a raíz de los programas de ajuste estructural. Sectores como la Iglesia y las ONG’s para mayor equidad en el desarrollo económico comenzaron a sacar a la luz este asunto dentro de sus agendas particulares, lo cual proveyó a las fundaciones de un esfuerzo común transnacional, haciendo eco del llamado bíblico por un ”Jubileo”, para “barrer con todas las deudas cada 50 años” (Collins, Gariyo y Burdon, 2001: 136).
La campaña del jubileo 2000 centró sus demandas en las causas y los efectos de la deuda, incluyendo, entre otros, préstamos irresponsables por razones políticas hechos por bancos y países, ó préstamos solicitados por regímenes antidemocráticos y represivos, y préstamos responsables por países que no podían sostener el reembolso de sus deudas debido a la inestabilidad económica y diplomática. Un argumento sostenido ha sido que el grueso de la población de los países pobres carga con la mayor parte de las deudas, pagando impuestos más altos, y siéndoles negado servicios públicos esenciales, de manera que el gobierno pudiera pagar a los acreedores extranjeros. Por otra parte, “…son los acreedores los que dictan los términos de la renegociación de la deuda y el reembolso de la deuda, sin ningún árbitro neutral” (Collins, Gariyo y Burdon, 2001: 136-137).
La participación de organizaciones del sur en la campaña ha sido de importancia fundamental para redefinir metas y estrategias a la luz de sus experiencias en campañas nacionales. Por ejemplo, se realizaron reuniones de tipo sur-sur en 1999, donde recalcaron la importancia de “…consolidar los esfuerzos locales y nacionales en la práctica, así como los intercambios sur-sur”, en adición a la necesidad de contribuir con mayor liderazgo desde el sur a las campañas globales. A su vez se hace una rigurosa crítica de las inequidades al interior del movimiento, en donde los activistas de países del norte cuentan con mayores recursos que los activistas del sur en términos de acceso a financiamiento, equipo, habilidades técnicas elaboración de políticas globales, y encuentros internacionales entre otros, reflejando las “…históricas desigualdades entre el norte y el sur”. Los principales actores en el movimiento son “…un pequeño número de ONG’s capitalinas y grupos religiosos, algunos de los cuales carecían de fuertes lazos con los participantes de base” (Collins, Gariyo y Burdon, 2001: 143).
Aunque el movimiento no era homogéneo, y tuvo que ocuparse de las diferencias internas entre sus participantes, los niveles de cancelación de deuda alcanzados por el Jubileo 2000 fueron más lejos de las expectativas iniciales de sus partidarios. Entre los principales logros se encuentran, en abril y septiembre de 1999 respectivamente, el compromiso de Canadá y Estados Unidos de cancelar el 100 por ciento de sus deudas bilaterales, y el ofrecimiento de los acreedores de realizar más cancelaciones de más de 100 billones de dólares posteriormente. Además, “…el FMI y el Banco Mundial acordaron a finales de 1998 diferenciar los servicios por pago de deuda por al menos un año para los cuatro países centroamericanos afectados por el huracán Mitch”, y Mozambique se añadió a principios del 2000 (Collins, Gariyo y Burdon, 2001: 140).
Cerca del plazo del año 2000 para el logro de las metas del movimiento, algunos activistas visualizaron a futuro, pensando en el siguiente paso: el desafío de realmente involucrar a las comunidades de base en un autentico movimiento transnacional. Ellos consideraron el enlace clave entre la deuda y las cuestiones del comercio, dados los altos costos de los aranceles para los países en desarrollo, abriendo el campo para enfocarse en dicho tema en una futura campaña. Aunque había algunas diferencias de opinión entre los activistas sobre la viabilidad de ampliar el enfoque del movimiento, el Jubileo 2000 finalmente estableció las bases para el Movimiento del Intercambio con Justicia en el año 2000 (Collins, Gariyo y Burdon, 2001: 148).
Actualmente, el TJM basa su campaña en la creencia de que “el funcionamiento y la legitimidad del sistema del comercio internacional se debe juzgar en lo referente a su capacidad para resolver la pobreza, la injusticia social y la degradación ambiental (TJM, 2002). Consideran que el sistema de comercio internacional puede y debe abordar opciones políticamente difíciles y complejas con respecto a la equidad, la sustentabilidad y la erradicación de la pobreza, en vez de perseguir exclusivamente la liberalización del comercio como un fin en si mismo (TJM, 2002).
A su vez se ha desarrollado una crítica directa hacia la creciente importancia de la competitividad y el comercio en la toma de decisiones de la economía nacional, lo cual mina el desarrollo de la política ambiental y social en algunos países. El TJM apunta que el perseguir ideológicamente la competitividad por si misma, puede alentar una carrera hacia el fondo. Abroga a los gobiernos a priorizar la cooperación a través de procesos internacionales para manejar el comercio en aras del interés público (TJM, 2002).
El TJM aclara que no asumen simplemente una posición en contra del comercio y el sistema de reglas que lo rodea. En su lugar, sugieren que el comercio tiene el potencial de ofrecer importantes beneficios sociales y ambientales, así como la liberalización y la regulación; pero todo ello requiere estar orientado hacia el alcance de tales metas reflejando los intereses de la sociedad civil, en vez de los de los actores corporativos. En este sentido, el comercio es un “medio para un fin”, más que un “fin” en sí mismo (TJM, 2002).
Asimismo, el TJM precisa:
Apoyamos tener acuerdos internacionales en comercio. Las reglas internacionales se requieren para regular las acciones de los gobiernos y las compañías. Deben también reflejar los diferentes niveles de desarrollo de los países miembros de la OMC y proveer de mayor flexibilidad en las políticas para los mas pobres. Sin embargo, las reglas internacionales no deben prevenir la regulación nacional en el interés público. Tampoco deben de forzar relaciones de comercio “iguales”, entre desiguales. En vez de ello el principio de un tratamiento especial y diferenciado para los países en desarrollo debe se completamente incorporado en los acuerdos comerciales. Los gobiernos deben también desarrollar regulaciones internacionales obligatorias para las compañías (TJM, 2002)
Entre las estrategias adoptadas por el TJM se encuentra el Desfile por un Intercambio con Justicia el 3 de noviembre del 2001, en donde 8,000 gentes, de acuerdo con el WDM, marcharon junto a los flotadores con música samba en vivo y un monstruo gigantesco de 12 metros simbolizando el Acuerdo General sobre Comercio y Servicios (GATS por sus siglas en inglés) de la OMC, aterrorizando al agua, la educación, la salud, la electricidad y los servicios de transporte representados por participantes disfrazados. La procesión del carnaval a lo largo de las calles de Londres demandó que el gobierno británico “Hiciera al Comercio Mundial Trabajar por el Mundo Entero” (WDM, 2002). El 19 de junio del 2002, tuvo lugar el mas grande cabildeo masivo del parlamento hasta la fecha en Westminister por alrededor de 12000 activistas, de acuerdo a Christian Aid (sin fecha) y el diario The Guardian, cuando 320 MP’s fueron cabildeados por sus representados con la finalidad de “…hacer conciencia pública de la temática de justicia social planteada por el Jubileo 2000”. Los activistas fueron felicitados por los MP’s en un debate especial en la Casa de los Comunes, y fueron invitados a conocer al Primer Ministro Tony Blair, dándole el mensaje del cabildeo: que “los países pobres necesitan un tratamiento especial para se capaces de proteger a los comerciantes mas vulnerables y levantar nuevas industrias”. El presidente Thabo Mbeki de Sudáfrica telefoneó para agradecer a los miembros del Movimiento, y fue hecho patente también el apoyo del Arzobispo de Canterbury y de los obispos de la Iglesia de Gales (Christian Aid, s/f; Denny, 2002).
[1] Trade Justice Movement. TJM por sus siglas en inglés
Datos para citar este artículo:
Horacio Almanza-Alcalde. (2005). El Movimiento por un Intercambio con Justicia (TJM). Revista Vinculando, 3(1). https://vinculando.org/comerciojusto/mst_comercio_justo/movimiento_intercambio_justicia.html
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