La Fundación para el Apoyo de la Comunidad, A.C. (FAC), fue una organización formada por la Arquidiócesis de México para responder a miles de capitalinos que habían perdido su vivienda por los terremotos de 1985. Desde sus orígenes, la FAC fue colocada por el cardenal Ernesto Corripio como intermediaria para recibir y administrar recursos nacionales e internacionales para la emergencia y la reconstrucción. Estos últimos provenían de la cooperación al desarrollo, sobre todo de organizaciones católicas. El sacerdote jesuita Enrique González Torres fue el primer director de la FAC. Un miembro de la Fundación sintetiza así su momento fundacional: "Crear un organismo que tuviera bajo su encargo diseñar, estructurar y operar de manera más organizada, el cúmulo de acciones que se anticipaba necesario realizar durante la etapa de reconstrucción de los daños humanos y materiales provocados por los sismos […] Con esto en mente se creó con el finales de 1985 la Fundación para el Apoyo de la Comunidad (FAC)"?.[1]
En los años inmediatos posteriores a los sismos, la FAC, además de las tareas de reconstrucción, se fue conformando como el órgano de pastoral social de la Arquidiócesis de México y tuvo bajo su responsabilidad una serie de servicios que le daban contacto con diversos grupos de la metrópoli. La FAC fue anudando relaciones con la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal. Con esta constelación de vínculos, la Fundación de Apoyo a la Comunidad sería uno de los convocantes principales del Seminario de Tepozotlán de julio de 1990.
Algunos meses después de la Torre de Babel que fue la reunión de Tepozotlán, la Fundación para el Apoyo a la Comunidad organizó con otras ong’s un Seminario sobre el Tratado de Libre Comercio, a lo largo de seis meses. A partir de la experiencia de concertación, derivada de los sismos, la Fundación visualizó y empezó a dar forma a un proyecto de organización permanente que pudiera aglutinar instituciones de asistencia privada, organizaciones sociales, organizaciones civiles de promoción del desarrollo, fundaciones y fondos sociales para diversos sectores de la población.
Con los vínculos surgidos durante la reconstrucción, con otros tejidos a partir del Seminario de Tepozotlán y otros propios de una parte de la Compañía de Jesús, la FAC empezó a plantear reuniones por mesas o foros temáticos para definir estrategias específicas y para conseguir recursos. Los temas de las mesas fueron inicialmente: niños, jóvenes, ancianos, salud y discapacitados, rural, trabajo, vivienda social, comunicación y espacio de mujeres.
Al cumplir 75 años de edad, el cardenal Ernesto Corripio, arzobispo titular de la Arquidiócesis de México tendría que retirarse. Debido a las fuertes contradicciones que había tenido con el delegado de El Vaticano, Girolamo Prigione, las condiciones excepcionales que la FAC había tenido para todas sus actividades seguramente se verían modificadas. Anticipándose a ello, el equipo de dirección de la FAC diseñó una estrategia de conformación de instituciones para la asistencia y el desarrollo. Una invención que puso de manifiesto los vínculos de la iglesia católica con una parte del gobierno mexicano fue el diseño de un dispositivo de compra de deuda en dólares en su valor de mercado y de reconocimiento de la misma en su valor real en pesos por parte de la Secretaría de Hacienda. A este mecanismo se le llamó "swap":
El swap consiste en que con la previa autorización del gobierno mexicano, instituciones nacionales compran deuda mexicana en dólares a valor castigado, en el mercado secundario internacional. Dichos documentos de deuda son a su vez, recomprados por el gobierno mexicano a su valor nominal y en pesos mexicanos. Dependiendo del valor que se le asigna a la deuda en los mercados secundarios, esta operación deja a la institución compradora un marco de utilidad interesante, con lo cual se optimiza el recurso financiero utilizado para ello. Ante esta posibilidad alterna de financiamiento, FAC promovió la creación de una institución llamada Fondo para la Asistencia, Promoción y Desarrollo, iap (FAPRODE) para que sirviera de mecanismo gestor de lo que se denominó "swap social".[2]
Así, al término de la operación, cada institución recibía la cantidad que aportó para la compra del swap, más los beneficios del diferencial entre el valor de compra en dólares y el valor de recompra que en pesos pagaba el gobierno mexicano, menos un porcentaje descontado por el gobierno y otro por el FAPRODE para la operación del mecanismo. El swap implicó una negociación con el poder ejecutivo, con la Secretaría de Hacienda, con bancos en el país y en el extranjero.[3]
Así pues, en agosto de 1992, varios grupos del Seminario del TLC y otros de los foros temáticos posteriores a Tepozotlán se dotaron de un proyecto compartido y de una propuesta organizativa común, que tomaría el nombre de Foro de Apoyo Mutuo (FAM): "El Foro de Apoyo Mutuo (FAM) es el nombre que se ha dado el grupo de ong’s y organizaciones sociales populares, que con espíritu abierto y con disposición de interacción y de mutualidad solidaria, se proponen ciertas metas sociales conjuntas concertadas"?.[4]
Nos interesa considerar particularmente los puntos de vista y acciones del Foro de Apoyo Mutuo en torno a las relaciones con la Secretaría de Hacienda y la iniciativa de ley de las ong’s de este periodo.
En Tepozotlán, la Fundación de Apoyo a la Comunidad había estado de acuerdo con la modificación del marco jurídico de la asistencia y prácticamente desde entonces hasta 1993 había estado colaborando con la Junta de Asistencia Privada y manteniendo una buena relación con ella, promoviendo activamente la conformación de instituciones de asistencia privada.
Las ong’s y organizaciones sociales inicialmente atraídas al FAM, en parte por la posibilidad de conseguir recursos financieros, en parte por la de construir un proyecto, empezaron a darse una articulación sectorial. Para 1992, la mayoría de las organizaciones que conformaron el Foro de Apoyo Mutuo eran asociaciones civiles, que no veían necesario ni conveniente transformarse en iap’s.
El 16 de diciembre de 1992 se constituyó DEMOS, iap, como una institución de asistencia privada de manera previa a una importante reunión en París que se realizaría del 17 al 19 de mayo de 1993 con bancos, iglesias y ocpd’s europeas de cooperación al desarrollo: "Un grupo de personas reunidas en torno a la organización Fondo para la Asistencia, Promoción y Desarrollo, iap (FAPRODE), creó DEMOS, iap, con el propósito de contar con una institución, con nombre fácil de recordar, con contenido publicitario para captar recursos nacionales a través de una campaña de comunicación social"?.[5]
DEMOS se constituyó como una organización financiera que apoyaría proyectos operados por organismos e instituciones no gubernamentales y por grupos de ciudadanos que sustentan sus acciones en la participación comunitaria. Su misión sería: "fortalecer y desarrollar a la sociedad civil organizada de México, a través del apoyo financiero y técnico a proyectos presentados y operados por instituciones y grupos que trabajan en favor de terceras personas, sin importar la ideología o filiación política de sus miembros individuales"?.[6]
La relación entre el Foro de Apoyo Mutuo y DEMOS se estableció de la siguiente manera:
El Foro de Apoyo Mutuo viene a apoyar el trabajo de cada una de las organizaciones participantes. A partir de la autonomía de cada una de ellas se busca aumentar la
fuerza social, mediante la
articulación de esfuerzos y propuestas. Tres propósitos principales explican la participación de las organizaciones y foros en el FAM: la necesidad de negociar en común apoyos económicos, la necesidad de protección jurídica-fiscal para sus operaciones y la necesidad de incidir en nuevas políticas sociales […]
La organización DEMOS, iap (organización de segundo piso), es la figura legal seleccionada por el FAM para administrar y operar con eficiencia y eficacia los Fondos Sociales DEMOS. Representa la organización responsable y legal de la captación de recursos monetarios nacionales y extranjeros"?.[7]
En diciembre de 1994, el FAPRODE, iap, otorgó a DEMOS, iap, en donación, N$6’969,881.00 para que los destinara a su objeto social. Caritas de Alemania otorgó N$920,091.00 y otros donantes otorgaron N$31,029.00 para constituir, al 30 de noviembre, el activo inicial de DEMOS con un monto de N$9’283,146.00.[8]
Como puede verse, el Foro de Apoyo Mutuo nace heredando de la Fundación de Apoyo para la Comunidad una tradición relacionada con la conformación de dispositivos financieros complejos que permitieran contar con recursos para el trabajo de desarrollo y asistencia.
La naturaleza propia de las ocpd’s de ser no lucrativas, promotoras de políticas públicas y orientadas al interés social, va a llevar al Foro de Apoyo Mutuo, desde sus orígenes, a sumarse a iniciativas de legislación fiscal que reconocieran a las ong’s en sus rasgos esenciales, dado que la composición social de la mayoría de los miembros del FAM, soportada por la figura de asociación civil, exigía que la transformación de las leyes fiscales fuera un ámbito nodal de su quehacer y estrategia colectiva.
Cuando a mediados de 1993, los cambios en las leyes fiscales dificultaron cada vez más el trabajo de las ong’s, la Asamblea del FAM y el pleno de su Comité Coordinador acordaron trabajar para elaborar, junto con la Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia y otros grupos interesados, una iniciativa de ley que reconociera la identidad de las ocpd’s como organizaciones de servicio al bienestar colectivo y por lo tanto de interés público, nombrando como equipo responsable de avanzar en esa inciativa al sociólogo Enrique Brito y al abogado Alfonso Poiré.
El marco legal que regula a las organizaciones civiles ha sido incapaz de propiciar la acción organizada de la sociedad en la atención de los problemas. En nuestro sistema legal prevalece la visión de que las organizaciones civiles requieren del control y el tutelaje del Estado […] El reto es lograr una ley de fomento a las organizaciones civiles, que más que controlar reconozca y aliente los esfuerzos de las organizaciones para mejorar las condiciones de vida de la población empobrecida y excluida. Esta ley deberá incluir cuatro elementos: el reconocimiento legal de las formas asociativas de las organizaciones para que puedan mejorar la atención de los problemas sociales; la responsabilidad gubernamental en la canalización de los recursos públicos a estas entidades legalmente reconocidas; y un control social sobre las previsiones de la ley"?.[9]
Para 1995, el Foro de Apoyo Mutuo contaría con 250 organizaciones miembros, repartidas entre ocpd’s, organizaciones sociales y de asistencia en 22 estados, coordinadas en foros regionales y en foros temáticos, estos últimos en los siguientes campos: ancianos, niños, jóvenes, desarrollo social, salud-discapacitados, desarrollo rural, comunicación, vivienda, trabajo, indígenas. También en 1995, el colectivo original de la FAC inició la formación de un Instituto de Análisis y Propuestas Sociales para contar con información sistematizada sobre deuda externa y para viabilizar la transferencia de recursos del ramo 24 del presupuesto federal, destinado al pago de la deuda, hacia proyectos de desarrollo regional, mediante convenios entre gobierno y acreedores internacionales, así como otras propuestas frente a esa problemática.
La Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia y el Foro de Apoyo Mutuo, nacidos de diferente posición frente a la asistencia privada, a la filantropía y el gobierno, en medio de fuertes debates y posicionamientos, se fueron desarrollando como en espejo, por oposiciones y complementariedades, con diferentes concepciones, a través de distintos métodos; en el camino fueron construyendo alianzas y acuerdos de trabajo conjunto, pues la cada vez más difícil situación de los sectores populares, el incremento de las demandas de asistencia y promoción, la política de fraude electoral, la disminución de los recursos de la cooperación internacional, el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, las iniciativas ciudadanas de carácter nacional, la aparición del movimiento zapatista en el sureste chiapaneco y los nuevos controles fiscales fueron, sin duda, una interpelación a ambas, así como una convocatoria para elaborar estrategias conjuntas y realizar campañas y acciones de común acuerdo. De esta manera, las demandas de los sujetos sociales con los que trabajaban tanto la Convergencia como el Foro, contribuyeron a acercarlos, a través de procesos de articulación de estrategias en varios campos de la acción social.
Notas
[1] Arredondo, Vicente. La Concertación Social desde la experiencia de la Fundación Para el Apoyo de la Comunidad. FAC, Cuadernos de Divulgación y Análisis, México, octubre de 1993, pág. 6.
[2] Arredondo, Vicente. Op. cit., págs. 22 y 23.
[3] Entre 1992 y agosto de 1993, el FAPRODE habría operado 160 millones de dólares, distribuyendo los beneficios de las ganancias entre 450 grupos. Arredondo, Vicente. Op. cit., pág. 25.
[4] Foro de Apoyo Mutuo. Trítptico. México, 1993.
[5] Foro de Apoyo Mutuo. México. Los Fondos Sociales DEMOS.. Reunión de París, mayo de 1993, pág. 7.
[6] Fundación DEMOS, iap. Op. cit., pág 9.
[7] Foro de Apoyo Mutuo. México. Tríptico, Ciudad de México, 1993.
[8] Fundación DEMOS, iap. Op. cit., págs. 43 y 44.
[9] Foro de Apoyo Mutuo. Organismos No Gubernamentales. Definición, Presencia y Perspectivas. Foro de Apoyo Mutuo, México, 1995, págs 62 y 63.
Datos para citar este artículo:
Rafael Reygadas Robles Gil. (2006). 3.4. El Foro de Apoyo Mutuo. Revista Vinculando, 4(1). https://vinculando.org/sociedadcivil/abriendo_veredas/34_foro_apoyo_mutuo.html
Tanny Torres dice
Hola a Todos
Por la presente, paso a informarles que se ha publicado en el Perú el libro: Los dogmas de la Iglesia Católica Apostólica Romana – 2000 años de EQUIVOCACIONES O MENTIRAS.
Autor: Academia Filosófica de La Plata (Argentina)
Editor: Academia Filosófica del Perú
El libro cuesta s/. 30.00 (Treinta Nuevos Soles). Pueden solicitarlo en Av. Arica Nº 384 Dpto. 207 Breña. Lima (De lunes a viernes de 6 a 9p.m. y sábados de 3 a 9 p.m.). Tel. 0051-01- 3301963
beatriz mendoza dice
Desde hace muchos años he sabido de su labor, pues en mi colonia hay muchas familias que fuerón beneficiadas con viviendas a raíz de los sismos del ‘95. Me gustaría saber si aún ayudan en ese ámbito, pues mis vecinos y yo necesitamos ese tipo de ayuda, desafortunadamente no hemos encontrado apoyo, somos de bajos recursos y no podemos obtener,(la mayoría) un crédito bancario.Agradecería mucho su respuesta a la presente.Beatriz Mendoza