Las experiencias antes mencionadas, sean de participación de la sociedad civil en propuestas respecto a nuevos enfoques de la cooperación internacional retomando la dimensión del compromiso, o la campaña por el desendeudamiento que ha puesto en evidencia el sentido de co-responsabilidad y de solidaridad en el Norte y en el Sur y entre el Norte y el Sur para buscar nuevos caminos desde la solidaridad a todo nivel, nos ponen por delante un marco de referencia más amplio, el marco de la solidaridad en la economía y simultáneamente la pregunta sobre qué tanto ese marco de solidaridad en la economía puede ser punto de partida hacia un nueva concepción y orientación de las relaciones económicas entre las personas, familias, comunidades, dentro de los países, como también entre los países.
Una pregunta importante que surge al hablar de los impactos concretos del desendeudamiento en el desarrollo de las personas, localidades y los países es hacia qué iniciativas de desarrollo sostenible y solidario se dirigirían los recursos liberados, cómo sería posible ir gestando o animando dichos procesos de desarrollo desde la iniciativa misma de la gente pobre que busca salir de la situación de pobreza y exclusión.
4.1. Desarrollo integral, desarrollo solidario
Antes de adentrarnos en el tema, es necesario trabajar algunos conceptos relevantes. Entenderemos por el desarrollo el proceso por el cual los grupos humanos pasan de condiciones menos humanas a condiciones más humanas en términos de calidad de vida y cantidad de vida.
El desarrollo es integral, no sólo considera la dimensión económica. Considera todas las dimensiones en que se desempeña la persona humana, que es el fin último del desarrollo.
Podemos considerar seis dimensiones del Desarrollo (Prof. Denis Goulet[1], "Etica del Desarrollo"?):
- la dimensión económica
- la dimensión social
- la dimensión política
- la dimensión cultural
- la dimensión ecológica
- la dimensión ética
La dimensión económica tiene que ver con la producción y el ingreso per-cápita, el grado de industrialización de un país, región o localidad y un nivel equitativo de distribución del ingreso al interior de dichas economías y entre las economías.
La dimensión social tiene que ver con un nivel adecuado de salud, alimentación, vivienda, servicios básicos, así como la participación ciudadana en la mejora de sus condiciones de vida.
La dimensión política tiene que ver con la vigencia de los derechos humanos (civiles y políticos), la existencia de un Estado de Derecho, la vigencia de la democracia tanto representativa como la participativa.
La dimensión cultural del desarrollo hace referencia a la identidad de los grupos o comunidades, usos y costumbres, como también la capacidad de entrar en diálogo con otras culturas y en ese proceso transformar la propia cultura.
La dimensión ecológica del desarrollo tiene que ver con la responsabilidad por lo existente, la responsabilidad por el futuro de las nuevas generaciones así como la armonía del ser humano con lo existente, en la perspectiva del desarrollo de un medio ambiente sano y duradero.
Finalmente, la dimensión ética del desarrollo tiene que ver con lo que Goulet llama el "full life model"? o "modelo de vida plena"?. Cada sociedad tiene un modelo de vida plena que tiene derecho a realizar y ello es lo fundamental en la propuesta del desarrollo integral. Se trata de que las poblaciones puedan expresar qué es para ellas desarrollo, desde su propia visión del Mundo y de la vida, desde sus paradigmas.
Por ello la primera cuestión sobre el desarrollo es preguntar a las comunidades, a los grupos humanos concretos qué es para ellos el desarrollo, cuando nos lo expliquen con sus sencillas palabras estaremos entendiendo detrás de ello su modelo de vida plena. Esa debe ser la habilidad principal del agente de desarrollo (proactiva).
Por ello decimos que el desarrollo no es sólo "desde abajo"? sino "desde adentro"?; es decir, si el desarrollo no parte del espíritu de las gentes no es auténtico desarrollo[2].
Goulet sugiere la dinámica del la "Flor del desarrollo"? que consiste en dibujar una flor con seis pétalos, donde cada pétalo representa una de las dimensiones del desarrollo humano integral (económica, social, política, cultural, ecológica, ética). En esa gráfica podemos dibujar cuál es el nivel de desarrollo que hemos alcanzado en cada una de esas dimensiones. Si esa gráfica la aplicamos para cada país observaremos que ninguno tendrá un desarrollo "pleno"? en todas las dimensiones a la vez. Por ejemplo, un país podría tener un alto calificativo en los "pétalos"? económico o social, pero posiblemente bajas calificaciones en lo ecológico o aún en el ético. De la misma manera, un país llamado podría tener bajos calificativos en lo económico y social, pero podría tener calificativos muy altos en lo cultural o en lo ético.
Desarrollo Local. El desarrollo parte desde los espacios locales, en los cuales las personas se encuentran, se relacionan entre sí y pueden crecer en las dimensiones antes mencionadas. Pero el desarrollo local se proyecta también al nivel nacional como también al nivel internacional o global[3]. La dimensión local del desarrollo hace referencia a espacios territoriales tales como las provincias o distritos de las regiones o bien a las propias comunidades y caseríos dentro de los distritos. El desarrollo local nos plantea el trabajo en las seis dimensiones del desarrollo desde dichos niveles locales.
Desarrollo Solidario. En la medida que la opción por el desarrollo implica una decisión ética basada en la co-responsabilidad, la ayuda mutua y la preocupación y acción solidaria con los más pobres.
El desarrollo de las comunidades, pueblos y naciones implica la ayuda mutua de todos y todas los/las que les conforman, sea cual fuera su raza, credo o posición en la sociedad.
En ese sentido el desarrollo solidario es principalmente concertativo, no es "contra de…"? sino "a favor de"?. No se define por la negación sino por la afirmación. La perspectiva del desarrollo solidario implica que todos hombres, mujeres, jóvenes, niños, niñas, ancianos, ancianas se consideren co-partícipes, co-responsables de la construcción solidaria de un desarrollo humano integral.
4.2. Economía del trabajo.
Esta perspectiva nos propone que la racionalidad económica de los pobres se expresa en la lógica del trabajo. Una pregunta relevante es por qué la mayoría de las actividades de autoempleo y microempresa en los sectores populares y campesinos de los países pobres de nuestra América, pese a que no logren cubrir sus costos reales, sin embargo siguen funcionando. Si la lógica de la maximización de la ganancia fuera el factor explicativo de sus economías, por lo menos el 90% de ellas ya deberían haber dejado de funcionar. La respuesta sencilla es que es su medio de vida.
Por lo tanto su presencia en la economía no está explicada bajo la racionalidad de la maximización de la ganancia que no tienen sino la de lograr satisfacer sus necesidades básicas. En este camino, las familias campesinas y populares ponen en juego sus capacidades de trabajo, más aún las capacidades de trabajo de toda su familia. Y ahí entra tanto el trabajo remunerado (trabajo asalariado, trabajo independiente, pequeño negocio en el hogar) como el trabajo no remunerado monet
ariamente (trabajo doméstic
o, trabajo en las organizaciones comunitarias, trabajo de formación). A este conjunto de trabajo medido en tiempo de trabajo (horas), José Luis Coraggio le llama el Fondo de Trabajo:
FT = TR + TNR
Donde: FT = Fondo de Trabajo
TR = Tiempo dedicado al Trabajo Remunerado
TNR = Tiempo dedicado al Trabajo no Remunerado
Para Coraggio la familia popular busca maximizar no su fondo de capital (monetario, que no tiene) sino su Fondo de Trabajo. Maximizar el Fondo de trabajo significa maximizar las capacidades de trabajo de toda la familia[4].
Pero una ruta de maximización de ese fondo de trabajo por las familias populares es el trabajo solidario, tanto por tradición cultural o vivencia de valores comunitarios en las nuevas comunidades de acogida en caso de poblaciones migrantes, como también por la necesidad de llegar a operaciones económicas de escala que no serían posibles de otra manera.
4.3. Economía del trabajo solidario, economía solidaria.
Históricamente, la economía solidaria en los países pobres, pero aún podríamos decir, en todo el continente americano, surge a partir de las experiencias de pobladores y pobladoras de la ciudad y el campo en su lucha por sobrevivir y mejorar sus condiciones de vida en base al apoyo mutuo, organizándose de muy variadas formas para acceder a un espacio en la economía existente, compartiendo los beneficios económicos, sociales, culturales de esa participación, por pequeña que fuese, en dicha economía.
Surge a partir de la economía popular definida ésta como el conjunto de actividades de producción, distribución o consumo que realizan estas personas y organizaciones sea para auto-generar ingresos, empleo o bien para reducir los costos de vida accediendo a bienes básicos (alimentos, medicinas, vivienda, servicios básicos, etc)[5].
Cuando la economía popular antes descrita pone al centro apoyo mutuo, la cooperación y diversas formas de compartir (conocimientos, mercados, tecnología) entre sí y crecientemente con otros más pobres, la llamaremos "Economía Popular Solidaria"?; en este caso estas personas cultivan y desarrollan, a diversos grados, el valor ético de la Solidaridad.
Es así como surgen diversas organizaciones de economía popular solidaria en los sectores económicos productivo (pequeñas y microindustrias colectivas, empresas autogestionarias productivas), de comercio (pequeños grupos de comerciantes, asociaciones de vendedores ambulantes), de servicios (talleres de mantenimiento y/o reparación, grupos para oferta de diverso tipo de servicios), de consumo (comedores populares autogestionarios[6], clubes de madres, comités de salud, diversas asociaciones de vivienda), en el sector financiero (fondos rotatorios, más recientemente "bancos comunales"?de micro-crédito, o grupos solidarios o cooperativas de ahorro y crédito), también en el sector educativo (grupos o colectivos de educación popular).
Las experiencias actuales de economía popular solidaria combinan lo personal con lo colectivo de manera cada vez más creativa. Por ejemplo, muchos microempresarios/as han creado asociaciones de microempresarios/as. Existen también Federaciones de Vendedores Ambulantes, que se organizan con la finalidad de acceder a servicios comunes (crédito, capacitación, convenios comerciales o de abastecimiento con los sectores público y/o privado) o bien para lograr dialogar y/o coordinar con el Estado (central o local) para obtener normas favorables para su desarrollo o bien para concertar en función del desarrollo local[7].
Si bien es cierto que estas experiencias son heterogéneas y entre ellas se dan también situaciones de competitividad e individualismos, la constante sigue siendo el apoyo mutuo para conseguir en conjunto lo que individualmente no les es posible lograr.
Podríamos decir que, en la práctica, estas actividades desarrollan un camino y estrategia solidaria, aunque el grado efectivo de solidaridad en cada caso sea diferente[8]. Podríamos decir que la solidaridad no es algo que esté logrado de una vez "para siempre"?. Es un valor que debe ser permanentemente cultivado[9].
4.4. Sinergias de la economía solidaria desde el espacio local
Ante un escenario macroeconómico de ajuste estructural que genera mayor empobrecimiento, mercado restringido, por lo general en poder de las grandes empresas y de ausencia de canales de participación ciudadana, es necesario proponer caminos nuevos desde las economías locales y regionales, que se articulen crecientemente y generen un nuevo proceso de desarrollo solidario.
Es posible trazar en cada distrito, provincia o región una estrategia basada en la potenciación de los circuitos de intercambio desde la economía solidaria entre los sectores de Producción (P), Comercio (Com), Servicios (S), Consumo ( Co ), Finanzas (F), entidades locales de tecnología (T) tales como los centros de estudios ocupacionales, tecnológicos o las propias universidades así como los gobiernos locales y regionales para el desarrollo de las economías locales (Ver gráfico siguiente).
Ejemplos serían programas de crédito desde entidades autogestionarias de ahorro y crédito para el intercambio entre los productores, comerciantes y consumidores locales[10].
Economía local
La gráfica anterior nos propone un camino dirigido a la generación de Ingreso y empleo locales en función de la interacción de variables tales como:
Consumo Local (CL) (+)
Inversión Local (IL) (+)
Gasto Público Municipal (GM) (+)
Gasto Público Regional (GR) (+)
Gasto Público Central (GC) (+)
Exportaciones (x) (+)
Ventas a Mercados exteriores (VE) (+)
Importaciones (M) (-)
Compras fuera de la Localidad (CE) (-)
Transferencias Netas del exterior (Tn)
YL = CL + IL + GML+ GCL + GRL + X + VE – M – CE + Tn
A la ecuación anterior denominaremos ecuación de la economía local.
En esta línea son ejemplos de políticas de promoción la puesta en marcha de programas de asentamientos industriales planificados, centros de servicios empresariales, canastas alimentarias, medicinas básicas, centros de acopio y distribución.
Simultáneamente programas de mejoramiento de tecnologías locales, de capacitación en gestión empresarial desde los institutos de tecnología local, programas de mejoramiento de rentas municipales y de las propias inversiones municipales locales, así como programas de formalización y apoyo a la comercialización interna y exportación.
Todo ello podrá potenciar circuitos económicos solidarios locales multi-transaccionales.
En esta estrategia será necesaria la promoción de intercambios comerciales incluso con sectores de gran empresa y trasnacionales, a condición de que éstos desarrollen la responsabilidad social, apliquen los códigos de ética con equidad, den cuenta de su acción social a través de balances sociales. Aquí el rol tanto de los Directorios como de los sindicatos de dichas grandes empresas será de suma importancia.
Los instrumentos para avanzar han de ser los planes integrales de Desarrollo Local y regional articulados, concertados, implementados en una perspectiva responsable y solidaria.
4.5. Solidaridad ec
onómica en un proyecto nacional
La economía solidaria busca también acceder eficiente y eficazmente a un espacio en el mercado y crear espacios de intercambio de bienes en los cuales se compartan los beneficios económicos, sociales, culturales, políticos siendo su identidad en este camino un comportamiento ético.
La economía solidaria no es una "isla"? ni está limitada únicamente a los esfuerzos en el campo popular o campesino. En un sentido más general la economía solidaria se expresa en formas justas de cooperación, pues el éxito de cualquier empresa, desde la más pequeña hasta la más grande depende de un sinnúmero de personas y grupos (obreros, gerentes, dueños o accionistas, proveedores, clientes, acreedores, la comunidad local, las municipalidades, la sociedad en general, el Estado).
Pero en la actualidad las estructuras que deben exigir la responsabilidad compartida no toman en cuenta los aportes de todas estas personas ni protegen sus intereses. Es preciso corregir esto, pero sin perder la flexibilidad necesaria para responder rápidamente a un ambiente comercial que cambia constantemente.
El gráfico anterior nos propone un esquema de proyección nacional de la solidaridad en la economía. Consideramos los tres sectores privado (empresas privadas medianas y grandes, incluidas las trasnacionales), el sector público (presupuesto público a los diferentes niveles, empresas públicas), el sector social (empresas autogestionarias, asociaciones sin ánimo de lucro, diversas actividades de economía popular). La economía solidaria no es un sector sino una estrategia que "cruza"? los diversos sectores. Con mayor presencia en la economía social, menos en el sector público y aún menos en el sector privado (curva o gráfica de la economía solidaria). De lo que se trata es de "desplazar"? la curva de tal manera a ir "solidarizando"? progresivamente la economía a medida que esta economía solidaria vaya logrando resultados (lo que se indica con las flechas).
Una estrategia integral de desarrollo de la economía solidaria dentro de un proyecto económico nacional implicaría que el sector social profundice la solidaridad y sea capaz de comunicarla (contagiarla) a los otros sectores. Implica también que el sector público tenga un rol efectivo en la regulación, la inversión social, la concertación con la sociedad civil, la elaboración de presupuestos participativos. A nivel de la empresa privada el ejercicio de la responsabilidad social (articulación con la economía local, relaciones laborales positivas, tecnologías sostenibles) a través de códigos de ética y balances sociales.
4.6. La perspectiva de la globalización de la solidaridad.
En una perspectiva global, se trata de potenciar y profundizar el camino de la construcción de un gran proyecto internacional de solidaridad global cuya base económica sería la puesta en red de estas experiencias de solidaridad en la economía, lo cual forma parte a su vez del esfuerzo por construir una nueva civilización de cara al próximo milenio.
La potenciación de las experiencias solidarias, implica la vinculación estructurada y estratégica de las diversas experiencias de solidaridad en el norte y en el sur, la vinculación de las experiencias solidaridad en la economía de los países del norte con las del sur no sólo en términos de intercambio de experiencias sino de negocios concretos solidarios de mutuo beneficio económico y ético, que sean expresiones de la viabilidad de este proceso y de su sostenibilidad futura.
Se trata de un proyecto proyectado al mediano y largo plazo, pero cuya base son las experiencias ya existentes, su potencial de articulación y su articulación efectiva.
El modelo de globalización existente está centrado en un beneficio desmedido a las inversiones trasnacionales (T) con remesas de utilidades al exterior con escaso o nulo control, a movimientos de capitales especulativos, a crecientes servicios de deuda externa impagables e inviables.
Un proyecto de globalización solidaria, que se basa en la puesta en red de las experiencias de solidaridad económica en el norte y el sur y entre el norte y el sur (S) que movilice recursos hacia transacciones económicas (Norte/Sur) entre estas experiencias ("negocios solidarios"?) y que interactúe también de manera creativa, desde la responsabilidad social, la equidad y la solidaridad con el sector trasnacional en vistas a generar cambios en los procesos de acumulación y desarrollo integral, es un desafío de la hora actual en camino hacia una Nueva Civilización de Justicia, Paz y Amor.
Notas
[1] Denis Goulet, Profesor canadiense, actualmente docente de la Universidad Notre Dame de los Estados Unidos de Norte América.
[2] Esta es una frase acuñada por un agustino erudito, el P. Joaquín García, principal animador del Centro de Estudios teológicos de la Amazonía.
[3] Podemos considerar dentro de lo local los niveles comunales, distritales, provinciales desde un punto de vista territorial. En el nivel nacional el país en su conjunto. En el nivel global las relaciones internacionales entre los países, que a su vez puede subdividirse (regiones, Latinoamérica y El Caribe, continente americano, mundo en su conjunto, etc).
[4] Lo cual plantea situaciones críticas, como por ejemplo el caso del trabajo de riesgo de niños y niñas.
[5] No es lo mismo economía popular y economía informal. En el primer caso el concepto de economía popular hace referencia a la realidad del trabajo de hombres y mujeres de la ciudad y el campo que, desde sus situaciones de pobreza, exclusión, desempleo y subempleo ponen en marcha actividades económicas que tienen como finalidad satisfacer sus necesidades básicas. La "economía informal"? se refiere a actividades que no se encuadran en un marco jurídico o legal (se les llama actividades ilegales).
La economía popular no está necesariamente fuera de lo legal, por ejemplo existen pequeñas cooperativas y/o microempresas que cuentan con sus registros, pero son a la vez actividades de economía popular desde su nacimiento por las características socio-económicas de sus participantes y por su racionalidad.
[6] En el Perú existe la experiencia de los comedores populares autogestionarios, que son organizaciones de mujeres de sectores urbanos populares. Cada comedor está conformado por un promedio de 25 a 30 personas que se organizan para cocinar colectivamente de manera rotativa, producen un promedio de 130 menúes (platos de comida) diarios, con precios diferenciados de acuerdo a las condiciones económicas de cada familia, también desarrollan actividades educativas y formativas. En Lima, capital del Perú existen 1,800 de estos comedores autogestionarios y a nivel nacional 10,000. Se han organizado en "Centrales zonales"?y se han federado en la Federación de Mujeres Organizadas en Centrales de Comedores Populares Autogestionarios y Afines de Lima y Callao. Posteriormente han creado pequeñas y micro empresas desde su red social y han logrado en 1991, la dación de la Ley No.25307 de promoción de las organizaciones sociales de base.
[7] Por ejemplo mesas de concertación de lucha contra la pobreza o comités de gestión del desarrollo local.
[8] De ahí la importancia de la formación ética para las actividades de economía solidaria.
[9] Para el sociólogo chileno Luis Razeto, la economía solidaria pone en evidencia un tercer factor que él denomina el "Factor C"?, factor al cual le da el rango de fuerza productiva y factor económico, que potencia y recrea positivamente las relaciones entre los factores tradicionales Capital y Trabajo de la economía capitalista. "La letra "C"? con la que identificamos esta energía económica, alude a que con ella comienzan, en nuestro y en varios idiomas, numerosos conceptos que significan colaboración, cooperación, comunidad, companerismo, comunión, compartir, confianza y muchas otras que comienzan con el pregfijo "co"?, que expresa el hacer y el estar "juntos"?, el hacer algo solidariamente"? (Razeto, Luis, "Factor C: la solidaridad convertida en fuerza productiva y en el factor económico"? en "Globalización de la Solidaridad, Simposio Internacional un reto para todos, Muñoz Ismael y Ortiz Humberto Editores, CEP, Lima 1998, pág.29).
[10] El trabajo con y de los consumidores reviste sustantiva importancia. Se necesita desarrollar la conciencia del consumidor, que identifique su real capacidad de compra por pequeña que ésta sea y su opción preferencial por los productos elaborados en la localidad, por los productores y empresarios/as de su localidad. Ello implica también una exigencia especialmente en la calidad de los productos ofertados por productores o entidades de servicio locales. En un sentido y en otro son exigencias éticas.
Datos para citar este artículo:
Humberto Ortiz Roca. (2005). IV. Hacia la solidaridad en la economía. Revista Vinculando, 3(2). https://vinculando.org/economia_solidaria/humanizar_economia_global/solidaridad_economia_4.html
edith dice
¿Como se puede relacionar la solidaridad con el factor empresarial para que sea productiva?.