Introducción
El aprendizaje humano es un proceso que involucra muchas experiencias de acercamiento y aprehensión de la realidad; se trata de un procedimiento de interrelación en el cual el individuo que desea aprender, identifica en un entorno, una serie de datos que conjugados en un evento pueden conducir a la conclusión de que adquirió un nuevo conocimiento al que deberá dotarle de sentido en su experiencia cotidiana.
En sus diferentes estadios, el aprendizaje exigirá formas de interpretación de lo percibido que indudablemente colocarán al individuo -que aprende- frente a experiencias de comprensión, razonamiento y explicación que generen nuevas formas de conocimiento, teorías, hipótesis; en definitiva, nuevos saberes.
Este sistema (el del aprendizaje) está mediado por un sinnúmero de factores externos e internos al sujeto que aprende; las experiencias vividas o las expectativas creadas por el individuo lo ubican dentro del escenario del aprendizaje atravesado por innumerables elementos, signos y símbolos que al reunirse bajo un orden lógico –previamente establecido por el sujeto que aprende- pasan a constituirse en estructuras significativas que buscarán explicar una parte de la realidad que estuvo involucrada en la acción de aprehensión.
Un gran parte de los conocimientos que hoy forman parte del bagaje significativo de saberes que están a disposición de las sociedades y sus individuos, son el resultado de los procesos antes mencionados. Los saberes que en la actualidad explican el mundo y sus interacciones, son el resultado de complejos procesos lógicos de comprensión, análisis, razonamiento y aplicación; sin duda alguna, dichos conocimientos surgieron en escenarios formales de educación y en otros espacios lúdicos.
Jugar para aprender
El juego, la imaginación y el razonamiento son aspectos propios del ámbito educativo y de la formación integral en el ser humano; el desarrollo del pensamiento, la puesta en escena de la creatividad, la activación del razonamiento, el mejoramiento actitudinal y el fortalecimiento de la autovaloración, el autoestima y la confianza personal son posibles si se combina de manera adecuada la lúdica en el proceso formativo de cualquier índole, brindando de este modo una infinidad de variadas aplicaciones.
El juego, es una condición esencial para ser permisivos en la generación de ideas y también para romper estructuras mentales rígidas y arraigadas. Jugar permite romper los límites de la imaginación y de la realidad logrando de ese modo recrear nuevas opciones y alternativas a situaciones cotidianas y de aprendizaje.
La importancia que tiene el desarrollo lúdico en la formación y aprendizaje humano es definitivamente inconmensurable; es imposible pensar en acceder al conocimiento sin esa especial conexión de los procesos de enseñanza con actividades y recursos didácticos innovadores y de alto impacto motivacional.
Todo estudiante requiere aprender a resolver problemas, a analizar críticamente la realidad y transformarla, a identificar conceptos, aprender a aprehender y descubrir el conocimiento de una manera amena, interesante y motivadora; aspectos que son posibles de alcanzar si se incorporan principios lúdicos en la experiencia del aprendizaje.
El juego es una actividad amena de recreación que sirve de medio para desarrollar capacidades mediante una participación activa y afectiva de los estudiantes, por lo que en este sentido el aprendizaje creativo se transforma en una experiencia feliz. El juego, como forma de actividad humana, posee un gran potencial emotivo y motivacional que puede y debe ser utilizado con fines docentes.
El juego didáctico es una técnica participativa de la enseñanza encaminado a desarrollar en los estudiantes métodos de dirección y conducta correcta, estimulando así la disciplina con un adecuado nivel de decisión y autodeterminación; es decir, no sólo propicia la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades, sino que además contribuye al logro de la motivación por las asignaturas; por lo tanto, constituye una forma de trabajo docente que brinda una gran variedad de procedimientos para el entrenamiento de los estudiantes en la toma de decisiones para la solución de diversas problemáticas.
El juego es una actividad, naturalmente feliz, que desarrolla integralmente la personalidad del hombre y en particular su capacidad creadora. Como actividad pedagógica tiene un marcado carácter didáctico y cumple con los elementos intelectuales, prácticos, comunicativos y valorativos de manera lúdica.
Al jugar para aprender sin duda alguna ubica al individuo en un verdadero momento de aprehendizaje; porque la diversión conjugada con la comprensión, interrelaciona los elementos presentes en ese ejercicio de percepción de manera que lo captado por los sentidos adquiere significado real y en esencia aplicación; estos dos elementos (significado real y aplicación) son indudablemente necesarios al instante de justificar las razones por las cuales un nuevo conocimiento será puesto en marcha y tendrá la aceptación colectiva en favor del desarrollo social.
Referencias Bibliográficas
- HUERTAS, C. P., & Literatura, L. C. Y. El juego como recurso educativo.
- Montero, M. M., & Alvarado, M. D. L. Á. M. (2011). El juego en los niños: un enfoque teórico.Revista Educación, 25(2), 113-124.
- Moyles, J. R. (1990).El juego en la educación infantil y primaria (Vol. 16). Ediciones Morata.
- Sarlé, P. (2011). El juego dramático, la educación infantil y el aprendizaje escolar.Psykhè, 9(2).
Datos para citar este artículo:
Cristhian Joaquín Vargas Caicedo. (2015). El juego en el aprendizaje. Revista Vinculando, 13(2). https://vinculando.org/educacion/juego-en-aprendizaje.html
GABRIELA LOPEZ dice
super el articulo del juego