Crisis ambiental
La realidad de la sociedad con el medio ambiente puede resumirse en que ésta se ha configurado en un uso creciente de los recursos naturales; es evidente que la capacidad tecnológica para aprovechar tales recursos está mucho más desarrollada que la sensibilidad hacia tales usos, lo que crea un conflicto permanente entre lo que es posible hacer y lo que es más conveniente, es decir, entre el consumo del recurso y utilizaciones conservadoras que permitan un uso racional del mismo (CIFCA, 1980).
El mundo está viviendo una serie de problemas como la explosión demográfica y degradación del medio ambiente por el exceso en el consumo de los recursos naturales; también está la contaminación global, pérdida de biodiversidad, destrucción de la capa de ozono, lluvia ácida, cambio climático, modificación atmosférica, desertificación por erosión, entre otros. Estos problemas tienen un impacto negativo y se puede observar en el entorno, la fuente de todos estos problemas es la falta de conciencia hacia nuestro medio ambiente; esta forma de interactuar con el medio es producto de una visión mecanicista extractiva que se tiene de la naturaleza, considerando al medio ambiente al servicio del hombre, afortunadamente las naciones han unido sus esfuerzos para intentar y combatir estos problemas en los que el ser humano es el principal afectado.
El concepto ampliamente difundido que se tiene acerca del desarrollo sostenible es satisfacer las necesidades del presente, sin comprometer las posibilidades de que las futuras generaciones satisfagan las propias. Esta definición coincide con la creación de una propuesta que busca balancear el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y la equidad social (Wong, 1999).
El desarrollo sostenible vinculado al presente proceso pedagógico ha de ser interpretado desde aquellos puntos fundamentales como son la promoción de la vida, que es todo lo que permita conservar, promover y fomentar la existencia en nuestro planeta; también un equilibrio dinámico que consiste en crear una sabiduría integral de la naturaleza; la convergencia armónica con la tierra viva; la ética integral, la cual representa un cambio profundo de la mentalidad, los conceptos y los valores; la racionalidad intuitiva que busca una conciencia para fundamentar comportamientos sociales como son: la colaboración, solidaridad, cooperación, coordinación, comunicación, compañerismo, colectividad y sentido de comunidad, finalmente la conciencia planetaria, donde se pretende ser parte integrante del planeta, llegando a la conciencia de estar viviendo planetariamente, con estos planteamientos se puede explicar la manera en la que se debe tener una pedagogía hacia el desarrollo sostenible (Wong,1999).
Los recursos naturales que se consideran prioritarios ya que radican por su importancia, destacan el agua, el suelo, la energía y el problema en la disposición de los residuos sólidos. Según Rodríguez (en prensa) en la ciudad de México, el consumo por persona en las zonas populares es entre 30 y 80 litros por día y en las áreas residenciales alcanza un promedio de 450 litros diarios. Por otro lado, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el requerimiento mínimo de áreas verdes por persona debe ser de 9 m2, mientras que a cada residente de la ciudad de México únicamente le corresponden 2 m2 (Un bosque científico y turístico, 2000). Para el caso de la energía Aspiroz menciona que en la Ciudad de México en 1995, se consumían 1.305 Kw/hora/persona, mostrando un aumento del 51.9% con respecto al consumo de energía por persona en 1980. Con respecto a la basura, la generación per cápita de residuos sólidos de origen doméstico varía de acuerdo a la modificación de los patrones de consumo de la población y en la medida en que incrementa la comercialización de productos industrializados y de lujo. En 1975 se estimó que el promedio nacional per cápita de generación de residuos sólidos era de 320 g/hab/día y hoy en día dicho índice es de 917 g/hab/día. De acuerdo a proyecciones realizadas para el año 2000 se generarán por habitante 973 gramos diariamente (SEDESOL, 2005). Estas estimaciones no están muy lejos del ámbito estatal ya que según Falcón (1997) la generación de basura promedio por persona es de aproximadamente 1000 g/hab/día. Todo esto hace pensar que para que estas cifras no vayan en aumento, es necesario cambiar nuestro comportamiento hacia el medio ambiente, para estabilizar o disminuir al máximo estas cifras que cada vez están creciendo en forma alarmante.
Historia del ambientalismo
Se reconoce que el movimiento ambientalista se promovió por varios sucesos de reconocida importancia. Uno de ellos fue cuando la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, a petición de la Asamblea General de las Naciones Unidas, elaboró el Informe Brundtland, llamado así por el apellido de la coordinadora del grupo de trabajo, Gro Harlem Brundtland, entonces primera ministra de Noruega.
Documento publicado en 1987 como “Nuestro Futuro Común” propone conciliar en el desarrollo la economía, la naturaleza y la sociedad, y por primera vez en la historia se expone la palabra “sustentable”. Las recomendaciones de esta Comisión condujeron a la Cumbre Mundial de la Tierra desde sus inicios en 1972, a la Conferencia de las Naciones Unidas en Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro en 1992, y a Río + 10 en el 2002 en Johannesburgo, Sur África (WHO,2004).
Existen otros sucesos que nutrieron el desarrollo del ambientalismo en el mundo, uno de ellos fue la aparición del libro de Rachel Carson, Silent Spring en 1962. Por primera vez se revisó la degradación ecológica y detonó una preocupación por el ambiente nunca antes vista y que aún existe (Carson 1962). El libro se enfocó en los insecticidas, herbicidas y otros productos de uso común e indiscriminado. Carson argumentó que los problemas causados por éstos son más peligrosos que la radiación y estamos expuestos a ellos ya que permanecen en nuestro sistema desde el nacimiento hasta la muerte. Esta publicación es considerada como un parte aguas en la historia de los movimientos sociales (Carson, 1962 citado por Cadena, 2004).
Otro acontecimiento que desde 1970 se celebra en varias partes del mundo el 23 de abril, Día de la Tierra, es, al igual que el Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio. La Agenda 21 marcada por el Programa de las Naciones Unidas para el medio Ambiente (UNEP) que se produjo a partir de la conferencia de Estocolmo en 1972, y después, la Carta de la Tierra o Earth Charter (www.cartadelatierra.org) contienen principios éticos y de acción que han sido avalados por todos los jefes de estado que asistieron a las Cumbres y posterior a ellas. En estos documentos se indican caminos para un nuevo estilo de vida y un proceso de desarrollo internacional sostenible, se establece como prioridad el combate a la pobreza y se recomienda buscar políticas demográficas adecuadas, así como desarrollar nuevas tecnologías.
El movimiento ambientalista es considerado como uno de los más exitosos de la segunda mitad del siglo XX y con frecuencia es visto como constituyente de los Nuevos Movimientos Sociales (NMSs). Tradicionalmente se había enfocado en la protección de la biodiversidad, en el recurso del agua y en la tala de árboles, acogiendo e incluyendo otros objetivos de movimientos contemporáneos además de la protección ambiental (Mertig & Dunlap, 2001).
Esta tendencia es particularmente evidente entre los “Verdes” quienes han desarrollado partidos políticos y han ganado seguidores a lo largo de Europa occidental y, en un menor grado, en los Estados Unidos al atender y amalgamar una serie de inquietudes que incluyen igualdad social, derechos humanos y paz mundial, así como la protección ambiental, esto se refleja en la emergencia de numerosas corrientes contemporáneas ambientales, tal como ecofeminismo, ecología profunda, ecología social, y justicia ambiental (Dalton, 1994 citado por Mertig, 2001).
Dunlap & Catton (1979) mencionan que en 1978 se publicó una lista de 300 estudios empíricos sobre el tema. El análisis indica que muchos de los primeros estudios simplemente documentaban niveles de preocupación ambiental por parte del público, pero rápidamente se turnó el enfoque hacia estudios de correlación de las variables en actitudes ambientales (“Preocupación ambiental: una bibliografía de estudios empíricos y una revisión breve de la literatura. Dunlap, R. E., Van Liere, K. D. 1978. Environmental concern: a bibliography of empirical studies and brief appraisal of the literature. Public Administration Service Bibliography. Monticello, III: Vance Bibliographies. Dunlap & Van Liere 1978). En los planteamientos de esta investigación se ha encontrado que la educación, edad, ideología política y lugar de residencia son los mejores indicadores de preocupación por la calidad ambiental (Dunlap & Catton 1979:249).
En México, existe evidencia de la preocupación por el ambiente por parte del público en general. En 1992 se realizó una encuesta titulada “Encuesta de la salud del Planeta”, investigación realizada en veinticuatro países, representando el 40% de la población del mundo, incluyendo México, conducida por el Instituto Internacional Gallup (The Gallup International Institute) donde se estudiaron temas de “sabiduría popular” (Dunlap, Gallup & Gallup 1993).
Para la encuesta se consideró que había muchas cuestiones donde se asumía lo que lo gente piensa sobre asuntos ambientales y lo que estarían dispuestos a hacer y no hacer. Esta encuesta fue aplicada para orientar los trabajos de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro 1992. Se invirtió cerca de un millón de dólares en la colecta y proceso de datos para resultados que reflejaron las opiniones de cerca de 30,000 ciudadanos en todo el mundo. Los resultados encontrados desafían contundentemente lo que indicaba la sabiduría popular.
Educación Ambiental en México
Marco jurídico
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice que se debe impartir educación a todos los mexicanos y mexicanas; y aunque no incluye cuestiones ambientales, se debe estudiar los elementos naturales y la preservación y restauración de los equilibrios ecológicos (CPEUM, 1917).
La Ley General de Educación, plantea que el fin de la educación es hacer conciencia de la necesidad de un aprovechamiento racional de los recursos naturales y de la protección del ambiente (LGE, 1993).
La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente (LGEEPA) cita que se debe contribuir a que la educación se constituya como un medio para elevar la conciencia ecológica de la población, consolidando esquemas de comunicación que fomenten la iniciativa comunitaria. También se debe promover la incorporación de contenidos ecológicos en los diversos ciclos educativos, especialmente en el nivel básico, así como la formación cultural de la niñez y la juventud. Debe motivarse a que se desarrollen planes y programas para la formación de especialistas en la materia en todo el territorio nacional y para la investigación de las causas y efectos de los fenómenos ambientales. Se debe fomentar investigaciones científicas y promoción de programas que permitan abatir la contaminación, propiciar el aprovechamiento racional de los recursos y proteger los ecosistemas. Se deben plantear la posibilidad de establecer convenios para la realización de estudios e investigaciones en las áreas relacionadas con la protección ambiental y el necesario impulso al fortalecimiento de la conciencia ecológica (LGEEPA, 1988).
El Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, la Educación y la Capacitación es una de las líneas estratégicas fundamentales que orienta las acciones del gobierno federal. En el apartado Crecimiento con Calidad, en el objetivo rector cinco indica crear condiciones para un desarrollo sostenible. El crecimiento con calidad sólo es posible si se considera responsablemente la necesaria interacción de los ámbitos económico y social con los recursos naturales (PND 2001-2006).
Realidades y perspectivas de la Educación Ambiental en México
La educación ambiental en México presenta los siguientes problemas:
- La educación ambiental es muy pobre en todos los niveles, en las escuelas de cualquier grado no está incluida de manera formal en la currícula, con excepción de algunos diplomados y posgrados de carreras recientes tales como Ingeniería Ambiental, Psicología Ambiental, Arquitectura Ambiental, etc.
- Actualmente en todos los programas escolares debería incluirse el concepto de educación ambiental e incluso considerarse como núcleo: esto, en México, apenas está plasmado en el papel y sus posibilidades reales de funcionamiento son más inciertas aun.
- Los libros de texto de primaria, secundaria, bachillerato, etc., que debieran tocar estos temas aun no han sido elaborados.
- Los educadores y profesores del sistema educativo nacional, no están capacitados ni interesados en manejar el tema con sus educandos.
- A nivel familiar y en los medios de comunicación masiva, no hay ninguna orientación seria y permanente al respecto.
- Nuestra propia apatía ante la educación ambiental, cierra la capacidad de conocimiento, concientización y acción.
- Por último los estudiosos del tema, se empeñan en discutir cuestiones teóricas y semánticas que no se materializan en avances concretos.
Referencias bibliográficas
- Aspiroz J.R., Fossati F. y Mendoza Y s/f. Panorama de la pobreza de América Latina. Universidad de los trabajadores en América Latina. Consultado el 7 de Julio del 2005.
- Cadena Basurto, Elias (2004). Percepción del problema de la basura por parte de la población en el municipio de Nopala de Villagrán, Hidalgo. Universidad de Guadalajara. 87 p. Tésis para obtener el grado de Maestro en Ciencias en Educación Ambiental.
- Centro Internacional de Formación de Ciencias Ambientales (1980). La formación ambiental universitaria. Madrid. p. 59
- Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos (1917).
- Falcón D. (1997). Los residuos, un aspecto ambiental. Entorno. IMADES. Abril. No. 9.
- Ley General de Educación. (1993)
- Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. (1988)
- Mertig, Angela G. y Dunlap, Riley E. (2001) Environmentalism, New Social Movements, and the New Class: A Coss-National Investigation. In Rural Sociology 66(1), 2001 pp. 113-136.
- Plan Nacional de Desarrollo (2001-2006).
- SEDESOL (2005). Manual técnico sobre generación, recolección y transferencia de residuos sólidos municipales. Secretaría de Desarrollo Social. Consultado el 7 de Julio del 2005. Sitio:
. Consultado el día 1 de julio del 2004. - Wong González Pablo (1999). Antología, la educación superior ante los desafíos de la sustentabilidad. ANUIES, SEMARNAP, U. de G. Pp. 23- 57
- World Health Organization (2004). Dr. Gro Harlem Brundtland, Director-General.
- Biography en https://www.who.int/dg/brundtland/bruntland/en/ el 27 de abril, 2004.
Autores:
- Francisco Enrique Montaño Salas [email protected]
- Arturo Cervantes Beltrán [email protected]
- Joel Meléndrez Arenas [email protected]
Datos para citar este artículo:
Francisco Enrique Montaño Salas. (2012). La educación ambiental en México ante la crisis ambiental. Revista Vinculando, 10(1). https://vinculando.org/ecologia/la-educacion-ambiental-en-mexico-ante-la-crisis-ambiental.html
Eder Alberto Pérez Cupil dice
El sistema mexicano clasifica al mejor de los grupos y crea la imagen de que sólo puede haber una persona que sobresalga en actividades o conocimientos en un grupo y en especial en las escuelas de los diversos niveles educativos.
Otros países optaron por sistema de letras que permiten incluir un análisis cualitativo y cuantitativo. En lugar de que haya un solo mejor promedio, se reconoce a los que pasan un nivel de los mejores resultados y con grandes expectativas que los estimula a trabajar en conjunto y ser líderes en masa.
Las decisiones de los líderes del Estado son determinantes en materia de educación ambiental y parte de los principios de las demás materias, por lo que considero una vía cambiar la forma de evaluar todas las materias como la ambiental. Excelente artículo, felicidades.
Revista Vinculando dice
Ese es un dato muy interesante Eder, sin duda sería muy útil que en nuestro México (y en varios otros países de América Latina) tuviéramos sistemas educativos que fomentaran la colaboración y el trabajo conjunto, más que únicamente la competencia.
Gracias por tu aportación y recibe un cordial saludo.
Eder Alberto Pérez Cupil dice
La educación ambiental es el proceso de formación dirigido a toda la sociedad, tanto en el ámbito escolar como en el ámbito extraescolar, para facilitar la percepción integrada del ambiente a fin de lograr conductas más racionales a favor del desarrollo social y del ambiente. La educación ambiental comprende la asimilación de conocimientos, la formación de valores, el desarrollo de competencias y conductas con el propósito de garantizar la preservación de la vida.
– Eder Alberto Pérez Cupil
Revista Vinculando dice
Hola otra vez Eder,
Sin duda la educación ambiental es una disciplina muy importante en nuestros días y deseamos que los textos publicados sobre este tema ayuden a más personas a informarse y cuidar mejor a nuestro planeta. Saludos.
Alfredo Guardado dice
Educar para mejorar las condiciones ambientales es, sin duda, un reto que todos deberíamos asumir, de lo contrario el deterioro de la vida será el signo distintivo del mañana y las probabilidades de que nuestros nietos sobrevivan serán mínimas.
Emmanuel Sanchez dice
Debemos contribuir a la conservación de nuestro planeta no solo para tener mejor calidad de vida si no también para dejarle un mundo mejor para nuestros hijos.
Francisco Enrique Montaño Salas dice
Soy el autor del artículo y quiero enviarles actualizado el correo electrónico y aprovecho para agradecerles a todas las personas que han comentado sobre el artículo.
El nuevo correo electrónico es [email protected]
Revista Vinculando dice
Buenas tardes Francisco. Ya hemos actualizado tu correo en el artículo, gracias por avisarnos.
Como ves, es posible que también respondas a las preguntas o comentarios de quienes vienen a leer tu artículo si el tiempo te lo permite. Saludos!
Eliseo Vargas dice
Buen día. Veo que el artículo es del 4 de abril del 2012.
¿Se podría decir que la información aquí expuesta, por lo menos en las secciones “Educación Ambiental en México” y “Realidades y perspectivas de la Educación Ambiental en México”, sigue vigente? es decir, ¿saben si se ha hecho algún avance en materia de leyes o educación ambiental en los últimos 6 años?