El compostaje es el proceso a través del cual se consigue el abono natural que llamamos compost. Se produce por la acción de los microorganismos del suelo (hongos, bacterias. lombrices…) que descomponen la materia orgánica (comida y plantas).
En todas las casas desechamos restos orgánicos que podríamos convertir en un rico abono para nuestro huerto o jardín. Además contribuiremos a la reducción de residuos. ¡Y hacerlo es más fácil de lo que la gente piensa!
Qué necesitamos
En realidad si tienes un huerto o jardín, no necesitas mucho más. El compostaje tradicional se hace en lo que se llama “el montón”. Se sitúan los restos orgánicos amontonados sobre la tierra en una zona sombreada, resguardada del viento y la lluvia, y se deja que los microorganismos del suelo hagan su trabajo.
No obstante, existen compostadores que son recipientes que nos permiten delimitar el espacio del compostaje. Además de ser una opción más estética, también se recomienda su uso porque facilitan las condiciones necesarias para el proceso.
Tanto si usamos compostador como si no, deberemos tener en cuenta algunas variables para conseguir el abono orgánico:
- Humedad: debemos mantener siempre húmedo el compost, pero sin que llegue a estar empapado.
- Aireación: es necesario airear el compost porque los microorganismos que se encargan de la composición necesitan oxigeno para trabajar (mientras que los microorganismos responsables de la putrefacción se desarrollan en ausencia de oxigeno, y por eso nuestro compost olerá mal si no se airea). Debemos mezclar y remover regularmente.
- Temperatura: la propia actividad de los microorganismos eleva la temperatura del compost. Los valores adecuados son de entre 65 y 70º.
Cuando no distingamos las diferentes clases de restos del compost, tengamos una materia de color marrón oscuro, frío y que “huela a bosque”, ¡nuestro compost estará listo!
Qué cosas debemos y qué cosas no debemos compostar
Podemos compostar:
- Restos de poda y cosecha (es mejor triturarlo primero)
- Plantas y hojas secas
- Restos de verduras, frutas y legumbres
- Cáscaras de huevo
- Posos de café y té
- Trozos de madera y serrín (si no es tratada)
- Papel de cocina
- Pelo
- Tapones de corcho
En muchos casos se aconseja no compostar algunos alimentos que, aunque si son biodegradables, pueden generar malos olores y atraer a roedores y otros visitantes no deseados (los marcamos con un asterisco).
- Comida cocinada *
- Restos de lácteos y yemas de huevo *
- Carnes y pescado *
- Plantas enfermas
- Grasa
- Defecaciones de animales
- Carbón
- Pañales, compresas, preservativos… aunque sean biodegradables (los no biodegradables irán al cubo de basura de Resto) *
Algunos problemas comunes y como solucionarlos
- Si descubres hormigas paseándose por tu compost es síntoma de que está demasiado seco. Añádele agua.
- Si siempre encuentras moscas, mosquitos y gusanos es porque los restos de comida están demasiado accesibles para estos bichos. Siempre debes enterrar los restos que sean frescos.
- Si la comida se mantiene intacta y no se descompone, probablemente el compost este demasiado seco, humedécelo.
- Si el compost huele mal, como ya hemos dicho, deberemos airearlo removiéndolo. Aún así, deberemos vigilar que no tenga un exceso de humedad.
Cuantos más desechos y más variados tengamos, mayor calidad tendrá nuestro abono.
Más información en:
Datos para citar este artículo:
Pablo Sánchez. (2013). El compostaje doméstico: como hacer compost en casa. Revista Vinculando, 11(1). https://vinculando.org/microblogging/el-compostaje-domestico-como-hacer-compost-en-casa.html
Lorena mora cerda dice
hola soy lorena , y me gusta el compostaje. me gustaría saver más sobre lo anunciado.