Investigación educativa desde la ontoepistemología

Resumen

En este artículo se narra en términos generales, la importancia de la Investigación Educativa desde la Ontoepistemología. Es un análisis a la producción investigativa de Postgrado en Cumaná, estado Sucre, Venezuela.

Se narra, que en las Universidades predomina en las ciencias humanísticas y sociales una investigación positivista, el estudiante aún no está formado en un pensamiento  hermenéutico, ni en la sistematización epistemológica del otro, para construir desde si, su propio pensamiento.

Introducción

En el marco de una sociedad globalizada, el avance de la ciencia tecnológica influye significativamente en el análisis crítico para la producción científica de tesis doctorales y maestrías realizadas por estudiantes de Postgrado.

Sin embargo, uno de los desafíos vigentes en las Universidades, es la poca formación que tienen en destrezas del pensamiento estos estudiantes, para proponer en sus investigaciones, soluciones factibles a las necesidades que se presentan en su entorno.

En este orden de ideas, Rosas, Flores, Valarino, (2006) Morle y León (2003) Tineo, (2009) coinciden en expresar que tanto en maestría como en el doctorado, ha crecido en los últimos años el número de estudiantes que finalizan el curso, pero no terminan su trabajo de investigación; otros, presentan deficiencias en la aplicación de la metodología seleccionada. La redacción del discurso tiene insuficiente proceso argumentativo de las situaciones problemáticas que observa en su realidad, lo que genera un pensamiento repetitivo de investigaciones realizadas por otros autores.

Desde este planteamiento, el presente artículo tiene como objetivo articular las categorías de la hermenéutica e integrarlas a la investigación educativa desde la Ontoepistemología, para que el estudiante aplique conocimientos teóricos, habilidades, principios, valores, hábitos de lectura, entre otros aspectos y pueda generar nuevas ideas que emerjan de sí, con una producción científica que trasverse el “saber del ser”; de tal manera que la trans-significación del pensamiento del otro, solamente sea una referencia que impulse su creatividad epistemológica, a partir de un pensamiento reflexivo y realice con éxito su Tesis o Trabajo de Grado.. 

Dentro de este contexto, Pérez Luna y Alfonzo, (s/f:) definen a la hermenéutica a partir de la construcción de significaciones discursivas, como una práctica metodológica porque “se proyecta con el pensar y con una argumentación sobre lo real.”(p. 8).

Es decir, la hermenéutica no puede estar ausente en ninguna investigación, porque con este enfoque metodológico, no solo se describen las características observadas en el campo de acción, sino que también se narran los conceptos teóricos de otros investigadores, a través de la comprensión, interpretación, análisis, síntesis, explicación y sistematización de los significados que se van descubriendo.

Esta nueva perspectiva hermenéutica crítica en el proceso de la investigación educativa, debe iniciarse desde el nivel de Primaria, para que cuando el estudiante ingrese en los niveles inmediatos superiores, tenga una buena base formativa como investigador, e internalice la responsabilidad de actualizar sus conocimientos en la investigación educativa, social, tecnológica y cultural.

Aunado a ello, debe acceder a un arqueo bibliográfico para aprehender los componentes teóricos con su diversidad epistémica y posturas metodológicas, de tal manera, que pueda proponer nuevas alternativas, en torno a las situaciones que indaga en su objeto de estudio.

El pensamiento de sí mismo en la investigación educativa  

Las Universidades de Venezuela requieren nuevas reformas metodológicas, ajustadas al mundo globalizado que demanda de los estudiantes a nivel de Postgrado una formación ontoepistemológico, adecuada al contexto socio-cultural, histórico y económico de esta contemporaneidad.

Por consiguiente, hay que valorar el enlace entre pensamiento-conocimiento de sí mismo, con la investigación científica que desarrollaron otros, a fin de reconocer la pluralidad que existe en sus ideas, para adoptar una postura con una nueva episteme, o argumentar la teoría de otros autores.

A partir de allí, emerge en el investigador una dialéctica entre pensar-producir para plantear nuevas propuestas educativas a partir de la diversidad paradigmática, propia de la ciencia pedagógica, y el conflicto de romper con la normativa universitaria que se encuentra anclada en el empirismo positivista. Esta criticidad lleva a un nuevo pensar que le permite descubrir en el espacio de su realidad, la oportunidad de construir desde su ser, su propio conocimiento científico.

En verdad, el investigador novel es un ciego que recorre un laberinto donde tropieza con las categorías de métodos, leyes, variables, teorías, entre otros procedimientos suministrados en el tradicional Manual que contiene la normativa institucional y se convierte en la guía metodológica, para elaborar la tesis o trabajo de grado.

Sin embargo, el estudiante carece de un tutor que le ayude a encontrar el método apropiado para ubicar su objeto de estudio e ir interpretando las primeras fases epistemológicas que lo lleve a nuevas exégesis ontológicas.

Por tanto, es una necesidad dar el salto cualitativo del “pensamiento sin contenido” al “pensamiento lógico-coherente”, tenemos que motivar a ese ser, para que desde su propio yo, pueda desaprender-se epistémicamente de lo ya aprendido para pensarse en el hacedor de su propio pensamiento por la sustantividad de las valoraciones de la ética, la honestidad, la estética, entre otras habilidades que tiene y pueda razonar-se para expresar-se y recorrer por el conocimiento hermenéutico de la reconstrucción del conocimiento científico.

La pedagogía humanista en la investigación postmodernista

En la investigación postmodernista, Martínez, (1996) plantea en su obra “Comportamiento Humano” que se debe pensar en un nuevo paradigma científico pospositivista, debido a la actual contradicción paradójica que prevalece entre lo que se afirma pero al mismo tiempo se niega en la investigación tradicional, (empirista-positivista) con métodos cuantitativos.

Es conocido el esfuerzo de muchos investigadores en diseñar políticas para una nueva cultura epistemológica en la postmodernidad, tanto en el quehacer científico como en la pedagogía, pero aún se tiene que seguir investigando al respecto, debido a la multidisciplinariedad metodológica.

Entre la diversidad de disciplinas que han dado su aporte a la ciencia se encuentra la pedagogía, porque su objetivo principal es aportar herramientas para la formación del ser humano como un todo: intelectual, corporal, afectivo y espiritual. En su constructo más amplio, la Pedagogía está referida a la educación y globaliza la reflexión paradigmática  del estudiante, como el centro de su proceso educativo.

Esta vinculación contribuye a que las investigaciones en educación desarrollen científicamente a la Pedagogía humanista. De allí la importancia, porque constituye un equilibrio del subjetivismo individual con el objetivismo social para una investigación exitosa

Dinámica de Pensamiento-Epistémico en la Investigación Educativa

La reflexión anterior abre el debate epistemológico acerca de ¿qué es el pensamiento? y ¿cómo se genera? A través de la historia, se encuentran explicaciones del proceso de la construcción del pensamiento.

Para Aristóteles, pensar “es construir en la mente un conjunto de acotaciones y características para cada una de las esencias que se realizan en la sustancia individual”; es decir, el ser tiene que aplicar lo individual al concepto; debe observar, mirar la sustancia y buscar en la epistémica lo que se ajusta a su objeto de estudio o a la esencia de su realidad, para formular una nueva propuesta

En este mismo sentido, Sócrates, sostenía que “si nuestro pensamiento racional se estructura en conceptos, y los conceptos pueden ser bien definidos, entonces importa su contenido, su sustantividad, su esencia”.

 Al profundizar en este pensar, Martínez, (ob.cit) dice que Investigadores de ciencias, como Descartes, Leibniz, Locke, con sus pertinentes epistemologías dieron importantes aportes a la construcción del pensamiento, que siguen teniendo vigencias y valor en la ciencia. A ellos, se suman las opiniones de Kant, Hegel entre otros, que interpretan la construcción del pensamiento, desde una posición idealista.

Para el investigador educativo es imprescindible conocer estos modelos paradigmáticos que han planteado a través de la historia diversos pensadores, pues le permite trascender lo denotativo y connotativo de esta literatura científica, ver la fisura dejada por ellos, trascender la teoría, replicar lo conocido, evitar reproducir al otro, aplicar sus conocimientos hermenéuticos para crear su propio pensamiento, (CPP).

Esta sistematización es posible cuando el investigador piensa profundamente desde su yo y lo vincula tanto con la esencia epistemológica como con la realidad praxiológico del campo seleccionado de su investigación. Según Fuentes y Matos (2006)

“en el concepto de epistemología está comprendido el conocimiento en su estructura, que le aporta sentidos y proyección; la epistemología entonces, se configura en el fundamento metodológico de la construcción del conocimiento científico” (p. 3)

 Con esta postura, se procura narrar una posición de análisis epistémico para reconocer la lógica del proceso que se lleva en la investigación de los Trabajos de grado, se acepta a la epistemología para diferenciar una investigación científica de una investigación circunscrita a la normativa de una cultura instituida por la Universidad.

De allí que surja en los estudiantes, la problemática de construir sus investigaciones desde su esencia con paradigmas emergentes porque no tienen tutores que los guíen en las nuevas teorías del conocimiento científico.

Dada esta complejidad de conceptualización teórica, no es fácil entonces, para un investigador novel asumir una actitud epistémica que le permita crear nuevos conocimientos, si desconoce los paradigmas científicos integradores de la epistemología como son: su génesis, estructura, leyes, principios, teorías, sistemas de relaciones, hipótesis, métodos, demostración o confirmación de su objeto de estudio, entre otros compendios científicos que debe aplicar en el desarrollo de su investigación.

 Al respecto, Matos y Fuentes (ob.cit) manifiestan que para la construcción de un nuevo conocimiento, es necesario descubrir las inconsistencias teóricas que al mismo tiempo se relacionan en la realidad social.

De allí, emerge una dinámica entre las brechas epistemológicas de otros autores con el pensamiento del investigador, desde su cultura epistémica para presentar una nueva propuesta teórica de su objeto de estudio. Estos autores sostienen que

“si no se encuentran estas brechas, que conducen la intencionalidad científica de los investigadores, la nueva construcción teórica que se propondrá corre el riesgo de convertirse en una repetición sistematizada de los conocimientos ya existentes”. (p.4)

 Esto quiere decir, como investigadores debemos sistematizar las categorías científicas de las teorías investigadas por otros autores, comprender su origen e indagar la relación dialéctica que existe en la historicidad del objeto de estudio.

A partir de esta contradicción entre el objeto que se revela y las teorías que presentan la falta de alguna esencia en la estructura de sus conceptos, nuestro pensamiento dinamiza el razonamiento para sintetizar la existencia de fisuras epistémicas, solamente así, se inicia la intencionalidad para la construcción de un nuevo conocimiento.

A manera de conclusión

La Investigación Educativa desde un pensamiento Ontoepistemológico, nos permite evaluar el pensamiento del otro con nuestra propia argumentación, es decir, se establece un pensamiento dialógico que irradia explicación de aceptación de las opiniones del otro, pero también se puede contradecir conceptos con argumentos que evidencie nuestra diferencia opinática.

Este razonamiento hermenéutico, es la esencia de la dialogicidad del pensamiento, como lo piensa Buber: “somos en tanto dialogamos,” porque el ser humano existe en la relación yo/otro.

En síntesis, la producción de Trabajos de Grado en educación es sumamente compleja por las insuficiencias de formación en investigación científica, de los estudiantes de Postgrado; por ello, es necesario que como investigadores sistematicemos las categorías epistémicas que explican la realidad de la investigación, para comprender, interpretar y explicar los fenómenos que en ella se aborda desde la práctica social. Se trata de dimensionar la investigación educativa con un pensamiento ontoepistemológico.

Referencias

• Buber, M. (2012). Dimensiones Filosóficas Políticas de un Pensar Dialógico. Disponible en: http//www.uv.es. Consulta: 6-8-2017.
• Fuentes, H. y Matos, E. (2006). Lo Epistemológico en la Lógica del Proceso Investigativo. Centro de Estudios de Educación Superior, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. Cuba.
• Martínez, M. (1996). Comportamiento Humano. Nuevo Método de Investigación. Editorial Trillas. 2da, edición. México
• Morle, V. y León, J. (2003). La educación de postgrado en Iberoamérica. En; La Gestión de la Calidad del Postgrado en Iberoamérica. Experiencias nacionales. Salamanca: Asociación Universitaria, Iberoamericana de Postgrado
• Pérez; E. y Alfonzo, N. (s/f) Hermenéutica de la Construcción de Teoría en el espacio Educativo. Universidad de Oriente, Venezuela.
• Tineo, L. (2009) Dinámica Constructiva Epistémica de la Comprensión de Textos Académicos. Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas. Santiago de Cuba. Cuba.
• .Rosas, A. Flores, D. Valarino, E. (2006). Rol del tutor de tesis: Competencias, condiciones personales y funciones. Investigación y Postgrado, 21(1), 153-185. Recuperado en 29 de mayo de 2017, de