El reciente reporte de exportaciones mundiales de café, emitido por la Organización Internacional del Café (O.I.C.), señala que las exportaciones mexicanas, en el ultimo año (jul 02 – jun 03) han sido de 2.51 mill de sacos de 60 kilos. Esto coloca a nuestro país como el quinto exportador de café arábigos lavados "otros suaves"; por debajo de Guatemala que exporto 3.97 mill; de la India con 3.03 mill; de Perú con 2.77 mill y de Honduras con 2.74 mill de sacos. En años anteriores, México era el principal exportador de este tipo de café.
En el mercado de EE.UU., según el reporte del Departamento de Comercio de este país, durante el periodo enero – mayo del 2003, las importaciones de Brasil han aumentado un 70.3% en relación al mismo periodo del año anterior; las de Colombia un 14.8%; las de Guatemala un 39.8%; las de Perú un 94.3% y las de México han disminuido un 37.7%.
En términos de precio, el café de Brasil, que es robusta y arábigos no lavados (naturales), en el periodo señalado; se pago, puesto en EE.UU., a 41.93 dólares las 100 libras (quintal). De los cafés otros suaves, el de Guatemala se cotizo a 75.84 dólares las 100 libras; el de Costa Rica a 103.36 dólares; el de Perú a 52.91 dólares y el de México a 65.70 dólares las 100 libras.
Lo anterior, refleja la creciente perdida de competitividad del café mexicano en su principal mercado, que es el de EE.UU. No se puede competir con los precios de robusta y naturales; En el caso de los cafés otros suaves, están mejor ubicados Guatemala y Costa Rica por mejor calidad, y Perú que esta aumentando fuertemente su producción y que vende a costos todavía menores que los de México. Podría concluirse entonces, que en el principal mercado de nuestro café, este es perfectamente prescindible.
En nuestro país, los cafeticultores tienen la desventaja, no solo de la fuerte sobre valuación del tipo de cambio peso – dólar, también un esquema de consumo y comercialización, que no genera una dinámica de mejoramiento de la calidad y de búsqueda de mejores condiciones de comercialización.
En el caso mas exitoso de aumento del consumo interno, como es Brasil, este se sustento en una política de evitar el uso de cafés defectuosos o dañados y certificar la pureza, lo cual genero una mayor confianza de los consumidores. En México la industria interna se niega a dejar de utilizar cafés dañados y el Gobierno Federal se pliega a esta posición.
El país que mas ha aumentado globalmente sus precios de venta como es Costa Rica, tiene políticas internas como el no recibir café con mas del 2% de granos verdes, evitar el trasiego de cafés de diferentes regiones y alturas, no sembrar café robusta; además se han establecido parámetros de costos de beneficiado húmedo y de exportación y se paga mejor la calidad. En el caso de México, se hace exactamente lo contrario; no hay limitaciones a los excesos de café verde y pasados de maduros, no se restringe el trasiego de cafés de diferentes alturas; no hay ninguna transparencia en cuanto a los gastos de Beneficiado y comercialización por parte de las compañías, estas obtienen fuertes ganancias por la comercialización y no les importa mucho ni la calidad ni la búsqueda de mejores mercados. No se paga la calidad y hay un floreciente mercado de cafés dañados.
No es gratuito entonces, que con condiciones agro – ecológicas muy semejantes, Costa Rica y Guatemala vendan la mayor parte de su café con calidad de altura y en México la mayor parte sea prima lavado.
El Gobierno Federal en un ejercicio mas de mercadotecnia que de políticas reales; sigue manejando que tiene las políticas cafetaleras mas adecuadas; que nunca se habían entregado en la historia tantos recursos a los cafeticultores; que no hay otro camino mas que vender en los mercados especiales; el Fondo de Estabilización ya no es para compensar los precios bajos, ahora dicen que es para premiar la productividad; también han dicho que alrededor del 90% de los productores no tienen viabilidad y que por lo tanto deberían dedicarse a otra cosa; en momentos importantes de reuniones con otros países productores, prácticamente se niegan a informar, mucho menos se consulta al sector productor sobre las medidas a desarrollar; actúa unilateralmente con una visión de no enfrentar el poder y las políticas de las grandes compañías de industriales y comercializadores.
Ante esta situación, ¿que hacen los productores de café?
Por lo que se ve; sus estrategias principales son la migración y tratar de obtener la mayor cantidad posible de subsidios. Son minoría los que se están asociando para mejorar sus condiciones de producción y comercialización. No hay una lucha amplia, lo suficientemente organizada, como para lograr que el Gobierno Federal impulse políticas distintas en lo nacional e internacional. En este escenario la debacle parece asegurada.
Hablando de otra debacle; la que creó la transnacional bananera UNITED FRUIT COMPANY en macondo; que relata Gabriel García Márquez en su novela la Hojarasca; en ella nos dice como la compañía bananera llego y atrás venia la Hojarasca, que era como un remolino, implacable, que revolvió al pueblo y después que acabo de exprimirlo, se fue; solo quedo una aldea arruinada; "ocupada por gente cesante y rencorosa, a quien atormentaban el recuerdo de un pasado prospero y la amargura de un presente agobiado y estático".
¿Será el mismo destino de los cafeticultores mexicanos el de los pobladores de macondo?, ¿será que no podrán organizarse mejor y enfrentar a las compañías que los aplastan y la hojarasca que las acompañan?
* Fernando Celis es asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).
Datos para citar este artículo:
Fernando Celis Callejas. (2003). La hojarasca en la cafeticultura mexicana. Revista Vinculando, 1(2). https://vinculando.org/documentos/hojarasca.html
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