En horas recientes, e inspirado por la mente siempre aguda y perspicaz de Lich Andares, me he dado a la tarea de cerrar conclusiones acerca del facebook.
Yo llevo un ratote viviendo el facebook con una doble intención. por un lado, como adicto a los aparatos y refugiado de las relaciones cuerpo a cuerpo. Vamos: como casi todos los que nos clavamos en esta cosa. Por otro lado, como un fascinado de los fenómenos masivos.
Cuando empecé -hace tres años- a impartir la materia de análisis de los medios masivos de comunicación, me secuestraba la cabeza el fenómeno del myspace, el hi5, el facebook y el twitter, sin dejar de pasar por los blogs. me apoyé en tanta literatura como me fue posible -y que pongo a sus disposición si ése fuera su ánimo-. Con mis alumnos de sexto de prepa, problematizamos distintas aristas del fenómeno éste de la hiperconectividad y su simultánea claustrofilia. Desde luego que a mí me hacía sentido porque yo mismo he sido un ferviente claustrofílico y un severo enajenado por los gadgets y lo que acá llamo “macdonalización de la comunicación”. El término no es enteramente mío, como sí el resultado de reflexiones con mis exalumnos en torno al asunto. En resumen, el terminajo nos refería un sistema exprés de comunicación fácil y casi nunca nutritivo pero sí superficial, plástico, mesmerizante y bien empacado.
No quiero hablar muchísimo más -y mucho menos de manera académica- de otros temas que son parte de la misma trenza, pero los enuncio por ser ingredientes de este alimento que me está llevando a considerar la retirada lenta y despierta del facebook: la venta inconsciente de la vida privada, la escisión de la personalidad no ya en un “yo sano” y otro enfermo, pero sí en un “yo material” y uno virtual. Además, el análisis de la estética de la foto-perfil y el fenómeno photoshop como construcción de la nuevas irrealidades con sus seguidas decepciones al momento de enfrentarse en un café, por ejemplo, los dos que se “conocieron por face” hace años, etcétera.
Mis lentes siempre han tendido a la psicología y la antropología y por eso me dejo admirar por los enfoques que algunas personas, como Alicia Andares, logran acerca de estos problemas. Lich Andares tiene una puntería sociológica que asusta y, por eso, acepté de inmediato su alerta acerca de facebook y la propuesta de comenzar un foro de debate con intención de cerrar filas para comprender mejor el asunto y, en todo caso, alejarnos de esta golosina envenenada sin perder lo ganado… sin abandonar por completo nuestras “casas virtuales”, porque -lo sabemos- mucho nos ha dado la posibilidad de compartir y comunicarnos con personas que están lejos geográficamente, pero tan cerca de la perspectiva y de los afectos.
Me dejo mover por lich hacia la reflexión. yo los invito a eso mismo. ¿les interesa?? Desde ya, comparto un par de documentos que conviene tener en mente:
- http://gizmodo.com/5530178/top-ten-reasons-you-should-quit-facebook
Un abrazo,
Diego Villaseñor
Datos para citar este artículo:
Diego Villasenor C.. (2010). Reflexiones acerca de Facebook. Revista Vinculando, 8(2). https://vinculando.org/psicologia_psicoterapia/reflexiones_acerca_de_facebook.html
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