Al iniciar la escritura de las primeras líneas de este escrito, no puedo negar que un inmenso “temor” se apoderó de mí, ya que pensé que en un día como este (15 de junio, día de Corpus Christi en República Dominicana) un buey me diría cosas tales como: “Hoy no se escribe”, “deja ese libro”, “no te lleves del maestro Bartolo”, “oye, te vas a fuñir”.
Solo que en esta oportunidad no le hablaría un buey a su amo por la exposición constante del pobre animal al trabajo sin descanso, sino que esta vez serían unas teclas, un monitor, marcadores, lapiceros, libros, etc. los que tendrían la voz cantante ante esta tradición cultural y religiosa. Pero no se preocupen, hasta el momento ninguno de los objetos mencionados ni siquiera se ha enterado de mi presencia.
Hablaba de las primeras líneas de este escrito, ya que se trata de un documento que forma parte de los trabajos de la asignatura “El discurso: características y componentes de la maestría Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Español. En esta ocasión nos basamos en la lectura del libro “La ciencia del texto” de Teun van Dijk.
Para la realización de este informe – ensayo, primero le di una ojeada a las distintas partes del libro, tales como la portada, el índice, y demás partes; luego, me puse a pensar en las herramientas bibliográficas con las que contaba; después, me armé con lapiceros y marcadores de distintos colores; a continuación, procedí a la lectura minuciosa del libro, subrayándolo, haciendo acotaciones, anotando ideas (el libro quedó muy parecido a una cebra); en cuarto lugar, busqué datos del autor, y me concentré mucho en la portada; finalmente, armé las distintas ideas que me fueron surgiendo para condensar este escrito.
Hablar de Teun van Dijk es hablar de una de las voces pioneras y más autorizadas en lo que respecta a la teoría del discurso en su análisis crítico y en otras vertientes. Este lingüista holandés nació en 1943. Es autor de una gran cantidad de libros, entre los que se pueden mencionar: Texto y contexto (1980); Las estructuras y funciones del discurso (2005); Prensa, racismo y poder (1995); Estudios del discurso (2000); Ideología: Una aproximación multidisciplinaria (1999); La ciencia del texto (1983); entre otros.
Como se puede apreciar, los distintos títulos de su producción, así como la trayectoria académica lo convierten en un verdadero referente en el discurso y su incidencia. Cabe destacar, que solo hemos mencionado algunas de las obras de este formidable humanista del mundo y de los Países Bajos.
Todo ser humano es, en gran medida, producto de su contexto. Por ello, observando el año en el que nace van Dijk, haremos un breve recorrido por algunos acontecimientos históricos para situar de alguna manera al autor y acercarnos más a él.
Iniciemos. Nuestro lingüista nace dos años antes de culminar la Segunda Guerra Mundial. Holanda se encuentra, según diferentes fuentes históricas, dentro del grupo de países que más víctimas aportó al Holocausto, además de otras consecuencias derivadas tras un conflicto armado: hambre, migración, escases, etc.
En 1961 Países Bajos adquiere la condición de multiculturalidad tras las migraciones de personas que pertenecían a sus antiguas colonias tras estas independizarse; sin embargo, yo lo sitúo mucho antes con sus piratas y el tráfico de esclavos. En 1969 se produjo la llegada del hombre a la luna; otros hechos. Una persona de naturaleza sensible como nos parece ser nuestro personaje, de alguna manera debió ser tocada por un panorama similar.
De hecho, los títulos de sus obras relacionados con el racismo, el poder, el contexto, la cultura, etc. desde mi punto de vista deben de estar relacionados con ese devenir histórico, además de las influencias de su vida particular en la que su centro de trabajo intelectual lo constituye el discurso, dándole la oportunidad de la interacción social e ir más allá de la visión que otros podrían tener en relación con la humanidad.
Ni hablar de la historia de Ana Frank en Ámsterdam, ¿Creen que dejó una que otra secuela memorial? ¿Piensan que pudo influir de algún modo en la manera de ser y de pensar de una que otra persona o simplemente en nuestro autor? Se los dejo de tarea.
La versión de La ciencia del texto que nos tocó leer data de 1983, en la traducción al español. En ella figura en la portada un crucigrama. Sus diferentes aspectos están contenidos en unas 305 páginas, distribuidas en siete capítulos, al final de los cuales el autor establece o hace una especie de revisión del contenido de su libro tras cinco años después de ser publicado, como si se tratase de una actualización parcial de la misma. De manera que iniciaremos nuestros pareceres y experiencias con este libro a partir de la portada.
Con el título “La ciencia del texto” ponemos en práctica lo que el autor llama en la página 171 de esta versión “las estructuras fonológicas gráfico – tipográficas globales y locales” de la estructura superficial. En esta parte llama poderosamente la atención el término “ciencia”. ¿Qué es la ciencia? Con relación a esto Ezequiel Ander – Egg (1983), en “Técnicas de investigación social”, nos dice: “El término ciencia deriva etimológicamente del latín scire que significa saber, conocer. Pero el verbo latino scire más que al saber alude a una forma de saber y a la acumulación de conocimientos”.
Este autor afirma que en cualquier ciencia existe una secuencia propia del trabajo científico que los epistemólogos suelen expresar en una especie de cadena que inicia con un problema, seguido de hipótesis, verificación empírica, ley y teoría. No quiero dejar pasar por alto esta parte sin mencionar dos palabras que el autor utiliza en La ciencia del texto: cuantitativo y cualitativo.
En relación con esos términos, Sampieri (2006) nos dice que en toda investigación parte de un determinado enfoque, y que existen dos enfoques (cuantitativo y cualitativo), los cuales son paradigma de la investigación científica. El enfoque cuantitativo usa la recolección de datos para probar hipótesis, con base a la medición numérica y al análisis estadístico, para establecer patrones de comportamiento y probar teorías.
De su lado, el enfoque cualitativo se refiere al uso de la recolección de datos sin medición numérica para descubrir o afinar preguntas de investigación en el proceso de investigación. ¿Por qué traigo a colación los términos antes expuestos por estos dos autores? Parto de la consideración de que la palabra “ciencia” empleada en el título no responde a la ciencia como tal, sino a una visión particular del autor con relación al empleo y la influencia del discurso o del texto en la cotidianidad. Esa palabra representa para mí una especie de adorno.
Siguiendo la portada, observamos un crucigrama en el que figuran el nombre de la editora, el apellido del autor Dijk y el título de la obra. Sin embargo, yendo más allá observamos la presencia de otras palabras como: historia, métodos, estructura, hoja, gramática, prensa, crea, arte, oro, charla, crear, telar, e incluso hay una palabra de origen nórdico “kram” la cual es empleada en distintos aspectos de significación entre ellos “apretar”. Lo curioso es que la palabra crea está colocada de modo perpendicular a la palabra estructura.
¿Qué nos indica todos los hallazgos anteriores? En su conjugación todas estas palabras son un indicador del contenido del libro en sentido general, ya que recoge en parte el empleo de la prensa en la manipulación comunicativa (apretar), y su representación como medio de comunicación de masa y la importancia que tiene la creatividad en la producción de textos orales y escritos como la charla, sin embargo, para crear hay que desarrollar un método que muy bien podría estar definido por el desarrollo del estilo, para desarrollar el estilo hay que conocer la gramática propia del texto objeto de nuestra creación; finalmente, tendríamos un telar comunicativo plasmado en una hoja, con palabras que valen oro, ese oro es la ciencia que expresan las ideas del texto, y las ideas forman parte de la historia, pues la historia se construye con hechos y palabras.
Y estas son, nada más y nada menos, algunas ideas planteadas por el autor a lo largo del desarrollo de su obra La ciencia del texto.
Lo anterior lo podemos constatar en la distribución del índice en el cual el autor pone de relieve la relación de la ciencia del texto con otras disciplinas, la relación texto – gramática, luego sigue con la pragmática, los actos de habla y el contexto; luego sigue con las estructuras estilísticas y retoricas, continúa con las superestructuras, seguido de la psicología de la elaboración del texto, hasta llegar al texto e interacción, siendo el eje de este asunto: la conversación.
Dicho esto, nos proponemos destacar algunas puntualizaciones, para nosotros esenciales en las ideas que el autor pretende proyectar:
En la página 28, dice que la función de la ciencia del texto consiste en aislar determinados aspectos de las estructuras y del uso de formas de comunicación textual, y de su análisis dentro de un marco integrado e interdisciplinario. Se trata de estructuras gramaticales, estilísticas y esquemáticas y de su conexión mutua.
También se trata del funcionamiento del texto, es decir, del análisis de sus propiedades. Esto quiere decir que la ciencia del texto atiende a campos que quizás otras ramas no le otorgan la importancia, que según el autor tienen.
En la página 30 nos dice que la ciencia del texto solo aporta una pequeña ayuda a la investigación de determinados aspectos como los medios, los procesos cognitivos, las actitudes, el poder, etc.
En la 32 se destaca que cada individuo es una manifestación de su lengua, es decir, que las personas son el retrato de lo que dicen y de lo que callan; la lengua representa su idiosincrasia, su pensamiento.
En la 34 se manifiesta que las personas se ponen de “acuerdo” para otorgarle sentido y significado a las palabras. Además, que esto es así, puesto que la dinámica comunicativa implica que en un contexto determinado todos conozcan el eje de lo que se habla.
En la página 235 se destaca que los objetivos de la ciencia del texto están justificados en la medida en que contribuyan a revelar críticamente, formular y solucionar problemas sociales. Esto explica su afán por describir y a la vez explicar las distintas relaciones que se pueden dar en materia de comunicación, claro, esto desde la lengua en uso. Con esto pretende igualarse en el tratamiento con otras disciplinas que abrazan la ciencia en sus procedimientos.
Por otra parte, a medida que vamos adentrándonos en la lectura del libro objeto de estas palabras, observamos la postura o las ideas del autor en relación con la fijación de las informaciones en la memoria, cómo enseñar y cómo aprender, la comprensión y la producción en la escuela, tipos de inteligencias, las patologías que bloquean el aprendizaje, el racismo, la discriminación y el racismo a través del discurso.
La fijación de la información en la memoria es sumamente interesante, ya que conocer el mecanismo de funcionamiento de la memoria es de gran ayuda para considerar cuáles saberes resultan pertinentes y obligatorios para su asimilación. Saber esto nos ahorraría un tiempo muy valioso.
El reconocimiento de la mecánica de trabajo de la memoria es vital para saber cómo enseñar y cómo aprender. Esta parte implica que hay que dedicarse a pensar, madurar las ideas para diseñar estrategias pertinentes para canalizar de forma adecuada y con eficacia los aprendizajes.
La comprensión y la producción en la escuela es otro aspecto tratado, el cual resulta vital dada la enorme deficiencia en estos dos aspectos del aprendizaje. Las y los estudiantes de distintos niveles no comprenden ni producen precisamente por el desconocimiento de cómo nuestro estudiantado aprende y cómo pretendemos enseñarles. En esta parte es necesario darles paso a los tipos de inteligencias.
Conocer el tipo de inteligencia que poseen nuestros estudiantes facilitaría su aprendizaje y a la vez nos ahorrarían una enorme cantidad de trabajo, ¿cierto, Gardner? Lo más fácil consiste en calificar a un determinado estudiante como bruto o como bruta, ignorando que se puede aprender y enseñar atendiendo al tipo de inteligencia.
Por ejemplo, un estudiante puede tener habilidades en la matemática, pero con dificultades en la inteligencia verbal, entonces lo apropiado seria reforzar o fortalecer esa inteligencia y no recurrir a la reprobación inmediata. Lo propio ocurre con los demás tipos de inteligencias, o sea que hay que tratar de balancear las inteligencias, a partir del conocimiento y evaluación para tales fines de nuestro estudiantado.
Por otra parte, el autor se refiere a patologías que bloquean el aprendizaje, siendo específico en nombrar a la afasia y la esquizofrenia. Es cierto que estos trastornos pueden dificultar el aprendizaje, sin embargo, van Dijk se queda corto y crudo en el tratamiento de esta parte, ya que deja de lado muchas dificultades de aprendizaje que van desde lo orgánico hasta los causados por las emociones en los distintos contextos socioculturales.
A pesar de ser un libro con más de cuatro décadas, conserva su certeza en cuanto a la utilización del discurso como medio de discriminación y de manipulación de las sociedades. Los sujetos de un determinado contexto son manipulados para que piensen según el criterio de una clase, de un país a otro país o de una persona hacia otra.
Los sujetos de una sociedad son construidos y deconstruidos permanentemente por el discurso, asumiendo valores o antivalores, o simplemente, ideas ajenas. Existen discursos de índole sociopolítico, socioeconómico, sociocultural, socio cognoscitivo y socio psicolingüístico.
El tipo de discurso que se proyecta en La ciencia del texto es un discurso en el que lejos de quedarse en lo superficial, se preocupa por saber en un determinado texto: qué se dijo, quién lo dijo, cuándo lo dijo, cómo lo dijo, dónde lo dijo, por qué lo dijo, etc.
De ahí que todas esas aristas representan aspectos fundamentales en la calidad, eficacia y eficiencia de lo que se aprende. En esta parte cobra gran importancia el contexto. Texto y contexto son hijos de una misma idea, forman parte de la raíz medular del pensamiento de los sujetos. No es posible comprender lo que dice y lo que calla un texto si no conocemos el contexto en el que se produjo.
Por ejemplo, cómo saber o comprender a plenitud La niña de Guatemala de José Martí o La vida no tiene nombre de Marcio Veloz Maggiolo si no conocemos la historia detrás de la obra, el ambiente en el que se produjo, las circunstancias en las que se produjeron, las características de la época, el estado emocional en el que se encontraba el autor, las características políticas, y hasta el estado económico, los valores en boga y los antivalores, las tendencias de la escritura, movimiento literario, la agenda o ambiente cultural de ese tiempo y la idiosincrasia del momento.
El telar que conforman el contexto, la comprensión, la producción y lo que pueden provocar los textos en los sujetos es una dinámica que a diario se puede constatar en los distintos medios de comunicación y en el comportamiento de los distintos grupos sociales. El texto es una manifestación de la lengua en uso, pues cada vez que hablamos lo producimos.
A través del texto fluyen las palabras, las ideas y los esquemas mentales que luego se transforman, dentro de una realidad y de una época, en productos terminados o manufacturados.
Los efectos que puede provocar un texto son estudiados de antemano de acuerdo con las calidades mentales de los sujetos a los que esté dirigido. Un caso famoso y emblemático de los efectos está en el discurso de Hitler, el cual se valió del uso de los términos adecuados, en el momento adecuado y en el lugar adecuado para los fines que perseguía. Su discurso fue tan poderoso que todavía representa un ideal de superioridad para millones de personas en el mundo que ven a otras como seres inferiores.
El texto es una herramienta poderosísima que transforma la mente de las personas. ¿Qué piensan ustedes que se hace con el discurso de las religiones? De acuerdo con el tipo de religión que se trate, la mentalidad cambia de un sujeto a otro de una forma extraordinaria. Siendo un dios al que se aclama, sorprende los distintos intereses que permean a las religiones.
Por un lado, están Los testigos de Jehová y la transfusión de sangre o celebrar un cumpleaños; por otro lado, están los adventistas y el consumo o no de carne y de ciertos animales; por otra parte, están los musulmanes, budistas e hinduistas. En el caso de los radicales no hay nada que los haga cambiar sus maneras de ser y de vivir de acuerdo con sus creencias. Lo propio ocurre con las particularidades del catolicismo y de otras manifestaciones o creencias.
Estos grupos de seres humanos tienen inserto en lo más profundo de su mente un discurso que es casi imposible de ser sometido a la modificación. Existen personas pertenecientes a estos conglomerados cuya diversidad mental les otorga un matiz muy caracterizado. No obstante, cabe destacar, que lo más importante en este aspecto es el respeto que se debe mantener por cada manifestación o creencia, de eso se trata la convivencia.
En otro sentido, ¿imaginan ustedes si las personas de mente positiva tuvieran la inteligencia que tienen los malvados en la difusión de los valores? ¿Cómo sería el mundo? ¿A caso estaríamos ante un mejor mundo? Esa es otra de sus tareas.
Por otro lado, pienso que el autor deja muchos elementos sueltos con relación al convencimiento de sus posturas, ya que posterga con mucha regularidad temáticas o aspectos de lo que trata.
No me convence la llamada ciencia del texto en los términos de la ciencia como tal o propiamente dicha, por lo menos en esta versión, pero sí me convence el poder que cada uno tenemos con el uso de las palabras en la construcción de nuestro pensamiento. Saber usarlo es la clave.
Finalmente, el discurso representa la vida. Saber manejar las distintas aristas del discurso, constituye o es lo mismo que decir que la vida se detiene cuando el discurso no tiene razón de ser o deja de existir. El discurso somos todos, y todos somos el discurso.
Referencias:
- ANDER – EGG, Ezequiel (1998). Técnicas de Investigación Social. Buenos Aires: Lumen.
- García, M. (2014): El discurso: Categorías y estrategias. República Dominicana. Ediciones Surco.
- Gardner, H. (2001). Las inteligencias múltiples Enel siglo XXI. Barcelona: Paidós.
- Sampieri H. y otros (2014): Metodología de la investigación. México. McGraw – Hill.
- Van Dijk (1983): La ciencia del texto. Barcelona. Paidós.
- “Kram significado y su traducción del Holandés.” In Different Lenguages. Recuperado: https://www.indifferentlanguages.com/es/traducir/holand%C3%A9s-espa%C3%B1ol/kram. “Países Bajos”. Consultado en Wiki, 2019.
Datos para citar este artículo:
Freddy Damian Grullart. (2023). Interacción entre el lenguaje y la vida: una exploración del discurso y su importancia. Revista Vinculando, 21(1). https://vinculando.org/articulos/interaccion-entre-el-lenguaje-y-la-vida-exploracion-del-discurso-y-su-importancia.html
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