Eran las 7 de la mañana, cuando Juan salía de su casa, camino de la estación del ferrocarril. Llevaba una vieja maleta y una bolsa de viaje. El tren que debía coger, tren que lo llevaría a Barcelona pasaba a las 8, aunque siempre venía con retraso. Pero él iba con paso ligero, pues la estación estaba un poco lejos y no quería perder aquel tren
No había dormido en toda la noche,pensando en el viaje y, además, había estado hasta muy tarde despidiéndose de los amigos y, cuando se acostó, no pudo conciliar el sueño. Vio pasar en el reloj todas las horas y, a eso de las 5,30, se levantó y comenzó a prepararse para la marcha.
Caminando hacia la estación, su cabeza no paraba de dar vueltas y, una tras otra, muchas preguntas se agolpaban en su mente,. Preguntas a las que no podía dar respuesta.Solo el tiempo, después, le iría respondiendo a todas y cada una
Absorto como iba, el camino se le había hecho muy corto. Ya estaba ante la ventanilla en donde le darían el billete de i0da hasta Barcelona.
Durante unos segundos tuvo la sensación de titubeo, como si no quesera comprar el billete. Pero reaccionó, sacó del bolsillo de su americana su cartera y,de esta, sacó el dinero para pagar.Cogió el billete que el funcionario le dio, también cogió unas monedas que le habían dado de vuelta y, con paso firme, se dirigió hacia el andén. Se sentó en un banco de madera y esperó la llegada del tren
Eran las 8 menos 10, cuando, a lo lejos, se oyó el silbido del tren que se acercaba a la estación. A los pocos minutos, se veía ya la máquina que aminoraba su marcha y ,poco a poco, el tren estaba parado en el andén de la estación.
Juan cogió su maleta y su bolsa y subió a aquel tren. Buscó un vagón en el que no hubiera mucha gente, colocó su equipaje, y se sentó en un compartimento que estaba completamente vacío
A los pocos minutos, se oyó el silbido de la locomotora yuan notó como el tren se ponía en marcha. lentamente
Ante sus ojos, veía pasar las dependencias de la estación y, mas tarde las veía alejarse .Su pueblo se quedaba atrás irremisiblemente.
Juan veía alejarse aquellas casas, aquellos campos en los que había viví do siempre, y se preguntaba:¿ volveré a ver estos campos alguna vez?, ¿volveré algún día a este pueblo?, y, si vuelvo,¿ en qué condiciones lo haré?
Había decidido emprender ese viaje para buscarse una vida nueva, un futuro mejor, ya que en el pueblo, la situación era muy mala: poco o casi ningún trabajo, y, en consecuencia, la gente estaba emigrando a otros lugares , con lo que el pueblo se quedaba con menos habitantes cada día. Allí quedaban los pocos que tenían algunas posesiones, las mujeres y los niños, en tanto que la gente joven se estaba marchando de aquel lugar. Él era uno más de los que se iban
Ya había dado el primer paso subiendo a aquel tren.
Veía cómo los campos se alejaban cada vez más. De repente, el tren entró en un túnel y, a la salida de este, ya habían desaparecido. Ya no los veía.
Como el viaje iba a ser muy largo, tenía tiempo de pe nsar,pensar si había hecho bien en abandonar aquel pueblo que lo vio nacer y en el que transcurrió toda su vida, o, por el contrario, aquella decisión iba a ser negativa para él.
Cuanto más pensaba en esto, más tranquilo se quedaba..Todos sus argumentos le llevaban a la conclusión de que había actuado bien.
En el pueblo, las cosas no le fueron todo lo bien que él había querido. No dejaba nada allí: Sus padres habían fallecido y su familia había emigrado toda a diversos lugares. Vivía solo en una casa alquilada y, a sus treinta años,no veía ningún porvenir en aquel pueblo..Por este motivo, tras haberlo meditado durante un largo tiempo, había tomado la decisión de marcharse. De aquel lugar, solo guardaba recuerdos de una infancia y de una juventud, recuerdos no muy agradables precisamente.
El tren continuaba su marcha y Juan seguía solo en aquel compartimento, absorto en sus pensamientos y semidormido pues, el nohaber podido pegar ojo la noche anterior, junto al monótono ruidodel tren al desplazarse lo estaban sumiendo en un profundo y agradable sueño.
Unos golpes en la puerta yel sonido producido por esta al abrirse, hicieron que Juan abriera los ojos y se incorporase en su asiento. Un señor vestido de uniforme, le dijo:
– buenos días, Señor ¿su billete, por favor?
Era el revisor que venía comprobando los billetes de los pasajeros.Juan sacó de su bolsillo el billete y se lo dio al revisor
– buenos días, aquí lo tiene usted, dijo Juan
El revsior ojeó aquel billete, hizo sus comprobaciones, lo picó con una especie de pinzas que llevaba en la mano y, mientras se lodevolvía a Juan, le decía:
– ¿de manera que va usted hasta el final del trayecto de este tren?
– pues así es, dijo Juan
– pues le espera un largo viaje. Todo el día de hoy, toda la noche y, si no ocure nada,mañana a eso de las 11, llegará usted a su destino, Así que tómeselo con calma.Tenga su billete y consérvelo hasta la llegada pues, a lo largo del viaje, se lo van a volver a pedir otros compañeros porque yo me bajo en Murcia. Que tenga un buen viaje y le repito, tómeselo con calma y no olvide conservar su billete.
. – muchas gracias, dijo Juan, mientras se metía el billete en el bolsillo
El revisor cerró la puerta del compartimento y Juan volvió a recostarse en su asiento y, recordando las palabras que acababa de decirle aquel hombre, pensó:
-pues ya que el viaje va a ser largo, le voy a hacer caso a este señor y me lo voy a tomar con mucha calma.
Y,cerrando los ojos, dejó la mente en blanco y se quedó dormido profundamente.
Cuando despertó, ya no etaba solo en el compartimento. Frente a él, había un hombre de unos 45 años sentado y mirándolo fijamente., el cual, al verlo ya despierto, le dijo:
– qué, amigo, ¿echando una cabezadita?,
– pues, ya ve usted, respondió Juan, anoche no pude dormir pensado en el viaje y , como estaba solo, me he quedado dormido y ,según parece, profundamente,pues ni siquiera me he dadoo cuenta de su llegada.
– pues ya llevo aquí casi media hora. Subí al ten en Baza y usted estaba tan dormido, que no se enteró., dijo el hombre. No quise decirle nada para no molestarlo. Así que esperé a que se despertara.
– ¿de donde es usted?, le preguntó
– soy de Villanueva, dijo Juan
– ¿y adónde va? , le volvió a preguntar
– voy a Barcelona, dijo Juan ¿y usted?
– yo voy más lejos, amigo. Seremos compañeros de viaje hasta llegar a Barcelona. Usted se quedará allí, pero yo cogeré por la noche otro tren que me llevará hasta la frontera francesa y, tras pasar por la aduana, volveré a coger otro tren. Este me llevará a mi destino que es la ciudad alemana de Frankfurt. Allí vivo y trabajo desde hace 4 años. He pasado aquí mi mes de vacaciones y voy de regreso.
– joder, exclamó Juan, pues sí que le quedan kilómetros. Y, puesto que vamos a hacernos compañía durante bastante tiempo, pienso que deberíamos presentarnos y, si no le parece mal, tutearnos. Mi nombre es Juan y tengo 30 años.
– pues claro que sí, hombre, vamos a tutearnos, me llamo0 Miguel y tengo 46 años.Y, ya que nos hemos presentado, vamos a procurar no aburrirnos mucho en el tiempo que vamos a ser compañeros de viaje.
– encantado de conocerte,Miguel, dijo Juan intentaremos no Aburrirnos
– lo mismo te digo, Juan, respondió Miguel
– puesto que ya nos conocemos, vamos a procurar no aburrirnos mucho en este largo viaje, dijo Miguel. Yo lo vengo haciendo cada año, cuando tengo vacaciones y, la verdad, el viaje es tan largo y el tren va tan lento que, si no se tiene a nadie con quien conversar, el dichoso viaje se haace eterno.
– pues yo, dijo Juan, es la primera vez que hago un viaje tan largo. Así que procuraremos que se nos haga lo más corto posible
Tras el saludo, y el propósito de animarse durante el trayecto, se produce un breve silencio, que Miguel rompe diciendo:
. – a mí me está entrando hambre.
– y a mí también, dice Juan, no he comido nada desde ayer ,pensando en este viaje, ya que , para mí es algo nuevo y los nervios me quitan el apetito. Ahora sí tengo hambre
Miguel se puso de pie y bajó una bolsa que estaba arriba .La abrió y sacó de ella dos botellines de cerveza y, dirigiéndose a Juan, le dice:
– anda, toma esta cerveza, es alemana, he guardado unas pocas para el camino. Bébetela y verás que es mejor que la cerveza española.
Juan, cogiendo el botellín, dice:
– eso he oído decir, que la cerveza alemana está muy buena.Yo no la he bebido nunca y, mira tú por dónde, voy a tener la ocasión de probarla. Ahora me vas a permitir que te invite yo a probar el chorizo de mi pueblo, que está riquísimo .Está hecho a la antigua. En estos pueblos , aún se hacen las cosas como se han hecho durante años.
Miguel dice:
- se acepta ese chorizo, vamos a ver si es bueno como tú dices
Juan bajó su bolsa y sacó de ella dos envoltorios de papel, en uno había unas tajadas de chorizo y, en el otro, un pan casero.
Los dos hombres se dispusieron a darle su merecido a aquel chorizo y a aquel pan, mientras tomaban la cerveza
– pues es verdad que este chorizo está buenísimo, dijo Miguel
– también está muy buena esta cerveza, dijo Juan, sabe de una manera distinta a la española, es como si tuviera más cuerpo. Pero te digo una cosa: donde se ponga un buen vino español, que se quiten todas las cervezas del mundo
– tienes razón, dijo Miguel.
Y charlando amigablemente, siguieron comiendo
Cuando terminaron de comer guardaron las cosas en las bolsas y Las colocaron en la redecilla de parte superor. Miguel encendió un cigarrillo y, acercándole la cajetilla a Juan, le dice:
– ¿quieres uno?, es tabaco negro español, en esto, les ganamos a los alemanes, nuestro tabaco negro es mucho mejor que el suyo.
– no, gracias, no fumo, dijo Juan, pero tú sí puedes fumar, no me molesta
Y prosiguió:
– dime una cosa: ¿es verdad que en Alemania los trenes tienen vagones para los no fumadores y otros para los que fuman?
– es cierto, dijo Miguel.Alemania va por delante de nosotros en muchos aspectos.No solo en esto del tabaco, sino también en otras mucha cosas, por ejemplo, en la puntualidad.Allí, si un tren un autobús tienen que llegar a su destino a una hora concreta, llegarán a esa hora. No sé cómo se las apañan pero lo hacen. Con razón les llaman cabezas cuadradas. Ya me gustaría que aquí ocurriera lo mismo. Pero no es así.Aquí eso de ser puntual no se lleva
– así nos vam las cosas, dice Juan
El tren aminoraba su marcha, porque iban a llegar a una estación concretamente a la de Murcia. De manera muy ténue, se oyó una voz a través de los altavoces que decía:
“tren expreso procedente de Cádiz, que se encuentra estacionado en vía primera, andén primero, va a efectuar una parada de 15 minutos. “
Cuando el tren se detuvo, dijo Miguel:
– creo que me da tiempo de tomar un café ¿vienes?
– no, gracias, no me apetece ahora, además, el café me produce ardores, dijo Juan, prefiero quedarme
– pues yo voy rápidamente a tomarlo, dijo Miguel
Juan vio salir a Miguel y entrar en la cafetería de la estación. A través de la ventanilla, se veía salir gente, equipaje en mano, por lo que se deducía que habían llegado al final de su viaje y, al mismo tiempo, otras personas subían con sendos equipajes para iniciar el suyo.
Juan estaba muy tranquilo; a él aún le quedaba viaje para rato
De improviso, Juan vio cómo la puerta de su compartimento se abría y tres personas entraban en él
– aquí es , dijo una de ellas, estos son nuestros asientos.Vamos a colocar nuestras cosas , ya que tenemos por delante un largo viaje
Eran dos mujeres y un hombre. El hombre tendría unos sesentaytantos años y las mujeres, una sobre los 50 y la otra, era más joven, tendría alrededor de los 30.
Entraron en el compartimento y se dispusieron a colocar sus equipajes
Dirigiéndose a Juan dijeron, casi al unísono:
– buenas tardes, señor
– muy buenas tardes, respondió Juan
– ¿está usted solo, o viaja alguien más en este compartimento? Preguntó el hombre
– no, señor, no estoy solo, con nosotros viaja un señor que ha bajado a tomar café y, precisamente, ya viene
– de acuerdo, dijo el hombre. Lo preguntaba para acomodarnos bien Estas dos mujeres son mi esposa y mi hija yvamos a Tarragona.
– ¿ustedes adónde van? , preguntó a Juan, precisamente cuando Miguel entraba en el compartimento.
– este señor y yo, dijo Juan, vamos hasta Barcelona. Yo me quedo allí pero él continúa hasta Alemania
Dirigiéndose a Miguel dice Juan:
– Miguel, este matrimonio y su hija van a ser nuestros compañeros de viaje hasta Tarragona
– buenas tardes, dice Miguel
– buenas tardes, señor, respondieron las mujeres
– buenas tardes, dijo el hombre mayor
Miguel se dirigió a Juan y le dijo:
– mientras me tomaba el café, había a mi lado dos señores y comentaban que se está buscando a un preso que se ha fugado de la cárcel de Cartagena. Decían que se trata de un tipo de cuidado.
– cielo santo, exclamó la señora
– con razón he visto yo tantos agentes de la Guardia Civil a lllegar a la estación, dijo el padre. Seguro que era por ese motivo. Ahora habrá controles por odas partes hasta que, de un modo u otro, acaben cogiendo a ese preso y volviéndolo a llevar a la cárcel. No sabe ese hombre lo que ha hecho al fugarse. Ahora, cuando lo cojan, porque acabarán cogiéndolo, tendrá que pasar unos meses o unos años ás encerrado, según consideren los jueces
La conversación sobre el caso continuó durante un rato y, después, por unos minutos, el compartimento se quedó en silencio.
Se oyó el silbido del tren y este se puso en marcha lentamente continuaba el largo camino hasta Barcelona.
Juan miraba por la ventanilla y veía pasar los campos, los árboles y las casas de los pueblos que se iban quedando atrás. Era como una especie de abanico, que se abría y se cerraba ante sus ojos
Pero, de vez en cuando, miraba de reojo a la mujer joven y se percató de que esta no apartaba su mirada de él . La chica era morena. Tenía el pelo largo y lo llevaba suelto. Era bastante guapa y no apartaba su mirada de Juan, quien no se atrevía a mirarla fijamente, por timidez o por temor a que fueran suposiciones suyas y la chica no lo mirara en realidad a él Pero no se trataba de ninguna suposición. Las miradas iban dirigidas a él. No estaba equivocado en absoluto
El tren continuaba su camino y, entre ratos de conversaciones y otros tantos de silencios, el día iba dando paso a la noche.
A través de las ventanillas, se podía observar cómo el sol se iba ocultando poco a poco y un color rojizo iluminaba el cielo, los árboles y las casas pasaban como negras sombras ante a vista de los viajeros. Era un bonito espectáculo digno de observar…
A lo largo de toda la tarde, los ocupantes de aquel compartimento, habían mantenido las conversaciones propias que se suelen mantener en los viajes largos, que no son otras sino hablar de si mismos y recabar información de sus compañeros de viaje.
El matrimonio que había subido en Murcia, iba a Tarragona, porque allí vivía su hijo mayor y acababa de ser padre. Luego iban a conocer a su nieto
Cuando lo contaron, dijo Miguel:
– estarán ustedes muy contentos,
– sí que lo estamos, respondió el marido, sobre todo, la abuela.Yo aún no me hago a la idea de que tengo un nieto
– pues, dijo Miguel: se suele decir que a los nietos se les quiere más que a los hijos
– eso dicen ,responde el marido, pero yo aún no lo he comprobado, aunque pienso que el cariño que se le debe tener a un nieto, no es mayor que el que se le tiene a un hijo.Creo que debe ser distinto. Eso lo iré comprobando con el tiempo
Mientras el marido y Miguel mantenían el tema de conversación sobre el cariño de los abuelos para con los nietos dando cada uno su opinión al respecto,dentro del compartimento,estaba ocurriendo algo paralelo a la conversación pero distinto .
Juan no hacía más que mirar de reojo a la chica quien, a su vez, lo miraba pero ella lo hacía fijamente sin reparo alguno…
Entre los dos jóvenes, solo había miradas, ya que no cruzaron entre ellos ni una sola palabra.
Miguel se había dado cuenta y, en un momento concreto, dijo a Juan:
– anda, Juan, ven conmigo al pasillo, así estiramos las piernas y, de paso, me fumo un cigarrillo, pues no quiero hacerlo aquí por el humo.
Juan se levantó de su asiento y siguió a Miguel hasta el pasillo Una vez allí, Miguel, que había encendido su cigarro, le dice:
– ¿es que no te has dado cuenta de que le gustas a esa muchacha? ¿No has visto cómo te mira?
Juan responde:
– sí, Miguel, quiero creer que es cierto lo que dices, pero el ser tan tímido como soy, el no haber tenido casi relación con las mujeres pues, aunque no te lo creas, a mi edad, no sé lo que es estar con una mujer, ya que toda mi vida se desarrolló en el pueblo y, si a eso le sumas mi carácter tímido, el resultado es que quiero creerlo pero no creo. Me he dado perfecta cuenta de las miradas de esa chica pero ¿y si no son miradas de buena fe? Por otra parte, ella va a ser una persona que va a compartir solo unos kilómetros conmigo. Ya vez que estoy hecho un mar de dudas.
– acabas de definirte, Juan, dijo Miguel. Lo que intento decirte es que aproveches la ocasión. No se trata de que mires a un futuro para toda la vida. Es evidente que, apenas esa chica se baje del tren en Tarragona, haya desaparecido para siempre de tu vida. Pero de aquí a Tarragona hay muchos kilómetros
– ¿qué es lo que intentas decirme?, preguntó Juan
– lo que intento decirte no es, ni más ni menos, que te aproveches de lo que se te ha presentado. Tienes una noche por delante y, puesto que es evidente que le gustas,aprovéchalo.Y,ahora,vámonos dentro del compartimento. No sé por qué pero me da la impresión de que algo está pasando.
– ¿qué quieres decir, Miguel?, dijo Juan
– nada, nada, cosas mías, vamos dentro
Los dos hombres entraron al compartimento y se sentaron en sus respectivos asientos: Miguel estaba sentado al lado de Juan y, frente a ellos, ocupando los tres asientos, estaban el matrimonio y su hija
Las luces interiores del tren estaban ya encendidas pues, aunque quedaba aún luz del día, la oscuridad se iba adueñando de todo anunciando la llegada de la noche.
El silencio que reinaba dentro del compartimento, en el que solo se escuchaba el ruido monótono producido por el tren al desplazarse, lo rompió Miguel diciendo:
-ando un poco despistado, no he prestado atención a las estaciones por las que hemos pasado y no sé por dónde vamos
– estamos a puto de llegar a Alicante, dijo el señor mayor
Miguel continuó hablando:
– Juan, dijo, ¿que te parece si vamos al vagón – restaurante y cenamos algo?, mira, yo te invito
Juan respondió:
– me parece una buena idea pero podía invitar yo
– insisto, dijo Miguel, tú pagas mañana el desayuno, ¿de acuerdo?
– está bien, dijo Juan
Miguel, dirigiiéndose al matrimonio y a su hija, dijo:
– ¿quieren ustedes acompañarnos o, si lo desean, les podemos traer alguna cosa?
El marido dijo:
– muchas gracias, no se molesten por nosotros
– no es ninguna molestia, dijo Miguel
La joven dijo a su padre:
– papá, ¿puedo ir con ellos y me tomo algo fresco? , de paso, estiro las piernas pues llevo aquí sentada todo el rato
El padre respondió:
– por mí no hay ningún inconveniente, hija, si a los señores no les molesta, puuedes ir con ellos, así irás acompañada.
– a nosotros no nos molesta, dijo Juan.
En ese preciso momento, el tren comienza a aminorar su marcha.
– estamos llegando a Alicante, dijo el esposo. Aquí el tren hace una parada de unos 20 minutos
– entonces, dijo Miguel, cuando salgamos de Alicante y se hayan colocado en sus sitios las personas que suban, será cuando vayamos a tomar algo, ya que habrá movimiento con la bajada ysubida de gente.
– de acuerdo, dijo Juan, así lo haremos. Esperaremos a que todo el mundo se haya situado en sus respectivos asientos y dejen libres los pasillos. Así tendremos menos problemas para movernos y no encontrarnos con maletas y pasajeros en los pasillos, pues es un engorro tener que ir sorteando a la gente y esquivando maletas para llegar a ese vagón restaurante. Esperaremos a tener vía libre.
Tras realizar la parada en Alicante, con la consiguiente bajada y subida de viajeros y, una vez que el tren se puso de nuevoo en marcha, viendo que ya los pasillos estaban despejados y no había movimiento de gente, los dos hombres, acompañados de la chica, salen del compartimento y se dirigen al vagón restaurante .
Una vez allí, piden unos bocadillos y unas bebidas y se disponen a dar buena cuenta de ellos. Como había bastante gente en el vagón,no se pudieron sentar en ninguna mesa, pues estaban todas ocupadas y se tuvieron que quedar en la barra.
Fue Juan esta vez, quien rompió el silencio y, dirigiéndose a la chica, le dice:
– llevamos algunas horas en el mismo compartimento y no nos hemos presentado. Me llamo Juan y mi compañero, Miguel
– yo me llamo Alicia, encantada de conoceros, dijo
Mientras comían, Juan, que se había situado al lado de Alicia, en tanto que Miguel había empezado a conversar con otro viajero, empezó a conversar con ella:
– ¿a qué te dedicas, Alicia?, le preguntó
– ahora mismo a nada, bueno, se puede decir que me dedico a estudiar. Hace dos años, terminé mi licenciatura en Filosofía y Letras, en la especialidad de Francés y, a pesar de haber entregado solicitudes en algunas Delegaciones de Educación por si me llamaban para cubrir una plaza de interino, hasta hoy, no lo han hecho.Yo, para no perder el tiempo ni el hábito de estudio, me he puesto a preparar las oposiciones para el Cuerpo de Profesores de Bachillerato. Pero no se sabe si este año van a convocarlas o no. De todos modos, yo me las estoy preparando.
– entonces, dijo Juan, si eres licenciada en Francés, no tendrás ningún problema con ese idioma.
– bueno, dijo ella, la gente está en esto algo equivocada.En la Facultad, se aprende mucha teoría y, aunque, al terminar la carrera, uno piensa que sabe el idioma, no es del todo cierto. Se puede decir que, en teoría, se conoce la lengua en cuestión, pero, si vas al país, te das cuenta de que no es así. Una lengua se aprende practicándola in situ, es decir, yéndote allí donde se habla.Yono he podido ir a Francia, por lo que mis conocimientos de 0Francés son exclusivamente teóricos. Yo te aseguro que ahora se me presenta la oportunidad de hablar con un nativo , y le tendría que pedir que me hablara despacio pues, de lo contrario, no me enteraría de la mitad de las cosas . ¿Y tú a que te dedicas? , le pregunta a Juan
– pues yo he tenido menos suerte que tú, dijo. Yo nací en un pequeño pueblo andaluz y mi familia no tenía posibles como para ponerme a estudiar. Así que, cuando terminé los estudios Primarios, tuve que dejar la escuela y ponerme a trabajar en el campo, que era lo único que había, para ayudar en mi casa. Así me he pasado mi vida. Mis padres fallecieron, siendo yo un muchacho y, como no tenía hermanos, me vi solo, aunque tenía mis tíos y primos. Pero estos, poco a poco, emigraron unos a Cataluña y otros al extranjero.
Yo a mis 30 años, cansado de estar solo en el pueblo, he decidido irme a Barcelona.Allí tengo unos tíos ,que me darán amparo, ,en tanto que encuentre algún trabajo un poco fijo y me establezca por mi cuenta. Ese es mi propósito y el motivo de este viaje.
Juan se percató de que, mientras hablaba, la chica lo miraba muy fijamente a los ojos y le prestaba la máxima atención.Era como ,si con la mirada, se lo quisiera comer Esto ponía nervioso al joven , hasta el punto de que le costaba trabajo continuar con la conversación .Pero, en el fondo, le gustaba .Aquella mirada parecía querer decirle algo. Era una mirada penetrante y muy expresiva.
En su interior, se decia:
“cada vez me gusta más esta chica, su conversación es amena y no es para menos pues, se trata de toda una licenciada y yo, a su lado, no soy nadie, pero me gusta a rabiar.Aunque no quiero hacerme ningunas ilusiones, ya que dentro de unas pocas horas, la dejaré de ver para siempre. Y Miguel dice que aproveche la ocasión. Pues creo que lleva razón. Así que, si esta ocasión se me presenta, olvidaré mi timidez y mi poca experiencia con las mujeres, y la aprovecharé
Tan metidos estaban en su charla, que no se dieron cuenta del tiempo que había pasado. El padre de la chica apareció y dijo:
– Alicia, nos tenías preocupados a tu madre y a mí, creíamos que te había pasado algo.
– perdona, papá, pero se nos ha ido el Santo al cielo hablando y no me he dado cuenta de la hora. Juan me ha estado contando cosas muy interesantes de su vida y no he pensado en que el tiempo transcurría. Ya nos vamos
Miguel, que había oido la conversación entre padre e hija, dijo:
– sí, váýanse para el compartimento.Yo me quedaré aquí un poco más con este señor y pagaré la cuenta, no se preocupen.
Los tres se fueron camino de su compartimento y Juan iba disculpándose ante el padre de Alicia
– perdone usted, con la conversación, se nos fue el Santo al cielo y no nos dimos cuenta de que había trnscurrido tanto tiempo.
– no pasa nada, no se preocupe. Más preocupación que yo tenía su madre. Ya sabe usted cómo son las mujeres.No vaya usted a pensar que la preocupación era porque estaba con ustedes, ni mucho menos era más bien por si a los tres les había podido pasar algo..
Una vez en el compartimento, cada cual sentado en su sitio, en sus rostros se reflejaba el cansancio debido a las0 horas que ya llevaban en aquel tren. De vez en cuando, alguien decía alguna frase a la que se le daba o no respuesta, según viniera la cosa.
La noche iba avanzndo y, con ella, el tren que, a paso lento, se acercaba a Valencia.
En Valencia , la situación iba a cambiar y , con ella, la velocidad del tren iba a ser mayor pues, la máquina de gasoil , que lo había arrastrado hasta allí, iba a ser cambiada por naa máquina eléctrica
Fue Miguel quien, a propósito de este cambio, dijo:
– hay que ver cómo está este país. De Valencia para arriba, ya le enganchan una máquina eléctrica. Desde luego, qué mal están repartidas las cosas. Estamos de acuerdo en que la parte Sur del país es muy montañosa y,por lo tanto, muy difícil de modernizar las comunicaciones, tanto por tren como por carreteras. Pero parece como si , basándose en esta dificultad, les sirviera para no mover ni un solo dedo. En el sur , tenemos las peores carreteras y vías férreas del país.Y de la mitad de España para arriba, ya hay doble via, también autopistas. No me lo explico.Bien podían ver la manera de solucionar este problema por medio de túneles o de otras maneras. Yo, cuando cada año vengo de vacaciones, creo que la cosa va a estar ya solucionada. Pero, cuando veo que sigue lo mismo, me da un coraje tremendo. Es que no hacen nada. Y me pregunto: ¿es que el Sur no forma parte del territorio español? , ¿Por qué lo tienen dejado de la mano de Dios?
– así es por desgracia, dijo el señor mayor. A propósito, aún no he dicho mi0 nombre. El de mi hija, supongo que ya lo sabéis, se llama Alicia. Yo me llamo Tomás y mi mujer, Josefa.
– pues sí, dijo Miguel, llevamos muchas horas juntos yaún no sabíamos los nombres de todos
– le decía, dijo Tomás, que lleva toda la razón. El sur de la Península es el culo del mundo. Ahí solo viven los grandes terratenientes y, el resto, no es más que pobreza y carencia.De ahí que la gente tenga que emigrar para buscarse una vida mejor.Entre que no hay trabajo y que nadie hace nada para que lo haya, obligan, en cierto modo , a que la gente se desespere y tenga que buscar en otros lugares la calidad de vida que no tiene en el lugar en que nació
– dígámelo usted a mí. Yo soy uno de esos. Llevo en Alemania varios años. He venido de vacaciones y vuelvo allí…Por eso lo que he dicho de las comunicaciones lo sé por experiencia. Se nota mucho el cambio. Y aún más, cuando se pasan los Pirineos. En francia, los trenes vuelan y lo mismo ocurre en Alemania.Y no es que lo diga por vanagloriar ni a los franceses ni a los alemanes. Lo digo porque me da pena.No crea usted que yo me siento agusto en Alemania. Estoy allí por necesidad, porque gano en un mes lo que aquí no gano en un año. Pero ¿a costa de que? Pues a costa de sacrificar una vida familiar que no tengo, a costa de que te señalen con el dedo y te llamen auflender, que significa extranjero, a costa de que te den los trabajos que nadie quiere. Esa es la felicidad que tengo yo en Alemania. ¿Y sabe usted qué pasará con el tiemopo? Pues que, cuando los alemanes tengan mano de obra nacional, nos harán la vida imposible a los emigrantes hasta que tengamos que venirnos. Pero, si Dios quiere, yo no pienso esperar a que me amarguen la vida . Intentaré ahorrar un poco de dinero, y me vendré a mi pueblo,en donde quiero estar junto a los míos. Allí quiero poner un negocio y a esperar que prospere o que se vaya al garete. Creo que, si muchos pensaran como yo, podríamos conseguir que el sur fuera, poco a poco saliendo de esa pobreza. Porque recursos tenemos y lo que falta es dinero y ganas de invertir.
– lleva usted toda la razón. Ojalá pensaran muchos lo mismo que usted., dijo Tomás. Si todos o casi todos pensaran como usted, la cosa iba a ser muy distinta y sería una manera de empezar a poner la solución a los problemas que existen en el Sur de España, porque recursos y gente hay.Lo que falta es dinero e iniciativas.
– pues, vaya cuerpo que me has puesto con lo que acabas de decir, dijo Juan. Yo voy a Barcelona con el fin de encontrar algo que mejore mi situación. En el pueblo donde he vivido hasta hoy, me encontraba solo. Mis padres murieron, no tenía hermanos y la familia que tenía, emigró toda. Así que allí estaba y, el día que trabajaba, era el día que ganaba algo pues, mis padres no me pudieron dejar herenciaa, porque nada tenían .En Barcelona me quedaré en casa de unos tíos, hasta que pueda establecerme por mi cuenta. Voy, como quien dice, a la ventura, a lo que Dios quiera.
– ojalá tengas suerte, muchaho, dijo Tomás
– eso espero, respondió Juan
Estando en esta conversación, el tren aminoraba su marcha.Estaban llegando a Valencia .Ya era noche cerrada
En Valencia no se vio mucho movimiento de viajeros, tal vez por la hora, o, tal vez, porque en esa zona, las comunicaciones con las otras provincias, so más frecuentes.El cambio que se notaba era grande. Más iluminación, un ambiente totalmente distinto. Parecía que estaban en otro país.
La parada fue mayor, debido a que se tuvo que realizar el cambio de máquina
Mientras esto ocurría, Juan pensaba:
“me pregunto qué hago yo aquí. Dejé mi pueblo esta mañana con toda la ilusión del mundo. Me subo a un tren, pensando que este me iba a llevar al lugar en el que encontraría la felicidad, y todavía no me he bajado de él, cuando ya me arrepiento de haberlo cogido “
En su cabeza, resonaban las palabras de Miguel cuando habló del tema de los emigrantes
.Se volvía a preguntar:
“¿qué futuro me espera?, ¿encontraré lo que busco? Pero ¿qué es lo que busco en realidad? “
Estaba hecho un mar de dudas
Por un momento, le pasó por la cabeza la idea de regresar y olvidarse de todos los planes que se había hecho, olvidar todos los sueños de lograr una vida mejor. En el pueblo, al menos, aunque la situación era mala y él ya no se encontraba agusto por diferentes motivos, tendría una vida,no la que él quería pero no tendría necesidad de verse rodeado de problemas
Tenía algo de dinero y no habría tenido problema para sobrevivir durante un tiempo.Además, al estar solo y no tener que mantener a nadie, podría seguir allí, aún a su pesar
Pero no, él había meditado mucho las cosas antes de abandonar el pueblo. Allí no tenía nada que hacer. El pueblo estaba muerto, No había apenas juventud, pues todos emigraron. Y, si él volvía ¿Qué iban a pensar? Dirían que había sido un cobarde y él podría tener todos los defectos del mundo pero de cobarde not tenía nada.Todas estas ideas le daban vueltas en su cabeza.
Al final, seguiría para adelante, con todas las consecuencias.
De pronto vuelve a la realidad y se da cuenta de que el tren se mueve, se mueve más veloz que antes . Era la máquina electrica que la habían enganchado. ¿Cuanto tiempo había estado pensando?, ni lo sabía.
Echó un vistazo a sus compañeros de viaje y estaban todos dormidos o, al menos, esa impresión le dio.
Salió sigilosamente al pasillo, tratando de no hacer ruido por no despertar a nadie.No tenía ningún sueño, a pesar de que la noche anterior no había dormido nada. Eso sí, estaba cansado, muy cansado y, tal vez el cansancio, le impedía conciliar el sueño.
Anduvo por el pasillo unos metros y se apoyó en una vntana mirando hacia el exterior, aunque nada podía ver, ya que era de noche. A lo lejos, veía unas luces que podrían ser de algún pueblo o quien sabe de qué serían.
Apoyado en el borde de la ventanilla, estuvo bastante rato hasta que, al mirar de reojo hacia un lado, vio que no se encontraba solo. Allí estaba Alicia observándolo fijamente.
– ¿en qué mundo estabas, Juan?, dijo la chica, llevo aquí casi 10 minutos y tú no te has dado cuenta.
– perdóname, Alicia, dijo él, pero pensaba en muchas cosas. En las que nunca había tenido la curiosidad de pensar.Y no tenía esa curiosidad, porque nunca había oído lo que he tenido que oír hace un rato de boca de Miguel. Lo que ha dicho Miguel sobre la vida de los emigrantes, me ha dado por pensar. Tanto es así, que , por un momento, me he planteado la posibilidad de volverme a mi pueblo.
– ¿y serías capaz?, dijo ella.
– no, Alicia, he tomado una decisión y no ha sido a la ligera, y estoy decidico a llegar al final, pase lo que pase.
– eso ya me gusta más, dijo la chica.
– ¿ qué haces aquí,?, preguntó Juan, te había visto dormida cuando salí del compartimento
– tú lo has dicho, dijo ella,creías que estaba dormida pero,,en realidad, me había hecho la dormida, y tengo que decirte en verdad, que no lo estaba y no lo estaba porque querís estar contigo a solas .Sabía que tú no dormías y me apetecía estar hablando contigo.
– ¿y si tus padres te echan de menos y nos ven juntos?
– no pasará nada, no estamos haciendo nada malo. Me gusta tu manera de ser y no quiero que malinterpretes lo que te voy a decir pero, para ser de pueblo y, apenas sin estudios, tienes una personalidad bastante fuerte,una seguridad en ti mismo y una madurez , que ya quisieran tenerla muchos hombres con estudios universitarios.Seguro que allí, en tu pueblo, más de una chica ha suspirado por ti
– tus palabras me llenan de orgullo, dijo Juan. Respecto a que más de una chica haya suspirado por mí, eso no lo sé .Te voy a decir una cosa, Alicia,y no me da ninguna vergüenza decírtelo .Aquí donde me ves, con esa personalidad que dices que tengo, en el fondo, soy muy tímido. Si yo te dijera que no sé lo que es besar a una mujer, ¿me creerías?
– También me he dado cuenta de que eres tímido, dijo la chica. Cuando te miraba fijamente, tú te limitabas a mirar de reojo, lo cual es síntoma evidente de timidez. Y con respecto a que no sabes lo que es besar a una mujer, te ecreo pero eso tiene solución .
Juan intuyó lo que la chica quería decir con aquellas palabras, máxime cuando, mientras las pronunciaba, se iba acercando cada vez más a él, hasta el punto, que podía percibir la respiración de la joven.
Todo su cuerpo interiormente se estremeció. Comenzó a sentír un sudor frío,almismo tiempo que una sensación muy rara, un deseo inexplicable y unas ganas de tener entre sus brazos aquel cuerpo femenino, ganas de posar sus labios sobre los de la joven quien, con su mirada, se lo estaba pidiendo.
Y, sin pensarlo dos veces, se aferró dulcemente a aquel cuerpo. Los labios de los dos jóvenes se fundieron en un largo y apasioado beso. .Para ellos el tiempo se había detenido. No les importaba nada, pues se habían entregado al placer y estaban como en otro mundo, en otra galaxia..Tanto era así, que no se dieron cuenta de que el tren se había detenido de una manera muy brusca. Algo estaba sucediendo a su alrededor y ellos no se habían dado cuenta.
Cuando volvieron a la realidad, comprobaron que estaban tendidos en el pasillo, la gente corría de un lado a otro , gritando como loca, todo en el tren, eran gritos, carreras incertidumbre y preguntas como:
– ¿qué ha sucedido?
– ¿ por qué el tren se ha detenido de esta manera ¿
– ¿hemos descarrilado?
Esas eran las preguntas que se escuchaban por todas partes
Juan y Alicia no salían de su asombro.Cuando pudieron reaccionar, se miraron y se dijeron:
– ¿que ha pasado?
Se oyó la voz del padre de Alicia diciendo:
– hija, ¿donde te habías metido? ¿No has visto el frenazo que ha dado el tren?
– papá, respondió ella, yo había ido al servicio y, cuando salía de él, fue cuando el frenazo me tiró al suelo.
Juan, a su vez dijo:
– yo había salido antes que Alicia a estirar las piernas y me ocurrió lo mismo que a ella, que, de repente, me vi en el suelo .Al verla a ella tendida, me levanté para interesarme por su estado pero la gente que corría por el pasillo,no me dejó acercarme. Pero, ¿qué es lo que ha pasado? ¿A qué se ha debido este frenazo tan brusco?
El pánico y la confusión, se habían apoderado de los viajeros.
Nadie sabía nada.Las luces se apagaban y se encendían y un olor a hierro quemado, un olor penetrante, se percibía.
Aquello era un caos, un verdadero caos.
Empezaron a oirse las primeras versiones, versiones para todos los gustos:
– hemos descarrilado, decía algunos
– ha habido un choque con otro tren, decían otros
– un choque es imposible, porque aquí hay doble vía, aclaraban otros
La confusión era total y las preguntas las mismas:
– ¿hay algún muerto?
– ¿cuántos heridos hay?
– no se oyen ambulancias
Así era el ambiente que reinaba en el tren, Nadie sabía nada Y cada cual daba su versión, La confusión era total.
Al fin aparecen dos hombres que mostraban unas placas.Eran policías, que venían recorriendo el tren para informar del suceso
Al verlos, la gente se quedómuy extrañada y, en cuestión de segundos, se pasó del ruido más ensordecedor al mayor ¡de los silencios
Uno de los policías dijo:
– señores viajeros,escúchenme con atención y tranquilícense en la medida que puedan .Voy a explicarles el motvo por el que el tren se ha detenido: resulta que un recluso fugado del Penal de Cartagena, se ha subido al tren, ha logrado llegar hasta la máquina y, a punta de pistola, ha oobligado al maquinista a detenerlo y amenaza con matarlo, si no se le conceden unas peticiones que aún no ha hecho. De manera que vayan todos ustedes a sus sitios correspondientes y permanezcan allí. Nosotros hemos pedido por radio refuerzos. Pronto el tren estará rodeado de policías y no queremos que ocurra ninguna desgracia. Les tendremos informados. Hagan lo que se les pide, por favor y esperemos que este asunto se resuelva satisfactoriamente lo antes posible…Nosotros hemos subido al tren , antes de que ocurriese el frenazo, pues se nos había informado de que el fugado estaba dentro y pensamos en que, antes o después, llevaría a cabo alguna acción, como así ha sucedido
Se escuchó un murmullo de fondo. La gente se fue retirando a sus respectivos compartimentos, no sin poder disimular un estado de nerviosismo evidente.Quien iba a pensar que les iba a pasar aquel percance.
Por la mente de todos pasaba la misma idea: cómo iba a terminar aquel problema, cuáles serían las condiciones que el fugado pondría para no matar al maquinista. Y, en el caso de que la policía cediera a las peticiones, cosa imposible, ¿ cumpliría el fugado su palabra de no matarlo?
Todo lo que estaba sucediendo, parecía cosa de ficción, de película o de novela. Pero no era así, era una situación real que les había tocado a ellos vivir y de la que desconocían el desenlace.
En pocos minutos, la gente ya estaba en sus asientos y los pasillos vacíos , aunque, de vez en cuando, algún curioso se asomaba para intentar ver cómo se estaba desarrollando la cosa.
Afuera empezaban a oírse las sirenas de los coches de policía que iban llegando. Y se podía ver, a través de la ventanilla, el resplandor de las luces azules y rojas de los coches patrulla.. En cuestión de pocos minutos, el tren estaba rodeado por la policía.
Se podía oír la voz de uno de ellos que , desde fuera , útil izando un megáfono, intentaba ponerse en contacto con el fugado. Le decía que se entregara voluntariamente y le sería más favorable hacerlo por su propio bien.
El preso, a su vez, respondía pero desde el vagón en el que 0e0staba Juan y sus compañeros de viaje, no alcanzaban a oír lo quedecía. La voz se fue corriendo y, según decían, el preso pedía un coche con eld apósito lleno de combustible, una cantidad de dinero y que lo dejaran salir del tren con el maquinista como rehén. Él se marcharía y más adelante, dejaría en libertad al maquinista. Eso era lo que los viajeros de los vagones más cercanos a la máquina habían escuchado.
La policía insistía en que entregarse era lo mejor que podía hacer Pero él ya había dado un paso y no se podía volver atrás, a pesar de que la policía lo intentaba convencer de que soltase a su rehén y no le ocurriría nada.
El tiempo pasaba y la gente se impacientaba .La voz que Intentaba convencer al preso, dejó de oírse. Se produjo un silencio total
– ¿qué estaría ocurriendo?, se preguntaban todos…
Lo que estaba ocurriendo era que la policía , viendo que , con el método de la negociación no había podido lograr que el fugado se entregara, había tomado la decisión de que un grupo de operaciones especiales irrumpiera dentro de la máquina, dónde se encontraba el fugado con su rehén y procediera a su detención
El silencio reinante, se veía interrumpido por la voz del fugado que, al no escuchar respuesta alguna por parte de la policía, gritaba.
– -¿qué ocurre con ustedes? , ¿Me van a conceder lo que les he pedido? Sepan ustedes que, si dentro de 10 minutos no está aquí el coche que he pedido y, dentro del coche un maletín con 1000,000 de pesetas, este hombre morra aquí mismo, en tanto que, si hacen lo que les digo, este hombre saldrá de aquí conmigo y, cuando lo considere oportuno, lo soltaré. Ya lo saben, tienen ustedes 10 minutos y no hagan que mi paciencia se agote.
La policía le responde:
– yo no tengo poder para concederle lo que ha pedido. He trasladado sus peticiones a mis jefes y ellos están en una actitud positiva pero debe tener paciencia. De todos modos le invito a que medite bien las cosas. En el caso de que le traigan el coche y el dinero, ¿ cree usted que llegaría muy lejos? Se enfrenta usted solo a un montón de agentes Le aconsejo que, por su bien, deponga su actitud y se entregue.
El preso responde:
– no me den más consejos y tráiganme lo que les he pedido y dénse prisa. Yo sé muy bien lo que hago.
Mientras se mantenía esta conversación, los componentes del Grupo de operaciones especiales habían tomado ya sus lugares y solo esperaban que se les diera la orden para pasar a la acción , orden que les fue dada.
El silencio volvió a reinar. Los pasajeros esperaban que , de un momento a otro, apareciera el coche que el fugitivo había pedido y así se terminaría para ellos aquella pesadilla. Pero el pasaje ignoraba lo que estaba a punto de ocurrir.
Repentinamente, se escucharon dos disparos y, tras ellos, un gran tumulto. Se podían oír voces que decían:
– policía, échese al suelo, rápido, al suelo y no se mueva.
La pesadilla había terminado pero no de la manera que todos pensaban. Los agentes especiales, en una rápida y eficaz maniobra ,habían entrado al interior de la locomotora, dispararon al aire dos veces, el fugitivo, que no contaba con aquello, intentó usar la pistola que llevaba pero no le dieron opción a ello y, en unos segundos, se encontró con las esposas puestas.
Todo había terminado felizmente. Se vio salir al preso del tren esposado y custodiado por varios agentes que lo introdujeronen un coche policial que se alejó del lugar. También se fue alejando de allí el resto de las unidades móviles de la policía
En el tren , se quedó un retén de unos 10 policías secretas los cuales iban de vagón en vagón , contándole a los pasajeros cómo habían logrado reducir al fugado e interesándose por el estado del pasaje. También les decían que estaban a la espera de que llegase otro conductor pues, aunque al que había no lo ocurrió nada, sin embargo no estaba en condiciones para continuar el viaje. Los tranquilizaban y les decían que, en breve, el tren volvería a ponerse en marcha.
Al ir enterándose de lo sucedido, la gente se iba tranquilizando .Habían pasado bastantes horas pues ya empezaba a amanecer Algunos se quejaban , porque se les había complicado el viaje Pero, en el fondo, no culpaban a nadie sino que alababan la labor llevada a cabo por la policía.
A los viajeros se les dijo a través del personal de RENFE que , si lo deseaban, podían pasar por el vagón restaurante, en donde se les daría un desayuno cuyo coste corría a largo de la compañía ferroviaria.
Una hora más tarde, se anunció que ya había llegado el nuevo Maquinista y el tren se puso en marcha. La gente, aún no se había recuperado de lo sucedido y, tuvo que pasar bastante tiempo para que se calmaran los ánimos de los viajeros
Todo eran comentarios acerca del percance ocurrido .Ese mismo tema era el centro de la conversación en el compartimento en el que viajaba Juan y sus compañeros :
– Dios mío, qué miedo he pasado, decía la madre de Alicia aún
Me palpita el corazón. Sentí mucho miedo cuando, al despertar por el frenazo del tren, vi que mi hija no estaba. Pensé lo peor y mandé a su padre a buscarla. Me tranquilicé un poco, al saber que es taba bien pero, cuando supe lo que estaba pasando, el miedo se apoderó de mí por completo. Pensé todo lo peor: ese hombre podía tener una bomba y podía volar el tren. Esa y muchas más ideas pasaron por mi cabeza. Gracias a Dios, todo se ha resuelto. Lo único lamentable es que ya podíamos estar en Tarragona o muy cerca. Pero bien está lo que bien acaba, ya que las cosas podían haber terminado de otra manera y, entonces , no podríamos contarlo.Verdaderamente nos hemos llevado un gran susto todos pero por fin se resolvió todo y ese hombre, con total seguridad, irá a parar al lugar de donde se fugó
Miguel respondió:
– es cierto, nos hemos llevado un susto tremendo. Yo también pensé que la cosa podía haber sido peor .Pero,por fortuna, la policía ha actuado con rapidez y todo ha quedado en un gran susto
Tomás, padre de Alicia, dijo:
– con el tiempo que hemos perdido, según mis cálculos, en unas dos horas, llegaremos a Tarragona .Estoy deseando llegar pues mi hijo nos estaba esperando y estará nervioso por la tardanza, aunque, con total seguridad, les habrán informado de los motivos del retraso.
Miguel dice:
– pues sí , en unas dos horas , más o menos, este viaje habrá terminado para ustedes. Para Juan y para mí, aún nos queda más tiempo. En lo que a mí respecta, este retraso no me ha afectado nada., pues yo tengo que 0tomar otro tren a las 6 de la tarde para llegar a la frontera francesa. Así que el tiempo de espera será menor.
Juan no decía nada. Estaba como ausente pero, en realidad, en su mente, se agitaba el recuerdo de lo ocurrido:
“quien me iba a decir a mí, que me iba a pasar esto. No podré olvidar nunca el día que besé por primera vez a una chica. Y, a propósito, en un par de horas, esa chica desaparecerá para siempre de mi vida. Lo ocurrido aquí esta noche, solamente ocurre en las películas y en las novelas. Seguro que, si en mi pueblo contara que me ha pasado a mí, me tacharían de loco. Ahora tengo que olvidarme de todo, de la chica y de lo sucedido, aunque va a ser difícil olvidar, ya que ha sido mi primera experiencia. Pero tengo que ser realista y pensar que, cuando este tren llegue a Tarragona, todo habrá terminado para mí y Alicia será un recuerdo “
Alicia, a su vez pensaba:
“ dentro de pocas horas, habrá terminado una ilusión a la que no sé como he podido llegar . Ese chico me gustó nada más verlo, cuando subí al tren. Y, por no sé qué causa, tal vez por egoísmo o para demostrarme a mí misma el poder de seducción del que siempre he presumido, me propuse conquistarlo y lo que ha ocurrido ha sido que él me ha conquistado a mí. Seré tonta, pues me he enamorado perdidamente de alguien al que he conocido en un tren y del que apenas sé nada, además, a sabiendas, de que, en unas horas , dejaré de verlo.”
Juan se dirige a Alicia y le dice:
– Alicia ¿cuándo os volvéis para Murcia?
– ¿Por qué me preguntas eso, Juan ?
– por nada en concreto, dijo Juan, simple curiosidad
– pues no sé lo días que vamos a estar en Tarragona, dice Alicia. Eso depende de mis padres, yo no tengo nngunaa prisa.
La madre de Alicia entra en la conversación diciendo:
– a mí me gustaraía estar bastantes días pero mi marido debe volver a su trabajo. Tenemos una pequeña empresa y, aunque la hemos dejado en buenas manos, la presencia de mi marido no debe faltar.
El padre de Alicia dice:
– yo creo que una semana o diez días, estará bien. Es el primer nieto y queremos disfrutar de él pero, por desgracia, no todo el tiempo que quisiéramos. Ya disfrutaremos en verano, mi hijo es profesor y tiene tres meses de vacaciones y se vendrán a Murcia a pasarlas
La madre dice:
– pues , siendo así, yo no me vuelvo sin que el niño haya sido bautizado.
Dice el padre:
– eso es cosa de los padres
La esposa le responde:
– ya verás cómo lo bautizan, yo me encargaré de convencerla
El padre de Alicia, dirigiéndose a Juan y, sacando de su bolsillo una especie de cartulina, le dice.
– toma, muchacho, toma mi tarjeta .Me has parecido un buen chico. Si alguna vez me necesitas y yo puedo ayudarte, no dudes en acudir a mí
– muchísimas gracias, dijo Juan, mientras se guardaba la tarjeta y pensó:
“Cielo Santo, con esto, sí es verdad que no contaba yo. Dicen que, si una puerta se cierra, se abren más. A mí no se me ha abierto una puerta, sino un portón y bastante grande, por cierto. Yo que pensaba que ya se había terminado todo en cuestión de Alicia, mira por donde su propio padre, sin saberlo, me ha dado la posibilidad de contactar con ella cuando quiera, claro está , que ella tuene que querer contactar conmigo, porque aún me parece un sueño lo que me ha pasado.”
A su vez, Alicia, al ver cómo su padre entregaba su tarjeta a Juan pensó:
“Dios mío, yo que creía que no lo iba a ver más. Mi corazón me dice que sí o, tal vez, las ganas que tengo de poder volver a verlo, me hacen pensar esto. Ha sido mi propio padre quien nos ha abierto el camino. Pero ¿qué pensará Juan de todo esto?
El tren seguía su camino y, poco a poco, se iba acerando a Tarragona, en donde se bajarían Alicia y sus padres. Pero lo que antes iba a ser una despedida para siempre, el destino la había cambiado por una despedida, tal vez muy breve. Eso, el tiempo lo diría.
La locomotora empieza a aminorar su marcha, hasta quedar parada en la estación. En el cartel se podía leer: TARRAGONA.
Habían llegado. Era la hora de la despedida entre unas personas que se habían relacionado durante bastante tiempo.
La despedida fue breve, pues, al llevar tanto retraso, a causa del incidente, lo que, en principio iba a ser una parada de media hora, pasó a ser una parada de cinco minutos. Había que recuperar algún tiempo.
Juan extendió su mano al padre de Alicia y estrechándosela dijo:
– ha sido un placer conocerle. Muchas gracias por todo. S necesitara algo de usted, lo llamaría.
– no dudes en hacerlo, muchacho. Ha sido un placer conocerte.
El padre de Alicia, estrechando la mano de Miguel le dijo:
– igualmente le digo a usted, ha sido un placer. Que tenga un buen viaje hasta llegar a Alemania. y, a ver, si esa idea que nos comentó de ahorrar unos dineros y volver a su pueblo para establecerse por su cuenta montando su propio negocio, la pone en práctica. Eso sentaría un precedente que, si lo hicieran muchos, podría ser el comienzo de una transformación de las tierras del Sur.
– muchas gracias, dijo Miguel. Esa idea la llevo madurando hace ya tiempo y quiero ponerla en práctica. Lo que ocurre es que el dinero no se ahorra todo lo rápido que yo quisiera.
Juan se despidió de la madre de Alicia, dándole un beso en cada
mejilla y le dijo:
– ha sido un placer conocerla, señora
– lo mismo digo, hijo, dijo la madre
Miguel hizo lo mismo con la madre y la hija, se despidió con dos besos a cada una.
Juan, frente a Alicia, la miró tiernamente y la besó en una mejilla y luego en la otra y, al oído le dijo:
– tendrás noticias mías
– eso espero, susurró Alicia.
Los tres bajaron del tren y se perdieron entre la gente
Miguel y Juan quedaron solos en el compartimento, en tanto que el tren ponía rumbo hacia Barcelona Fue Miguel quien habló, una vez que se quedaron los dos hombres solos.
– vaya un viajecito que llevamos, amigo. Ha habido de todo, no nos podemos quejar y tú, mucho menos. No me negarás que este viaje puede hacer que tu vida cambie por completo: conoces a una chica la cual, me da la impresión de que se ha enamorado de ti. Lo más normal hubiera sido que la cosa hubiera terminado en Tarragona, cuando ella se bajó del tren. Pero no ha sido así .Para que veas lo que es capaz de hacer el destino a las personas. Seguro que tú ya te habías hecho a la idea de que no ibas a volver a ver más en tu vida a esa chica y, sin embargo, el propio padre te ofrece la posibilidad de poder contactar con ella en cualquier momento . Te aconsejo que guardes bien esa tarjeta que te ha dado su padre, pues estoy totalmente seguro de que , antes o después, la vas a utilizar .La chica te gusta , eso está más claro que el agua y tú le gustas a ella . Por lo tanto, me atrevería a decir, sin miedo a equivocarme, que tú terminas en Murcia con ella y trabajando en la empresa del padre.
Juan responde:
– mira, Miguel, hay un refrán que dice: no digas nunca de esa agua no beberé. Voy a ser muy sincero contigo: es cierto. Que esa chica me gusta y que yo le gusto a ella, cosa que pude comprobar anoche. También es cierto que esta tarjeta me ofrece la posibilidad de contactar con ella en el momento que yo quiera. Pero , antes de echar mano a la tarjeta, quiero intentar ver que el propósito que me movió a dejar el pueblo, se cumple .
Yo salí de mi pueblo con la idea de forjarme un porvenir, una vida nueva en Barcelona y eso es lo que pienso hacer: Buscar un trabajo, conseguir una estabilidad, formar una familia y llevar una vida como Dios manda. Es lo que voy a intentar nada más llegar a Barcelona. Digamos que esta tarjeta es algo así como una carta que llevo en mi manga y que usaría en última instancia, es decir, cuando ya haya agotado todas las posibilida0des, cuando vea que , por mí mismo, no he podido hacer realidad la idea, que me trajo hasta aquí. Entonces y solo entonces, jugaré esa carta.
Miguel le responde:
– me parece muy bien que seas consecuente con tus ideas pero voy a decirte una cosa : cuando nacemos, todos venimos a este mundo con una trayectoria que nos está marcada y que se cumplirá, querámoslo o no querámoslo . Esa trayectoria se llama destino. Cada persona tiene el suyo. Por ponerte un ejemplo, te hablaré del mío. Yo llevaba, en mi pueblo, una vida normal. Tenía mi trabajo y vivía bien. Me casé y formé una familia. Pero, cuando creía que aquello me iba a durar toda la vida, se me torcieron las cosas y se me vinieron abajo odas es ilusiones. La empresa para la que trabajaba tuvo que cerrar y, de la noche a la mañana, me vi sin trabajo, con una familia a la que tenía que mantener y, por si esto era poco, tenía que pagar una casa que acababa de comprar, basándome en esa seguridad laboral de la que te he hablado. Imagínate tú la papeleta que se me presento al cerrar la empresa. La única salida que tenía era emigrar. Así que , un buen día, cogí una maleta , dejé en el pueblo a mi mujer y a mis dos hijos, e hice lo que tú. Me subí a este tren y me largué a Alemania. Allí encontré trabajo y, gracias a él y a que la moneda alemana vale más que la española, estoy manteniendo a mi familia y pagando mi casa . Pero ¿a costa de que? , pues a costa de estar solo, a más de dos mil kilómetros de los míos y a costa de tener que sacrificarte mucho . En Alemania se gana dinero pero también hay sitio para gastarlo Pero, si quieres enviar a tu casa dineros cada fin de mes, no tienes más remedio que hacer sacrificios . Por eso te digo que no luches contra tu destino. Tú venías a Barcelona buscando un porvenir pero tu destino no está en Barcelona, sino en Murcia. Ese porvenir que buscas, lo tienes en tu bolsillo. Ese porvenir es esa tarjeta. Ya verás que el tiempo te lo dirá
Juan responde:
– no te quito la razón , Miguel, yo también creo en el destino y sé que es inútil luchar contra él. Sé que, lo más seguro, sea que termine en Murcia. Pero por orgullo personal o, tal vez por egoísmo, antes de tener que usar esta tarjeta, quiero agotar todas las posibilidades.
– en ningún momento te he dicho que lo hagas, dijo Miguel. Es posible que encuentres trabajo en Barcelona , que pases ahí Más o menos tiempo. Pero, al final, ya lo verás, al final, acabarás en Murcia
– pues que sea lo que tenga que ser, responde Juan. Yo, con tener un trabajo digno para vivir, me da lo mismo que sea en Barcelona, en Murcia o en cualquier otro sitio. En cuanto a Alicia, si está previsto que sea la persona con la que comparta mi vida, pues será Alicia . Pero, al respecto, tengo mis dudas. Alicia es licenciada universitaria y yo solo tengo los estudios primarios. En eso soy inferior a ella y una cosa es que le haya gustado de manera transitoria , y otra muy distinta es compartir una vida entera con alguien que es superior a ti en cultura. Esas son mis dudas y ese es el motivo por el cual no pienso usar esta tarjeta a menos que no tenga ya más remedio que hacerlo Esa es la verdad
Miguel responde:
– entiendo y comprendo tu postura, Juan, pero, quieras o no, tú acabas en Murcia ,con o sin Alicia, aunque yo me atrevería a decir, que con ella.
Juan le responde:
– yo lo único que quiero es tener una vida digna, un trabajo una cierta seguridad . Puesto que estoy, como quien dice , solo en el mundo, no quiero tener que depender de nadie y, dado que soy joven, con la preparación que tengo, que no es mucha, unida a la experiencia , que tampoco es mucha, ya que toda mi vida la he pasado en el pueblo, lo que haré será buscarme un trabajo acorde con mis posibilidades. Eso en un principio. Después, espero ir subiendo poco a poco. No tengo grandes pretensiones, pues mis aspiraciones son limitadas, dado que no poseo una preparación elevada. Pero sí tengo ganas de trabajar y de aprender y aún estoy a tiempo de lograrlo, ya que juventud y decisión no me faltan.
– ese es un buen planteamiento, dijo Miguel. Veo que las ideas las tienes bastante claras y eso ya es buena señal. Mira, pronto llegaremos a Barcelona y tendremos que despedirnos. Pero te voy a dar mi dirección de Alemania, por si la pudieras necesitar. Uno no sabe nunca donde va a terminar y, como bien dice el refrán, donde uno come es su tierra, no te vendrá mal tenerla.
– por supuesto que no, dijo Juan. Te iba a pedir que me la dieras. Te digo lo mismo que te he dicho con respecto a la tarjeta que me ha dado el padre de Alicia, que , solo si me veo en un grave apuro, recurriría a ella apúntamela en este papel
Miguel apuntó su dirección en el papel que Juan le ofreció Y le dijo:
– ahí la llevas. Pero de una cosa estoy seguro y no me ofendo por ello. Estoy totalmente convencido de que, antes de echar mano a mi dirección , usarías la tarjeta . Y lo veo muy normal, pues yo no me llamo Alicia, sino Miguel, aja jajá
Juan cogió el papel con la dirección de Miguel y la guardó en el bolsillo de la chaqueta , junto con la tarjeta d el padre de Alicia
Miguel, dirigiéndose a Juan, le dice:
– y ahora, cuando lleguemos a Barcelona ¿qué piensas hacer?
Preguntó Miguel a Juan
– pues tendré que buscar el modo de llegar al pueblo en el que viven mis tíos. Solo tengo la dirección, ya que teléfono no tienen
– ¿y como se llama ese pueblo? , preguntó Miguel
– se llama Tona dijo Juan. Me dijeron que está a unos kilómetros de Barcelona y, por las indicaciones que me dieron, creo que no voy a tener problema. He de ir a la plaza de Cataluña y allí, coger un tren de cercanías que vaya rumbo a San Juan de Luz o el que vaya a Vic. Los dos pasan por Tona .Pero la estación en donde debo bajarme, se llama Seba- Tona y allí debo preguntar cómo se llega al pueblo, pues dtstá un poco alejado de la estación . Total un lío, aunque espero llegar.
– en principio, no vas a tener problema dijo Miguel. Este tren hace una parada en la Plaza de Catataluña. Allí te bajas y coges el de cercanías, sin necesidad de salir a la calle. Pero debes gastar cuidado, porque por allí pasa también el metro De manera que ten cuidado no vayas a perderte. Yo te avisaré, pues yo sigo hasta la última parada que es la estación de Francia.
– pues sí que está esto complicado para u n novato como yo,
Dijo Juan.
– este es otro mundo., dijo Miguel. Poco antes de llegar a Barcelona el tren se mete por debajo de la ciudad y coincidiecon las líneas del metro y de los trenes de cercanías.
– pues sabes que está esto como para venir solo, dijo Juan
– pues yo lo tuve que aprender, dijo Miguel. Menos mal que yo me bajo en la última parada. Allí debo esperar hasta que salga el tren que va a Port Bou, que es por donde se pasa por la aduana y, una vez en Francia, cojo un tren que se llama el transe ropa exprés, que atraviesa toda Europa. Pero yo me quedo en Frankfurt.
Estando en esta conversación, el tren entra en una especie de túnel y ya no se ve más el paisaje exterior . El ruido del tren, al circular por el subsuelo de la ciudad, era tremendo.
– ya hemos entrado en la ciudad, dijo Miguel…Ve preparando tu equipaje, porque las paradas son muy breves. Ahora pronto parará en Barcelona-Sanz, después en la del Arco de Triunfo y la tercera, es la de Plaza de Cataluña. Debes bajar rápido.
El tren hizo su primera parada en Sanz. Poco después, paró en Triunfo.
Juan , que lo tenía todo preparado para bajo en la siguiente, Se abrazó a Miguel y, con lágrimas en los ojos , dijo:
Miguel, muchas gracias por todo, por tu compañía, por tus consejos por todo. Que tengas un buen viaje.
Miguel abrazado a Juan, le dice:
– lo mismo te digo, Juan, te deseo la mejor de las suertes. Ahí llevas mi dirección. Si, por casualidad aparecieras por Alemania, búscame. Pero estoy seguro de que tú acabas en Murcia.
El tren se detuvo en Plaza de Cataluña y Juan bajó de él Su viaje casi había concluido. Ahora le faltaba llegar a Toná y encontrar a sus tíos.
Juan se vio, de repente, en otro mundo. Lo que veían sus ojos, era totalmente extraño y, a la vez, impresionante para él estaba bajo las calles de una ciudad y le parecía estar en otro mundo.
En poco tiempo, había visto pasar ante él varios trenes, unos paraban, otros no:
¿Cual sería el tren que debía tomar él?
¿Donde lo debía coger?
Armado de valor, pues todo aquel bullicio le había aterrado, se dirigió a un grupo de jóvenes que había allí, todos con mochilas de viaaje y vestimenta deportiva, y les dijo:
– perdonad, acabo de llegar en el tren de Andalucía y tengo que coger un tren que me lleve a un pueblo llamado Tona. Pero no tengo ni idea. ¿Me podrías ayudar, por favor?
Uno de los jóvenes le responde:
– has tenido suerte, amigo, porque nosotros tenemos que coger ese tren, ya que vamos a pasar el fin de semana a una estación de soy en los Pirineos. Así que quédate aquí y, cuando subamos nosotros, subes tú. El billete te lo darán en el tren y nosotros te diremos donde tienes que bajarte.
– pues muchas gracias, dijo Juan
No hubo que esperar mucho tiempo. En cosa de unos 10 minutos, un tren se detuvo y el joven le dice a Juan:
– este es el tren que debemos coger, así que sube rápido, porque la parada es muy breve y, si no te das prisa, te quedas en tierra . Como verás, aquí todo se hace de prisa.
Juan cogió su equipaje y subió a aquel tren. Ya le faltaba muy poco para finalizar su viaje, viaje que había emprendido el día anterior en tierras andaluzas, Por un momento pensó que estaba muy lejos del mundo que él conocía. El mundo en el que se encontraba ahora, era totalmente distinto y desconocido era otro mundo.
Cuando el tren salió de nuevo al exterior, Juan miraba hacia todas partes .sorprendido. El cielo no era tan azul como el que él estaba acostumbrado a ver . Era un cielo grisáceo, una atmósfera muy cargada. El aire era irrespirable, muy distinto al que estaba acostumbrado
Los edificios que veía a través del cristal de la ventanilla eran también distintos, edificios de un color oscuro y, por su apariencia,
Debían ser muy antiguos. Se veían grandes chimeneas de las que salía un denso humo. Juan dedujo que se tratarían de fábricas. Todo lo que iba descubriendo era nuevo para él. A su mente llegaron recuerdos de , cuando en su pueblo, se burlaban de lo que decían los que , en verano, iban de vacaciones procedentes de Cataluña. Estos decían que era todo muy distinto y a los del pueblo les parecía motivo de burla . Pues resultaba que era cierto.
Otra cosa que le extrañó a Juan era el comportamiento de la gente . Todos iban y venían a su aire. Nade se fijaba en él.
En el pueblo, una persona desconocida habría sido objeto de atención de todos los habitantes. Pero allí no ocurría esto. Él era uno más entre aquella multitud de gente y esto le pareció bien;
“Aquí nadie conoce a nadie “ ,pensó Juan ,” aquí cada uno va a lo suyo “. Pero ¿ocurrirá lo mismo en los pueblos?, se preguntó
El tren realizaba frecuentes paradas a lo largo del trayecto, paradas muy rápidas , en las que subía y bajaba gente con mucha rapidez, como si fueran a llegar tarde a un sitio.
– cielo santo, pensó Juan , vaya un ritmo de vida que lleva esta gente . Aquí se va contra reloj. Estoy dándome cuenta de que aquí no te puedes dormir..Y digo yo , si la gente lleva este ritmo de vida ¿ cuando se divierten?. Ahora entiendo por qué , cuando la gente del pueblo que hay aquí va allí de vacaciones se pasa todo el tiempo sin hacer nada y no tiene prisa por volver. Ahora lo entiendo. Aquí se vive en constante tensión y con los nervios siempre a flor de piel. Aquí no existe la tranquilidad.
Y yo me pregunto. ¿Seré capaz de actostumbrame a llevar este ritmo de vida? Pienso que, si otros lo han hecho, ¿ por qué no lo voy a hacer yo?
Sumido como estaba Juan en sus pensamientos, no se dio cuenta de que el paisaje que había observado cuando salió de los túneles , que el tren recorría por el interior de la ciudad, ya era distinto. Al mirar por la ventanilla, vio con gran sorpresa, un paisaje distinto Era un paisaje muy bonito. Un paisaje rural, un cielo azul intenso mucho bosque y se percató de que el tren circulaba paralelamente a un río de un agua clarísima. Era un paisaje completamente distinto al que él estaba acostumbrado a ver en Andalucía pero era precioso.
El joven que le había ayudado en la estación de la Plaza de Cataluña, se acercó a ´Juan y le dijo:
– Faltan dos estaciones para que te bajes. En la próxima parada, no, en la siguiente, verás que pone SEBA- TONA. Ahí te bajas. El pueblo está a unos dos kilómetros de la estación. Puedes ir andando, si quieres o tomar un taxi. Pero será muy raro que haya taxis en esa estación , pues tanto Seba como Toná, son pueblos pequeños. Así que te veo haciendo el camino a pie.
– por eso no pasa nada, dijo Juan, estoy acostumbrado a andar , muchas gracias por tu ayuda, de no haberme encontrado con vosotros, no sé cómo me las habría apañado para llegar hasta aquí . Gracias de nuevo
Al parar el tren en la estación SEBA- TONA, Juan descendió de él. El reloj de la estación marcaba las 6 de la tarde. Quedaba algo más de una hora para que se hiciera de noche.
Estaba solo en el andén. Miró a todas partes, intentando hacerse una idea de donde se encontraba. Pero estaba completamente despistado.
Vio, al fondo del andén a un hombre uniformado y se dirigió hacia él
– buenas tardes, dijo Juan, acabo de llegar en el tren desde Barcelona y me dirijo a Tona. No soy de aquí y me han dicho que el pueblo queda a unos dos kilómetros ¿ usted me podría indicar por donde tengo que ir?
– buenas tardes, dijo el hombre, se nota que es usted de fuera. Le voy a indicar, ya que, en este momento, no hay aquí ningún taxi. Mire usted ¿ve aquel cruce en el que hay dos carteles?
– sí lo veo, dijo Juan
– pues , cuando llegue usted al cruce, vera que un cartel pone Seba y el otro, TonaCoge usted dirección Tona , a unos dos kilómetros, llegará usted a una gasolinera que le llaman las cuatro carreteras . ¿Tiene usted alguna dirección del lugar al que va?
– si, señor, dijo Juan, tengo la dirección de unos tíos míos, que
Es adonde voy
– pues cuando llegue usted a la gasolinera, dijo el señor, en la cafetería que hay allí, pregunta usted por la dirección y le dirán dónde es. Toná es un pueblo pequeño y se conoce todo el mundo.
– pues muchas gracias por su información, dijo Juan, ha sido usted muy amable
– de nada, dijo el hombre. Debería darse prisa, pues pronto se hará de noche.
– me daré prisa, dijo Juan, nuevamente le doy las gracias. Quede usted con Dios
– adiós, chico, dijo el hombre
Juan cogió su equipaje y se dirigió hacia el cruce. Una vez allí, tomó la dirección hacia Tona y, paso a paso, mirando todos los lugares por los que pasaba ,lugares muy bonitos pero muy distintos a los que él estaba acostumbrado a ver. El campo era todo verde y se respiraba un aire bastante puro. Estaba ,sin duda en un lugar en dónde había muy poca contaminación cosa muy distinta a lo que ocurría en los alrededores de la gran urbe que es Barcelona.
Como se le echaba la noche encima, se dio más prisa y muy pronto divisó, a lo lejos, la gasolinera
Al llegar allí, se dirigió a la cafetería y entró. Se acercó a la barra. Tenía sed y, con un gesto, llamó la atención del camarero.
– ¿me pondría una cerveza , por favor?, dijo
– ahora mismo se la pongo, dijo el camarero
Juan le dio un trago a la cerveza y dijo al camarero:
– perdone usted, voy a hacerle una pregunta
– usted dirá, respondió el camarero
– mire usted, acabo de llegar en el tren y vengo buscando a unos tíos míos. Esta es la dirección, dijo, sacando un papel y mostrándoselo al camarero. También está el nombre de mi tío
El camarero ojeó el papel que le mostraba Juan y le dijo:
– pues ha tenido usted suerte. Aquí pone Antonio Rodríguez y ese señor es aquel que está en la punta del mostrador, el que está de espaldas.
– ¿que aquel señor es mi tío? , dijo Juan, pues sí que he tenido suerte
Juan se acercó al citado señor, que se encontraba de espaldas y dándole un golpecito en el hombro, hizo que el hombre se volviera
Los dos se quedaron mirando y fue el hombre quien , muy sorprendido dijo:
– sobrino ¿tú aquí?
– sí, tío, dijo Juan, soy tu sobrino
– pero ¿como no nos dijiste que venías?, dijo su tío, te habríamos ido a buscar
– es largo de contar, dijo Juan , de todos modos, tenía tu dirección y sé que no me iba a perder.
– anda, vamos .Tomarnos lo que tenemos, y vámonos para casa. Ya nos contarás
Terminaron sus bebidas y , tío y sobrino, salieron del bar camino de la casa en donde su tío vivía
No estaba muy lejos de allí. Era una casa antigua de tres plantas
Entraron y subieron por una escalera hasta el segundo piso.
– esta es mi casa, le dijo su tío, seguro que tu tía y tu primo se alegrarán mucho al verte. Pero te van a echar en cara que no hubieras avisado de que venías, ya lo verás
– tiene su explicación, tío, dijo Juan, ni yo mismo lo sabía
– ¿como dices?, preguntó su tío
– pues lo que estás oyendo, dijo Juan, ni yo lo sabía
– eso me lo tienes que explicar, dijo su tío
– muy fácil, dijo Juan. Yo ya estaba cansado de vivir solo en el pueblo y, un día , pensé en vosotros y en venir por aquí, para ver si encuentro un futuro mejor que el que me esperaba en el pueblo, y, tal como lo pensé, lo hice. Por eso no os avisé, ya que habría llegado yo antes que la carta .Ese es el motivo, tío, no hay otro
El tío de Juan abrió la puerta del piso y llamó a su mujer :
– niña, te traigo una sorpresa
Su tía se asomó y no pudo evitar dar un grito de alegría
– Juan, gritó, ¿tú aquí? Y sin avisar
– tía, dijo Juan , si os hubiera avisado, habría llegado yo antes que la carta .Estaba muy solo en el pueblo y, el otro día, pensé en venirme por aquí a buscarme un futuro y, tal como lo pensé, lo he hecho. He venido a vuestra casa porque sois los únicos familiares que tengo aquí
– pues claro, hijo, dijo su tía, has hecho muy bien. Pero, pasa
no te quedes ahí, qué alegría más grande me has dado, anda pasa y te daré algo de cenar. Luego descansarás, porque vendrás cansado y mañana, con tiempo, nos cuentas cosas del pueblo.
Juan entró en la casa y se acomodó
– deja ahí tus cosas, dijo su tía, yo las llevaré a la que va a ser tu habitación
Juan se sentó a la mesa y su tío le preguntó:
– ¿que pensamientos traes?
– pues mira , tío, dijo: en principio buscar cuanto antes un trabajo y, en cuanto pueda, establecerme por mi cuenta. No me gustaría ser una caga para vosotros
– pero, ¿qué estás diciendo?, dijo su tío, tú nunca serás una carga en mi casa.
– gracias, tío, dijo Juan, pero debes comprender que yo ya tengo una edad en la que debo labrarme un futuro.
- te entiendo perfectamente, dijo su tío, pero podrás quedarte en
Esta casa, hasta que estés bien situado
La tía de Juan puso sobre la mesa la cena y comenzaron a comer. Mientras comían, charlaban de diferentes cosas, sobre todo del pueblo. Juan les contó cómo era la situación en que se encontraba. En un momento concreto, Juan preguntó:
– ¿y el primo, dónde está?
Su tía respondió:
– pues, ¿donde crees que puede estar?, con su novia. Desde que se hizo novio de esa chica, tú no te puedes hacer una idea del cambio que ha dado . Antes era un cabeza rota. No quiero decir con ello, que se metiera en líos, sino que andaba como despistado. Pero fue conocer a la chica, y ha cambiado por completo. Y tú, ¿tienes novia?
– pues aún no, tía, dijo Juan, Sabes que mi carácter es tímido y, entre que en el pueblo apenas salía, entre que allí hay poca gente joven y , al ser tan tímido, pues no me he decidido a decirle nada a ninguna mujer
– pues , hijo, dijo su tío, ya tienes una edad que, como no te des prisa, te vas a quedar sin mujer.
– aún hay tiempo, dijo Juan, Dicen que para cada hombre hay siete mujeres . ¿ tan mala suerte 0 voy a tener yo que no me toque ni una?
– todo llegará a su tiempo, dijo su tía terminaron de cenar y dijo su tío:
– bueno, yo me voy a la cama. Mañana tengo que madrugar, como todos los días para ir al trabajo, porque aquí, sobrino, no se puede uno dormir, esta tierra es distinta a la nuestra. De paso, hablaré con algunos conocidos, a ver si tienen alguna cosa para ti. El niño llegará tarde, como siempre. Así que buenas noches y, hasta mañana.
– hasta mañana, tío, dijo Juan, yo también voy a dormir. Ya os contaré el viaje que he tenido, ha sido especial. Respecto al primo, como no sabe que estoy aquí, lo veré mañana.
– yo, dijo la tía, voy a red coger los platos y también me iré a la cama. Ese niño, que venga cuando quiera.
Cuando se fueron a acostar, eran algo más de las 10,30.
Al día siguiente, Juan se levantó tarde, sobre las 11. El viaje lo había agotado. Pero se levantó muy descansado. Tras asearse, se dirigió a la cocina, en la que estaba su tía:
– buenos días, hijo, le dijo, ¿has descansado bien?
– sí, buenos días , tía, ayer estaba muy cansado, pues el tren de Andalucía tuvo bastante retraso, a causa de un incidente que ocurrió durante el trayecto.
– ¿ no me digas que tú venías en ese tren?, dijo su tía, dieron la noticia por la televisión. Me refiero a lo del preso que se había escapado.
– pues sí, tía, en ese tren venía yo y, créeme, todos pasamos un mal rato, dijo Juan
– querrás, sin duda desayunar, ¿verdad?, dijo su oía.
– sí, respondió Juan .Pero solo un poco de café y un zumo, si es posible.
– pues claro que es posible, Pero, ¿solamente vas a desayunar eso?
– eso, dijo Juan .Yo estoy acostumbrado a desayunar muy poco.
– a propósito, dijo su tía, mientras le servía el café. Tu tío se fue muy temprano esta mañana, pues entra al trabajo a las 8 y tu primo, que ya está enterado de que has venido, también se fue a trabajar. No quiso saludarte por no despertarte. Dijo que ya tendríais tiempo de veros.
Mientras desayunaba, la tía le fue haciendo una serie de preguntas todas ellas relacionadas con el pueblo, con algunos conocidos, a las que Juan fue respondiendo.
Juan cambió el tema preguntando a su tía:
– dime tía ¿como es la vida por aquí? De lo poco que he visto he sacado la conclusión de que es muy diferente a la vida en Andalucía.
– y tan diferente, dijo la tía. Aquí estamos porque hay trabajo pero, la verdad, nuestro corazón y nuestro pensamiento está allí . De buenas ganas nos iríamos al pueblo Pero ¿de qué íbamos a vivir? Aquí, querámoslo o no, somos de fuera y, como tales nos tratan. Son muy pocos los catalanes que nos ofrecen su amistad .La mayoría nos mira por encima del hombro. Eso ocurre en las ciudades. En los pueblos más pequeños, llegan a conocernos mejor y nos tratan de otra manera . Pero nunca o, casi nunca, como iguales. Dicen que venimos a quitarles el trabajo, cuando estamos haciendo los trabajos que no quieren En fin , hijo, te digo esto, para que no creas que aquí atan los perros con longaniza. Aquí, los andaluces estamos considerados como inferiores y así nos tratan, aunque haya excepciones, pero muy pocas. Lo malo de esto, es que aquí tenemos la fama que tenemos, por culpa de unos cuantos que, con su manera de actuar dan una mala imagen de los andaluces. Las borracheras que cogen, la mala educación de la que hacen gala y otras cosas más, han contribuido a que los catalanes piensen que todos somos lo mismo . Así que pagamos justos por pecadores. Pero eso no se queda ahí. Cuando vamos de vacaciones a nuestra tierra, por culpa también de unos pocos, nos miran mal, nos llaman de todo, eso tú lo sabes bien. Así que no se nos trata bien ni aquí, ni allí… Y todo esto nos pasa por tener que dejar nuestra tierra, nuestras raíces, nuestras familias, en busca de una vida que allí no hay .Al final somos extraños aquí y allí.
– eso, dijo Juan, lo entiende muy poca gente, tía. Llevas toda la razón del mundo. Por desgracia, así son las cosas. Yo , tía, pienso de la siguiente manera: en Andalucía viven bien los de siempre, es decir, los que tienen dinero y fincas, en una palabra, los señoritos. Ellos y unos pocos más que , por diversos motivos, no tienen necesidad de emigrar a otras tierras . Pero estos son una minoría en relación con el número de andaluces . Los que no tenemos ni dinero , ni fincas, tenemos dos opciones y las dos son a cual peor, o nos quedamos allí, pasando fatigas y necesidades a merced de los ricos, o nos tenemos que buscar la vida fuera de allí. Hagamos lo que hagamos, siempre estaremos en inferioridad y seremos los pobres. Entonces, vistas así las cosas, yo he optado por salir de allí y que piensen de mí lo que quieran y me llamen, cuando vaya, si es que voy, como quieran llamarme. Yo digo lo que aquel refrán: ande yo caliente, ríase la gente. Pero , creo que eso que me dices de que los catalanes tratan a todos los andaluces lo mismo , aunque no lo seamos, tiene su explicación y tú lo has dicho antes: tú has dicho que los catalanes están acostumbrados a ver a los andaluces emborrachándose y formar jaleo . Este hecho puede motivar que los catalanes piensen que todos los andaluces que venimos aquí somos lo mismo y no piensan que, aunque pobres y necesitados, no todos actuamos de la misma manera ni somos lo mismo. Por eso, como tú bien has dicho, cuando te llegan a conocer, ya cambia su actitud
– pues ¿sabes que tienes toda la razón?, dijo su tía. Sí cambian su actitud pero, en el fondo, para ellos seremos siempre castellanos, cosa que tampoco me explico, porque aquí el que no es catalán, es castellano Y nosotros entendemos por castellanos, los que son de Castilla. Nosotros somos andaluces y eso les cuesta trabajo a esta gente entenderlo.
Así conversando, pasaron el res tú de la mañana, hasta que la tía de Juan dijo:
– uff, con la conversación, no me he dado cuenta de la hora y tu tío y tu primo, vienen a comer a las 2 y se van otra vez a las 3
. Así que voy a hacer la comida.
– yo, dijo Juan, voy a dar una vuelta por el pueblo, para ver algo de él.
– vale, dijo su tía, ese pueblo es pequeño pero muy bonito .No te tardes mucho, porque tu primo tiene muchas ganas de verte
– no tardaré, dijo Juan, yo también quiero verlo a él
Juan deambuló por las calles desconocidas para él e iba observando todo. Las casas tenían un tipo de construcción muy diferente a las de Andalucía. Eran unas casas antiguas, aunque también las había de nueva construcción pero su estética era distinta a las que él estaba acostumbrado a ver.
Al pasar junto a un parque, vio que había varios grupos de gente
Mayor, jugando con unas bolas. Aquello le picó la curiosidad. Entró
en el parque, se acercó a uno de los grupos y le dirigió a un señor mayor , que tenía una bola en su mano:
– buenos días, dijo, perdone mi intromisión. Soy de fuera, llegué
ayer aquí y estoy dando un paseo por el pueblo y, al verles a ustedes jugar, me ha picado la curiosidad ¿ como se le llama a este
Juego?
– buenos días, respondió el hombre. Este juego se llama Petancas de origen francés y aquí jugamos mucho a él, sobre todo os jubilados Así matamos el tiempo, a la vez , que nos entretenemos
Aquí se juega mucho y, hasta se hacen competiciones de Petanca. El juego es muy sencillo. Te voy a explicar cómo se juega y lo vas a entender rápidamente: ¿ ves aquella bola pequeñita en el fondo?
– sí, la veo, dijo Juan
– pues esa bolita es, diríamos el alma del juego. Se llama buchón y todo el juego gira en torno a esa bolita, dijo el hombre. Hay dos o más equipos. Cada equipo está compuesto por dos personas y sus bolas son diferentes a las de los otros equipos.
El juego consiste en intentar que tus bolas y las de tu equipo se queden lo más cerca posible a la bolita pequeña. Si hay una bola de otro equipo muy cerca de la bolita, tu, al tirar la tuya, debes procurar alejar la del contrario de la bolita, procurando que la tuya se quede más cerca del buchón ¿ has entendido ?
– más o menos, dijo Juan, ahora entiendo por qué ,de vez en cuando, la gente mide la distancia entre su bola y la pequeña
– exactamente, dijo aquel hombre. Miden , porque algunas veces no se ve, a simple vista, qué bola está más cerca del buchón. El hecho de medir es para salir de dudas
– pues muchas gracias por sus explicaciones, dijo Juan
– de nada, dijo el hombre. Cuando hayas jugado unas pocas de veces a esto, seguro que te gusta
– creo que me gustará, dijo Juan.
Juan se quedó mirando durante un rato cómo aquellos hombres jugaban y , con la explicación que le habían dado, pudo entender las cosas que allí se hacían.
Pensó que cualquier día, intentaría jugar a la petanca, pues él tenía buena puntería y no se le daría nada mal. Pero eso sería más adelante. Ahora tenía cosas más importantes en las que pensar.
Miró su reloj. Era la 1,30 del mediodía. Se despidió del señor que le había dado la explicación y se dirigió a casa de sus tíos, pues no quería llegar tarde para comer y, además estaba deseoso de ver a su primo
Cuando llego a la casa, su tía le dice:
– ¿ya estás aquí?, pues, precisamente acaban de llegar tu primo y tu tío.
Los dos primos se funden en un abrazo cariñoso. Hacía más de un año que no se habían visto, desde la última vez que estuvieron en el pueblo de vacaciones.
Tenía , más o menos la misma edad, ya que el primo era dos años menor que Juan.
Durante la comida, hablaron de sus cosas pero 0no había mucho tiempo para extenderse en conversar, ya que solo tenían una hora , pues a las 3 , debían volver al trabajo.
En un momento de la comida, el tío de Juan le dice:
– tengo una buena noticia para ti, el lúes empiezas a trabajar he hablado con el encargado de la obra en la que trabajamos tu primo y yo, y te van a admitir como peón ¿ qué te parece?
– me parece muy bien, dijo Juan, como se suele decir, ha sido llegar y besar el Santo. Yo nunca he hecho ese trabajo pero no hay problema, no hay que estudiar mucho para llevar mezcla y ladrillos. Lo que hace falta es estar fuerte y fuerzas me sobran. .El lunes empezaré mi etapa como trabajador en estas tierras. Yo pensaba que me iba a costar más trabajo encontrar algo. Gracias a tu intervención lo he encontrado pronto. Así que muchas gracias , tío.
– de nada, hombre, dijo su tío. Dedica estos días que te quedan a conocer los pueblos cercanos. Esta comarca es rica en lugares hermosos y en monumentos antiguos. El centro de la comarca es la ciudad de Vic. Verás que es un pueblo muy grande y muy bonito
Y, dirigiéndose a su primo, le dice:
– vamos, Antonio, que llegamos tarde.
Padre e hijo se van a su trabajo y Juan le dice a su tía :
– tía, me distaría aprovechar la tarde y conocer ese pueblo del que me ha hablado el tío. Dime cómo puedo llegar a él.
– es muy sencillo, dice su tía, .En esta misma calle, hay una parada de autobús A las 3,15, pasa uno que va a Vic. Lo coges y
en poco tiempo, llegarás, pues solo hay unos 10 kilómetros.. No vas a poder ver el pueblo entero durante la tarde, porque es bastante grande . Te bajas en la tercera parada, y así podrás ver el centro del pueblo, que es donde están los edificios más típicos :la plaza central, un poco más allá, la catedral, el templo romano, etc. Ten en cuenta que el último autobús e viene a Toná, sale de Vic a las 10 de la noche.
– pues me voy rápido a coger el de las 3,15, dijo Juan
Cogió Juan el autobús y, durante el trayecto, iba mirando por la ventanilla el paisaje .U0na gran llanura se abría ante sus ojos.y,antes de que se diera cuenta, empezó a ver edificios y el autobús hizo la primera parada. Había llegado a Vic.
Se bajó en la tercera parada, como le dijo su tía, y, miró a su alrededor. Aquello no era un pueblo, era, más bien, una gran ciudad.
Comenzó a caminar sin rumbo fijo, recorriendo calles, observando todo lo que se le ponía ante sus ojos. Todo aquello era distinto a lo que él estaba acostumbrado a ver en su tierra. Y , de golpe, tras pasar por una calle bastante estrecha, se quedó atónito al ver la plaza a la que había llegado. Una plaza completamente cuadrada con arcos a todo alrededor, bajo los cuales había soportales y en ellos, toda clase de establecimientos, bares y restaurantes. Juan no salía de su asombro.
Por unos momentos, le pareció en una ciudad medieval y era cierto, pues Vic conserva restos arquitectónicos de épocas pasadas .
La ciudad le causó una grata impresión :la catedral y el templo Romano, le gustaron muchísimo.
Otra cosa que le llamó muchísimo la atención, fue oír a la gente hablar en una lengua distinta al español, hablaban catalán , sobre todo, la gente mayor.
Juan sabía, por haberlo oído decir allá en su pueblo, que , tanto en Cataluña, como en las provincias vascongadas, había, además del español, otras lenguas, el catalán y el vasco, lenguas que habían estado prohibidas y perseguidas durante la dictadura de Franco . Pero Franco había muerto hacía ya dos años y , en España ,se estaban empezando a ver muchos cambios .Para sí , pensaba:
“ yo no entiendo mucho de política ni de esas cosas pero he notado que, después de morir Franco, están cambiando mucho las cosas, la gente está perdiendo el miedo a la hora de decir lo que piensa, se están legalizando los partidos políticos , que antes tenían que reunirse en secreto y algunas cosas más que antes no había . Se usa mucho la palabra democracia y, aunque en mi poco
conocimiento no sé muy bien lo que esa palabra quiere decir, pienso que debe tener relación con los cambios que se están notando . Por esto, creo yo, que ya la gente no tiene miedo de hablar catalán “.
Ese era el razonamiento que hacía Juan de la situ asió n por la que estaba atravesando España
La tarde transcurrió rápidamente. Viendo aquella ciudad tan extraña y , al mismo tiempo, tan bonita para él, se dio cuenta de que se estaba haciendo de noche y pensó en volver a casa de sus tíos y no esperar a tomar el último autobús, pues sabía que su tío se acostaba muy pronto y él quería mantener un rato de conversación con su familia.
Se dirigió a la parada de autobús y cogió el primero que pasó por allí en dirección a Tona.
Cuando llegó a casa de sus tíos, solo estaba el matrimonio. Su primo no estaba.
– ¿qué te ha parecido Vic?, le preguntó su tía
– muy bonita ciudad, respondió Juan, es más grande de lo que yo pensaba y , lo poco que he visto de ella, me ha gustado muchísimo . Me daba la impresión de que me encontraba en una ciudad medieval
– es que Vic es una ciudad muy antigua, dijo su tío. Te habrá gustado la Plaza ¿verdad?
– sí, tío, me ha encantado. Otra cosa que me ha llamado la atención mucho , es que en Vic se habla mucho el catalán Te quería hacer una pregunta
– vamos por partes, hijo, dijo su tío: no solo en Vic se habla el catalán . En toda esta comarca se habla mucho el catalán. Yo diría que es la parte en la que más se habla, pues aquí hay muchos nacionalistas y, como en la época de Franco estaba prohibido hablar catalán, tras su muerte, la gente ya lo habla sin miedo . Pero no sé si te has dado cuenta de que lo hablan más las personas mayores que los jóvenes.
– pues, ahora que lo dices, dijo Juan, es si arto. He notado que los jóvenes lo hablan menos.
– eso se debe a la persecución que ha tenido esa lengua durante la dictadura de Franco .Ahora lo han puesto como asignatura en las escuelas y en los institutos y quieren que el catalán sea lengua oficial en Cataluña y que tenga la misma categoría que el castellano, aunque hay quienes piensan que debería tener más categoría ya que el catalán es la lengua de Cataluña , mientras que el castellano (los catalanes no lo llaman español), es una lengua que les ha sido impuesta . Eso es lo que se dice por aquí, pues comprenderás que mis conocimientos no llegan a tanto .Te he dicho lo que aquí se comenta. Si consiguen lo que quieren, llegará un día en el que las clases se enseñen en catalán y no en español .
– pues, dijo Juan, pensando con lógica, debería ser así, ya que si estamos en Cataluña y aquí hay una lengua propia, se debería hablar en esa lengua
– ¿qué pregunta querías hacerme?, dijo su tío
– es que verás, dijo Juan, me he dado cuenta de que la gente pronuncia Vic y, sin embargo, en las señales de la carretera, hay escrito Vich ,¿ por qué pasa eso?
– pues tengo entendido, dio su tío, según he oído, que esa “h” se debe a los tiempos de Franco, por los motivos que te dije antes dicen por aquí que a muchas palabras que terminaban en “c” les añadieron la “h “
– con razón, dijo Juan, algunos carteles en los que pone Vich, he visto que la “ h “estaba borrada
El tío de Juan estaba sentado a la mesa y .tenía una botella de vino y un vaso. Le dice a Juan:
– ¿quieres tomarte un vaso de vino con tu tío? Aquí esto es lo que hacemos, si queremos tomar vino o cerveza, lo tomamos en casa. Salir a los bares, salimos en pocas ocasiones. Es la única manera de ahorrar algo, porque , entre que no se gana mucho, si te lo gastas fuera, no sirve de nada haber venido.
Esa costumbre andaluza de irse al bar, aquí hay que olvidarla ,porque los bares son caros. Así que compramos las bebidas y nos las tomamos en la casa. Esa es la vida de los emigrantes, trabajo y casa. Y no todos los días. Hoy me puedo permitir el beberme unos vasos porque es viernes .Y, a propósito, el lunes a las 8, empiezas a trabajar. Anda , tómate un vaso de vino y conversemos un poco, porque mañana no se trabaja y me acuesto más tarde.
Entonces, dijo Juan, vamos a tomarnos ese vinillo y hablemos un poco. Me tienes que explicar cosas sobre mi trabajo., y, si no te importa, me cuentas cosas de por aquí
Mientras tomaban unos vinos , su tío le hablaba sobre el trabajo
Que iba a empezar, y le decía:
– el lunes empiezas a trabajar como peón en la empresa. En principio, como tú nunca has trabajado en la construcción, tu trabajo va a consistir en procurar que a los albañiles no les falte material por lo que deberás estar muy pendiente . Más adelante, irás aprendiendo 0a hacer mezcla , a amasar yeso y , si continuas en la empresa y el oficio de albañil llega a gustarte , podrás ir subiendo de categoría .Para empezar, vas a ganar unas 3,000 pesetas a la semana . No es un gran sueldo pero, como tendrás comida y cama gratis, ya que yo no te voy a cobrar nada, así podrás ir empezando a tener tus ahorros y, a medida que vayas subiendo de categoría, irá subiendo tu sueldo Si te centras en tu trabajo y te comportas bien ,lo que es faena, no te va a faltar.
– no te preocupes, tío, dijo Juan. Yo he venido aquí a trabajar y no a perder el tiempo . Soy, creo, una persona responsable, cuando se trata de trabajar y , esta vez, con mayor razón, pues has dado la cara por mí y voy a intentar, por todos los medios, no defraudarte
– de eso estoy completamente seguro, dijo su tío
– quiero decirte también otra cosa, añadió. No sé si sabrás que aquí los andaluces no estamos muy bien vistos. Por culpa de unos pocos, tenemos fama de ser unos vagos y unos juerguistas. Pero tú conoces la frase que dice que, según te comportas, así te tratan. Eso ha sido lo que yo he hech
o en la empresa en que trabajo: he procurado comportarme bien y , parece ser, que se han dado cuenta de que no todos los andaluces somos lo mismo. Por ello, a mí, tanto en el trabajo, como en el pueblo, se me trata con respeto y consideración . Sé que a ti te va a pasar lo mismo, no porque seas mi sobrino, sino porque se nota que eres una persona seria y educada.
– estoy enterado de la mala imagen que los andaluces tenemos aquí, dijo Juan, pero no todos somos lo mismo y, en efecto, te van a tratar según te comportes . Ya verás, tío, como yo no voy a tener problema en ese sentido. . Sobre ese tema, he estado hablando con la tía y me ha dicho lo mismo que tú acerca de lo que los catalanes piensan de nosotros
Después estuvieron conversando obre otros temas,casi todos relacionados con la zona en que vivían. Su tío era quien le comentaba algunas cosas:
– a medida que vaya pasando el tiempo, le dijo su tío, irás conociendo las costumbres de aquí, así como algunas cosas que son propias de esta comarca .Cuando oigas hablar de la pavilla de la Plana, por ejemplo, te preguntarás qué es .Yo te lo voy a explicar para que , cuando lo oigas decir, sepas de qué va
– sí, tío, dijo Juan. Me interesa saber cuántas más cosas , mejor y , puesto que , como he dicho antes, Vic me ha gustado mucho, quiero conocer cosas de por aquí y quien mejor que tú para contármelas, aprovechando que estamos tranquilamente tomando unos vinos. Ya me has puesto al día en lo que a mi trabajo se refiere. Ahora me gustaría oír esas curiosidades que hay por aquí. Y quiero saberlas por dos motivos: el primero, porque a mí me gusta saber cosas que desconozco y, si son curiosas, mucho más y el segundo, porque dicen que el saber no ocupa lugar.
Su tío le responde:
– sobrino, yo no es que sea un experto en temas de Cataluña pues soy un simple albañil. Pero llevo aquí bastante tiempo y te puedo hablar de algunas cosas.
– pues, dijo Juan háblame sobre esa pavilla que dijiste antes
– mira ,sobrino, dijo su tío, cuando lleves aquí un tiempo, verás que , todos los días , sobre todo en invierten, la Plana de Vic , está cubierta de una inmensa niebla
– ¿todos los días? Pregunta Juan
– sí, responde su tío, todos los días. Pues a esa niebla le llaman la pavilla de Vic
– ¿y eso por qué?, pregunta Juan
– no sabría darte una respuesta exacta, dice su tío, pero sin duda, debe tener relación con el significado de la palabra pavilla , que significa la heredera
– qué cosa más curiosa, dice Juan
– si que lo es, dice su tío. A propósito de heredera, te voy a comentar una costumbre propia de los catalanes que a nosotros que somos de fuera, nos cuesta entender. Es una costumbre relacionada con las herencias. Voy a intentar explicártelo bien. Si un matrimonio solo tiene hijas, la mayor, es la pavilla y lo hereda todo
– ¿y las otras? Pregunta Juan
– a las otras, dice su tío, les queda muy poco y es mejor que se lo den a la mayor , para evitar enfrentamientos
– qué cosas mas raras, dice Juan
– ¿raras?, dice su tío. Pues ahora verás. Si en esa familia que solo había niñas , llegara a nacer un varón, la pavilla perdía todos los derechos de la herencia que pasaban a ser del varón, al que aquí se le llama el “hereu “, es decir, el heredero
– pero eso, dijo Juan, no es justo
– para nosotros, dijo su tío , no lo es pero para los catalanes sí, porque se basan en leyes muy antiguas que lo que pretenden es que no se dividan las grandes posesiones
Así, conversando, mientras tomaban unos vinos, pasaron un buen ato, y Juan fue enterándose de muchas costumbres , de algunas fiestas, y de un montón de cosas curiosas que, más adelante él iría comprobando
Y es que , en el fondo, Juan era una persona con inquietudes: Le gustaba saber. Él no había tenido la posibilidad de poder estudiar, pero se interesaba por las cosas, observaba lo que había a su alrededor y, si algo no entendía o le resultaba extraño ,procuraba, por todos los medios, intentar saber el porqué. De ahí que le hubiera preguntado a su tío acerca del catalán… Juan era muy meticuloso y se afanaba por saber cosas. En el pueblo por ese motivo de querer saber , la gente lo tenía por un tipo presuntuoso, haciendo de su persona comentarios desagradables
Y, todo, por querer saber. No ntendían que Juan fuera de esta forma. Las mentes cerradas de los habitantes del pueblo no eran capaces de entender que alguien tuviera la curiosidad de enterarse de las cosas. Al no haber estudiado era como si no tuviera derecho a querer saber. Ese desprecio hacia él por parte de sus paisanos, era una espina que llevaba clavada muy dentro de sí
Juan pasó todo aquel fin de semana descansando, para entrar con energía el lunes a su trabajo.
Sabía que el trabajo de peón de albañil era bastante duro, pues tenía que acarrear carros y carros de adrillos, de bloques, sacos de cemento y todos los materiales y debía estar alerta para que a ningún albañil le faltara material.
Como, apenas salió de casa de sus tíos, salvo para tomar alguna cerveza en un bar cercano a la casa, tuvo mucho tiempo para pensar.
Pensó en el paso que había dado y se preguntó lo de siempre :
¿Había actuado bien? .Y él mismo se respondía. Para estar como estaba allí en el pueblo, solo y trabajando muy de tarde en tarde, había actuado bien . Al menos, el trabajo no le iba a faltar .Pensó también en el viaje , en aquel largo y accidentado viaje y, por supuesto, pensó en Alicia. Se preguntó ¿qué habrá sido de ella? ¿Donde y cómo estará? ¿Se acordará de mí?
Todas esas preguntas se hacía y no encontraba respuesta para ninguna de ellas. Se sentía triste. La alegría que le había causado el haber encontrado un trabajo, se tornó de repente en tristeza, una profunda tristeza , al haber recordado a Alicia . Pero ¿ por qué le ocurría esto?, se pregunto, ¿ es que se había enamorado de ella? .No estaba seguro, había sido muy poco el tiempo que habían estado juntos .En tan poco tiempo, no podía haber surgido el amor
Una voz conocida, lo volvió a la realidad. Era la voz de su primo que le decía.
– Juan, hoy es sábado y podrías salí un poco.
Juan le responde:
¿ adónde voy a ir yo solo ?, aquí no conozco a nadie, salvo a ti y tú te irás, como es lógico, con tu novia .Dime qué hago yo entre una pareja
Responde su primo
– pues mi novia tiene amigas ¿ quieres que le diga que se lleve a alguna y vienes con nosotros? Pudiera ser que te lo pasaras mejor que aquí solo
Juan dijo:
– no es mala idea, inténtalo
Dijo su primo:
– voy a llamar a mi novia y se lo diré. Ya te comentaré el resultado
Su primo llamó por teléfono a su novia. Le explicó ó la situación, y le dijo a Juan:
– ya está, primo, todo arreglado. Nuria, mi novia, va a traerse a una amiga suya, que se llama Montse, y saldremos los cuatro. Nos vamos a ir a Vic. Allí hay más sitios donde divertirse, pues en Toná, apenas si hay alguno que merezca la pena . Así que prepárate que dentro de una hora vamos a buscar a las chicas. Hoy es día para pasarlo vi en y, mañana, descansaremos, pues, el lunes a las 7, hay que estar de punta
Pasada la hora ,los dos jóvenes , en el coche del primo de Juan ,se dirigen a buscar a las chicas.
Hechas las correspondientes presentaciones, toman rumbo a Vic para pasar un rato de diversión
Después de tomar una hamburguesa en uno de los bares de la plaza de Vic, se dirigieron a una discoteca.. Pidieron unas bebidas y se sentaron en unos cómodos sofás que allí había.
Juan empezó a hablar con Montse y se intercambiaron las consabidas preguntas, con el fin de conocer la vida del otro . Así supo Juan que Montse tenía 26 años, que vivía en Toná pero sus padres eran de Andalucía y llevaban mucho tiempo allí, que durante el día, trabajaba en una fábrica textil y, por las noches, asistía al Bachillerato nocturno en el instituto de Vic.
Al hablarle de estudios, que era su punto débil, Juan le preguntó a Montse.
– ¿es que en Vic hay Bachillerato nocturno?
Ella respondió:
– sí, lo hay. Y me atrevería a decirte que la gente que vamos a estudiar al nocturno, mostramos mayor inhesté que los que van al diurno. Y eso tiene su explicacion:casi todos, por no decirte todos los que vamos al nocturno, somos personas que durante el día trabajamos. Luego, si después de una jornada de trabajo, nos tragamos unas pocas clases, es porque realmente estamos interesados
Juan dice:
– pues tienes mucha razón, Si no hubiera interés, la gente preferiría irse a descansar o a divertirse. A mí me habría gustado haber podido estudiar pero no he tenido esa oportunidad
Montse le dice:
– Pues piénsalo, porque aquí la tienes
– lo pensaré, dijo Juan
A Juan le cayó bien la chica y le pareció que él a ella también.
Bailaron algunas canciones pero lo que más hicieron fue charlar.
A eso de las 12, volvieron a Toná, pues la novia de su primo no podía llegar a casa después de la una.
Cuando dejaron a las chicas en sus casas, su primo le dice:
– ¿por qué no vamos a tomar una copa y, de paso, charlamos
Apenas si hemos hablado
– me parece perfecto, dijo Juan, tú mandas, vamos
Se fueron
Entraron en un bar , que las sábados cerraba muy tarde, pidieron unas copas y se pusieron a conversar.
– ¿ qué te ha parecido mi novia ?, le preguntó su primo.
– pues, dijo Juan: he hablado muy poco con ella pero se ve buena gente
– yo, dijo el primo, llevo ya más de dos años con esa chica y, según parece , la cosa va a terminar en boda, aunque eso no se sabe nunca, hasta que te ves en la iglesia , mejor dicho, saliendo de ella con tu mujer del brazo. Tu sabes que, por muy bien que se lleve una pareja, el día que menos lo pienses, se te fastidia todo . Pero yo quiero pensar que , en mi caso, no va a ocurrir .Y dime tu ¿ como te va con las mujeres?
Juan responde:
– primo, tú ya sabes que yo soy muy tímido, siempre lo he sido. En mi vida no ha habido ninguna mujer. Primero mi timidez y,en segundo lugar, allí en el pueblo, hay muy poco en donde escoger. Pero te voy a contar algo que me ha pasado. Tú sabes que yo siempre he creído en el destino. Pues bien, en el viaje hacia aquí, coincidió que, en Murcia , subió al mismo compartimento que yo venía , una chica con sus padres y, aunque no te lo creas, le gusté y ella a mí . Por la noche, yo había salido al pasillo y , de repente, apareció ella.Hanlamos y nos fundimos en un beso, justo cuando el preso que se escapó obligó al maquinista a que parase el tren y los dos terminamos rodando por el pasillo.
-aajajajaaaj, rió su primo. Perdona pero eso parece cosa de película y no quiere decir que no te crea. Pero, vayan cosas que te pasan
– eso mismo, dijo Juan, .Para una vez que encuentro a una chica. Ni siquiera puedo terminar de darle un beso, ajaaajjaja Te diré más. No solo le caí bien a la hija, sino también, al padre. Este, al bajarse en Tarragona, me dio su tarjeta y me dijo que, si alguna vez lo necesitaba, que lo llamara.
– ¿ qué mas quieres ¿ dijo su primo, tienes la mitad del camino andado.
– eso mismo me dijo un compañero de viaje con el que tomé amistad. Me dijo que yo acabaría en Murcia
– y yo soy de la misma opinión, dijo su primo
– no es tan fácil la cosa, dijo Juan, esa chica no está hecha para mí. Resulta que ella es licenciada universitaria y yo solo tengo el Certificado de Estudios Primarios. Así que no le pego ni con pegamento.
– eso, dijo su primo, es una tontería, creo yo. Es verdad que desde siempre, se ha procurado que el hombre sea algo superior a la mujer . Pero ahora empiezan a correr otros tiempos y otras creencias. Si hay amor entre la pareja, lo demás no importa. Pero
Vamos a dejar que el destino actué.
– será lo más conveniente, dijo Juan. Si está en mi destino marcado que esa chica sea para mí, lo será . Pero yo no me quiero hacer ilusiones
Los dos primos permanecieron en el bar un poco más conversando entre ellos de sus cosas. Se les acercó un joven que saludó muy efusivamente al primo de Juan :
– hola, Antonio, dijo el joven, ¿ya dejaste a mi hermana en casa?
– si , Jordi, dijo Antonio, ya la dejé allí .Tú sabes cómo es tu padre en la cuestión de la puntualidad y yo no quiero tener problemas en ese sentido .A propósito, te voy a presentar a mi primo Juan , que está recien llegado . Nosotros estábamos casi a punto de irnos, pero, ya que has aparecido tú, vamos a tomar otra ronda.
Dirigiéndose a Juan, le dice:
– primo, te presento a Jordi, hermano de mi novia
– encantado de conocerte, dijo Jordi
– igualmente, respondió Juan
– ¿has venido a pasar unos días aquí?, pregunta Jordi
– no, responde Juan. En principio, he venido para buscar trabajo e intentar establecerme aquí, si me van bien las cosas
– y tan bien que le van, dijo Antonio, Lleva aquí tres días, y ya tiene trabajo, pues mi padre ha hablado en la empresa y el lunes empieza a trabajar ya con nosotros.
– ¿es que eres albañil? , preguntó Jordi
– qué más quisiera yo, respondió Juan. Voy a empezar como peón , que ya es algo, y espero poder subir poco a poco ¿ y tú a qué te dedicas?,
– yo, respondió Jordi, si Dios y los profesores quieren , este año termino la licenciatura de Filosofía y Letras. Y después a intentar lograr una plaza de interino y a preparar Oposiciones.
– este, dijo Antonio a Juan , está muy puesto en el tema del catalán , que tanta polémica está levantando . Así que él nos puede explicar, mejor que nadie, ese tema.
– pues me gustaría oírlo de boca de un entendido, dijo Juan, y así , tendría las cosas claras, porque, entre que mis conocimientos en ese campo, son muy reducidos y las cosas que se escuchan al respecto, la verdad es que estoy hecho un lío.
– pues, dijo Jordi, te voy a aclarar las cosas. Cuando te haya explicado, aunque de forma bastante resumida, verás cómo ya no tendrás ninguna duda.
– sí, dijo Juan, pero explícamelas de manera que yo me entere porque yo no tengo casi estudios y, si usas muchas palabras técnicas, no me voy a enterar de nada.
– tranquilo, dijo Jordi, usaré unas palabras sencillas para que todo se te quede claro. Precisamente ese tema de las lenguas que se derivan del latín , es mi especialidad en la carrera. eso es lo que quiero saber, dijo Juan , saber por qué el catalán ha estado prohibido en la época de Franco, y también si el catalán es o no es una lengua.
– procuraré que se te quede claro todo, dijo Jordi
– vamos a ver si te explico las cosas , de forma tal, que no te aburras y lo entiendas . Lo primero que hay que tener claro es qué vamos a entender por lengua . Para dejar claro el concepto de lengua, diremos que una lengua es una manera de hablar , adoptada por un número de personas, que cuenta con un ideal común a todos ellos y, esto es muy importante, cuenta con una literatura escrita en esa lengua . Si no hay una literatura escrita, no se le puede llamar lengua Una vez que tenemos este concepto claro, vamos a hacer un recorrido por la historia d Península. Antes de que los romanos llegaran aquí, en la Península vivían una serie de pueblos y todos ellos tenían su manera de comunicarse Se sabe que uno de estos pueblos hablaba el vasco o euskera Luego el vasco estaba aquí antes de la llegada de los romanos . ¿Te estás enterando? , preguntó Jordi.
– perfectamente, dijo Juan, explicas las cosas de una manera muy clara.
Pues seguimos, dijo Jordi
– llegan los romanos a la Península y , como la conquistan, imponen su lengua , es decir, el latín . Así toda la Península acaba hablando el latín , menos en la zona en donde se hablaba vascuence. Con el paso del tiempo y, debido a diversas causas, aquel latín iba a evolucionar de una manera muy distinta en los diversos territorios . Así surgieron las siguientes variantes: el catalán, el navarro – aragonés, el castellano, el leonés y el gallego. Dé estas variantes , algunas se convertirían en lenguas, pues llegarían a tener una literatura escrita, mientras que otras no se convertirían en lenguas. El catalán tiene su literatura escrita en catalán, luego es una lengua .El castellano le pasa lo mismo, luego es otra lengua .Y lo mismo les pasa al euskera y al gallego, que tienen su literatura escrita y por lo tanto, son engoas .Sin embargo el leonés y el aragonés no son lenguas sino variantes del latín , porque no han dejado literatura escrita. . Te diré más: aquellas variantes del latín que hoy son lenguas, han llegado a tener sus propias variantes .¿ te has enterado bien del tema? .
. – me he enterado de todo perfectamente, dijo Juan y te voy a hacer una pregunta ¿ que pasa con el andaluz?
– pues muy fácil dijo Jordi. El andaluz es una variante del castellano .El día que se escriba el andaluz lo ismo que se habla, ese día el andaluz será una lengua.
– entiendo perfectamente .Yo hablo andaluz pero, a la hora de escribir, escribo en castellano. Oye ¿sabes que este tema es muy interesante? Ya me habría gustado a mí haber podido estudiar pero, por desgracia, no he podido.
– pues, si quieres, aún estás a tiempo, dijo Jordi. Se te ve una persona inteligente y con inquietudes Además, tú estás, como quien dice libre y puedes dedicar tiempo a estudiar.
– ¿estudiar a mis años?, dijo Juan
– pues sí, dijo Jordi. ¡ no has oído hablar de la prueba de acceso a la Universidad para mayores de 25 años?
– pues no, dijo Juan
– pues existe, dijo Jordi. Mucha gente que está en tu misma situación y quiere hacer una carrera, la puede hacer. Si aprueba el acamen de acceso para mayores de 25 años, puede entrar a la universidad y poco a poco, terminar una carrera.
– pero eso será muy difícil, dijo Juan
– pues sí, dijo Jordi, regalar no regalan nada. Pero , si se es constante y se pone empeño, si no en cinco años, en 7 u 8 , pero , al final se termina.
– ¿y ese examen de ingreso como se prepara? , dijo Juan
– eso depende, respondió Jordi. Lo puedes preparar por tu cuenta pero, la mayoría de la gente, va a academias en donde los preparan muy bien.
– pues dijo Juan, sabes que voy a pensar yo bien eso del acceso? . Soy joven, tengo tiempo y, sobre todo, me gusta saber.
– pues, dijo Jordi, yo te diré cuando se convoca ese examen y lo que tienes que hacer. Cuenta con mi ayuda
– gracias, Jordi por todo
– Dios, dijo Antonio, os habéis enrollado y se nos ha hecho tardísimo. Vámonos a dormir ya
– lo siento, primo, dijo Juan, pero es que ese tema me ha interesado
– Vámonos a dormir
Se despidieron y se fueron cada uno a su cama.
Juan, ya acostado, no podía dormir y pensaba
“madre mía, dicen que la ocasión la pintan calva. Yo, cada día creo más en el destino. Estaba previsto que hoy me encontrara con Jordi y que me hablara de ese examen de acceso. Quien me iba a decir a mí que , con un poco de esfuerzo por mi parte, aunque más tarde podría llegar a ser licenciado como Alicia. Eso no se me habría ocurrido nunca a mí. Y, si eso es así, podré ser igual que ella. Pues yo voy a intentarlo y , aunque me lleve el tiempo que sea, trabajaré y estudiaré y, si mi vida está ligada a la de Alicia, seremos iguales .Ya no me sentiré inferior.
A otra mañana, al levantarse, se tía le dijo:
– anoche llegasteis tarde
– perdona, tía, dijo Juan. Nos encontramos con el Herman de la novia del primo y estuvimos hablando de estudios¿ sabes que me convenció para que me presente a un examen de mayores de años para entrar a la Universidad?
– ¿y lo vas a hacer? , dijo su tía .Tengo entendido que es muy difícil
Eso me dijo Jordi, dijo Juan, pero yo lo voy a intentar .Total no pierdo nada y puedo ganar mucho
– pues me parece muy bien que lo intentes, dijo su tía
– yo sí lo voy a intentar, dijo Juan
Aquel domingo fue para Juan un domingo especial. Tenía ganas de que llegara el lunes, pues era su primer día de trabajo en Cataluña. Había tenido suerte hasta el momento.
Haciendo balance , desde el día que salió de su pueblo, el resultado era positivo: el viaje, salvo el incidente con el fugado le había salido bien, Había visto otras tierras durante ese viaje, había concedo a otras personas, como , por ejemplo, a Miguel, del que guardaba un buen recuerdo, había llegado a Cataluña y se estaba habituando bastante bien a aquel modo de vida
Pero, lo más positivo, lo que más 0le importaba de todo lo que le había sucedido en aquel viaje era que ya que había conocido, por primera vez en su vida, cosa que ignoraba aún, lo que era una mujer, aunque solo había sido una especi0e de “ aperitivo“ , para él , había sido algo grande. A esto le tenía que sumar el que el padre de Alicia le hubiera dado aquella tarjeta que , entre otras cosas, era una carta que tenía guardada para ,en un momento de apuro, poder usarla . Después llega a Toná y se da la circunstancia de que encuentra trabajo nada más llegar, cuando él pensaba que le iba a costar tiempo encontrarlo . Y, por último, se le abre un camino que puede cambiar su vida por completo, el poder tener acceso a hacer una carrera. Esto último había sido siempre su gran ilusión. Allí, en el pueblo, él sentía envidia de los que podían estudiar. Siempre había soñado con la posibilidad de haber podido hacer una carrera .Pero solo era un sueño , ya que sus posibilidades no se lo permitían. Y ahora se encuentra conque, con un poco de esfuerzo por su parte, puede ver aquel sueño hecho realidad.
El balance del viaje no podía ser más positivo. La suerte, hasta el momento, estaba de su lado.
Transcurrió el domingo. Aquella noche, se acostó temprano ,pues debía levantarse temprano para acudir a su trabajo .¿ qué tal se le daría ?, Él no lo había hecho nunca pero veía que de difícil no tenía nada . Requería más fuerza que conocimientos y él , en cuanto a fuerzas, no tenía problema. Sabía que los primeros días iba a terminar muy cansado, ya que llevaba bastante tiempo sin trabajar . Pero pronto se acostumbraría y aquel trabajo sería para él una mera rutina.
Juan hacía sus cálculos : él era ambicioso y no iba a estancarse en pasar toda su vida como peón de albañil. Era joven y se tenía por inteligente, por lo que su propósito era subir, pero hacer las cosas como deben hacerse, poco a poco, como dice el refrán: empezar la casa por los cimientos “
Él ya había hecho sus cálculos. De peón, pasaría a albañil y así hasta llegar a ser oficial de primera .Pero, después de la charla mantenida con Jordi, ya tenía una meta más a la que debía llegar. Hacer una licenciatura universitaria. Solo el hecho de pensar que, un día, llegaría a ser licenciado, le daba ánimos.
Sabía que nadie le iba a regalar nada, ni en el trabajo, ni en los estudios. Él, a pulso, y con mucho esfuerzo, tenía que lograrlo. Ahora se le ponía por delante ese doble reto ¿lo conseguiría o , por el contrario, se quedaría en el intento?
El tiempo tendría la última palabra.
Si alguna vez se viera con un puesto de cierta relevancia , sería para él un orgullo poder decir que había empezado como peo de albañil y a base de esfuerzo, había llegado hasta allí
Entonces sería cuando, en realidad, podría decir que el haber Salido de su pueblo, había merecido la pena.
Y llegó el lunes. A las 8 de la mañana, ya estaba en su trabajo.
Su tío se lo presentó al encargado de la obra.
– este es mi sobrino, le dijo
– encantado de conocerte, dijo el encargado, ¿como te llamas?
– me llamo Juan, respondió
– pues Juan, dijo el encargado, te voy a presentar al que va a ser tu maestro. Tú debes hacer lo que él te diga, debes estar atento de que no le falte material y , si eres listo, cosa que creo que lo eres, llegará el momento en el que no tenga que pedirte nada, porque ya se lo habrás preparado antes . En eso consiste tu trabajo. Espero que llegues a sentirte a gusto con nosotros. Y, ahora, a trabajar.
Le presentó a un señor, más o menos de la edad de su tío,
– Joaquín, dijo el encargado, este muchacho es tu muevo peón
Es sobrino de Antonio. Trátalo bien, aunque sé que lo harás.
– encantado de conocerte, chico, dijo Joaquín ¿como te llamas?
– mi nombre es Juan, señor Joaquín, dijo Juan
– pues , ve quitando lo de señor, llámame Joaquín a secas., la palabra señor me suena muy grande , dijo riéndose Joaquín. Vamos a trabajar. Acércame dos carrillos de ladrillos de aquel montón y me vas trayendo mezcla, según vaya haciéndome falta.. Solo debes procurar que yo no me quede parado.
– sí, Joaquín, dijo Juan, así lo haré, verá usted como no se queda parado por falta de material.
Juan se pasó el día acarreando materiales y, al terminar, le dolía todo su cuerpo.
– estoy molido, le dijo a Joaquín.
– eso es normal, para ser tu primer día responde Joaquín. Tengo que decir en tu favor, que te has portado, sí, señor. Ya verás cómo te acostumbras. Y, cuando hayan pasado unos días, esto para ti será coser y cantar
– eso espero, dijo Juan. Esta noche voy a dormir como un bendito
– eso es lo que debes hacer, dijo Joaquín, porque mañana está a la vuelta de la esquina.
– No se preocupe, dijo Juan, por la cuenta que me trae, mañana estaré como nuevo.
– hasta mañana entonces, dijo Joaquín
– hasta mañana, responde Juan
Y, así, poco a poco, Juan fue adaptándose a su trabajo. Las semanas pasaban y, cada vez le costaba menos esfuerzo. Ya no terminaba la jornada tan cansado como al principio. Se había acostumbrado.
También ya desempeñaba otros trabajos: había aprendido rápido
Ahora, además de acarrear material, se le encomendaban otras cosas
Ya sabía manejar la hormigonera y otros instrumentos y, hasta se atrevía a poner ladrillos.
Una tarde, al finalizar la jornada, el capataz lo llamó y le dijo
– Juan, te he venido observando y he visto cómo has aprendido
Bastante. Se nota que eres inteligente y eso va a tener su ,digamos, compensación , pues a partir de la semana que viene, ya no vas a ser peón, sino que vas a tener tu propio peón . Como verás, el interés que te has tomado , ha merecido la pena, ya que has subido de categoría . Si continuas así, pronto te veremos como oficial de primera.
Juan respondió_
– muchas gracias por la confianza que ha depositado en mí. Procuraré no defraudarle en el nuevo cargo que me ha dado lo que me apena es tener que dejar de trabajar con Joaquín, le he tomado cariño pues se ha portado muy bien conmigo y de él he aprendido mucho
Juan se sentía feliz, porque veía que sus objetivos se estaban cumpliendo .Se había propuesto escalar peldaños en su trabajo,
Y ya lo estaba consiguiendo. Y esto le daba ánimos para seguir adelante. Con este ascenso, ganaría más dinero, con lo que podría hacer realidad algunos de sus sueños, entre otros, el de comprarse un coche. Ya hacía que pensaba en ello, pero, con el sueldo de peón, no podía. . Pero ahora la cosa iba a ser distinta y se iba a poder permitir el lujo de comprase uno, aunque fuese de segunda mano .El tenía permiso de conducir pero nunca, hasta ahora, pudo comprarse ningún coche. Ahora sí podía.
Otro de sus sueños, tal vez el más importante de todos, era el presentarse al acceso a la Universidad para mayores de 25 años
Era una idea que llevaba en su mente desde la noche que Jordi y él hablaron de ese tema. Estaba en contacto con él, para que le dijera cuándo se convocaban las pruebas, para buscarse una buena Academia en la que lo prepararan bien. Ya él, por su cuenta, se había informado y le habían hablado de una que estaba en Manlleu ( pueblo cercano a Vic ) , Academia que gozaba de muy buena reputación
Juan lo tenía todo muy bien pensado. Si se compraba el coche, podría desplazarse desde su trabajo a la Academia y no tendría que estar pendiente de unos u otros para que lo llevaran y lo trajeran o tener que depender de los autobuses
Aquella noche, mientras cenaban, le dijo su tío:
– enhorabuena, hijo, ya me han dicho que te han subido de categoría. A mí me lo habían comentado que eras un hombre trabajador y que pensaban ascenderte pero no te había dicho nada, porque no sabía con exactitud cuándo iba a suceder eso y, mira tú por dónde, ha sido antes de lo que yo pensaba.
– muchas gracias , tío, todo te lo debo a ti .Pero, además, yo quería comentarte mis propósitos, a ver qué opinas tú de ellos. Mira , tío, me quiero comprar un cochecillo, aunque sea de segunda mano, porque verás: hace algunas noches, hablando con el Jordi, el hermano de la novia del primo, me dijo que hay unos exámenes para mayores de 25 años y, si los apruebas, puedes entrar a la Universidad y hacer una carrera. Y eso es lo que yo he querido siempre, tener unos estudios y creo que lo podría hacer
Con el coche, podría ir del trabajo a una Academia que me han
dicho que hay en Manlleu en la que preparan muy bien . ¿Que
Te parecen mis pensamientos?
Su tío le respondió:
– ¿sabes una cosa? , me parecen muy buenos. Se ve que eres una persona con inquietudes y veo que lo que te propones lo consigues Con respecto a la idea que tienes de hacer una charre da , idea que, dicho sea de paso, me parece muy bien, te quiero hacer una pregunta : ¿ hay algún motivo especial por el que , a tu edad, te hayas empeñado en estudiar una carrera en lar Universidad?
Juan responde:
– ¿ si tengo algún motivo especial ?, pues voy a serte muy sincero , tío . No hay un motivo, sino dos. El primero es el de demostrarme a mí mismo que valgo para los estudios y , ya que se me presenta esa oportunidad , de la que yo no tenía ni la menor idea que eso existía, pues quiero aprovecharla .Yo me considero capaz de sacar eso adelante y, si por alguna casualidad no lo lograra, al menos me quedará el consuelo de que lo intenté. El segundo motivo, es de índole personal. Resulta , tío, que , cuando venía para acá, en el tren, conocí a una muchacha y creo que nos gustamos Pero , entre ella y yo, hay una diferencia, pues ella es Licenciada universitaria y yo solo tengo los estudios primarios ¿Lo vas entendiendo, tío?
– ahora me lo explico todo, dijo su tío. Pues yo personalmente te animo a que te esfuerces a ver si Dios quiere que veas todos tus propósitos cumplidos pues, conociéndote como ya te conozco, Sé que vas a esforzarte todo lo que puedas y más. Sabiendo cómo estoy completamente seguro de que vas a terminar tus estudios y lo vas a hacer por tu satisfacción personal y por esa chica de la que me has hablado, porque más sabe el diablo por viejo que por diablo y, o poco me equivoco, o tú terminas junto a esa chica
– esas mismas palabras, dijo Juan, me dicen todos, que yo termino con ella. Y yo les respondo que eso lo dirá el tiempo
Dispuesto a llevar a cabo lo que tenía pensado, empezó, tras haber
ahorrado un poco de dinero y tener en sus manos la primera nómina que le serviría como garantía bancaria para conseguir la financiación de un coche, empezó a visitar algunos lugares de compra-venta de coches.
Juan era muy meticuloso y nunca actuaba precipitadamente, sino
Que, antes de dar el paso definitivo, ataba bien todos los cabos. Tal vez esta manera de actuar, habría podido ser la causa de algunos
problemas, ( eso lo había pensado en más de una ocasión )Pero él era así y no lo podía remediar. Muchas veces pensó que el ser tan minucioso no era bueno. Pero no lo podía evitar
Por eso se tomó con calma la compra del coche y después de haber visto y probado unos pocos, al fin compró uno. Era un R- 12 que estaba en muy buen estado, tenía pocos kilómetros y el motor estaba como nuevo, pues su anterior dueño era un señor mayor y lo había cuidado muy bien.
Con su coche se sentía otra persona, estaba orgulloso de sus logros y nada arrepentido de haberse venido del pueblo.
Una vez que tuvo el coche en su poder, lo primero que hizo fue dar un paseo a sus tíos y se fueron a Vic a tomar unos aperitivos
Era mediados del mes de Abril cuando una tarde, al llegar a casa
Del trabajo, le dijo su tía:
– Juan, ha llamado Jordi diciendo que hagas por verlo, que tiene
Algo muy importante que decirte.
Juan, adivinando de qué se trataba, le dice a su tía:
– aunque vengo algo cansado y no pensaba salir, tratándose de Jordi, creo saber lo que me va a decir. Y, en efecto, es muy importante para mí. Así que voy a arreglarme un poco e iré a su búsqueda .Sé en donde encontrarlo
Se vistió, cogió su coche y fue al encuentro de Jordi, al que encontró sin problema.
– hola Jordi, dijo Juan, me ha dicho mi tía que quieres verme, pues ya me tienes aquí
– sí que quería verte, dijo Jordi. Pero ¿qué has hecho?
– ¿te has comprado un coche? Como se nota que vas para arriba y eso me gusta verte prosperar. Lo que quería decirte es que ya ha salido la convocatoria de exámenes para el acceso a mayores de 25 años. Ya te traeré fotocopiados todos los papeles, la solicitud, el temario y las fechas de exámenes.
– estupendo, dijo Juan, yo iré a apuntarme a la Academia d Manlleu, me han dicho que allí preparan muy bien.
– es cierto, dijo Jordi, Casi todos los que se preparan en esa Academia, aprueban. Además, en tu caso, personalmente pienso que deberías asistir a una Academia , pues piensa en la dureza de los exámenes y en los pocos estudios que tú tienes. Hay gente con su Bachillerato terminado que se presenta a esta prueba y no es capaz de sacarla. Tú, con los pocos estudios que tienes, no podrías prepararte por tu cuenta el temario. Así que haces bien al apuntarte a esa Academia. Si lo haces, estarás mejor preparado. Ten en cuenta que son muy pocos los que suelen aprobar
– pues yo intentaré ser uno de ellos, dijo Juan
– mañana, dijo Jordi, te daré toda la información .Pero tendrás
que apretar mucho, ya que la convocatoria se ha hecho en Abril y los exámenes suelen ser a finales de Junio. Por lo tanto tienes solamente algo más de dos meses para prepararte. Sé que vas en desventaja con respecto a otros que llevan todo el año preparándose. Lo que ocurre es que estos otros, conocían la existencia de estas pruebas , en tanto que tú no sabías nada de ellas . Como verás, lo tienes difícil pues, el nivel que se exige es bastante elevado. No debes desanimarte por ello. Tú te esfuerzas todo lo que puedas y, en el caso de que en Junio no lo aprobaras todo, puedes volver a examinarte en Septiembre. por lo que me estás contando, dijo Juan, veo , en efecto, que tengo la cosa mal y todo ha sido por desconocer la existencia de esas pruebas. La cosa me viene muy precipitada. Pero lo último que haría, sería desanimarme. Yo voy a poner todo m empeño en intentar aprobar todo en Junio . Pero, si no fuera así, entre Junio y Septiembre, estoy seguro de que lo apruebo.
– ¿y qué carrera has pensado estudiar?, pregunta Jordi
– pues, responde Juan, estoy dudando entre Filología o Geografía
Y me parece que me voy a decantar por esta última Creo que se
Me va a dar mejor. Lo que estoy pensando es que en algo más de
dos meses que faltan para los exámenes, no voy a tener tiempo de estudiar como para aprobarlo todo en Junio. Así que me voy a concienciar de que va a ser en Septiembre cuando lo apruebe Por eso, tengo tiempo de decidir la carrera que voy a hacer.
– veo, dijo Jordi, que eres una persona con sentido común al comprender que , en dos meses, no se aprueban unos exámenes que equivalen a todo un Bachillerato. Como es lógico, para alguien como tú , que no estás acostumbrado a estudiar y, que además, tienes que compaginar el estudio con el trabajo, .Por eso me parece perfecto que te hayas marcado Septiembre como la meta para aprobar . Así tendrás más tiempo y estudiarás con más tranquilidad.
– es cierto, dijo Juan. De todos modos, yo voy a matricularme para las pruebas de Junio, a sabiendas de que no lo voy a sacar para adelante. Pero, ¿y si por una extraña casualidad ocurriera lo del cuento del burro y la flauta? . Sé que sería demasiada la casualidad en el caso de que aprobara en Junio . Voy a pensar que he jugado un décimo de Lotería y me ha tocado. Ahora, hablando en serio, si apruebo en Septiembre, ya me puedo dar por satisfecho.
– pues sí, dijo Jordi. Sería una hazaña digna de orgullo porque yo conozco a gente que lleva presentándose ya varios años, y aún no han aprobado. Por eso, si tú lo sacas este año, y puedes considerarte primo hermano de Dios.
– y que lo digas, afirmó Juan , pero, en el caso de que aprobara, diría que nadie me había regalado nada. Si apruebo, será por méritos propios
– lo que no debes hacer, dijo Jordi, es desanimarte. Tú piensa que el “no “ya lo tienes. Luego debes ir a por el “sí “
Al día siguiente, Jordi le dio toda la relación de los documentos
Que debía cumplimentar para la matrícula, le dio también los temarios de las diferentes materias, en una palabra, se lo facilitó todo. Él solo debía fotocopiar los temas, apuntarse a la Academia y estudiar.
A veces, mientras trabajaba, su cabeza se ponía a darle vueltas a lo mismo y, para sí pensaba:
“ hay que ver en el lío tan grande que me he metido. Yo, que podía estar tan augusto con mi trabajo , ya que gano lo suficiente
para llevar un ritmo de vida desahogado, ¿ quien me mandaría
a mí meterme a mis años en camisa de once varas? ¿Cómo se
Me ocurrió a mí meterme en este lío? Pero hay un refrán que
dice que quien no se embarca, no se marea y otro que dice que tiran más dos tetas, que dos carretas. Pues bien, a mí se me pueden aplicar los dos, el primero, porque yo siempre, me he quejado de no haber tenido la oportunidad de estudiar. Ahorra la tengo, así que debo embarcarme. El segundo refrán se me puede aplicar en el sentido de que, si quiero lograr algo de Alicia, es conveniente que cuanto más próximo esté de ella en cuestión de conocimientos, mejor para mí . De manera que yo y solo yo, me he metido en este jaleo, que en nada me va a perjudicar, únicamente voy a poderme algunos buenos ratos de diversión mientras hago mis estudios. Pero unos años malos los pasa cualquiera, siempre que, al final, veas recompensado tu esfuerzo, como dice otro refrán, sarna con gusto, no pica “
Empezó por organizar su tiempo. Ya le había salido su vena de
Meticuloso .Se hizo un calendario de trabajo concienzudamente
Pensado, sus horas de trabajo, las de asistencia a la Aceden y las que iba a dedicar a estudiar. Aquellos dos meses que faltaban, iban a ser terroríficos. Pero a él no le asustaban. Solo le desmoralizaba el que no aprobara en Junio. Si lo lograra, sería el hombre más feliz del mundo.
Cuando le daba algún bajón de moral, pensaba en Alicia. En más de una ocasión estuvo tentado de llamar al padre y contarle lo que estaba haciendo y , de paso, preguntar por Alicia. Pero no tuvo el valor de hacerlo por temor a que el padre pensara que a él no le importaba lo que Juan hiciera o dejara de hacer. Tenía que encontrar el modo de ponerse en contacto con Alicia pero no se le ocurría nada.
Pensó en pedirle opinión a su tío o a su primo, incluso a Jordi a ver si a alguno se le ocurría alguna idea, porque a él no se le ocurría ninguna. Y la familia y amigos están para echar una mano en algunas ocasiones , pensaba él, ¿ a quien podía recurrir mejor y con más confianza, si no era a su familia o a sus amigos?
Esta idea de pedirles ayuda, la fue madurando .Pero ¿por quien empezaba? Empezaría por su tío, estaba decidido . Siempre que lo había necesitado para que le diera algún consejo, su tío siempre estaba ahí y, de todos los consejos que le había dado, ninguno, hasta el presente, le había fallado. Luego, una vez más, recurriría a su tío.
Y, tal como lo pensó, lo hizo. Sabía que su tío había ido a ver un partido de futbol, con unos compañeros de trabajo, al bar que hay cerca de se casa .Era sábado y , al día siguiente, no tenía que madrugar y, para no ver el parido solo en su casa, , había quedado con unos amigos. En el bar.
Juan dejó lo que estaba haciendo, y se dirigió allí.
Al verlo entrar, dijo su tío.
– hombre, menos mal que has decidido parar un poco, porque no sé cómo eres capaz de aguantar el ritmo de vida que llevas. Anda, deja de estudiar hoy que es sábado y tómate unas cervezas con nosotros , que por un día que no estudies, no te va a pasar nada al contrario, tu cabeza te lo va a agradecer . Piensa en aquel regarán que dice que en todos los trabajos se fuma
– pues resulta, dijo Juan, que precisamente he venido a hablar contigo. Ahora no, porque estás viendo el partido y, como lo que
Tengo que decirte puede esperar, pues me tomaré una cerveza y cuando acabe el futbol, me gustaría comentarte una cosa
– de acuerdo, dijo su tío, En cuanto termine el partido, hablamos.
Al acabar el partido, le dice su tío a Juan
– ahora dime lo que ibas a decirme ¿ de qué se trata?
Juan responde:
– tío, ¿ te acuerdas que te dije que , durante el viaje conocí a una chica?
– lo recuerdo, sobrino, dijo su tío
– pues no me la puedo quitar de la cabeza, dijo Juan. Te voy
a decir una cosa : esa chica es uno de motivos por los que me he puesto a estudiar. Ella tiene carrera y yo no. Pero lo que venía a preguntarte, o mejor dicho, venía a ver si tú me buscas solución al problema que tengo Resulta que, al despedirnos, su padre, que es empresario, me dio su tarjeta, por lo que tengo su número de teléfono. Varias veces , he querido llamar y saber algo de ella pero no he tenido valor, porque no sabía con qué escusa llamar
– pues , hijo mío, te ahogas en un vaso de agua, dijo su tío, pero si lo tienes al alcance de la mano . Mira, tú llamas al padre, le dices lo que estás haciendo y le dices que tienes un problema que, posiblemente, su hija te puede resolver. El padre te pasará con su hija, y así podéis hablar.
– pero, qué tonto soy, dijo Juan , ¿ cómo no se me había ocurrido a mí esa idea?. Muchas gracias, tío, no sabes la alegría que acabas de darme.
– ja, ja, ja, rió su tío, ya te dije yo el otro día, que, o poco me equivoco, o tú terminas con esa chica.
– no te lo voy a negar, dijo Juan, esa chica , en tan poco rato como estuvimos juntos, me ha podido calar tan hondo. Fíjate tú, hasta qué punto, que , en parte , la decisión de ponerme a estudiar ha sido para tener el ismo nivel que ella
– se nota a la legua, sobrino, que te has enamorado y bastante
– pues te voy a hacer caso, tío, dijo Juan, y voy a hacer lo que me has dicho
Al día siguiente, Juan, armado de valor, buscó la tarjeta ,que le había dado el padre de Alicia, y se dispuso a llamar por teléfono
Marcó el número y le respondió el padre:
¿Dígame?
– buenos días, dijo Juan, ¿es usted el señor Tomás?
– buenos días, sí soy Tomás ¿quien es usted?
– ¿ se acuerda usted del joven que conoció en el tren durante el viaje que hizo a Tarragona , cuando fue a conocer a su nieto?
– ah, sí, claro que lo recuerdo. Recuerdo que le di una tarjeta mía. ¿Como está usted?
– muy bien, gracias ¿y ustedes cómo están?
– también estamos bien , dígame cual es el motivo de su llamada ¿ necesita usted algo de mi?
– de usted, dijo Juan, no exactamente, más bien de su hija. Le cuento: resulta que me he matriculado para hacer las pruebas de acceso a la Universidad para mayores de 25 años. He decidido estudiar una carrera. Pero tengo algunos problemas y he pensado que, tal vez, ella me podría ayudar
– ¿podría hablar con ella, por favor?
– claro que es posible, espere un momento, voy a llamarla
A Juan le latía el corazón con fuerza. El tiempo que estuvo esperando , le pareció una eternidad, hasta que la voz de Alicia se oyó al otro lado del teléfono_
– hola Juan, buenos días, ya me ha dicho mi padre que eras tú. ¿Como estás?
– buenos días, Alicia, respondió Juan, estoy bien ¿y tú?
– yo estoy bien también. Por fin te has dignado a llamar. Creí que no lo harías nunca, que te habías olvidado de mí
– pues ya ves que no, dijo Han. En varias ocasiones he estado
Tentado de llamar
– ¿y por qué no lo has hecho?, dijo ella
– por falta de valor, respondió Juan, sabes que soy tímido
– ya, ya, dijo Alicia, dime cuales son esos problemas que dice mi padre que tienes
– no tengo ninguno. Quería hablar contigo y me inventé lo de los problemas.
– ja, ja, ja, vaya una ocurrencia, dijo ella. Bueno cuéntame cosas de ti: dónde vives, si tienes trabajo, cómo te va y todo eso
– vivo en casa de unos tíos míos, en un pueblo pequeño llamado Tona, que está en la comarca de Vic. Cuando llegué, encontré trabajo muy pronto .Empecé como peón de albañil y he ido subiendo, pues ya soy oficial .Ah, me he comprado un coche y también estoy preparando el acceso a mayores de veinticinco años.
– ¿dices que vives en la comarca de Vic?
– sí, responde Juan ¿por qué te extraña tanto?
– ¿que por qué me extraña? Responde Alicia. No me extraña
A eso le llamo yo, dice Alicia, una gran casualidad
– ¿por qué? , pregunta Juan, explícame eso de casualidad
– te cuento, dice ella: yo había enviado solicitudes para interinidad o sustituciones a bastantes Delegaciones de Educación y una de ellas, la envié a la de Barcelona. Pues bien, el otro día, me llamaron por si me interesaba una sustitución de dos meses en el Instituto de Vic
– ¿no me digas?, dijo Juan
– sí te digo, respondió ella, lo que estás oyendo
– ¿y qué piensas hacer?, ¿vas a aceptar?, dice él
– en principio, dice ella, pensaba no aceptar. Vic está muy lejos y dos meses allí, sin conocer a nadie, en fin, que no lo tenía yo muy claro . Pero ahora las cosas cambian. Estás tú ahí
– ¿qué quieres decir con eso?, pregunta Juan
– pues que ya hay alguien conocido, dice ella
– entonces ¿vas a aceptar?, pregunta él
– pues , claro, voy a aceptar, ya no estaré sola. Mañana tengo que dar la respuesta
– ¿y, cuándo empezaría esa sustitución?, pregunta él
– tendría que estar ahí a primero de mes, dijo ella
– pues, entonces, es cosa de pocos días dijo Juan
– así es, dice Alicia. Nos vamos a volver a ver pronto
– no sabes la alegría que me has dado, dice Juan
– pues tu llamada ha sido providencial, dice ella
– y tanto, dice Juan
– sí que lo ha sido, dice Alicia. De no haber llamado tú hoy,
Habría rechazado esa oferta. Estaremos en contacto . Voy a contárselo a mis padres. Ellos creen que no voy a aceptar pero cuando les cuente lo que ha pasado, sé que se van a alegrar.
– el que está loco de alegría, soy yo, dijo Juan. Pensaba que ya no iba a volver a verte más, y mira tú por donde, te dan una sustitución aquí al lado. ¿No es algo maravilloso?
– sí que lo es, dice Alicia. Yo también estoy eufórica de alegría
– bueno, estaremos en contacto, dice Juan. Yo, que estoy aquí puedo adelantarme y hacerte algunas gestiones
– por supuesto, dice ella, me tienes que ayudar, ¿lo harás?
– ¿ahora me vienes con esa pregunta? , dice ´él, pues claro que te ayudaré, eso se sobreentiende.
– pues, dice Alicia, a partir de hoy y, hasta que llegue ahí ,estaremos en continuo contacto y nos iremos poniendo de acuerdo en los diferentes aspectos .Yo te iré pidiendo ayuda en lo que vaya necesitando
– cuenta con ello, dice Juan. Cuando estés aquí, no te va a faltar ni ayuda, ni compañía por lo que a mí respecta.
– de eso estoy segura, dice ella. Voy a contarles a mis padres
– de acuerdo, hasta pronto, dice Juan, un beso
– lo mismo digo, otro para ti dice ella
Cuando, al terminar la conversación, Juan colgó el auricular, Pensó_
“cada vez creo más en el destino. Estoy completamente seguro y convencido de que todas las personas al nacer, lo hacen con la trayectoria de su vida , ya fijada previamente, trayectoria que debe cumplirse tal como viene marcada y que nadie, por mucho que quiera, puede cambiar . Es algo así como si a cada persona la pusieran al inicio de un camino que tendrá que recorrer, sin que pueda desviarse de él . Las cosas no ocurren porque sí, ocurren porque así está previsto que suceda. Lo tengo claro: si hoy no hubiera llamado a Alicia, ella habría rechazado esa sustitución, con lo que hubiera habido un cambio en nuestros destinos. Pero eso no podía ocurrir, tenía que ser hoy cuando debía llamar, porque así estaba previsto en nuestros destinos .Lo ocurrido hoy, ha sido una prueba más de la llamada fuerza del sino. Las cosas que tienen que ocurrir, ocurren, cuándo deben ocurrir, dónde deben ocurrir y según deben ocurrir. De eso, no tengo la menor duda “
Inmediatamente después, fue en busca de su tío y le dijo:
– tío, menos mal que te he caso
– ¿has conseguido hablar con esa chica?, le dijo
– sí , tío, dijo Juan , te vas a quedar de piedra con lo que te voy a decir
– venga esa noticia, dijo su tío
– si no llego a llamar, dijo Juan, me lo pierdo
– pero, hombre, venga ya, dice su tío, habla de una vez
– pues verás, dijo Juan, resulta que me preguntó en qué parte vivía. Yo le dije que en la comarca de Vic y ella se alegró de mi llamada , porque le habían ofrecido una sustitución de dos meses en el Instituto de Vic. Tiene que dar la respuesta mañana y , como ella vive en Murcia y Vic está lejos , al no conocer a nadie aquí, iba a responder que no
– no me digas, dijo asombrado su tío ¿y que va a hacer?
– pues, dijo Juan, al saber que yo vivo aquí, va a aceptar la sustitución.
– ¿ves? , dice su tío, lo que yo te dije. Nada que os veo juntos. Desde luego esto parece cosa de película
– eso mismo pienso yo, dijo Juan
– hay que ver lo que es el destino de las personas., dijo su tío. Está comprobada que esa chica esta destinada para ti. Primeramente, la conoces en el tren. Tenéis vuestros más y vuestros menos. No vuelves a saber nada de ella y es , un día antes de tomar una decisión, cuando a ti se te ocurre llamarla Eso es de cuento de hadas
– pues sí, tío, dijo Juan
– al final, ¿en qué habéis quedado?, preguntó su tío
– en principio, dijo Juan, ella va a llamar mañana al Instituto , confirmando que acepta la sustitución y, a partir de esto, estaremos en contacto. Ya me dirá el día que llega que tendrá que ser en esta última semana de Abril, ya que ella se deberá incorporar a primeros del mes que viene.
– entonces, dijo su tío, la cosa es cuestión de días
– así es, dice Juan
– espero, sobrino, que, con la llegada de esa mujer, no se te vaya a ir el Santo al cielo y te olvides de tus estudios, ya sabes que te examinas dentro de dos meses y que las pruebas son duras y, ahora que lo tenías todo muy bien enfocado, no vayas a echarlo a perder . Si, por casualidad, Dios no lo quiera, no llegaras a aprobar, que no se tenga que decir que la culpable ha sido esa chica
– tú, tranquilo, tío No dejaré el ritmo de estudios que he venido llevando. Más bien ocurrirá lo contrario. El que esa chica esté aquí, será un motivo para que me anime a estudiar con más empeño, a ver si apruebo ahora en Junio. Con ello le demostraría a ella y me demostraría a mí mismo, que quien quiere conseguir algo y le pone interés, lo consigue
– espero que sea así, dijo su tío, porque estar con una mujer le gusta a todo hombre y , por estar con ella, se olvide de asuntos importantes
– te vuelvo a repetir, tío, que eso no va a pasar.
Al día siguiente, por la tarde, Juan llamó a Alicia para preguntar
En qué había quedado el asunto:
– hola , Alicia , soy Juan, Te llamo para saber cómo van las cosas ¿ qué ha pasado?
– hola Juan. Cuando ayer les dije a mis padres que iba a aceptar la sustitución y que tú vivías ahí, les dio alegría y me di cuenta de que quedaron un poco mosqueados , al ver mi cambio de opinión, ya que les había dicho que no la iba a aceptar .Creo que ellos piensan que , entre nosotros hay algo
– y yo te pregunto, dijo Juan ¿hay o no hay algo?
– eso lo sabrás tú, responde ella
– yo sé lo que sé, dijo Juan
– ¿y qué es lo que sabes?, pregunta Alicia
– sé, responde él, sé que me gustas mucho, que , desde el día en que te conocí, no he dejado de pensar en ti ni un solo momento. Sé que , en parte, tú eres la causante de que yo me haya decidido a sacar una carrera .¿ sabes por qué? , pues porque te quiero y quiero ser algo más que un simple albañil, por muy digno que sea ese trabajo, no quiero que me rechaces por no tener el nivel que tú tienes. Eso es lo que sé
– pues yo sé, dice Alicia, que también te quiero, que has estado en mis pensamientos y que me apenaba el pensar que no te iba a ver más . Pero, para que veas, el destino ha hecho que nos volvamos a encontrar. Te quiero, Juan, te quiero como albañil o como arquitecto. Lo que seas me da lo mismo. Yo quiero a aquel chico que conocí en el tren
– no sabes la alegría que me produce el saber que me quieres. Ahora voy a estudiar con más tranquilidad pero con el mismo empeño o más, porque quiero demostrarme a mí que soy capaz de ser alguien , que soy capaz de superarme y que , gracias a que te conocí y me enamoré de ti y que por ti tomé una decisión, quiero verla cumplida
– estoy completamente segura, dice ella, de que la verás cumplida
– bueno, dice Juan, cuéntame qué ha pasado
– pues que esta mañana llamé al Instituto diciendo que aceptaba la sustitución . Me han dicho que tengo que empezar a primeros de mes, así que pasado mañana , miércoles, voy para allá .Espero que estarás esperándome
– ¿acaso lo dudas?, dice Juan. Te estaré esperando en la estación de Vic. No voy a buscarte a Barcelona, porque no la conozco muy bien. Para mí es más lioso que para ti.
Te diré lo que debes hacer. Cando el tren llega a la ciudad, circula por debajo de ella . Tú te bajas en la tercera parada que es Plaza de Cataluña y allí mismo, coges un tren de cercanías que vaya hasta Vic . También puedes coger un tren que vaya a San Juan de Luz, porque ese tren pasa por Vic y ahí estaré yo esperándote . Ya te habré buscado en donde quedarte y, sobre la marcha, iremos haciendo las cosas
– eso haré, dice Alicia. Y no olvides que te quiero
– yo también te quiero y mucho, dice Juan
– pues, entonces, hasta pasado mañana, dice ella
– hasta el miércoles, dice Juan, te esperaré con ansiedad, te quiero mucho
– y yo a ti, mi amor, dice Alicia
Juan estaba loco de contento, lleno de euforia, Alicia lo amaba No se lo podía creer¿ estaría soñando?, no, no era un sueño era una realidad . El destino, ese destino en el que tanto creía, los había unido. Todos llevaban razón. Se acordó de Miguel de las palabras que le dijo, cuando le vaticinó que terminaría con Alicia. Se acordó también de su tío, cuando le dio lo mismo. ¿Su tío? , tenía que ir a contárselo, él tenía que ser el primero en saberlo.
Y eso hizo. Fue a buscar a su tío
Este, al verlo llegar, notó algo especial en él, algo muy especial
– ¿ qué te ha pasado?, porque a ti te ha pasado algo, te lo noto en tu cara
¿Que qué me ha pasado? , tío, hoy soy el hombre más feliz que hay sobre la tierra
– ¿y eso a qué se debe?, pregunta su tío
¿Eso? , pues sencillamente a que la mujer a la que quiero resulta que también me quiere a mí
– me he salido con la mía, dijo su tío, recuerda que te lo dije
– no has sido tú el único que me lo ha dicho, afirma Juan,
El primero que me lo dijo fue Miguel.
– ¿Miguel?, dice su tío, ¿quien es ese Miguel?
– Miguel es un señor que viajaba con nosotros en el mismo compartimento del tren .Era un emigrante que había pasado sus vacaciones en su pueblo y volvía a Alemania . Él fue quien se dio cuenta de que Alicia, por cierto, ese es el nombre de esa chica, como te decía, fue él quien se dio cuenta de que no paraba de mirarme y me animó a que me aprovechase de aquella situación . Pero lo que , en principio, iba a ser pasar un rato y, si te vi, no me acuerdo, resultó ser el principio de una relación, porque , ya has visto que los dos nos enamoramos perdidamente. Miguel también se dio cuenta de que de allí iba a salir algo más que pasar un simple rato y fue él quien me vaticinó que yo acabaría con esa chica
– algo vería en vosotros ese tal Miguel, para decirte aquello
– tío, dijo Juan, voy a ser muy sincero contigo pues, me he
dado cuenta de que tú estás siendo para mí, el padre que no pudo aconsejarme, porque se me murió. Te estás portando conmigo como un padre. Te pido consejo y me aconsejas bien y, por eso, te voy a corresponder no ocultándote nada. Pues bien, quiero que sepas que yo, aquella noche en aquel tren , lo que pretendía era pasar un rato con Alicia, ya que no sabía lo que era una mujer. Quería aprovechar el momento, total, ya no iba a volver a verla más. Pero he de reconocer que juzgué mal a la chica, pues yo pensaba que ella pretendía lo mismo que yo, aprovechar el rato.
– ¿y cómo sanes tú que no era así? Dijo su tío. Tal vez ella pensaba lo mismo que tú pero los dos os estabais equivocando porque ignorabais que , entre ambos estaba cumpliéndose vuestro destino. A las pruebas me remito. Lo que pasó aquella noche, tenía que pasar , porque así estaba previsto en vuestro destino y lo que para los dos iba a ser un rato nada más, no fue sino el comienzo de una relación. Sobrino, me alegro mucho de que hayas encontrado el amor , precisamente con la persona que tú querías. Ahora a esperar que el tiempo diga lo que tenga que decir, esto es, a esperar que se cumpla lo que tenéis previsto en vuestros destinos.
– a ti te pasa lo que a mí, dijo Juan . Yo siempre he creído y he confiado en el destino. Luego pienso como tú. Ahora lo que hay que hacer es esperar a ver lo que , tanto a ella , como a mí , nos tiene deparado el destino . Ya que sabes lo que ha pasado, te dejo, voy a estudiar un poco, ya que le he dicho a Alicia que haré lo posible para aprobar en Junio
– vale, sobrino. Me allegro de que estés feliz. Ah, y muchas gracias por la confianza que has depositado en mí
Juan se puso a estudiar un rato. Ahora lo hacía más animado, más tranquilo. Ahora podía concentrarse completamente, ya que, una de sus dudas, tal vez la de mayor importancia, se había disipado. Sabedor de que era amado por la persona a la que él amaba , a la que iba a poder tener entre sus brazos muy pronto,
Ahora, era el momento de centrarse en los estudios y no pensar
más que en una cosa: en aprobar el acceso en Junio . Debía ir como se dice, sin prisa pero sin pausa y la alegría que , en aquellos momentos sentía, tenía que servirle como motivo de ánimo para seguir adelante
Notaba que asimilaba mejor las cosas y , esto , tenía su explicación
Pues ya no había nada que le impidiera concentrarse
“ bendito el momento en el que tomó la decisión de llamar a Alicia “ , pensó
Al día siguiente, después del trabajo, se fue a Vic. Quería ver el Instituto en el que iba a trabajar Alicia. Estaba a las afueras de la ciudad y era un edificio bastante grande . Vio allí a mucha gente y había bastantes coches y algunos autobuses aparcados. Se preguntó por qué , a las horas que eran, había tal movimiento allí y decidió indagar el motivo
Vio que, en la parte frontal del edificio, había una cafetería que ocupaba toda la planta baja. Entró, se dirigió a la barra y pidió una cerveza. Cuando el camarero se la sirvió, Juan le dijo:
– perdone usted, señor, querría hacerle una pregunta
– usted dirá, dijo el camarero
– verá usted, dijo Juan, yo no soy de aquí, como se habrá dado usted cuenta. He venido ex profeso a conocer este centro, pues mi novia va a hacer aquí una sustitución . Empezará a primeros del mes que viene. Le quiero preguntar por qué, a estas horas, hay tanta gente y, sobre todo, por qué hay varios autobuses aparcados fuera.
El camarero le responde:
– en efecto, he notado que usted no es de por aquí . La respuesta a su pregunta es la siguiente: en toda esta zona, este es el único Instituto que existe . Hay estudios diurnos y nocturnos. En los diurnos, casi todos los alumnos que vienen son de Vic. Pero, en los nocturnos, vienen alumnos de los pueblos cercanos: Manlleu, Tona, Torelló, etc. Esos autobuses que hay ahí, son los que vienen de esos pueblos y esperan a las diez de la noche , que es cuando termina el nocturno, para regresar a los distintos pueblos
– y dígame una cosa ¿hay muchos alumnos en este centro? preguntó Juan
– pues , entre el diurno y el nocturno, haba alrededor de 1,500 , y eso que se usa una sola ala de edificio, pues habrá visto usted que hay dos alas. Este centro tiene cabida para más de 2,000 alumnos, responde el camauro. Entonces , sigue hablando el camarero , ¿ dice usted que su novia es quien va a hacer la sustitución de francés?
– pues sí, responde Juan
– pero yo tengo entendido, dice el camarero, que la sustituta
Viene de Murcia
– en efecto dice Juan. Déjeme explicarle: ella vive en Marcia y yo vivo y trabajo en Toná. Por eso he venido a ver el lugar en donde ella va a trabajar. A propósito, ella llega aquí mañana y, seguramente vendrá a dar una vuelta, antes de incorporarse para saber su horario. También tendremos que buscar un sitio en el que viva.
– pues en lo segundo, dijo el camarero, le puedo echar yo una mano. ¿Ve usted a aquella joven que está sentada en la mesa del fondo?
– sí, dijo Juan, sí la veo
– pues aquella joven, dice el camarero, es profesora de aquí y vive sola en un piso. Tal vez, si habla usted con ella, su novia podría tener sitio para vivir, ya que la profesora me comentó hace días, que no le importaría compartir el piso con otra joven y, quien mejor que su novia.
– pues, muchísimas gracias por su información, dijo Juan, ahora mismo voy a hablar con ella
Juan se acercó a la mesa en la que estaba sentada la joven, y le dice :
– buena noches, usted perdone, voy a presentarme. Me llamo Juan y soy el novio de la chica que viene de Murcia a hacer la sustitución de Francés . Yo vivo en Tona y he querido ver el lugar en el que mi novia va a trabajar y, hablando con el señor que hay tras el mostrador, me ha dicho que a usted no le importaría compartir su piso con otra joven. Mi novia viene para dos meses y, aún no tiene donde vivir. Sería fabuloso que , si llegan a un acuerdo, pudiera ser esa persona que usted anda buscando.
La joven responde:
– encantada de conocerle. Me llamo Ángela y soy profesora de matemáticas aquí. Vivo sola en un piso y seria maravillas compartirlo y , con quien mejor que con una compañera. ¿Su novia cuándo llega?
– mañana, dice Juan
– estupendo, dice la profesora, pues que haga por verme y hablaremos .Si nos ponemos de acuerdo, ya tiene sito en el que vivir . El piso le va a gustar. Además está muy cerca de aquí, hasta puede venir andando. Se tarda unos 10 minutos
– estupendo, dijo Juan, Ella ya estará en camino y se va a llevar una alegría , cuando le diga que tiene en donde vivir, porque , estoy segurísimo de que van a llegar a un acuerdo.
– encantado de haberla conocido y ya nos veremos mañana o pasado, depende de la hora que llegue ella
– lo mismo le digo, dijo la joven, ha sido un placer conocerlo
Hasta que nos veamos.
Juan se despidió de la profesora y del señor que le había atendido en la barra.
Cuando salía del bar, vio que había un teléfono público allí y decidió llamar a casa de Alicia . Él sabía que ella ya vendría camino de Barcelona en el tren. Pero alguien habría en su casa y , si les contaba la gestión que había hecho con relación al piso, sería una tranquilidad para los padres.
Marcó el número y cogió el teléfono la madre de Alicia
– dígame, dijo la madre
– buenas noches, señora, soy Juan el chico que conocieron en el tren
– sí, sí, ya sé quien eres, dijo la madre .Alicia nos ha dicho que vives por esa zona y que le vas a ayudar
– precisamente, dijo Juan, en relación con eso, tengo que darle una agradable noticia . Resulta que he venido al Instituto para ver cómo era y, hablando con el señor que hay en el bar me ha dicho que una profesora quería encontrar a alguien que compartiera con ella su piso. Y mire usted la casualidad de que esa profesora estaba allí y he hablado con ella. Me ha dicho que no tiene inconveniente en que Alicia comparta piso con ella, siempre que le guste y lleguen a un acuerdo.
– qué bien, muchacho, dijo la madre, ha sido una suerte que tú estuvieras por esa zona y quisieras ayudar a mi hija.
– lo hago con gusto, señora, dijo Juan , ¿ y su esposo ?.
– mi esposo , en estos momentos , no está en casa pero cuando llegue y le cuente lo que has hecho, sé que se va a alegrar mucho y te lo va a agradecer. A propósito, ¿ vas a ir a esperar a Alicia?, supongo que sí
– sí, señora, pero la esperaré en Vic. Para ella es más fácil venir hasta Vic, que yo vaya a Barcelona. De todos modos, yo le dije lo que tenía que hacer, en dónde coger el tren y yo la esperaré aquí en Vic
– eso nos dijo ella, responde la madre, que tú se lo habías explicado todo como para que no tuviera ningún problema. Y seguro que no lo tendrá
– y dime, continuó la madre, ¿cómo es esa zona? , ¿Cómo es el Instituto?
– esta zona, dijo Juan, es muy bonita. Tenemos el Montseny,y al lado y luego lo que se llama la plana de Vic es una gran llanura. Vic es una ciudad bastante grande y muy bonita, pues por tener, tiene hasta catedral. En cuanto al Instituto, es muy grande. Tiene dos alas solo se usa una, según me han dicho y entre los alumnos del diurno y el nocturno, habrá alrededor de los 1,500. Pero está preparado para unos 2000.
– qué bien, dijo la madre. Nos hemos quedado más tranquilos al saber que estabas tú ahí, porque su padre iba a ir con ella pero sabiendo que había alguien conocido, como tiene mucho trabajo y ella ya es grande, ha ido sola.
– ustedes pueden estar tranquilos, dijo Juan. Conmigo a su hija no le pasará nada .Además tengo aquí a mis tíos , que son como si fueran mis padres.
– y tú, dijo la madre, ¿a qué te dedicas ahí?
– yo, responde Juan, encontré trabajo muy pronto en la construcción , como peón, al principio, pero he ido subiendo y ya soy oficial .Además, estoy estudiando para presentarme al acceso a la universidad para mayores de 25 años y poder hacer una carrera.
– eso me parece bien dice la madre, .No sé si debo pero me gustaría preguntarte algo, ¿ puedo?
. Claro que puede, responde Juan
– pues quería preguntarte una cosa. Tú sabes que las mujeres tenemos un sentido especial y nos damos cuenta de cosas que , a los hombres se os pasan. Me da la impresión de que mi hija te ha hecho “ tilín “ ¿ me equivoco?
– no señora, dice Juan, no se equivoca
– ya decía yo. Pero hay más, y es que también creo que tú a ella también
– señora, dijo Juan, si de algo puedo presumir, es de ser muy sincero. Le diré algo. Y le pido, por favor, que, de momento, quede entre usted y yo
– de acuerdo, dijo la madre, tienes mi palabra
– pues verá usted, dice Juan, su hija y yo, nos queremos
– algo así pensaba yo, dijo la madre. Al principio, no iba a aceptar la sustitución .Fue el día que tú llamaste , cuando cambió de opinión y eso me dio que pensar
– señora, dijo Juan, su hija me gustó desde el momento en que la vi. ¿Por qué se cree usted que me he puesto a estudiar? Pues para que su hija no sea la esposa de un albañil, en el caso de que ustedes me acepten
– tú ahora, dijo la madre, cuida de mi hija. Lo otro, ya vendrá, si es que tiene que venir. Te diré que, por mi parte, no vas a tener problemas y, por la de mi marido, te puedo decir que tampoco.
– no se preocupe, señora, dijo Juan, cuidaré de su hija por la cuenta que me trae. Respecto a lo otro, le pediría por favor, que no le dijera nada a su marido , pues me gustaría ser yo quien, a su debido tiempo, se lo dijera
– puedes estar tranquilo, dijo la madre, no le diré nada, aunque me parece que él se huele algo.
– bueno, señora, dice Juan, tengo que dejarla, muchas gracias por su comprensión y por confiar en mí
– de nada , hijo, dijo la madre, si realmente quieres a mi hija,, cosa de la que estoy segura, la cuidarás muy bien
De allí, Juan se pasó por la Academia, porque tenía que recoger
Unos temas fotocopiados, y de la Academia se fueron a casa
Cuando llegó, su tío le dijo:
– ¿donde te has metido? , tú no sueles llegar tarde y nos tenías preocupados. Ya pensábamos que te había pasado algo
Juan respondió:
– perdóname, tío, por la tardanza y deja que te cuente lo que ha sucedido. Entonces lo entenderás
Y continuó:
– al salir del trabajo, me pasé por el Instituto, porque quería ver cómo es, por cierto , es enorme. Entré a la cafetería y me puse a hablar con el camarero sobre Alicia Al final, creo haberle encontrado vivienda, pues el camarero me habló de una profesora que quiere compartir piso. Mira tú por donde ,esa profesora estaba allí y he hablado von ella. Me ha dicho que ella no tiene inconveniente en compartir piso con Alicia, siempre que las dos lleguen a un acuerdo . Después he llamado a casa de Álica y he hablado con la madre, pues ella ya viene para acá. Le he comentado a la nade lo del piso, y se ha puesto muy contenta. Me ha dado a entender que, tanto ella, como su marido, sospechan que , entre nosotros, hay algo y me ha pedido un montón de ves, que cuide de su hija. Por eso he tardado en llegar.
Su tío le dice:
– sobrino, ¿ sabes lo que te digo?, que debes sentirte orgulloso de tu suerte, porque , desde tu llegada a estas tierras, todo te está saliendo bien: fue llegar y encontraste trabajo . Has subido como la espuma, por méritos propios. Te has propuesto entrar en la Universidad y estoy seguro de que lo con sigues. Y , por si esto era poco, resulta que a la chica que quieres , también te quiere . Y ya, para rematar la faena, esa chica se viene a trabajar cerca de donde tú vives y , parece ser que sus padres no se oponen a que empecéis una relación. ¿Le puedes pedir algo más a tu vida?
– ¿ a mi vida?, dice Juan, querrás decir a mi destino y al desino, tío, no hay que pedirle nada Es él quien te da a ti porque desde que naces, ya traes marcado un destino que se va cumpliendo, a medida que tu vida va transcurriendo y eso es lo que me está pasando a mí, que mi destino se está cumpliendo
– estoy totalmente de acuerdo contigo, sobrino. Y me alegro de q UE te estén pasando cosas buenas. Eso será, sin duda, porque e las mereces
– una cosa más, tío, dijo Juan, mañana necesitaría que me dieran la tarde libre. Tengo que esperar a Alicia y acompañarla a solucionar el tema del piso¿ crees que el encargado me pondrá pegas
– estoy seguro de que no, dijo su tío. Sabes bien el aprecio que te tiene , diciéndole de qué se trata, no habrá problema pues eso será lo primero que haga mañana , nada más llegar al trabajo, hablar con el encargado, dijo Juan
El día siguiente era el gran día- Juan estaba muy nervioso Se le notaba un estado de intranquilidad y de nerviosos . Y no era para menú osera el día en el que iba a ver a una persona que conoció durante un viaje, de la que se quedó prendado y a la que pensaba que no volvería a ver jamás. Pero no fue así ya que su sino era totalmente distinto y , por esas Coss de la vida, Por esos caprichos del destino, iban a volverse a ver y, esta vez, No iba a ser casual el encentro. Ya había un vínculo que los unía, el amor. Ahora les quedaba comenzar una relación que se iniciaba con mucha ilusión por ambas partes y que seguiría según estuviera marcada por el destino
Aquella mañana, Juan acudió a su trabajo. Buscó al capataz y, tras contarle lo que pasaba, le pidió que le dejase la tarde libre, a lo que accedió el capataz, sin poner ningún reparo.
A la mañana siguiente, durante el tiempo que estuvo trabajando, su mente estaba en otro sitio. Pensaba en Alicia, en que ya estaría llegando a Barcelona y, pronto, cogería el tren que la llevaría hasta Vic.
Su cabeza era un hervidero de ideas
Llegó la hora de irse a comer, hora que, para Juan, señalaba el final de la jornada. Fue a su casa y se vistió adecuadamente. Diciéndole a su tía que comería algo en Vic , pues el tren en el que venía Alicia llegaba sobre las 3 de la tarde, salió camino de la estación viguetana.
Llegó a las tres menos cuarto y preguntó a un funcionario de RENFE , cuándo llegaba el próximo tren. El funcionario le dijo que estaba a punto de llegar y Juan se dirigió rápidamente hacia el andén
No pasaron ni cinco minutos, cuando, a lo lejos, se vio e l tren que se acercaba y que venía aminorando la marcha para quedar estacionado . Juan sentía cómo palpitaba su corazón con fuerza. Veía bajar, uno tras otro, a los viajeros hasta que vio a Alicia descender del tren. Sus ojos se iluminaron de alegría y una extraña sensación de euforia y de tranquilidad se apoderó de él. Fue al encuentro de ella y, cuando estaban frente a frente, se quedaron inmóvil irles los dos, mirándose a los ojos fijamente y sin pronunciar palabra alguna. Esta situación duró unos segundos, tras los cuales, los dos jóvenes, se fundieron en un fuerte abrazo y sus bocas se buscaron para fundirse también en un ardiente beso .Los dos estaban muy nerviosos
Fue Juan quien rompió el silencio:
– hola, Alicia, ¿que tal el viaje?
– hola, Juan, el viaje, bien, pero muy largo ¿como estás?
– yo estoy bien y esperaba tu llegada ansiosamente. Vamos a una cafetería que hay aquí cerca, y comeremos algo .Yo he pedido la tarde libre , porque nos queda una tarde muy ajetreada mientras comemos, te contaré de qué se trata. Como verás, me he movido y tengo muy buenas noticias para ti.
Los dos jóvenes salen de la estación. Juan lleva el equipaje de Alicia. Se dirige a su coche , que estaba aparcad0o cerca y lo mete en el maletero:
– ¿este es tu coche?, pregunta ella
– este es, dice Juan ¿ te gusta?, para ser de segunda mano, no está nada mal, ¿ verdad?, el caso es que ande y este anda y mkg bien,
Bastante bien.
Tras cerrar el maletero, Juan le echa el brazo por el cuello a Alicia , se encaminan hacia una cafetería – restaurante que había a escasos metros de allí
– aquí vamos a comer algo y, mientras comemos, te diré los planes que hay para esta tarde . Ya verás que son muy interesantes, dice Juan
– me tienes intrigada, dice ella
Entraron a la cafetería y, lo primero que hizo Alicia, fue directa
Hacia la barra, sobre la que había un teléfono público, y mirando
A Juan, dice
– voy a llamar a mis padres diciéndoles que ya estoy en Vic, porque , en Barcelona, no pude llamarlos , ya que fue bajar de un tren y coger el siguiente
– sí, llámalos, dice Juan. Yo hablé con tu madre anoche .para comentarle las gestiones que había hecho y que te voy a comentar a ti ahora.
Alicia habló brevemente por teléfono y dijo a Juan
– ya está, ya saben que estoy aquí y que tú estás conmigo.
Vamos a sentarnos y mientras comemos, me vas contando todas
Las gestiones que has hecho y que tan intrigada me tienen Empezaron a comer y Juan habló:
– adelantándome a ti, ayer me pasé por el Instituto, para ver
Cómo es, es grandísimo, tienes dos alas y solo se usa una, en
La que hay unos 1200, 1400 alumnos. Allí hablé con un camarero
Del bar que hay en el centro, y, charlando, salió el tema de que tú venías a hacer una sustitución. Allí ya se sabía. El camarero me dijo, a instancias mías, que una profesora de allí está dispuesta a compartir piso, porque se siente muy sola y mira tú que esa profesora se encontraba en aquel momento allí, hable con ella de ti y me dijo que no tenía inconveniente en compartir piso contigo, siempre que te gustara y llegarais a un acuerdo
Alicia dijo:
– pero, Juan, eso es maravilloso. Mira tú lo que es tener a alguien conocido, que se tome interés. Si tú no hubieras estado aquí, ahora me vería como una loca buscando un lugar en el que quedarme
Juan dijo:
- pero mira tú por dónde , yo estaba aquí y te he hecho
La gestión. Ahora, después de comer, nos vamos a pasar por el
Instituto, vas a presentarte al Director y , después , buscaremos a esa chica que, por cierto, es profesora de matemáticas allí , y que nos enseñe su piso. Dijo que estaba a cinco minutos a pie del Centro. Si te gusta y os ponéis de acuerdo, podrás dormir en él esta misma noche
Dice Alicia.:
– venga, vamos a darnos prisa. A ver si se queda todo hecho esta tarde y hablamos nosotros, que también tenemos que hablar.
Juan dice:
– por supuesto, tenemos que hablar , porque también, al respecto , tengo buenas noticias para ti
Alicia, impaciente, dice:
– ya no espero a después. Dime esas buenas noticias que, según tú, tienes
– ahí van, dijo Juan, .Anoche , cuando hablé con tu madre, ella me preguntó que si entre nosotros había algo, ya que no entendían como, a raíz de que llamé yo , tú cambiaste de opinión pues ibas a rechazar la oferta. Pero, tras mi llamada, cambiaste de parecer. Yo le dije a tu madre que sí, que me gustabas. Tu madre me dijo que le parecía que yo a ti también te gustaba dijo que , por su parte , no había problema en que iniciáramos una relación ,y que , estaba segura, de que por lo que a tu padre concierne , tampoco la habría. Eso, sí, me pidió una y mil veces que cuidara de ti. Yo le dije que , por la cuenta que me daba, no se preocupara, que cuidaría de ti.
— eso es maravilloso, dijo Alicia, esto parece de cuento de hadas, de película. Todo nos está saliendo bien
– ni de película, ni de cuento, dice Juan, son cosas del destino, de nuestros destinos , que nos han unido
– es verdad, dice Alicia, no me acordaba de que tu eres un fiel creyente del destino Y ocurre una cosa y es que yo también creo en él. Ahora debemos gastar cuidado de que nuestros destinos no se tuerzan, esperemos que esté así previsto. Anda, vámonos, porque tengo ganas de conocer mi lugar de trabajo, aunque, por otro lado, tengo mucho miedo, es la primera v es que me voy a poner frente a unos alumnos . Francia está muy cerca de aquí y es posible que los alumnos tengan un nivel de francés bastante alto. Tengo miedo.
– pues, dijo Juan, yo soy el menos indicado para acense jarte pero te diría que allí, en clase, la que manda eres tú. Comprueba el nivel que hay. Eso lo debes saber hacer. Y, según veas, así actúas. Además, pienso que la persona a la que vas a sustituir, habrá dejado algunas directrices para que las sigas tú
– eso pienso yo, dijo Alicia. Bueno ¿nos vamos ya?
– sí, vamos, dijo Juan. Cuanto antes vayamos, antes terminamos
Salieron de la cafetería, y se dirigieron al coche de Juan, para ir después al Instituto.
Una vez allí, aquel edificio enorme, según lo vio Alicia, le impuso
tanto , que , por un momento, le entró verdadero pánico . Pensar
que allí iba a comenzar su carrera como docente, allí iba a dar
Su primera clase de francés y, a pocos kilómetros de Francia. Allí los alumnos debían saber bastante francés. Los alumnos ¿cómo serían los alumnos? ¿ sería capaz de manejarlos o le tomarían el pelo puesto que era novata? ¿Habría hecho bien al aceptar aquella sustitución? Todas esas preguntas se hacían
Juan la estaba observando, y veía que estaba muy nerviosa, inquieta y también asustada… Le preguntó:
– Alicia , ¿estás bien? , ¿Te pasa algo?
– bueno, Juan, dijo Alicia, para serte sincera, estoy asustada no me esperaba yo un Instituto tan grande. ¿Crees que seré capaz de dar clase aquí?
Juan responde:
– bueno, eres licenciada y en algún sitio tenías que empezar0.
– eso sí, dijo ella, pero es que este me impone
– pues, dijo Juan, que se te vaya quitando el miedo. Tú eres
aquí la que manda, te lo dije antes, tú eres la profesora y los alumnos son los alumnos, no lo olvides
– lo tendré en cuenta, dijo ella
Continuó Juan diciendo:
– ánimo valiente y, al toro. Esto, para ti es pan comido ya verás cómo todo sale bien. . Vamos a entrar y preguntar por algún responsable.
Entraron al centro y les salió al paso un señor que debía ser el conserje, porque salía de un habitáculo con cristales propio de una conserjería
– buenas tardes, dijo el señor, Soy el conserje ¿qué desean ustedes?
– buenas tardes, dijo Alicia, Mi nombre es Alicia Suarez, vengo
de Murcia y soy la que va a sustituir a una profesora de francés
¿Estaría aquí, por casualidad el director o algún cargo del equipo directivo?
El señor responde.
– el Director no suele venir por la tarde, salvo en casos especiales, pero está el Jefe de Estudios y el Jefe del Seminario de francés. Les diré a los dos que está usted aquí-
– muchas gracias, dijo Alicia
– vengan conmigo, si quieren, dijo el consejo, y los llevaré a la Jefatura de Estudios.
Subieron una escalera y tres puertas a la derecha, el conserje dio unos golpes, abrió la puerta y, sentado tras una mesa, había un hombre de unos 40 añapas. El conserje le dijo.
– buenas, esta señorita es la sustituta de la profesora de francés y el señor, debe ser algún familiar
– el señor, dijo Alicia, es mi novio, él me acompaña. ,
Y, dirigiéndose al Jefe de estudios, le dice:
– buenas tardes, mi nombre es Alicia Suarez y hará cosa de una hora,, que llegué en el tren. Soy nueva y novata, ya que mi carrera docente va a empezar con esta sustitución. Vengo a saber cuando debo empezar y a que me den mi horario y las directrices que haya podido dejar la profesora a la que voy a sustituir.
– encantado, Álica, me llamo Josep, y soy el Jefe de Estudios
Tendría que empezar mañana, pues estamos a final de curso casi,+ya que los alumnos de C O U, acaban a finales de Mayo, por el tema de la Selectividad. Pero va a empezar usted el lunes y, así, tendrá tiempo para buscar en dónde alojarse y organizar sus cosas. El horario se lo dará el Jefe de Seminario.
– a propósito del alojamiento, dijo Alicia, mi novio, que vive aquí, habló ayer con una profesora de matemáticas de aquí, que dice que quiere compartir piso y a mí , en principio, me interesaría ¿sabe usted algo de eso?
– esa debe ser Ángela, dijo el Jefe de Es tedio s Precisamente ahora tiene clase. Cando acabe, podrá hablar con ella- Ahora le voy a presentar al Jefe del Seminario de francés , que se encuentra en el Centro, para que le de toda la información sobre los grupos a los que debe dar clase y, además, le dará las orientaciones que, haya dejado la profesora titular , ya que va a ser usted quien tendrá que evaluar a esos alumnos en Junio.
– de acuerdo, dice Alicia, vamos a conocer a mi jefe.
Alicia y Juan, acompañados por el Jefe de estudios, se dirigen hacia el lugar en donde están los despachos de los distintos Seminarios y se detienen en la puerta del de Francés. El Jefe de Estudios da unos golpes en la puerta y, a continuación, pasan al interior .Allí Alicia ve cuatro mesas , en una de las cuales un joven de unos 30 años estaba sentado y el resto del mobiliario estaba formado por cuatro armarios en los que se podían ver algunos libros , carpetas y otros objetos propios del material escolar
– hola , Antoni, dice el Jefe de Estudios esta señorita es la sustituta de Mercedes, se llama Alicia y acaba de llegar .. El caballero que la acompaña, es su novio. Aquí te la dejo, para que le des su horario y todas las explicaciones pertinentes. Yo me retiro. Ah , le he dicho que va a empezar el lunes .Así, tendrá unos días para poder buscar alojamiento y organizar sus cosas . Yo os dejo, adiós y encantado. Ya nos veremos
Sale el Jefe de Estudios y Alicia y Juan se quedan con Antoni dentro del Seminario Dice Antoni:
– sentaos, por favor, soy Antoni, Jefe de este Departamento encantado de conceros.Y , sacando una carpeta de un cajón de su mesa, se direige a Alicia y le dice:
– mira , Alicia, aquí tienes todo tu material de trabajo, tu horario, los distintos grupos, las listas de alumnos y las fijas personales de cada uno, en donde están los datos que la profesora titular tenía . Les echas un vistazo y te vas haciendo una idea de todos y cada uno.
– gracias, Antoni, d ice Alicia. Tengo que confesarte e que va a ser esta mi primera experiencia como docente, así que no te extrañe que , en los primeros días, te dé un poco de lata preguntándote cosas.
– no te preocupes , dice Antoni, puedes preguntarme todo cuanto quieras Con mucho gusto, te ayudaré.
– pues muchas gracias, dice Alicia, cogiendo la carpeta, me
gustaría ver a Ángela, profesora de matemáticas ,porque me han dicho que quiere comparte piso y a mí me interesaría voy a ver si la veo a la salida de clase, ya que el Jefe de Estudios me ha dicho que estaba en el aula. Voy a verla antes de que se vaya a ir
– de acuerdo, dice Antoni, la clase está a punto de acabar ¿tú conoces a Ángela?
– yo no, dice Alicia, pero mi novio, sí la conoce. Fue él
Quien ayer estuvo hablando con Ángela. Es que mi novio vive y trabaja aquí. Mira tú qué casualidad que me hayan llamado a mí para esta sustitución. Así estoy cerca de mi novio y no tan lejos como estaba antes, porque no sé si sabrás que yo vengo de Murcia.
– pues sí que ha sido una gran casualidad, dijo Antoni,
– más que casualidad, una gran suerte, diría yo tu novio, aquí
Presente, debe estar muy contento
– pues así es, dijo Juan, cualquiera en mi lugar lo estaría
Tras despedirse de Antoni, Juan y Alicia salen del Seminario y, mientras se dirigían hacia la puerta de entrada al Instituto por la que debía salir Encelajan pregunta:
– ¿que te ha parecido tu presentación? , ¿Te llevas una buena opinión?
– sí, dice Alicia, creo que voy a tener suerte .La gente que he conocido, me da la impresión de que es buena gente. Ahora me queda conocer al resto de compañeros. Pero mi mayor preocupación es saber cómo me aceptarán los alumnos – Eso es lo que más me interesa saber ahora y saldré de dudas el lunes
– ¿y tú, Juan, cómo has visto la cosa?
– mira, Alicia, responde Juan, yo no entiendo nada del mundillo este. Pero , por lo que he visto, vas a estar muy bien aquí . Creo que hay un buen ambiente.
Nada más llegar a la puerta de entrada , el sonido de un timbre, indicaba el final de la clase y , de repente, una gran cantidad de alumnos que salían de las diferentes aulas, se dirigía a la puerta de salida. Era la última clase del diurno y, poco después , empezarían las clases del nocturno.
Juan vio a Ángela venir por el fondo del pasillo, y le dice a Alicia_
– mira, Alicia, aquella chica , que viene con los libros bajo el brazo, es Ángela
Ángela, que había reconocido a Juan, al llegar adonde estaba la pareja, se detuvo y , saludando al joven , dice:
– hola, buenas tardes, ¿ tú debes ser la novia de este chico Ayer estuvimos hablando sobre el tema del piso ¿ te inter esa compartir?
– pues claro, dice Alicia, por eso estamos esperándote aquí y , si te parece bien, podíamos ir a verlo ahora.
– claro que me parece bien, dijo Ángela. Yo he terminado por hoy e iba para allá. Venid conmigo y lo veis y, si te parece bien y llegamos a un acuerdo, hoy mismo te puedes quedar ya a vivir en el piso
– pues, vamos allá, dijo Alicia, no creo que haya ningún problema. Yo soy poco exigente y, respecto al tema económico, creo que tampoco lo habrá
– yo creo que no, dijo Ángela, yo quiero compartir porque estoy muy sola y , con quien mejor que con un compañera. Y , con respecto al dinero, yo vivo de la enseñanza y no de alquilar pisos , luego llegaremos al acuerdo . Espero que te guste el piso. Eso, sí es todo exterior y , lo más bueno que tiene , es que está muy cerca de aquí . Yo lo alquilé cerca, por no tener coche.
– entonces, siendo así, dice Alicia, de antemano te digo que habrá acuerdo. Vamos en el coche de mi novio , porque tengo en él, todas mis cosas . Acabo prácticamente de llegar y he venido a por mi horario y a verte a ti. Vamos, pues
Se subieron en el coche y, no habían recorrido ni 600 metros,
Cuando dice Ángela
– para aquí, en ese bloque está
– llevabas razón dice Juan, está muy cerca
– prácticamente al lado, dice Alicia
Salieron del coche, entraron en el bloque, el piso estaba en la segunda planta. Lo vieron y, en efecto, hubo acuerdo.
Juan subió las cosas de Alicia al piso. Las dos mujeres, entre tanto, mantenían una amigable conversación. Todo indicaba que iban a llevarse bien. Solamente una cosa le preocupaba a Alicia, una sola : la idea de que Ángela se fijara en Juan le preocupaba mucho . No había notado nada extraño, hasta el momento en el comportamiento de Ángela, pero Juan era hombre y Ángela mujer y decía que no quería estar sola y, para colmo de males, ella iba a vivir en aquel piso y Juan iba a frecuentarlo mucho. ¿Podría Ángela fijarse en Juan? No lo sabía pero era algo que estaba ahí en potencia y que el destino tenía la última palabra
Mientras hablaba con Ángela, Alicia no dejaba de darle vueltas a esta idea .Solo de pensarlo se sentía mal . Pero optó por no pensar en ello de momento, ya que no tenía ningún motivo Juan terminó de subir las cosas y le dijo a Alicia:
– ¿ estás muy cansada?, es que me gustaría llevarte a casa de mis tíos . Les he hablado mucho de ti y les gustaría conocerte
Alicia dijo:
– estoy algo cansada pero sí voy a ir a conocer a tus tíos. Me doy una ducha, me cambio de ropa y nos vamos
Una vez que Alicia estuvo lista, salieron del piso u , antes de subir al coche , para ir a casa de los tíos de Juan fue este quien dijo:
– Alicia, con todo el ajetreo que hemos tenido esta tarde, se nos ha olvidado llamar a tus padres
– anda, pues es verdad, dice Alicia, voy a llamarlos a hora mismo, pues estarán preocupados.
– pues justo en la plaza que hay en la estación del tren, dijo Juan, como tenemos que pasar por allí, en una de las cabinas de teléfono , que allí hay, los llamas
– muy bien, dijo ella.
Al pasar por la estación , Juan detuvo el coche y dijo a Alicia:
– venga, vamos a llamar a tus padres
. Vamos, dijo ella.
Se bajaron y Alicia estuvo hablando por teléfono casi 10 minutos. Volvieron al coche y dijo Alicia:
– ya nos podemos ir. En efecto, estaban muy preocupados pero les he dicho que, desde que llegué a Vic, no hemos parado. Les he dicho que tú me has acompañado todo el tiempo,, que hemos estado en el Instituto, que ya tengo mi horario y que también tengo piso y, por último, les ge dicho que empiezo el lunes. Ya se han quedado tranquilos y me han dicho que te dé las gracias por todo lo que estás haciendo por mí . Ya nos podemos ir
Juan puso el coche en marcha y cogió la dirección hacia Tona, adonde , en cuestión de minutos , llegaron. Aparcó el coche frente a la casa de sus tíos y dijo a Alicia:
– ya está, ya hemos llegado
– ¿tan pronto?, dice Alicia
– sí, Alicia, dijo él, Toná está muy cerca de Vic. Ahora vas a conocer a mis tíos, con los que vivo. En varias ocasiones he querido alquilar algo yo pero mis tíos no me han dejado. Son para mí como mis padres. Tengo la libertad que quiero, dentro de unas normas, y , ir otro lado , el piso es bastante grande y solo viven ellos y mi primo. Así que te puedo decir, que has llegado a mi casa
Bajaron del coche y entraron en casa de los tíos de Juan Se hicieron las presentaciones crespo dientes pero Juan presentó a Alicia como una amiga muy especial .La invitaron a que se quedara a cenar y , en la conversación mantenida durante la cena, salió a colación el tema de esa amiga muy especial . Su tío dijo:
– Juan ¿ hasta qué punto es tan especial eta amiga?
– muy, muy, muy, especial, responde Juan
– pues debe serlo, dijo su tío con toda la libertad del mundo y os pido perdón , si me paso, ¿ se podría decir que sois novios?
– mira , tío, te voy a ser muy sincero, Alicia y yo nos conocimos en el tren , cuando venía hacia aquí, eso lo sabes, porque te lo he dicho. .Desde que nos vimos , nos gustamos mutuamente y hemos pensado, ya que el destino ha querido que estemos cerca el uno del otro, iniciar una relación como novios.
– pues, dijo su tío, yo me alegro mucho de eso. Quiera Dios que os salga todo bien, a ti te conozco y sé de tu formalidad y tu honradez y tengo la impresión de que esta chica es igual que tú . De manera que os deseo lo mejor y a ti, Alicia, te digo que nosotros , la familia de Juan ,seremos tu familia y, pase lo que pase entre vosotros que, ojalá sea bueno, aquí nos tendrás para lo que necesites
– muchísimas gracias, dijo Alicia, son ustedes unas personas maravillosas. Pero les recuerdo, que yo vengo para dos meses solamente. Después la relación, si continúa, será a través de cartas y teléfono.
– ahora, dijo Juan, los dos tenemos nuestras obligaciones yo, trabajar y estudiar, no creas que se me ha olvidado. Pero además , ahora tengo otra, cuidar de Alicia Ella , a su vez, tiene las suyas en el Instituto . Así que no nos podemos dormir y, hablando de dormir, mañana a las 7 , me suena el reloj, voy a llegar a Alicia a su casa , pues ella debe descansar del viaje, y vengo rápidamente a acostarme.
Tras despedirse de los tíos de Juan, volvieron a Vic.
Llegaron frente al bloque en el que se encontraba el piso donde iba a vivir Alicia Y Juan dijo:
– Alicia , sé que esta despedida de hoy, no va a ser como a los dos nos hubiera gustado que fuera, pero no me perdonaría el quitarte tiempo. Debes estar muy cansada y debes descansar, ya habrá tiempo para dedicárnoslo nosotros, aunque yo no sé de donde lo voy a sacar , porque, entre el trabajo , la Academia y el tiempo que dedico a estudiar, los días, para mí, deberían tener 30 o más horas. Pero ya verás que de algún sitio, he de sacar tiempo para dedicártelo a ti. Y o te quiero mucho, venga, dame un beso y hasta mañana. Descansa, mi amor.
– yo también te quiero mucho y te agradezco que seas tan comprensivo. En efecto, estoy muy cansada. No sé a qué hora me despertaré mañana
Se besaron tiernamente en los labios,, durante un largo rato y Alicia bajó del coche y entró al portal. Juan se marchó
Ya, en la cama, Alicia pensaba:
“qué modo más extraño de despedirse ha tenido Juan. Puede ser que sea verdadera la justificación que ha dado y que no haya dicho de subir conmigo , porque realmente no quería robarme un poco de tiempo de mi descanso. . Es cierto que estoy muy cansada pero no me habría imputado haber estado un rato con él, ya que, en el fondo, lo deseaba .Pero él ha preferido que descanse. ¿Por qué habrá actuado así? Si lo ha hecho con la intención de que yo descanse, no debo tomárselo malamente . Pero a un hombre que no ve a la mujer que quiere desde hace tiempo, le haría gustado pasar un rato con ella. Sigo pensando en que ha sido muy extraño su comportamiento. ¿Habrá cambiado su opinión? El caso es que yo lo he notado normal durante toda la tarde. Ha sido la manera que ha tenido de despedirse lo que me ha puesto a dudar. Pero pudiera estar yo equivocada y lo estoy juzgado mal. Será mejor no darle vueltas a algo que posiblemente no exista. Así que mejor será dormirme y descansar , ya que , el viaje y la tarde de ajetreo que he llevado, me han dejado destrozada “
Al poco rato, Alicia dormía profundamente
Al día siguiente, se levantó tardísimo, casi era la una del mediodía y , aunque tenía hambre, no desayunó nada más que un café con leche ,en una cafetería cercana a su casa .Dejaría pasar una hora , más o menos, y se iría a almorzar a cualquier sitio que le pareciera bien. Iba a darse un paseo por el centro de la ciudad, en donde, sin duda, habría bastantes sitios donde poder comer. En el que le gustase, entraría.
Llegó a la Plaza Central y se quedó prendada, al ver la cantidad
De arcos y los diferentes establecimientos que allí había. Se quedó perpleja viendo aquella Plaza. Ya eran algo más de las dos de la tarde y tenía bastante apetito . Entró en uno de los muchos restaurantes que había bajo los soportales de la plaza y se sentó a comer
Se le acercó un camarero que, hablándole en catalán, le preguntó
Si iba a comer. Ella lo entendió perfectamente, pues, al saber francés, no tenía mucho problema para entender el catalán, dada la similitas que hay entre las dos lenguas . Pero respondió al camarero en castellano: pues sí, dijo, vengo a comer y disculpe que no le responda en catalán, porque no lo hablo .Lo he entendido porque hablo francés
. ¿Es usted francesa?, le pregunta el camarero
– no, responde Alicia, no soy francesa, soy española y hablo francés, porque soy especialista en esa lengua
– entonces , dijo el camarero : ¿ es usted profesora de francés? ( ya el camarero le hablaba en castellano )
– sí, responde Alicia, soy profesora de francés .He venido a hacer una sustitución al Instituto
¿ acaso va a sustituir usted a la señora Mercedes?
– pues sí, pero ¿como sabe usted que es la señora Mercedes?
– pues verá usted, dijo el camarero. Yo asisto al Bachillerato Nocturno , pues en esta zona, muchos trabajadores aprobé chamos el que haya Bachiller Nocturno en el Instituto para hacerlo. como idioma extranjero tengo francés y mi profesora es la señora Mercedes, luego usted me va a dar clase a mí, mire por donde.
– que bueno, dijo Alicia, qué casualidad más estupenda el haberme encontrado con alguien que va a ser alumno mío y le digo esto, porque va a ser la primera vez que imparta clases y me gustaría saber cómo es el alumnado y , sobre todo, me gustaría saber qué nivel hay de francés aquí, para enfocar mis clases
– pues le diré una cosa, dijo el camarero,: yo termino de trabajar ahora a las tres, pues , esta semana estoy de turno de mañana. De manera que, si le parece a usted bien, después de que haya comido, podemos conversar un rato y le podré dar alguna información.
– me parece estupendo, dijo Alicia. Pero déjeme hacerle una pregunta ¿ cómo es que usted, que es mayor que yo, asiste al Instituto?
– pues le diré, responde el camarero: no voy a ser yo el único alumno que tenga usted y que sea mayor que usted Verá e0n esta comarca hay muchos trabajadores a los que les interesa tener el título de Bachiller , por muchos y diferentes motivos. comprobará usted que el alumnado del nocturno es diferente al del diurno .. Al diurno, asisten los alumnos que van con su edad escolar, en tanto que al nocturno, van alumnos mayores, por lo general. Si le parece, ahora le sirvo su comida y, después, conversamos sobre todo esto
– me parece perfecto, dijo Alicia, realmente tengo mucha hambre.
El camarero tomó nota de lo que Alicia iba a comer, y le fue sirviendo.
Mientras comía , pensaba que había sido una suerte haberse encontrado con un alumno del Instituto y que , además, iba a ser alumno suyo. Le dio la impresión de que , al ser este una persona mayor y seria, le vendría muy bien hablar con él Así se podía informar sobre el nivel de conocimiento que el alumnado tenía , ya que era esta su mayor preocupación.
Llegaron las tres de la tarreña hora en la que el chamare terminaba su trabajo .Alicia, que ya había comido, se había quedado en la mesa tomando un café y esperándolo. El hombre se acercó a ella unos pocos minutos después
– ya terminé, dijo a Alicia, ya podemos hablar tranquilos
– pues, dice Alicia, me gustaría que me comentase ,así por encima, cómo es el alumnado, cómo es el nivel de francés que hay y cosas así, para ir haciéndome yo una idea, aunque la profesora titular me ha dejado por escrito algunas líneas que deberé seguir pero aún no he tenido tiempo de verlas ya que llegué ayer y venía muy cansada
El hombre dijo:
– pues verá usted. Yo le puedo comentar lo que se da en los alumnos del nocturno, que es lo que yo conozco y pienso que será similar al diurno, con la salvedad de que el alumnado de día es más joven . En el nocturno, los alumnos en su mayoría, acuden porque les interesa el título, mientras que en el diurno , aunque también vayan a conseguir ese título, sin embargo, la actitud del alumnado nocturno es de más seriedad que el del diurno, porque van a aprovechar el tiempo
En lo que se refiere al nivel de conocimientos, ese nivel es bastante bajo, en general . La gente sabe muy poco francés contrariamente a lo que ocurre en diurno, en donde el nivel es algo más elevado, aunque no mucho más. He de decirle que en el Instituto, hay un buen profesorado de francés
– gracias, dijo Alicia, estos datos que usted me ha dado, me van a ser muy útiles , pues ya tengo una idea para enfocar mis clases , aunque deberé ceñirme a lo que me haya dejado marcado la titular, pues no me voy a poner yo ahora a cambiar las cosas
Alicia dijo de nuevo al camarero:
– ¿me permite una última pregunta?
El camarero responde:
– por supuesto, no una, sino las que usted desee hacerme yo se las responderé con mucho gusto
Alicia pregunta:
– verá usted. Me gustaría saber cómo se comportan en clase
El camarero responde:
– mire usted. El alumnado del nocturno suele tener un buen comportamiento, debido a que van a aprovechar el tiempo y no
A forra jaleo. En cuanto a los alumnos del diurno, no estoy muy bien informado pero no tengo noticias de que hayan graves problemas
Alicia dice:
– pues muchísimas gracias por toda su información
El camarero responde a Alicia diciendo:
- – no tiene que agradecerme nada. Para mí ha sido un verdad
Placer poder informarla. Ahora le quiero preguntar: ¿cuan do empieza usted a dar clase?, preguntó el alumno
– en principio, dijo Alicia, debería empezar hoy p ero ayer que estuve en el Centro para recoger mi horario y todo el material, me dijo el Jefe de Estudios, que me incorporase el lunes . Así que el lunes nos veremos
Continuaron charlando un rato más sobre temas relacionados con el centro .
De allí, Alicia se fue al Instituto para pasar el resto de la tarde e ir conociendo a sus compañeros , hasta que Juan fuese a buscarla .Habían quedado en verse a las 9 , cuando Juan terminase en la Academia .Ella estaba deseando de verlo , para ver cual sería su actitud, ya que no se le iba de la mente lo ocurrido el día anterior
Alicia pasó oda la tarde en el Instituto .Allí fue conociendo a los compañeros , que, en aquellos momentos había en la Sala de Profesores y empezó a familiarizarse con todo lo que le iba a rodear los siguientes dos meses
Parecía que aquel miedo que sentía al llegar, iba desapareciendo a medida que iba hablando con unos y otros, además, las palabras
del alumno sobre el bajo nivel que había de francés, la habían tranquilizado bastante. Sentada en una larga mesa que había en la Sala , abrió la carpeta y empezó a ojearla. Vio que tenía más grupos en el nocturno que en el diurno. Eso le venía muy bien , pues iba a tener bastante tiempo libre para estudiar los temas de Oposiciones . Así, pasaría la mayor parte del día en el centro y , los claros largos que le quedaban entre una clase y la siguiente, si quería, los podía dedicar a estudiar , con lo que no dejaba a un lado el temario de oposiciones.
Aquella sustitución le iba a servir de mucho , pues , con lo que estudiaba y las clases que iba a dar, la preparación iba a ser más completa
Ojeando la carpeta, comprobó que era cierto lo que el alumno con el que había hablado, le había dicho. La profesora a la a la que iba a sustituir, en la nota que le había dejado, le decía que el nivel no era muy alto. Si ya estaba tranquila a ese respecto, al leerlo de mano de la profesora titular, se tranquilizó aún más . Ya solo le faltaba esperar a que llegara el lunes para empezar
En ese momento, entró a la Sala de Profesores Ángela, que acababa de terminar sus clases:
– hola Alicia, dice Ángela, no te he visto en todo el día pues yo salí del piso y estarías durmiendo, supongo y aún no he vuelto . Voy ahora que he terminado ya por hoy
– es que vine muy cansada, dijo Alicia, Me he levantado muy tarde, me fui a ver un poco el pueblo, comí y me vine para acá
¿Te ha gustado Vic?, pregunta Ángela
– lo poco que he visto, dice Alicia , sí me ha gustado pero ha sido muy poco lo que he visto, apenas casi nada
– ¿has estado con tu novio?, pregunta Ángela
– no, aún no, dice Alicia, Él trabaja y como no viva en Vic , sino que vive en un pueblo por aquí cerca, hemos quedado en vernos a las 9
– ¿te vienes papa casa o te quedas?, dice Ángela
– sí, me voy contigo, dice Alicia, Juan irá a buscarme allí
Las dos jóvenes llegaron pronto al piso y se pusieron a conversar Ángela le dijo a Alicia que era interina llevaba ya dos años y que se estaba preparando las Oposiciones para el año siguiente, porque se comentaba que iban a convocar aparte de las oposiciones libres, otras restringidas para los interinos ,Cada año de interinidad tendría un punto de valor y , si eso fuera así, y para el siguiente curso ella siguiera de interina, se presentaría con 3 puntos en los méritos. También le dijo que en el Instituto , a principio de curso, se necesitaban bastantes interinos. Le comentó que, en francés , cuando empezó el curso, necesitaron cuatro interinos , que ella había hecho
bien al aceptar la sustitución, porque, si , en Septiembres se necesitaran interinos de francés, cosa que sería lo más seguro, ella entraría la primera, con lo que se podría presentar a las oposiciones restringidas con un punto que , aunque era poco, de algo podría servirle
A medid a que Ángela iba hablando, a Alicia le parecía una persona bastante agradable . Esto la tranquilizó un poco, pues se había hecho una idea errónea de su compañera. Pero no se debía dejar llevar por las apariencias, no debía bajar la guardia. En su interior , seguía existiendo aquel temor que había sentido el día anterior . La posibilidad de que Ángela le pudiera arrebatar a Juan o viceversa , que fuera él quien se fijara en Ángela , seguía dando vueltas en su mente. No debía dormirse sino estar atenta a los acontecimientos. Si era cierto que tenía posibilidades de optar a una plaza de interinidad para el curso siguiente, le interesaba bastante, ya que , de no ser así, una vez cumplidos los dos meses de la sustitución, ella debía irse. Su misión habría terminado y Juan se quedaba allí, por lo que Ángela tenía el campo libre.
Estuvieron conversando bastante rato, hasta que dijo Alicia:
– ya son más de las 8 y a las 9, viene Juan a re cogerme voy a
A arreglarme para estar lista cuando él llegue
Ángela, a su vez, dijo:
yo voy a prepararme algo para cenar y después, corregiré unas pruebas que les he hecho a los alumnos hoy. Y, en cuanto termine, me iré directamente a la cama, mañana tengo clase a las nueve…
Alicia se dirigió al baño, con la intención de darse una ducha y después vestirse para estar lista un poco antes de las 9 Tenía verdadero deseo de que llegase esa hora , para volver a ver a Juan. Llevaba un día sin verlo y le parecía una eternidad Además estaba ansiosa por ver con qué actitud la recibía Juan esta vez
Poco después de las 9, suena el timbre de la pueda. Era Juan, que llegaba con algo de retraso. Pide disculpas a Alicia por su tardanza ,que no había sido excesiva, y la pareja sale con la intención de dar una vuelta por la ciudad
Alicia no hacía más que observar el comportamiento de Juan: su manera de tratarla, de hablarle, de sonreírle, y comprobó que era un comportamiento completamente normal . Sin duda, se había precipitado el día anterior , al pensar algo que parecía no existir. Por ello, en lugar de actuar con frialdad, como había pensado hacer, se comportó de manera cariñosa , dando a entender que estaba muy feliz, cosa que era lo que sentía realmente.
– ¿adónde me vas a llevar esta noche? Le pregona Alicia
– pues, tú dirás, responde él
– si te parece bien, dijo Alicia, podemos ir a un bar de un señor de Córdoba, que hay cerca de la Plaza. Ángela me ha hablado de él y dice que hay un ambiente propio de Andalucía, pues la clientela, en su mayoría, es de andaluces que viven por aquí y se pasa muy bien .Me ha dicho que los viernes van muchos profesores del Instituto a comer allí .Si te parece bien, tomamos algo allí y , después, ya pensaremos donde ir.
– me parece buena idea, dice Juan, vamos entonces a ese bar. Así recordaré el ambiente de mi tierra.
De camino al bar, dice Alicia:
– Juan, tengo que darte buenas noticias
– tú dirás, dice él
– pues verás. Esta tarde, hablando con Ángela, me ha dicho que tengo muchas posibilidades de quedarme aquí como interina el curso que viene, porque , todos los años, hacen falta muchos interinos y , habiendo estado yo ya antes, caso de que necesiten alguno en francés, me llamarían a mí. ¿No te alegras?
– pues, claro que me alegro, dice Juan. Imagínate que yo me he hecho a la idea de que dentro de dos meses extremos muy lejos el un del otro. Dios y todos los Santos permitan que te quedes aquí. Sería maravilloso.
Llegaron al bar y, en efecto, estaba repleto de andaluces, aunque también había catalanes, pero eran minoría. El ambiente era muy agradable. Allí tomaron unos vinos y unas tapas, como se hace en Andalucía. .Se encontraban augusto y no dejaban de hablar. Se intercambiaban miradas cariñosas, como la ocasión lo requería, miradas propias de dos personas que se quieren
Amanecieron allí por espacio de lago más de dos horas. Fue Juan quien dijo:
¿ por qué no nos vamos a un lugar más tranquilo?, aquí hay demasiada gente y , hoy, me gustaría estar contigo a solas pues no nos hemos dedicado ningún tiempo a nosotros
– como tú digas, dijo Alicia,
– pues vamos a ir a un sitio del que me ha hablado mi primo y dice que se está muy bien, pues hay mucha tranquilidad
– sí, vamos allí, dice Alicia. Yo también quiero estar contigo a solas. Hoy he pensado mucho en nosotros, pues aún no hemos tenido un tiempo para estar juntos y hablar de nuestras cosas
Salieron del bar y fueron a un Pub , que no estaba lejos de allí .
El lugar era el adecuado para una pareja: música suave , no había demasiada gente y reinaba un ambiente que invitaba a la intimidad . Buscaron un sitio apartado en el que había una mesita y , en lugar de sillas, había unas butacas bastante cómodas Pidieron una copa y , tras servírsela el camarero, la pareja se queda sola . Era el momento que los dos estaban esperando ansiosamente. Comenzaron las tiernas caricias, los besos cariñosos las miradas de deseo. Al oído se susurraban palabras dulces, y sus labios se unían y se separaban una y mil veces. El tiempo se había detenido para ellos
– te quiero mucho, le decía Juan a Alicia al oído. Bendito sea el día en que decidí tomar aquel tren y dejar mi pueblo, porque aquel día , en aquel tren, te conocí .Pero, sobre todo, bendito sea el destino, ese destino que nos ha unido
– yo también te quiero, Juan, Dice Alicia, sí, bendito sea ese maravilloso destino que nos ha unido y que , parece ser, nos va a mantener unidos. Ese destino no quiere que nos separemos y yo haré lo que haga falta porque así sea, porque no nos separemos nunca . Juan, te quiero, te quiero
. Y yo a ti, Alicia, dice Juan. Yo haré que no te arrepientas nunca de haberte fijado en mí, de haberme elegido. Te juro que no te arrepentirás jamás, te quiero mucho
Así estuvieron todo el tiempo. Aquello era lo que Alicia quería estar junto a la persona que amaba. Lo de la noche anterior fue un mal pensamiento por su parte. Juan había actuado como un caballero al despedirse de la manera que lo hizo llevaba razón, ella venía cansada y él quería que descansara, no existía otro motivo ¿Por qué pensó que podía haber otro motivo?. Lo había juzgado mal y estaba arrepentida. Por ello, tenía que quitarse de la cabeza ideas equivocadas, ideas totalmente infundadas. ¿Celos? tal vez lo eran. Pero, si ella no era celosa , al menos era lo que siempre había creído, ¿ por qué actuó así?, tal vez , porque lo quería , lo quería para ella y no podría soportar que nadie se lo quitase, no quería pensar que pudiera arderlo.
Después de aquello, Alicia estaba completamente segura del amor de Juan. Se lo estaba demostrando y era completamente sincero. Por el momento, no tenía ningunos motivos para dudar de su amor.
Ya era mas de la medianoche y Alicia fue la que le dijo a Juan:
– será mejor que nos vayamos ya, mañana tienes que ir a tu trabajo y ya es tarde
Juan dijo:
– Sí, será mejor que nos vayamos, mañana no me gustaría llegar muy cansado, pues estamos trabajado sobre un tejado y , aunque parezca un trabajo fácil, se debe tener mucho cuidado, pues , al mínimo descuido, te ves en el suelo. Me estaría contigo una vida entera, pero , como dice el regarán, lo bono no lo consumas de golpe. Tenemos tiempo sobrado para estar juntos. Si no te importa, te llevo a tu casa y me voy a dormir.
– por supuesto que no me importa, al contrario, hoy soy yo quien quiere que descanses.
Salieron de aquel local, volvieron adonde Juan tenía aparcado su cocheé y, una vez que dejó a Alicia en su casa, se dirigió hacia Toná.
Cuando llegó a casa de ss. Tíos, vio mucha gente en la puerta de
Entrada al bloque y, además había un coche de Policía. Al ver tanto movimiento, pensó lo peor. Se bajó del coche con rapidez y preguntó a la primera persona que tuvo cerca:
– ¿qué ha pasado aquí?
La persona, que era una mujer, respondió:
– para lo que podía haber pasado, no ha sido más que un gran susto: dos encapuchados han intentado atracar a una vecina pero, al gritar esta, han salido los vecinos y han logrado reducir a los atracadores. Después han llamado a la Policía y se los han llevado. Ya no se está tan seguro en la calle
Juan pregunta:
– ¿quien es esa vecina?, ¿no será mi tía?
– no, dijo la señora, yo conozco a tu tía y no ha si a ella
– ya me quedo más tranquilo, dijo Juan, aunque la vecina a la que hayan intentado atracar, se habrá llevado un gran susto
– pues imagínate tú, dijo la mujer
– ¿los atracadores son conocidos?, pregunta Juan
– no lo sé, dice la mujer, con lo que se ha montado aquí no se sabe nada. Se rumorea que son de lejos
– desde luego, dice Juan, en los tiempos que corren, no se esta seguro ni en su propia casa
Al día siguiente, todo el vecindario comentaba el suceso de la noche anterior. Se supo que los atracadores eran unos delincuentes comunes que habían dado más de un susto a algunas personas en los pueblos de la zona.
Alicia, por su parte, pasó ese día viendo las fichas personales de los alumnos y preparándose para su debut el lunes.
Por la tarde, volvió a encontrarse con Juan, que, esta vez vino acompañado de su primo y la nova de estelas dos parejas estuvieron dando una vuelta por distintos lugares de Vic y acordaron dedicar el fin de semana en recorrer la zona en plan turístico, para ver los distintos lugares de interés de la comarca.
El sábado irían al pantano de Su y visitarían pueblos en los que quedan muchos restos del arte Románico, como San Jula de Vila torta o Vilano de Su. Pasaron por Caleteas, Santa Eugenia, Seba y
Dejaron para otra ocasión, un montón de pueblos cercanos. Les llamó
mucho la atención una pequeña iglesia que hay unos kilómetros antes de llegar a San Juliá, cuyo párroco resultó ser profesor en el Instituto de Vic. Al saber que Alicia iba a ser compañera suya, mantuvo una conversación con ella más prolongada de lo normal y se ofreció para ayudarla en todo lo que pudiera
El domingo pensaron visitar en un principio los pueblos que, el día de
Antes, no tuvieron tiempo de ver per hablaron entre ellos y, finalmente,
Decidieron coger una ruta distinta. Así tuvieron ocasión de visitar otros pueblos como Moya, Calderas y llegaron hasta la ciudad de Manresa
Las dos parejas se cayeron bien desde el principio. Alicia, que ya se había olvidado de la idea que la mantuvo nerviosa el primer día, veía como Juan estaba , en todo momento, pendiente de ella, pegado siempre a ella y mostrándole su cariño. Ya no tenía ningún tipo de duda, Se reprochaba a sí misma el haber dudado de Juan pero, para suelo suyo, justificaba esa idea por el extraño comportamiento de Juan la primera noche. Ya no iba a pensar más en ello.
De vuelta a Tona, venían hablando y comentando sobre los lugares que habían visitado
Juan le preguntó a Alicia qué le había parecido lo que habían visitado. Ella respondió que le había gustado bastante, que no esperaba que aquella comarca fuera tan bonita, que era completamente distinta a lo que estaba acostumbrada a ver en su tierra.
También hicieron proyectos para visitar otros lugares en fines de semana venideros , lugares como Puigserdá, Olot e, incluso hablaron de la posibilidad de bajar a la Costa Brava.
Aquella noche se despidieron temprano, pues Alicia, por mucho que quería disimular, en el fondo, estaba muy nerviosa. Juan se dio cuenta de ello y sabía el motivo que no era otro sino que, al día siguiente, era su bautismo de fuego. Fue por eso por lo que dijo de retirarse pronto , con la excusa de que el fin de semana, los había dejado agotados.
Alicia estaba deseando de que alguien dijera de retirarse, ya que su estado de ánimo no estaba como para continuar en la calle. Quería estar sola, necesitaba estar sola para pensar.
Aquello le parecía una tontería pero, para ella no lo era. Pensar que , al día siguiente , iba a dar su primera clase, le aterraba, y eso que creía haber superado su miedo, después de haber hablado con aquel camarero , que iba a ser alumno suyo y después de haber leído la nota que le había dejado por escrito la profesora titular. Pues no, en realidad, no había superado ningún miedo. Lo superaría una vez que terminara de dar la primera clase
Aquella noche, apenas si pudo conciliar el sueño. Duró unas pocas horas pero fue a causa del cansancio acumulado en los últimos días.
Por fin llegó el día, día que , para Alicia significaba mucho y que no olvidaría jamás. Tenía su primera clase a las 10 pero estaba en la Sala de Profesores a las 9. Y estaba hecho un manojo de nervios. . Sus compañeros intentaron animarla calmarla, diciéndole que se tranquilizara , que , de un modo u otro, tenía que pasar por aquel trance y que era mejor que lo pasara lo más tranquilamente que pudiera. Ella intentaba aparentar que estaba tranquila pero no era cierto, no lo estaba.
Sonó el timbrazo que marcaba el final de la primera clase.
Cuando volviera a sonar, ella debería entrar en el aula. Y ese momento llegó. El bimbre sonó y Alicia salió de la Sala con los libros bajo el brazo, camino del aula . Entró en ella y le pareció estar flotando. Los alumnos sentados y en silencio, estaban esperando que dijera algo . Y lo dijo:
_ buenos días, soy la profesora que va a sustituir a la señora Mercedes, mi nombre es Alicia y tengo que deciros que esta es la primera clase que doy en mi vida. Como veréis, estoy supe nerviosa, pero esto es inevitable. Tenía pensado deciros algunas cosas, como normas de comportamiento y demás cosas pero las palabras no me salen. Me vais a perdonar pero, si continúo aquí un minuto más, me va a dar algo. Os voy a dejar solos y me voy a salir. Os pido que comprendáis mi estado y que lo que resta de clase, estéis en silencio .Ya que he pasado el amargo trago, mañana será diferente.
Esa fue su primera clase , clase que fue la anécdota del día entre el profesorado que hacía comentarios graciosos sobre lo que habús sucedido . Alicia les había caído bien y los comentarios tenían un matiz cariñoso, no burlesco.
Alicia no volvía a tener más clases hasta la primera hora de la tarde, por lo que tuvo tiempo para reflexionar acerca de lo sucedido . Ya había pasado lo peor, ya sabía lo que era verse frente a un grupo de alumnos, ya podía decir que había perdido el miedo por completo. Tenía que demostrárselo a ella misma y ante los alumnos y así lo hizo.
Su segunda clase la dio con más serenidad. Los nervios habían desaparecido y dio una clase completamente normal. Por el centro había corrido la voz entre el alumnado acerca de lo sucedido aquella mañana y todos se lo habían tomado como una anécdota graciosa. Se notaba que Alicia les había caído bien.
A medida que iba pasando el día, ella fue tomando las riendas del asunto de manera que, al terminar su primer día de clase, ya se comportaba como una verdadera experta y su primera clase, quedaría como mera anécdota.
Juan la estaba esperando a la salida de su última clase .Al verla salir, le preguntó:
¿Qué tal ha ido tu primer día?
Alicia le comentó lo sucedido por la mañana y su posterior reacción y Juan no puó evitar reaccionar riéndose _
– algo así me esperaba yo, dijo a Alicia, pues se te veía muy nerviosa .Per entiendo que era una situación normal en las personas que comienzan su primer día de trabajo. Eso le pasa a todo el mundo.
– sí, dijo ella, le pasará a todo el mundo, pero yo lo he pasado fatal . Creí que los alumnos iban a tomárselo de manera muy distinta a como se lo han tomado, pero me equivoqué, ya que ellos lo entendieron perfectamente. Después he ido quitándome el miedo, de tal manera que, las ultimas clases, las he dado como si hubiera estado dando clase toda mi vida
Los dos jóvenes abandonaron el centro y Juan dijo a Alicia
– anda vamos a cenar algo por ahí y, así, te olvidas de lo sucedido hoy
Alicia dijo:
– sí, vamos .Ya ha pasado lo peor. Ahora estoy totalmente tranquila, así que me echen clases todas las que quieran , que ya no me importa
Mientras cenaban, Juan le dijo a Alicia:
– he estado pensando que ha llegado el momento de que organicemos nuestras cosas. A mí me falta algo más de un mes para examinarme de la prueba de acceso y no me veo preparado como para sacarla adelante ahora en Junio. Pero he decidido volcarme en el estudio y aprobar ahora. Quiero decirte que hasta que no termine mis exámenes , nos vamos a ver muy poco y , creo que lo entiendes perfectamente. Una vez los termine, acabe la cosa como acabe, tendremos más tiempo para nosotros . ¿Lo entiendes, verdad?
Alicia responde:
– te entiendo perfectamente, no te preocupes. Sé que es una meta que te marcaste y no voy a ser yo el motivo de que no la veas cumplida, al contrario, te animaré a que estudies y , si apruebas ahora será un logro, pues tengo entendido que esa prueba es bastante difícil.
Los días iban pasando para los dos. Ella tenía bastante trabajo ya que se acercaba el fin de curso. Los exámenes finales y las recuperaciones, le ocupaban mucho tiempo. Él, a su vez, tenía , cada vez más ser cae los exámenes , por lo que apenas si se veían
Y , de la misma manera que, para Alicia llegó su primer día de clase, ahora le tocaba el turno a Juan. Las fechas de sus exámenes habían llegado –Se presentó a todos y salió bastante contento de ellos. Ahora quedaba esperar los resultados que se harían públicos en unos días.
Alicia , por su parte, había debido las evaluaciones de los grupos de C O U a finales de Mayo y ahora las calces de B U P se habían suspendido, para hacer las llamadas por ellos pruebas de Suficiencia. El curso estaba a punto de terminar y ella debía volver a Murcia. Otra vez iban a estar lejos el uno del otro.
Pero quedaba la esperanza de que , en Septiembre, llamasen a Alicia ofreciéndole una plaza de interina. Ella sabía que, por su comportamiento durante la sustitución , se había ganado la confianza del Director y estaba completamente segura de que, en el caso de que se necesitara algún interino para francés a la primera persona que llamarían, sería a ella. El propio Director se lo había dicho en más de una ocasión
Y llegó la hora para Juan de recoger los frutos de su trabajo. Las calificaciones de la Prueba de acceso estaban a punto de salir. Ahora le tocaba a él estar nervioso y lo estaba. Llegó el día clave. Las calificaciones salieron y Juan había aprobado
Se había cumplido se sueño, no podía creer que , en dos meses, y , alternado los estudios con el trabajo y , últimamente con la novia, Juan viera cumplido un sueño . Otra vez el destino, pues ¿ quien le iba a decir a él, cuando tres meses antes , estando en su pueblo, que le iba a cambiar la vida por completo?
Tres meses atrás, Juan estaba en un pueblo perdido en Andalucía Un día decidió salir de aquel pueblo y ahora su vida era otra totalmente distinta: tenía trabajo, una cierta estabilidad , tenía una novia a la que adoraba y había logrado algo impensable para él: había abierto un camino que le proporcionaba la posibilidad de escalar posiciones . Estaba en condiciones para labrarse un futuro nuevo y poder ser alguien , poder terminar una carrera universitaria. Estaba muy orgulloso de lo que en tan poco tiempo, había conseguido
Esa satisfacción la compartían con él , su familia, sus tíos Íes que lo conocían y su primo, que tanto le habían ayudado, sus compañeros
de trabajo, que no daban crédito a lo que Juan había sido capaz de hacer y, sobre todo, su novia, aquella joven a la que conoció en el tren y de la que se enamoró perdidamente.
Pero había una persona a la que Juan una olvidaría. No podía olvidar a esa persona, porque fue quien más le ayudó, quien lo animó y quien lo
Tuvo informado de todo puntualmente. Esa persona era Jordi.
Todos estaban felices. A Juan todo aquello le parecía un sueño un cuento , que comenzó aquella mañana cuando tomó el tren , y que había terminado felizmente, como suelen terminar todos los cuentos . Y en todo esto, había intervenido un elemento crucial, el destino. Un destino que, hasta ahora había sido favorable. Pero, en adelante, ¿lo seguiría siendo? Esa pregunta se la hacía Juan una y mil veces , porque ahora empezaba la segunda parte del cuento: Alicia había terminado su sustitución y debía volver a su tierra, él había aprobado el acceso e iba a empezar una carrera. El destino, que los había unido, ahora los separa. ¿Qué iba a pasar? La respuesta se vería con el tiempo
Terminaba así una etapa de la vida de dos personas. Y terminaba
Bien . Les quedaba muy poco tiempo para estar juntos, solo unos días , tras los cuales, sus vidas iban a separarse. Alicia debía irse. Allí quedarían dos meses de felicidad , allí se tenía que quedar la persona a la que amaba y allí quedaba una puerta cerrada , que podría abrírsele , en el caso de que la llamaran en Septiembre.
Juan por su parte, había visto cumplidos los propósitos que se hizo , al salir de su pueblo. Para él también , coincidiendo con el final de Junio, terminaban dos meses de felicidad.
Pero ¿qué sucedería en adelante?, ¿volvería a ver a Alicia?
Todas las respuestas a estas preguntas estaban en manos del destino. Ahora solo quedaba una cosa: ESPERAR
Llegó el verano y, con él llegaron las vacaciones para Alicia, vacaciones , en principio , sin vuelta, pues los dos meses de la sustitución se habían terminado y los exámenes de Septiembre , los haría ya la profesora titular Con la finalización de la sustitución, Alicia no tenía ya nada que hacer allí . Solo le quedaba el consuelo de que la llamaran , si necesitaban algún interino de francés. Cuando se despidió del Director, este le dijo:
– Alicia, tanto el Jefe del Seminario de Francés , como el Equipo Directivo, estamos muy satisfechos con la labor que has desempeñado aquí . Me atrevería a decirte que es casi seguro que, para el curso próximo, necesitemos algún interino de tu materia, por ejemplo, el año pasado, necesitamos a cuatro. Yo no quiero que abrigues esperanzas pero sí te puedo decir , con toda la sinceridad del mundo que, en el supuesto caso de que necesitemos uno, ten por seguro que te llamaríamos a ti, pues sabemos de tu buen hacer y de tu profesionalidad. De manera que, aunque te aconsejo que eches las redes por otros sitios, en Septiembre estate pendiente del teléfono, porque es muy posible que te llamemos. ¿Tú te vendrías aquí?
Alicia responde:
– ¿ que si me vendría?, pues no lo dudaría ni un segundo porque, aparte de que aquí me he sentido bien , se me ha tratado muy bien , aparte de eso, me dejo aquí a mi novio que vive y trabaja aquí. Por eso te pido que, si necesitas a un interino, por favor, llámame , te estaría agradecida toda mi vida
El Director le dijo:
– eso sí te lo puedo asegurar , que , caso de necesitar a alguien , ese alguien serías tú
En el rostro de Alicia se reflejaba la tristeza y , cuando abandonó
el centro, tras despedirse de sus compañeros, las lágrimas le brotaban de los ojos . Estaba llorando, lloraba por dos motivos el primero, porque tenía que separase de Juan y el segundo, porque a ella le habría gustado haberse ido de allí , como muchos de sus compañeros, a sabiendas de que volverían en Septiembre . Para sus compañeros, aquellas eran unas vacaciones normales , pues volverían a los dos meses. Per, para ella, eran unas vacaciones forzosas, por un lado, ya que había terminado su misión allí , y dudosas , por otro lado, puesto que se iba con la duda de si la llamaban o no. Algo , en su interior la decía que la llamaría pero la realidad era otra muy distinta
De repente, una idea le pasó por su cabeza. Ella iba a retrasar, lo más posible, el regreso. Pensó en llamar a sus padres y decirles que se iba a quedar unos días más para ultimar las cosas. Diciéndoles eso, no les mentía pero ella sabía que sus padres se iban a imaginar el verdadero motivo
Y, tal como lo pensó, lo hizo. Llamó a sus padres y dijo a su
Madre, que fue quien cogió el teléfono_
– mamá, soy yo. Os llamo para deciros que me voy a quedar
aquí dos o tres días más , porque tengo que gestionar unos papeles , antes de irme
Dijo la madre:
– ¿qué clase de papeles?
– pues verás, mamá, dijo Alicia: tienen que mandarme de la Delegación el Certificado de haber hecho la sustitución . Ya lo han mandado y está al llegar. Y otra cosa más importante aún: me han dicho que , en este Instituto, al comienzo de curso, hacen falta muchos interinos. Yo he hablado con el Director que es el que tiene la última palabra y me ha dicho que están muy contentos conmigo y que , en el caso de que hiciera falta algún interino de francés, la primera a quien llamarían, sería a mí . Como en estos días se están calculando los posibles grupos que habrá el curso que viene, me gustaría irme de aquí con la seguridad de que tengo una interinidad . Ya , en el caso de que no me lo puedan confirmar, me iré, aunque me tenga que pasar un verano de nervios y un mes de Septiembre pegada al teléfono
La madre le dice:
– está bien , hija , pero que sean dos o tres días, no más , tanto papá como yo, tenemos muchas ganas de verte.
Dice Alicia:
– te prometo, mamá, que más de tres días no me paso aquí
Ya mismo me vais a ver
Alicia se había salido con la suya. Había conseguido tres días más. Era poca cosa, pero tres días eran tres días. Estaba muy triste, antes o después, tenía que marcharse y Juan se quedaría allí, a merced de cualquier mujer que quisiera echarle el guante . Pero, ¿por qué desconfiaba tanto de Juan? Realmente no tenía motivos. Entonces, ¿qué le estaba pasando? No podía encontrar respuesta a esa pregunta. Lo único que sabía, era que no se quería ir.
Toda aquella tarde estuvo dándole voltas a ese pensamiento y no
Llegaba a ninguna conclusión. No le quedaba más remedio que aceptar la realidad, por muy dura que esta fuera. No tenía más remedio que marcharse
Aquella tarde llegó Juan a buscarla, llegó loco de alegría
– ¿qué ocurre para que vengas tan contento?, pregunta Alicia
– pues , dice Juan, que con las notas que he sacado, he podido matricularme en Geografía e Historia, que era la carrera que quería hacer
– no sabes cuanto me alegro dijo Alicia, yo también tengo otra buena noticia que darte
– ¿qué noticia? dice Juan
– pues verás, dice Alicia, esta mañana he estado despidiéndome del Director y me ha dicho que está todos muy contentos con el trabajo que he hecho y que , si en Septiembre, necesitaran un interino de francés, a la primera que llamarían, sería a mí
– eso es maravilloso, dijo Juan
– sí, lo será cuando me llamen, dice ella
– ya verás cómo te llamarán dice él
– Dios te oiga, dice ella. Juan he hablado con mis padres y les he mentido a medias , con el fin de quedarme aquí tres días más
– ¿ cómo que les has mentido a medias?, pregunta Juan
– pues, dice Alicia, porque les he dicho que tenía que esperar a terminar de arreglar unos papeles y, en parte es cierto, me tienen que enviar de la Delegación el Certificado de haber hecho la sustitución . Pero , si hubiera querido, me lo habrían enviado a mi casa, ahí está el engaño. De todos modos, tres días para ellos no suponen nada y , para mí , mucho , son tres días más contigo . Y ahora te quiero pedir algo
Tú dirás, dice Juan
– verás, Juan, dice ella. Hay una cosa que no me deja ni dormir
– ¿qué cosa?, pregunta él
– júrame , Juan, dice Alicia, júrame que no te vas a fijar en ninguna otra mujer, júramelo. La sola idea de que podría perderte, no me deja vivir.
Juan no respondió, se acercó a ella, la abrazó fuertemente y besando su boca dulcemente, le dice:
– ¿ te vale esto como prueba?
Ella, volviendo a besar los labios masculinos, le dijo:
– sí, amor mío, me vale. Es que me moriría, si me dejaras no puedo vivir sin ti. El pensar que ahora nos tenemos que dejar de ver por un tiempo, me quita el sueño
– pero eso será por poco tiempo, dice Juan , yo tengo pensado ir a verte este verano. Quiero hablar con tu padre y contarles lo nuestro. Además, estoy seguro de que te van a llamar. También .quiero que estos días , antes de que me vaya, nos los dediquemos a estar juntos ¿ me lo prometes?
– te lo prometo. Este fin de semana, será entero para nosotros
Y en efecto, aquel fin de semana, lo vivieron intensamente y en todos los aspectos .Alicia se marchaba el lunes y desde el viernes
por la tarde hasta que Juan la dejó en la estación , en donde cogería el tren , que la llevaría hasta su tierra, no se separaron ni un solo momento.
Ángela se había ido de vacaciones pero el piso lo había dejado alquilado, ya que ella sí continuaba en el Instituto el curso siguiente. Ese piso fue, durante aquel fin de semana, el nido de amor para Alicia y Juan. En él permanecieron y solo salieron a la calle en contadas ocasiones , para comer o dar un paseo . El resto del tiempo, lo pasaron juntos en aquel nido de amor
Fueron unos días maravillosos. Pero lo bueno se acaba y ,para ellos, se terminó el lunes a las 6 de la mañana. Ella debía coger un tren a las 7,30 que la llevaría hasta Barcelona y, una vez allí, debía coger otro que la llevaría hasta Murcia. ÉL debía incorporarse a su trabajo a las 8 de la mañana .Por eso madrugaron, ya que Juan debía dejar
a Alicia en la estación de Vic y, de allí, ir a Toná a cambiarse de ropa e incorporarse a su trabajo
La despedida fue triste, como suelen ser ese tipo de despedidas
– debo irme, dijo Juan, pues entro a trabajar a las 8 y , si continúo un minuto más aquí, soy capaz de irme contigo. Te prometo que iré a ve Rte. , como te dije, ya que quiero hablar con tus padres. Te quiero mucho, Alicia, no me olvides, por favor. Yo estoy seguro de que volveremos a vernos, no me olvides, mi amor
Alicia dice:
– amor mí o, estos días han sido los más maravillosos que he pasado en mi vida. Yo no te olvidaré, no lo hagas tú, te lo suplico. Nos llamaremos a diario. Con respecto a que vas a ir a verme, hazlo cuanto antes. Te amo , te quiero Juan , tenme siempre presente en tu pensamiento, porque tú estarás en todo momento en el mío
Los dos se fundieron en un interminable beso, tras el cual ,Juan, con lágrimas en los ojos, dio media vuelta y, con una voz apagada dijo:
– hasta pronto, amor mío, cuídate y que tengas un buen viaje
– adiós, mi vida, dice Alice ya llorando, cuídate mucho y no me olvides
Alicia vio cómo Juan se iba alejando , hasta que lo perdió de vista. Y sabía Dios cuando volvería a verlo. En adelante su único contacto iba a ser a través del teléfono. Qué diferente era estar juntos a tener que conformarse con hablar por teléfono no era lo mismo.
Alicia se secó las lágrimas, pues, a lo lejos, se veía venir el tren que ella debía coger.
El tren llegó a la 0estación y se detuvo. Alicia subió a el y se sentó en uno de l0os bancos
Ahora la subida al tren era muy distinta a como lo hizo el día que subió para venir a Vic. Aquel día tomaba el tren con la mayor alegría del mundo .Pero ahora era totalmente distinto,
Ahora subía al tren sumida en una tristeza que la ahogaba, que oprimía su garganta. No podía evitar que sus lágrimas continuaran brotando de sus ojos. Por más que intentaba no llorar, no era posible conseguirlo.
Al detenerse el tren en la estación de Toná, la amargura fue en
Aumento . Se le vino a la mente la imagen de Juan y, de nuevo,
Volvió a llorar-
El tren iba dejando atrás aquella comarca, aquella zona que tantos y ten hermosos recuerdos le traían. Todos ellos se quedaban allí y allí se quedaba la persona que ella más quería. Solo le animaba un poco el pensar que la podían llamar. Entonces en ese caso, aquella despedida era limitada, pues serían solo dos meses. En el supuesto de que no la llamasen, y no sería de dos meses, sino indefinida.
Juan, en su trabajo, estaba ausente. Su pensamiento estaba fuera de lugar. Pensaba en Alicia. No podía borrarla de su mente. Pensaba en los dos meses tan maravillosos que habían pasado. Ya no estaba ella. ¿La llamarán?, se preguntaba. No podía seguir así. Debía aceptar la realidad. Era , como siempre el destino que, en esta ocasión, los había separado por el momento. Y sería el destino quien se encargaría de volverlos a unir, si es que estaba previsto. Por eso, tanto si se preocupaba o no, al final, sería el destino quien tenía la última palabra.
Para consolarse, se puso a pensar cuándo iría a verla, se lo había prometido y debía cumplirlo. Además él quería que sus padres fueran conocedores de la relación que existía entre ellos y que era una relación en serio .En Julio, le daban 15 días de vacaciones . Sería entonces cuando ría a verla.
Poco a poco, la situación se fue normalizando .Todas las noches hablaban por teléfono y terminaron por asimilar que sería así, al menos hasta que Juan fuera a verla. Pero, una vez más, el destino iba a actuar:
Una de las noches que hablaba la pareja, le dijo Alicia a Juan:
– quiero decirte algo: unos tíos míos que viven en la manga del Mar Menor, me han invitado a pasar allí unos días. Así que, mientras esté con ellas me llamarás a su casa
Esta noticia no le agradó mucho a Juan. ¿Por que así tan repentinamente decide irse con sus tíos? ¿ por qué no me había dicho nada de eso antes? , se preguntaba…
Juan pregunta a Alicia:
– ¿ y cuántos días vas a estar allí ?, te lo pregunto porque a mí me dan las vacaciones la segunda quincena de Julio y había pensado ir a verte.
– pues no sé cuanto tiempo estaré, dice ella, depende de de cómo me v haya por allí . No tengo ningún límite de tiempo Total, tú estás ahí y yo aquí. ¿Qué más da que esté en Murcia que en el Mar Menor?
Juan no se quedó nada satisfecho con aquella respuesta. Notó una frialdad en la manera de hablar de Alicia, frialdad que nunca antes había notado . Además se dio cuenta de que ella apenas se inmutó, cuando le habló de ir a visitarla . Esa no era la Alicia que él conocía, algo había ocurrido. Y no le hablaba son el tono cariñoso al que estaba acostumbrad
¿Qué había podido pasar? No lo sabía pero estaba seguro de que algo había sucedido para que Alicia cambiara de la manera que lo había hecho
Y no le faltaba razón.- En efecto, algo había pasado.
Al llegar a Murcia, su padre le dijo:
– Alicia, necesito hablar contigo. Mira , sé que te traes algo con el joven que conocimos en el tren . Lo sé, porque tu madre me lo ha dicho y , al respecto, quiero decirte lo que pienso: yo no es que me oponga a una relación pero quiero que pienses esto: ese chico , en cuanto a cultura y preparación, sencillamente no está a tu altura. También se que, para equipararse a ti, ha decidido estudiar. Pero sus estudios, como mínimo los terminara en cinco años , eso como mínimo. Tú ahora tienes 29 años. Te pregunto ¿ vas a esperar todo ese tiempo?, ¿ vas a tener la paciencia de esperar a que él termine? . Si no te llaman de Vic ¿ vas a poder aguantar un noviazgo tanto tiempo separados?
Te aconsejo que lo pienses, hija. Un noviazgo así no te interesa y , a la larga, acabaríais cortando, con lo que los dos habréis perdido el tiempo
Las palabras de su padre le hirvieron pensar, máxime cuando la de de que pasara unos días en casa de sus tíos en la Manga, había sido una propuesta de su padre. Alicia lo había pensado y meditado y había llegado a la conclusión de que, tal vez su padre tenía razón . De ahí ese cambio, esa fealdad que Juan había notado. No había tenido el valor suficiente de haberle comunicado a Juan la conversación mantenida son su padre.
Ese tono frío se notaba cada vez más Juan se estaba dando cuenta de que aquella Alicia no es la que él conoció.
Harto de darle vueltas al tema , pensando en lo que , en tan poco tiempo, podría haber producido ese cambio en la actitud de Alicia, Juan, como siempre hacía, recurrió a su tío para pedirle opinión.
En el trabajo, le dijo:
– tío, me gustaría conversar contigo, pues tengo un problema y querría saber tu opinión al respecto.
Su tío le dice:
– tú sabes que me tienes a tu disposición cuando quieras. En cuanto terminemos hoy de trabajarme me cuentas cual es ese problema que tienes, y veremos cómo lo podemos arreglar
Terminada la jornada laboral, tío y sobrino se van a una cafetería y allí, delante de sendas cervezas, Juan le pone al corriente de la situación . Le dice que, desde que Alcea se marchó, venía notando que ya no era la misma, que cada vez la encontraba más fría y más distante y que , por más vueltas que le había dado, no se explicaba qué habría podido pasar
Su tío, tras escuchar atentamente, le dice:
– mira Juan, yo pienso que ahí pueden haber ocurrido varias cosas para explicar el cambio tan repentino que ha dado esa muchacha. En primer lugar, pudiera ser que, al estar lejos el uno del otro, lo que decía sentir por ti, se haya ido apagando poco a poco, pues, como dice el refrán, el cariño lo hace el roce. Pero no creo que haya sido eso lo que ha sucedido. Otra posibilidad es que haya conocido
a otro joven y se esté olvidando de ti, cosa que tampoco creo La tercera cosa que puede haber pasado y por la que me inclino más , es que alguien La esté convenciendo de que tú no eres la persona adecuada para ella. Esta posibilidad si la veo muy clara. Así sí me explico que haya cambiado tan de repente
– ¿ y quien crees tú, pregunta Juan, que puede ser esa o esas personas que la están convenciendo?
– pues no lo sé exactamente, dice su tío. Pero, puestos a pensar, no hay que ser muy listos , para irse al bulto. Yo me atrevería a decirte que esa o esas personas están en un círculo muy cercano a ella.
– ¿ estás dándome a entender, dice Juan,, que esas personas
Son de su familia?
– vamos a analizar las cosas detenidamente, dice su tío.¿ quien o quienes , de todos los que os conocen están enterados de vuestra relación?, piénsalo y ve descartando: los primeros que lo sabemos, somos tu familia y tu familia está aquí, luego ya descartamos a una parte. Los segundos serían los compañeros de Alicia y estos están cada unos en su sitio, luego, estos, los descartamos también ¿ quienes quedan?
Juan se quedó perplejo y, mirando fijamente a su tío, dice:
– pues, solo queda su familia, concretamente, sus padres
– me parece que has llegado al origen del problema, dice su tío. ¿ no te parece extraño que , en tan poco tiempo que hace que Alicia se fue de aquí, haya sucedido ese cambio ¿ ¿ en donde está ahora? . La cosa, sobrino, se cae por su peso ¿ no lo ves?. Yo lo veo muy claro. pienso y, no creo que me equivoque, que han sido sus padres los que con argumentos que desconozco, pero que me imagino, están convenciendo a esa chica para que se olvide de ti
– ¿saes que todo lo que me estas diciendo tiene sentido?
Dice Juan. Ahora me explico muchas cosas
– ¿qué cosas?, le pregunta su tío
– pues, responde Juan, por ejemplo el hecho de que quiere ir a pasar unos días a casa de unos tíos suyos que viven en la Manga del Mar Menor. Me explico también el que no demuestre alegría cuando le digo que pienso ir a verla en la segunda mitad de Julio. Tío, creo que llevas toda la razón y te pregunto _ ¿ tú qué harías en mi lugar?
Su tío le responde:
– lo primero que yo haría , sería estar varios días sin llamarla y ver cómo reacciona , cuando la vuelvas a llamar. Según sea esa reacción así debes actuar. Si reacciona como pienso que va a hacer, sobrino, te aconsejo que te vayas olvidando de ella y que vayas echando las redes por otro lado, porque de una cosa estoy seguro y es que , por una mujer, no se acaba el mundo . Piensa que, si un día el destino la puso en tu camino y ahora parece ser que la relación
no va a continuar, sería que esa mujer no estaba destinada para ti . Lo que sí te aconsejo es que no vayas a hundirte ahora. Actúa con la cabeza y no con el corazón y la decisión que vaya a tomar, piénsala muy bien sobrino, hazme caso y piensa que lo tuyo con Alicia ha sido algo pasajero. Busaca otra mujer, que hay muchas iguales o mejores que ella y, sobre todo, no vayas a dejar lo que habías empezado . Estudia, sobrino, estudia y termina una carrera. Tal vez , algún día , le puedas demostrar a Alicia que se equivocó y que perdió a la persona que la quiso mucho y que la pudo haber hecho muy feliz.
Juan respondió
– tío, como siempre, creo que llevas toda la razón y voy a hacerte caso, pues , siempre que te pedí consejo y me lo diste, siempre acertaste. Esta vez, aunque sé que lo voy a pasar muy mal , al principio, te voy a volver a hacer caso y sé que terminaré por alegrarme de haberlo hecho. En cuanto a los estudios, no solo no los voy a dejar, sino que voy a demostrarle a esa chica y a su familia que nunca es tarde, si la dicha es buena. Quiero decir con esto, que voy a terminar la carrera cuanto antes, aunque no salga ni a tomarme una cerveza y que, algún día van a saber quien soy yo y de lo que soy capaz. Eso te lo juro
– no hace falta que me jures nada, dice su tío, te conozco y sé que tu orgullo te va a lleva a demostrar a esa mujer de lo que eres capaz. Te aseguro , o poco me equivoco, o esa chica se va a arrepentir toda su vida de lo que ha hecho.
Juan estuvo sin llamar a Alicia cuatro días seguidos. Fue para él un suplicio, pero tenía que salir de dudas , tenía que averiguar si era cierto lo que su tío pensaba.
Cada día, al legar la hora en que solía llamarla, Juan sufría mucho pero , su actitud era firme y, por muchas ganas de llamar que tuviera, el solo hecho de pensar en que había sido despreciado por Alicia le daba fuerzas para no llamarla estaba actuando cobardemente. Si había sido aconsejada por su familia, paraqué lo dejase, ella debería habérselo dicho y todo habría terminado. Pero e si actitud de cobardía , decía muy poco en favor de Alicia ¿ qué había sido de aquel cariño que decía sentir por él? ¿ En donde se lo había dejado? La cosa estaba muy clara: nunca lo quiso. Ella creyó sin duda que lo amaba, pero no era cierto. De haberlo sido, no habría hecho lo que estaba haciendo. En definitiva, Alicia no quiso a Juan como debe ser él sí la quiso y la seguía queriendo . Sabía que si era cierto lo que su tío pensaba, él iba a sufrir mucho . Pero ,antes o después, ese sufrimiento se terminaría, porque no hay mal que dure cien años. Y , tal vez, con el correr del tiempo, llegaría a la conclusión de que Alicia no era la persona que estaba predestinada para él
Cumpliendo con lo que le había dicho su tío, estuvo sin llamar cuatro días, y al quinto, cuando la llamo, pudo comprobar una mayor frialdad por parte de Alicia , frialdad que no se podía explicar. Fue ella quien cogió el teléfono:
– ¿diga?, pregunta ella
– soy yo, responde Juan ¿cómo estas?
– bien, ¿y a ti que te ha pasado estos días? Dijo ella
– he estado ocupado en un trabajo extra, dice Juan
– pues, si no llegas a Lamar hoy, dice Alicia, ya no habrías
podido hablar conmigo hasta que hubiera vuelto de la Manga, Mañana me voy.
– menos mal que te he llamado hoy, dijo Juan. Y te he llamado para preguntarte una cosa y quiero una respuesta real y sincera . Alicia, pocos días después de irte de aquí, noté que no eras la Alicia a la que yo había despedido llorando en la estación. ¿ qué te ha pasado?, ¿ qué te ha hecho cambiar tu actitud hacia mí?. Quiero saberlo y quiero la verdad, creo
Que tengo derecho.
Responde Alicia:
– Juan, es cierto que mi actitud ha cambiado, no me explico cómo, pero algo o, mejor dicho alguien me ha dado explicaciones convincentes por las que lo nuestro no puede seguir adelante. Nos
Perjudicaríamos los dos. Yo, por mi parte, no sé si me llamarán el curso próximo. También te diré que no pienso quedarme de interina oda mi vida, alguna vez aprobaré las oposiciones y no sé en donde puedo terminar. Ahora vamos contigo: tú debes empezar y terminar una carrera y eso lleva su tiempo. Y cuando la termines habrán pasado años. Si continuamos con lo nuestro, nos pasaremos los mejores años de nuestra vida lejos el uno del otro. Ese es el motivo por el cual, intento por todos los medios olvidar lo nuestro. No tenía el valor suficiente para decírtelo y por ello, adopté esa postura ante ti
Juan dice:
– ¿ quien ha sido esa alma caritativa que te ha abierto los ojos?
Responde ella
– por favor, Juan, no seas irónico, Sé que esto te duele tanto
Como a mí, pero, en el fondo es una triste realidad. Respecto a la persona que, según tú, me ha abierto los ojos, ha sido mi padre. Créeme que estoy sufriendo mucho, créeme de verdad.
Juan dice:
– qué más da que te crea o no. Esto es el final de algo muy bonito, demasiado bonito como para haberse hecho realidad. Adiós Alicia. Te he querido y te quiero pero se ve que él no quiere que estemos juntos. Te deseo lo mejor y te diré que guardaré siempre tu r acuerdo. Adiós Alicia,
Juan colgó el teléfono.
No supo de dónde pudo haber sacado el valor para decirle a Alicia las palabras que le dijo. En el fondo, estaba destrozado y se decía a sí mismo que el argumento esgrimido por el padre de la joven, era un argumento muy pobre , que lo que realmente había movido al padre de Alicia a actuar del modo que lo había hecho, era que lo consideraba muy poca cosa para su hija. Esa para Juan, era la única razón… En aquellos momentos estaba muy dolido y rabioso. Él era un hombre rebajador y honrado, y había demostrado tener cualidades de superación . ¿Qué más quería aquel padre para su hija?
Se marchó de la cabina telefónica desde la que había llamado, triste y vencido, con ganas de llorar. Pero él no debía llorar Alicia no se merecía que derramara una sola lágrima. Se había portado mal con él. O no lo había querido nunca, o no había sabido defender su amor ante su padre. No podía explicarse un cambio tan radical en tan poco tiempo. ¿Tanto influía el padre sobre su hija como para lograr inclinar la balanza a su favor? . Por más vueltas que le daba, no lograba encontrar una explicación que le aclarase lo sucedido
Ahora lo que debía hacer era actuar, no podía caer en la pasividad . Tenía que reaccionar. Pero ¿ de qué manera?., pues en primer lugar, intentando olvidarse de aquella mujer que no ha tenido ningún reparo en deshacer una bonita relación y , una vez superado esto, seguir luchando para lograr las metas que se había mercado. Esa era la mejor solución: luchar contra la adversidad y no rendirse ni caer en ninguna depresión que no le iba a llevar a ningún sitio.
Lo primero que hizo fue ir a ver a su tío y contarle lo sucedido:
Tenía necesidad de desahogarse con alguien y , quien mejor que la persona que siempre le aconsejó bien.
Fue a buscarlo y le dijo
– tío, como siempre, llevabas razón
– ¿has hablado con esa chica? , dijo su tío, cuéntame
– sí, tío, dijo Juan, he hablado con ella y ya sé el motivo de su comportamiento para conmigo.
– ¿cual es ese motivo?, pregunta su tío
– pues tú habías dado en la diana, dijo Juan. Su padre la ha convencido de que yo no soy la persona idónea para ella
– ¿ y qué es lo que ese padre quiere para su hija?, pregunta su tío.
– pues, dice Juan, exactamente no lo sé, porque ella no me lo ha dicho. Según Alicia, su padre teme que tendrá que esperar mucho tiempo , hasta que yo termine mis estudios y aduce que tanto tiempo lejos el uno del otro, no es conveniente eso me suena a mí a chino, dice su tío. Si quieres que te diga lo que yo pienso al respecto, presta atención.
– dime, tío, dijo Juan
– pues escúchame, dice su tío. Ese padre piensa que tú eres muy poca cosa para su hija, es lo que yo creo, y se ha sacado de la manga el tema de la lejanía. Pero se ha equivocado porque, con todos mis respetos hacia Alicia, tú vales mucho más que ella . Ella lo ha tenido todo muy fácil: unos padres bien acomodados, ha tenido la posibilidad de estudiar sin problema y con el apoyo de ellos. En fin, ella ha tenido una vida fácil. En cambio tú, te has criado prácticamente solo, te has superado solo y estás haciendo algo que muy poca gente es capaz de hacer y eso tiene mucho mérito. Así que Alicia no te llega ni a la altura del zapato. Ese padre, por querer lo mejor para su hija, lo ha tenido delante y lo ha desaprovechado. ¿Sabes lo que te digo? .debes demostrar que vales más que ella. Estudia y termina lo que habías empezado. Tal vez, algún día el padre y la hija se tengan que arrepentir del error que acaban de cometer pero ese día, será ya tarde. eso mismo había pensado yo, dijo Juan, terminar lo que me he propuesto , olvidarme de esa mujer y , como siempre, esperar a ver lo que el destino me tiene deparado
– así se habla, dice su tío, no vayas a hundirte ahora. No es el momento precisamente ahora para amilanarse, sino todo lo contrario. Lo que te acaba de pasar debe servirte de trampolín para que pongas más empeño, para que te esfuerces más y veas tus proyectos cumplidos .Y , ojalá, algún día, esa gente te vea completamente realizado en la vida. Verán que actuaron a la carrera y fallaron. En cuanto a mujeres, si la tuya está por venir, ya verás cómo vendrá
– todo en esta vida llega a su debido tiempo y no hay que buscarlo, se presenta solo. Ahora mismo , no me preocupan las mujeres, dice Juan, lo que me interesa más es sacar adelante lo que me he propuesto y el resto , que llegue cuando quiera o cuando tenga que llegar porque lo que me acaba de pasar , ha sido, más que un fracaso, una inyección de moral . Ha sido una lección que he aprendido muy bien y que me va a dar fuerzas para lograr mis propósitos . Te aseguro, tío, que me tienes que ver con una carrera terminada y te vas a sentir orgulloso de mí
Como siempre que hablaba con su tío, Juan se sentía más tranquilo. Para él , su tío era el padre que no tuvo, ya que era pequeño, cuando lo perdió . Por este motivo, cada vez que tenía un problema , recurría a su tío .Sabía que podía confiar en él y que siempre le aconsejaba bien . Por otra parte, siempre había hecho caso a sus consejos y le había dado buen resultado . Y esta vez también seguiría su consejo: se dedicaría , en cuerpo y alma , a llevar los estudios para adelante . Era consciente de que alternar estudios con
trabajo, le iba a costar mucho, pero esta va dispuesto a ello, aún más, se propuso llevar a cabo una verdadera locura: terminar en tres años, los cinco de que constaba la carrera
Era una locura pero su desesperación era tal que , si por él fuera, la terminaría en un año. Pero hay cosas que son imposibles y esa era una de ellas. Estaba muy dolido por lo sucedido con Alicia, tanto, que haría cualquier cosa para demostrarle a ella y, sobre todo a su padre, que se habían equivocado al juzgarlo. Por eso quería terminar cuanto antes para poder demostrárselo
Pero tenía la cabeza sobre los hombros y las ideas muy claras. Él sabía que no debía hacer locuras y, a pesar de ello, se iba por amor propio, iba a lanzarse a una aventura, a sabiendas de que le iba a costar mucho esfuerzo. Estaba decidido_ se había propuesto terminar en tres años. Luego, sería lo que Dios quisiera
Los primeros días después de la Rut era con Alicia, los pasó muy mal. Estaba como ausente. No quería salir a ningún sitio y eso que su primo y su amigo Jordi, no dejaban de intentar que se fuese con ellos. Él se había encerrado en sí mismo y no había manera de sacarlo de aquel agujero
Una tarde, su tío le dijo:
– Juan , vamos a tomar unas cervezas , pues quiero hablar contigo y muy en serio
Fueron al bar al que solían ir siempre. Una vez allí, con unas cervezas que habían pedido, su tío le dijo:
– mira Juan, esto no puede seguir así. Te has encerrado en ti y lo único que vas a conseguir, es amargarte e ir para atrás como los cangrejos . Todo lo que has avanzado no va a servirte para nada. Si piensas que actuando así, va a volver Alicia, pues adelante. Pero eso no va a ocurrir. Entonces ¿merece la pena vivir como vives? , piénsalo.
– tío, dijo Juan, sé que llevas toda la razón pero es que me acuerdo mucho de ella
– ¿y actuando así vas a lograr que vuelva?, dice su tío
– sé que no, dijo Juan
– entonces, le dice su tío, adopta otra actitud. Estás de vacaciones. Sal y diviértete y piensa que por una mujer no se acaba el mundo . Hay muchas más mujeres, incluso mejores que Alicia. Así que no te vea en esa actitud. Comprendo que ha sido un golpe duro para ti. Ahora te toca demostrarte a ti mismo y a los demás, que eres capaz de superar esa situación
– lo intentaré, dice Juan
– no se trata de intentarlo, dice su tío, es que debes hacerlo, y tú lo as a hacer. Tienes un reto al que debes enfrentarte y debes ganar ese reto . Plantéatelo así, porque de o contrario todo lo que , hasta ahora has logrado, no va a servirte para nada . Y lo más importante de todo es que no puedes permitir que , por una mujer, veas arruinada tu vida.
Juan escuchaba con atención las palabras de su tío y , a medida
Que iba hablando, se daba cuenta de que llevaba toda la razón.
Cuando se fue a la cama, estuvo pensando y analizando todo lo que su tío le había dicho. En efecto, tenía que reaccionar y plantearse la vida de otra manera. Tenía que pensar que lo sucedido era una etapa más en su vida, etapa que debía dar por concluida y empezar otra nueva. Las palabras de su tío le habían llegado muy dentro, le habían calado hondo y debía poner en práctica lo consejos recibidos. Convencido de ello y dispuesto a emprender esa nueva etapa, se durmió.
El día siguiente era el comienzo de sus vacaciones y , Poe esas casualidades de la vida, coincidían con las de su tío, cosa que le iba a venir muy bien, pues iba a tener compañía y, precisamente la mejor compañía que podía esperar.
Aquella mañana, tío y sobrino no tuvieron que madrugar. Se levantaron más tarde de lo habitual. Mientras desayunaban, su tío le dijo:
– ¿qué has pensado acerca de lo que estuvimos hablando anoche?
Juan respondió:
– pues que, como siempre, llevas razón. Cuando me acosté, le estuve dando vueltas al tema y he decidido hacer lo que me dijiste: olvidarme de esa mujer y emprender una nueva etapa en mi vida. Me va a costar trabajo pero sé que cuento con ayuda, con la mejor ayuda que podía contar, con la tuya.
– de eso, dice su tío, puedes estar seguro. Yo te ayudaré en todo
Lo que haga falta. Mira qué casualidad que tus vacaciones hayan coincidido con las mías. Así no te verás solo eso es cierto, dijo Juan. Ha sido estupendo que coincidan nuestras vacaciones, porque voy a tener compañía, precisamente la mejor compañía que podía esperar.
Los primeros días de vacaciones, su tío estuvo en todo momento
Con él. Se dedicaron a recorrer la zona sin ninguna prisa, sin rumbo fijo. Juan se daba cuenta de que algo estaba cambiando en su interior. Ya veía las cosas de otra manera y también se daba cuenta de que la compañía de su tío, que no lo dejaba ni un momento solo, le estaba siendo de gran valor. Estaba empezado a ser otro. Cada vez que le venía a la mente el recuerdo de Alicia, recordaba las palabras de su tío cuando le dijo que por una mujer no se acaba una vida. Y el recuerdo de esas palabras le hacía ver las cosas de otra manera. Su carácter también estaba cambiando. Empezaba a ser otra persona
Una mañana, decidieron ir a ver el mercadillo que semanalmente se hace en Vic. Estaban viendo un puesto de ropa vaquera, cuando una voz femenina a espaldas de Juan dijo:
´- ¿eres tú o no eres tú?
Juan se volvió y vio a la mujer. Era Ángela, quien, al ver que no se había confundido de persona, lo miraba con una amplia sonrisa:
– sí, dijo Juan, soy yo, el mismo. Me alegro mucho de verte. Te
Voy a presentar a mi tío
Y, dirigiéndose a su tío, le dice:
– esta señorita es Ángela, la compañera de piso de Alicia
Mirando a Ángela dice:
– Ángela, este señor es mi tío. Estamos de vacaciones los dos y hemos decidido darnos una vuelta por el mercadillo
– encantado de conocerla, dice el tío de Juan
– lo mismo le digo, dice Ángela
– ¿tomamos un café?, pregunta Juan
– pues sí, me apetece un café, dice Ángela
– pues, ni palabra más, dice el tío de Juan, vamos allá
Entraron en una cafetería de las muchas que hay en la Plaza y tomaron un café, mientras conversaban .En un momento0 dado, el tío de Juan dice:
– os voy a invitar yo al café y os voy a dejar solos, pues tengo unos asuntillos que resolver
Y, dirigiéndose a Juan, le dice:
– Juan, no me esperes. Tú no te preocupes por mí. Yo, en cuanto termine, me vuelvo a Toná en el autobús. Así que tranquilo
– como tú quieras, tío, dice Juan
Había entendido perfectamente la maniobra de su tío. Los había dejado solos adrede
Ángela dice a Juan:
– ¿cómo va lo tuyo con Alicia?
Juan responde:
. ¿Es que ella no te ha dicho nada?
– desde que se fue, dijo Ángela, yo no he vuelo a saber nada de ella. Ni siquiera me dejó su teléfono
Juan dice:
– pues te voy a dar una noticia: lo que había entre Alicia y yo, se ha terminado
Ángela, muy sorprendida, dijo
– ¿como?, me has dejado de piedra, ¿qué ha pasado?
– Pues que, dice Juan, según me dijo Alicia, parece se raque su padre opina que soy muy poca cosa para ella
– ¿ qué me estás diciendo?, pregunta Ángela
– lo que has oído, responde Juan. No soy un buen partido para Alicia, según piensa su padre
– ¿ y qué es lo que quiere ese buen señor para su hija? pregunta Ángela
– pues, dice Juan, cualquiera sabe. Seguramente querrá a algún potentado, o algún político o vaya usted a saber
– pues, dice Angeo, daba la impresión de que Alicia bebía los vientos por ti. Siempre estaba con la palabra “mi novio” en la boca. Y te voy a decir una cosa: o poco me equivoco, o tenía celos de mí . Las mujeres , para eso , tenemos un sexto sentido y yo juraría que no se fiaba mucho de mí
– pues, si eso era cierto, dice Juan, no tenía ningún motivo pero , ya ves el cariño que sentía por mí . Ha podido más el consejo paterno que su amor hacía mí
– te creo , dice Ángela, porque me lo estás diciendo tú, ya que si fuera otra persona quien me lo dijera, no lo creería
– pues así es, dice Juan
– ¿y te ha afectado mucho? , dice Ángela
– si te digo que no, responde Juan, te miento, sí me ha afectado
– ¿qué piensas hacer?, pregunta Ángela
– pues, responde Juan, después de haber meditado mucho y, siguiendo los consejos de la gente que me quiere, he pensad olvidarlo todo. Eso ha sido una etapa de mi vida que tenía que pasar y que pasó. Me está casando trabajo, pero yo tengo mi orgullo y me lo han herido
– haces muy bien, dice Ángela
– eso pienso yo, dice Juan. La vida sigue y el mundo no se reduce a una mujer. Hay muchas más, incluso mejores si pensamos egoístamente
– ¿sabes una cosa? , dice Ángela, que llevas razón
– espero, dice Juan, tener las fuerzas suficientes para olvidar porque yo sí he querido de verdad
– no eres el primer hombre, dice Ángela, al que le ocurre eso, ni serás el último. Verás cómo el tiempo irá borrando esa huella. Además, supongo que no te cerrarás por banda, como tú bien dices hay más mujeres tan válidas o más que ella
– no pienso , dice Juan, cerrarme en banda, aunque mi primera reacción fue esa , pero mi tío, entre otros, me ha hecho comprender
Que el mundo no se reduce a una mujer, que la vida continúa Y que hay que vivirla.
– es como debe ser, dice Ángela
– yo, dice Juan, he decidido algo que, tal vez sea una locura
– ¿qué has pensado hacer?, pregunta Ángela
– no sé qué te va a parecer a ti, dice Juan. Me he propuesto hacer los cinco cursos de la carrera en tres años. ¿Como lo ves?
– en efecto, dice Ángela, es una locura pero es factible ¿por qué tanta prisa?
– mira Ángela, dice Juan: yo tengo ahora 30 años. Si me espera ir curso a curso, terminaré con 35. No es que sea mala edad pero yo me veo capaz de terminar antes . Así me presentaría a Oposiciones y, si las saco, con 33 años me veo dando clase
– vistas así las cosas, dice Ángela, razón no te falta. Solo que tendrás que esforzarte mucho
– ya he pensado eso, dice Juan, y me veo capaz. Claro que pueden fallarme las cuentas, c en esa posibilidad cuento hombre, dice Ángela, como pasar, puede pasar de todo y , en lugar de tres años, necesites cuatro. Pero tu intención es buena. Y ahora ¿me permites una pregunta?
– por supuesto, dice Juan
– aparte de la explicación que me has dado y que veo lógica ¿ no será , tal vez, que quieres desquitarte de lo que Alicia te ha hecho, demostrándole que está equivocado su padre al pensar en que eres poca cosa para ella?
– Ángela, dice Juan, he de reconocer que una gran parte de culpa para que yo haya tomado esa decisión, la tiene lo que me ha ocurrido. No quiero mentirte
– pues, dice Ángela, haces bien. Así les demuestras que vales más de lo que ellos creen y , al mismo tiempo , te demuestras a ti mismo que eres capaz de afrontar los problemas, que tienes orgullo y que , si te lo hieren, te sabes defender . Eso no es malo, sino todo lo contrario
– Ángela, dice Juan, muchas gracias por entenderme y por tu
Comprensión
– no me des las gracias, dice Ángela. Estás actuando como una persona con sentido común a la que le han tocado en donde más le duele . Creo, que , después de lo que la has querido, después de todo lo que has hecho por ella, te ha pagado con falsa moneda . Eso nunca lo debía haber hecho Alicia a nadie, menos a ti
– verdaderamente, dice Juan, me han hecho mucho daño
– pero de todo se sale, dice Ángela. Todo, en esta vida tiene solución, menos la muerte. Sé que de esta, saldrás
– eso espero, dice Juan, y es lo que quiero
– tengo que decirte algo, dice Ángela. El otro día me pasé por el Instituto y, como ya había terminado el plazo de matrícula de Junio, estaban calculando los posibles grupos que saldrían para el curso que viene. Claro que , para saberlo con total certeza, hay que esperar a ver los alumnos que aprueban en Septiembre. Pero ya casi se podría calcular. Y, según las cuentas que tenían, me parece que no va a hacer falta ningún interino de francés el año que viene., por lo que, casi con total seguridad, te podría decir que no van a llamar a Alicia
– a mí, dice Juan, eso me habría dado igual. Tenerla cerca o lejos, me da lo mismo. Yo ya he tomado mi decisión , que es olvidarme de ella , pues ya has visto cómo se ha comportado conmigo y no le daría otra oportunidad, en primer lugar, porque no me la iba a pedir
– estoy viendo, dice Ángela, que eres un hombre de firmes convicciones, que es como deben ser las personas. También veo que tienes las ideas muy claras
– siempre he sido así, dice Juan
– bueno Juan, dice Ángela. Tengo que irme. Me ha dado mucha alegría verte y , por otra parte , siento lo sucedido con Alicia . Pero , si eso tenía que pasar, ha sido mejor que ocurra ahora y no más adelante
– gracias, Ángela, dice Juan. Espero que nos veamos algún día
– cuando tú quieras, dice Ángela Yo tengo vacaciones hasta Septiembre y , en principio, no pienso salir de Vic, salvo que haga alguna escapada a Andorra o a cualquier otro sitio.
– yo también estoy de vacaciones , dice Juan, precisamente las empecé el lunes pasado y me quedan 8 días. ¿Te parece bien que nos veamos un día de estos?
– por mí, encantada. Dice Ángela
– oye, dice Juan, ¿ por qué no vamos a Andorra este fin de semana?. No la conozco y me gustaría conocerla. Y si tú la conoces, sería estupendo
– no es mala idea, dice Ángela
– entonces, dice Juan, ¿nos escapamos el fin de semana?
– vale, dice Ángela, nos damos una vueltecita por Andorra Yo la conozco bastante bien y , ahora que he cobrado la paga extra, me gustaría comprarme unas cosillas
– pues, dice Juan, es cuestión de ponerse de acuerdo
– eso haremos, dice Ángela. Hoy es Jueves, nos podemos ver mañana por la noche, y programamos el viaje ¿ te parece?
– me parece perfecto, dijo Juan Mañana nos vemos
Se despidieron hasta el día siguiente.
Juan regresó a Tona. Se encontró con su tío y le dijo:
– tío , do Coss tengo que decirte: la primera es que quiero darte las gracias por dejarme a solas con esa chica. Me di cuenta de tu jugada enseguida, y la segunda es que, tras mantener una larga conversación con ella, hemos quedado en que este fin de semana, nos vamos a escapar los dos a Andorra. Ya tenía yo ganas de conocer el Principado y, mira tú por donde, ella lo conoce muy bien
Su tío le dice:
– sobrino, creo que lo tuyo es la enseñanza. Por lo que veo, las profesoras se te dan muy bien
– será casualidad, dice Juan
– casualidad o no, de lo que me he dado cuenta ha sido que esa chica no tiene nada que envidiarle a Alicia. Es tan guapa o más que ella , creo, que el destino la ha puesto en tu camino .De manera que no debes desaprovechar esta ocasión
– también , dijo Juan, me ha dicho que, Segú n los cálculos provisionales, no va a hacer falta el curso que viene ningún interino de francés, por lo que no llamarán a Alicia
– pues, dice su tío: ¿sabes lo que te digo? Que se fastidie eso puede considerarse como la consecuencia de su manera de comportarse contigo
– no lo sé, dijo Juan, de todos modos, aunque la llamaran, yo ya he tomado la decisión firme de olvidarme de ella
– es lo que debes hacer, dice su tío. Mira, dicen que la mancha de la mora, se quita con otra verde. Y tú tienes ahora la oportunidad de quitarte esa mancha. No dejes que se te escape esa chica. El destino te la ha puesto en tu camino. Parece una buena chica. Así que no la dejes escapar
– tío, dice Juan. Será lo que el destino quiera que sea
– sabes que yo , al respecto, pienso lo mismo que tú , dice su tío.
– lo que pienso hacer, dice Juan, es dejar que las cosas se desarrollen por sí mismas, y , si es cierto que el destino me ha puesto en mi camino a esa chica, que sea lo que el destino quiera que sea. Yo me voy a limitar a dejar que las cosas vanan como estén previstas
– estoy de acuerdo contigo, dice su tío, deja las cosas que venga solas y ojalá esta vez tengas mejor suerte.
Llegó el viernes por la tarde. Juan fue a buscar a Ángela a su
Piso. Al entrar, sin poder evitarlo, le vino a la mente el recuerdo
De Alicia. Habían sido muchas las veces que había ido allí a por
Ella. Sobre todo, le vinieron a la mente los recuerdos de los últimos días pasados con ella allí Pero se sobrepuso pronto
Ángela, que se había dado cuenta de la situación, le dijo:
– Juan, lo que te está pasando es completamente normal. No puedes evitarlo
– es cierto, dijo Juan, pero, en el fondo, me viene bien , ya que me hace sentirme en mi propósito de olvidar
– en eso llevas razón, dijo Ángela. ¿Nos vamos?
– sí, dijo Juan, vámonos. Afuera tengo mi coche. Daremos remos a cenar algo y prepararemos el viaje para mañana.
– de acuerdo, dijo Ángela
Juan se quedó mirando a la joven. Estaba guapísima. Él nunca se había parado a mirarla como lo estaba haciendo y no pudo evitar el decirle:
– Ángela, estás guapísima
– muchas gracias por el cumplido, dijo ella
– no se trata de ningún cumplido, dice Juan. Es la pura verdad
Salieron del bloque, se montaron en el coche y cogieron rumbo desconocido
– ¿adonde vamos?, pregunta Ángela
– ni yo mismo lo sé, dijo Juan. ¿Tienes preferencia por algún sitio en particular? Estamos de vacaciones y no tenemos ninguna prisa
– me gustaría ir a Navas, dijo ella. Me han hablado de una marisquería muy buena y , mira tú por dónde , me apetece comer marisco
– pues no se hable más, dijo Juan, vamos a Navas
Cogieron rumbo a Navas, no está demasiado lejos de Vic, por lo que llegaron pronto. Buscaron la marisquería, cosa que no les resultó difícil. Entraron y se sentaron en una mesa que había un poco apartada.
La mariscada que pidieron tenía muy buena pinta y, mientras comían,
Estaban conversando
¿ a qué hora te parece que podríamos salir?, pregunta Juan
– pues no muy temprano, dijo Ángela. No hay demasiados kilómetros y se llega pronto. Así que, saliendo sobre las 10,30 , creo que es una buena hora
– pues, dijo Juan, a esa hora saldremos
Al día siguiente, Juan estaba ante la casa de Ángela a las 10 en punto. . Como aún faltaba media hora, se fue a una cafetería cercana a tomarse un café y , a las 10,20 , llamó al piso de la joven. Esta le abrió la puerta y dijo:
– pasa un momento y siéntate, ya mismo estoy
Pasaron unos minutos, y Ángela dijo:
– cuando quieras nos vamos
– vamos, pues, dijo Juan
Pusieron rumbo a Puigserdá y, de allí pasarían a Andorra adonde tenían previsto llegar para la hora de almorzar , cosa que se cumplió, pues llegar.
Por la tarde, después de comer, se dedicaron a recorrer tiendas y compraron algunas cosillas. Pasaron una buena tarde… Ángela que conocía muy bien el lugar , le iba explicando a Juan todas las curiosidades, incluso, se permitió el lujo de darle una breve explicación de la historia y costumbres del Principado Juan iba notando que , entre los dos, estaba surgiendo una Bonita amistad, solo una amistad, ya que , ni por asomo, Se había planteado la idea de algo más. Acababa de tener Una experiencia no muy agradable y , lo menos que podía Pensar ahora , era volver a enamorarse. Pero , desde una postura egoísta, no descartaba la posibilidad de que , si surgía una buena ocasión, aprovecharla al máximo. Pensaba eso pero no Iba a ser Ángela quien pagara los platos rotos. ¿Y por qué no? En definitiva Juan estaba hecho un mar de dudas y, como siempre, lo dejaría todo en manos del destino.
Caía la noche y Juan preguntó a Ángela:
– ¿nos vamos a quedar aquí esta noche, o nos largamos?
Ángela responde:
– a mí me da lo mismo. Si quieres cogemos dos habitaciones en un hotel y pasamos la noche aquí divirtiéndonos, o, si lo prefieres, nos vamos
Juan dice:
- ¿por qué no dormimos en un hotel y . por la mañana , nos
Vamos?
Ángela le dice:
– vamos entonces a buscar un hotel y reservamos habitación
Encontraron dos habitaciones en un hotel. Se prepararon para salir a cenar y después ir a tomar unas copas y pasar una noche lo más agradable posible.
Aquella noche, durante todo el tiempo, una idea rondaba por la cabeza de Juan: estaba con una joven , solos los dos, era un momento propicio para intentar seducirla. Pero, si se valía de la situación, estaría actuando como un cobarde. No debía ni siquiera pensar en ello.
La noche transcurrió en un ambiente muy agradable : cenaron estupendamente, después fueron a una discoteca y , a eso de las dos de ya madrugada, se retiraron a dormir. Y todo ello, en un ambiente de amistad y cordialidad. Conversaron de todo, rieron y se divirtieron de lo lindo.
Su amistad se iba afianzando cada vez más. Era una amistad sana Juan veía en Ángela a una persona dispuesta a ayudarle a salir del bache y eso da de agradecer. De no haber sido por ella y, sobre todo por su tío, él habría tenido muchas dificultades para poder olvidar..Por ello, tenía que agradecerle a Ángela todo lo que estaba haciendo por él.
Al día siguiente, después del desayuno, emprendieron el camino de regreso. Ángela le preguntó:
¿Qué tal te lo has pasado?
– Estupendamente, responde Juan. Me habían dicho que esta zona que hemos visitado era muy bonita, cosa que he podido comprobar por mí mismo.¿ Y tú, cómo lo has pasado?
Ángela responde:
– yo, divinamente. Además he estado muy bien acompañada
Y, cuando quisieron darse cuenta, ya que venían conversando, habían llegado a Vic
Juan, tras agradecer a Ángela el haberle acompañado , la dejó en su casa, y siguió hacia Toná
Durante el almuerzo, le pregunta su tío_
– ¿qué tal ha ido ese viaje a Andorra?
Juan responde:
- 0 bien .He visto cosas muy bonitas que nunca pensé que llegaría a ver. Después os daré a ti y a la Tía unos regalillos que os he traído
¿ y no tienes nada en especial que contarme?, pregunta su tío
. Pues, diere Juan, de lo que creo que te quieres referir, no hay nada especial. Ha sido un viaje entre dos amigos .Lo que sí te diré es que he encontrado en esa chica a una amiga de vedad
– por ahí se suele empezar, dice su tío. Ya veremos en qué acaba todo esto
– yo, tío, dijo Juan, ahora no pienso más que en terminar lo que me he propuesto, que ya es bastante, respecto a las mujeres, eso vendrá después.. No te digo con ello que no vaya a tener amigas, pero de ahí no pasa, porque la experiencia que he tenido, me ha abierto los ojos
– eso es lo que tú piensas, dice su tío, pero sabes que , si está previsto que aparezca una mujer en tu vida, te pongas como te pongas, pienses como quieras, esa mujer estará ahí
– pues sí, dice Juan, eso es cierto. Pero, si ha de suceder, no será porque yo lo haya buscado.
El tiempo iba pasando. Pasó aquel verano y llegó Septiembre. En efecto, no llamaron a Alicia para ninguna interinidad.
Juan empezó sus estudios. Su proyecto era hacer aquel cursoo,entre las convocatorias ordinarias y las extraordinarias de Febrero, dos cursos enteros, a base de esfuerzo y privación de muchas cosas, pues tenía que compaginar los estudios con el trabajo. Apenas si salía a divertirse y, si alguien le decía algo al respecto, él decía que ya tendría tiempo, una vez que terminara. Ese era el plan de vida que llevaba Juan. Para él no había fiestas, solo pensaba en sus estudios y , aunque no lo quería reconocer, el esfuerzo que esta haciendo se debía a la rabia que tenía en su interior por haber sido infravalorado
Por la familia de Alicia. Tenía, por tanto, que demostrar su valor equiparándose a ella, como mínimo. Esa rabia le daba las fuerzas necesarias para seguir. La gente, que ignoraba los motivos que le llevaban a realizar aquel esfuerzo sobrehumano, lo tachaba de loco, de presumido y de toda clase de calificativos, pero él nunca le dijo a nadie el verdadero motivo. Solo su tío lo sabía y no porque se lo hubiera dicho él ya que no hacía falta
Así, una tras otra, fue aprobando las asignaturas de los dos años , que era la meta que se había marcado.
Aquella hazaña no se la podía explicar nadie. Cómo una persona trabajando y estudiando, había podido sacar dos cursos en un año.. Sin duda alguna, Juan era un superdotado a los ojos de la gente. Ya no lo tachaban de loco, pues había demostrado que era capaz de cumplir lo que se propuso. Su hazaña le hizo ganarse el respeto y la admiración de los que lo conocían y sabían que, si había logrado aquello, logrará lo que se propusiera, sabían que llegaría lejos, todo lo lejos que quisiera.
Había andado la mitad del camino
Ahora tenía que hacer el resto y, según él, lo quería hacer en dos
Años. Estaba satisfecho con la proeza que había logrado. Se demostró a sí mismo y a los demás que, si uno se propone algo y pone todo su empeño en ello, lo consigue.
Tras haber aprobado los dos primeros años en un solo curso,
Se tomó un merecido descanso. Aquel verano lo dedicó, sin dejar
De trabajar, a distraerse un poco y tomar fuerzas para lo que le esperaba.
Un día, se encontró con Ángela. Hacía mucho que no se veían Ella le preguntó por sus estudios y, cuando él le contó lloque había sido capaz de hacer, ella no daba crédito a lo que
Estaba oyendo:
– eres un superdotado, dijo Ángela
– no, Ángela, dijo Juan, es cosa de empeño y, sobre todo, de amor propio
– oye, dijo Ángela. ¿Por qué no salimos a algún sitio y lo celebramos?
– falta me hace salir, dijo Juan, no recuerdo cuando fue la última vez que salí a divertirme
– pues no se hable más, dijo Ángela, Esta noche, si te parece, saldremos y te despreocupas un poco
– de acuerdo, dice Juan, te recojo a las 9, ¿vale?
– me parece muy buena hora, dice Ángela
Aquella noche salieron, como había preciso. Era sábado y, por tanto, no tenía prisa para volver. Además, estaban de vacaciones. Fueron a cenar a un restaurante que hay en una zona residencial en la falda del Montseny,y de allí, una vez que cenaron, decidieron divertirse un poco .La ocasión lo merecía.
Decidieron ir a una discoteca a bailar y sin ninguna prisa por volver. Entraron y se buscaron un lugar apartado para poder conversar , sin que el ruido de la música les molestara demasiado. . Fue Ángela la que empezó la conversación y dijo:
– desde luego, Juan, lo tuyo es digno de merecer un premio : haber sacado de golpe dos cursos , alternando los estudios con eón la jornada de trabajo,, eso n o lo hace todo el mundo
Juan respondió:
– no creas que ha sido cosa fácil, me ha costado mucho sacrificio, entre otras cosas, no salir a la calle más que para ir al trabajo. Además, he tenido que soportar todo tipo de comentarios de la gente hacia mi persona , pues han pensado que estaba loco o algo parecido.
– pero, dice Ángela, al final les has demostrado que estaban equivocados
– al final, dice Juan, es cuando se demuestran las cosas
– ¿y este año qué piensas hacer?, pregunta Ángela
– pues, dice Juan, este año, pienso hacer otra locura. Me gustaría poder hacer otros dos cursos. Así para el siguiente año, terminar el último curso de la carrera y presentarme aposiciones.
Juan, dice Ángela:
– tú me vas a perdonar pero lo que me acabas de decir, sí que es una locura, aunque visto lo que has hecho, yo de ti espero cualquier cosa
.- Ángela, dice Juan: el primero que sabe que me he lanzado a una locura, soy yo. Pero te voy a decir algo que no le he dicho a nadie. Cuando me decidí a hacer las pruebas para el acceso a mayores de 25 años, pensaba ir haciendo la carrera poco a poco, no me importaba el tiempo. Pero lo ocurrido con el padre de Alicia, que me consideraba algo así como muy poca cosa, eso me hizo reaccionar. Me sentí herido en mi orgullo y fue lo que me motivó a terminar cuanto antes. Sé que estoy cometiendo una locura, sé que estoy pecando de vanidoso. Todo eso lo sé pero le voy a demostrar a ese señor, en el caso de que esa locura me salga bien, que se equivocó al juzgarme, que no se pueden hacer juicios de las personas sin conocerlas. Ojalá me salga todo bien. Y , si fracaso, ese hombre se habrá salido con la suya y entonces sí tendrá motivos para hablar de mí
– desde luego, dice Ángela, amor propio no te falta .Eres un luchador nato, o poco me equivoco, o te vas a salir con la tuya. Si eres capaz de cumplir tus planteamientos, cosa que doy por hecho, le vas a dar a ese señor una buena lección no se trata de darle una lección a ese señor, dice Juan porque no espero ni quiero volverlo a ver en mi vida. Se trata de demostrarme a mí mismo que soy luchador y que no le temo a nada, incluido el fracaso
– tu querías mucho a Alicia, dice Ángela
– tú lo has dicho, dice Juan, la quería ya no. Alicia fue una etapa más en mi vida que ya pasó
– ¿estás seguro de lo que dices?, pregunta Ángela
. Estoy completamente seguro, dice Juan
– dejemos este tema, si te parece, dice Ángela y vamos abalar, la música que está sonando es la que a mí me gusta, una música suave para bailar
– en eso de la música, dice Juan, coincido contigo. o he bailado pocas veces pero ese tipo de música es la que en realidad me gusta. Boa a bailar
Se pusieron a bailar y, esta vez, Juan notaba un algo especial en el comportamiento de Ángela. Notaba como ella pegaba su cuerpo al suyo y apoyaba su cabeza en su hombro. Juan sintió un escalofrío que recorría todo su cuerpo. Notaba los dos bultos de los pechos de Ángela , apretarse contra el suyo y notaba la respiración jadeante de la joven. ÉL un tanto excitado, comenzó a pasar sus labios por el cabello de la joven. Después, bajó hasta sus urjas y empezó a pasar su lengua por ellas. La respiración de Ángela se notaba cada vez más jadeante. Juan estaba ya besuqueando el cuello de la joven, cuando la canción terminó, pero siguieron abrazados esperando la que no tardó en empezar. Siguieron bailando y continuaron con el ritual de caricias. El ambiente empezó a caldearse y, cuando quisierondarse cuenta, ya sus labios estaban fundidos en un beso. Así continuaron largo rato. Terminó aquella canción, y la pareja volvió a sentarse .
Ángela dijo:
– ¿ qué nos ha pasado? ¿Cómo hemos llegado tan lejos?
Responde Juan:
– no te cual pes ni te mortifiques, los dos estábamos deseando de que esto pasara.
– sí, es cierto, dijo Ángela, pero me siento culpable por haber sido yo la que ha provocado la situación.
– no debes culparte, dijo Juan, si tú no lo hubieras hecho ,lo habría hecho yo . Tenía ganas de besarte y te has adelantado eso ha sido todo…Pero ha sido hermoso sí lo ha sido, dijo Angela
– para mí, dijo Juan, maravilloso
Juan recordaría lo sucedido aquella noche pero no debía tomarlo
S uno como una debilidad momentáneas. Reconocía que Ángela le gustaba, que se sentía bien con ella. Pero no era momento de comprometerse con ninguna mujer. Él tenía ahora otro tipo de compromiso, Se había marcado un meta basante difícl y tenía que cumplirla.
Pao aquel verano y comenzó un nuevo curso para Juan. De nuevo le tocaba enfrentarse a los estudios. Se matriculó de los dos años de especialidad en Geografía e Historia. Ya tenía por delante materia más que de sobra para entretenerse. De nuevo se le acabó el salir, pero, como él siempre solía decir, u habría tiempo para divertirse. Ahora tocaba esforzarse.
Y , tal como ocurrió el año anterior, Juan fue aprobando una
Tras otra, las distintas materias. De nuevo había cumplido. Ni
Él mismo se lo podía creer. Ya la gente pensaba de otra manera
Respecto a Juan, era un portento y no un loco. Ya solo le quedaba la tercera parte de su proyecto: aprobar el tercer curso de Especialidad y lo más importante y de mayor dificultad, aprobar las Oposiciones al profesorado de Institutos. Era lo peor,
Esta vez, si terminaba con éxito, habría visto cumplido su empeño y habría demostrado su valía
Ahora, al ser la última parte y, al mismo tiempo, la más difícil, se debía plantear las cosas de otra manera. Lo primero que pensó fue dedicarse, en cuerpo y alma, a los estudios, si era lo que realmente le interesaba. Para ello, tendría que dejar el trabajo y centrarse por completo en los estudios, ya que, con un poco de suerte, aprobando las Oposiciones, tendría trabajo asegurado y mucho mejor pagado, para el resto de su vida
Por tanto, valía la pena arriesgarse
En cuanto a dejar el trabajo, no había ningún problema: él tenía dinero ahorrado con el que podía permitirse vivir bien aquel año, ya que últimamente sus gastos habían sido ánimos y tenía ahorrado casi todo lo que había ganado .Pensó en consultárselo a su tío
Una noche que estaban solos tío y sobrino, dijo Juan:
– tío, me gustaría saber tu opinión acerca de algo que he pensado
Tú dirás, dice su tío
– pues escúchame , dice Juan: este curso que viene , me quiero quitar el último año de la carrera y, al mismo tiempo, prepararme las Oposiciones a Institutos
– Júa , dice su tío, si lo que has hecho hasta ahora ha sido grande , lo que piensas hacer, dentro de mi escaso conocimiento sobre ese tema, es demasiado.
– pues de eso se trata, dijo Juan. Cuando termine el verano y vaya a empezar el curso, me gustaría dejar el trabajo y dedicarme solo a los estudios. Tengo dinero ahorrado , pues, estos dos últimos años, no he gastado casi nada. Si dejo el trabajo, tendré más tiempo para prepararme las Oposiciones y, si las apruebo, ya tengo trabajo seguro para toda la vida y con un sueldo mayor. ¿Que te parece la idea?
– si es como me lo estás planteando, dice su tío, me parece muy bien Además por el dinero no debes preocuparte, pues nunca te he pedido nada , ni pienso hacerlo.
– eso ya lo sé, dijo Juan, por eso tengo mis ahorros. Pero yo quería saber tu opinión al respecto y, puesto que yo entré en esa empresa por ti, no me gustaría hacerte quedar mal.
– eso no va a ocurrir, dice su tío, en la empresa están muy contentos contigo y, al mismo tiempo, muy orgullosos pues han podido ver que eres una persona de valía y que has ido subiendo escalones , tanto en la empresa como en tu vida personal. Así que cuando les des loa motivos por los que quieres dejar de trabajar, lo van a entender y no van a poner reparo alguno, más bien al contrario, ya que comprenderán que buscas una situación mejor para tu vida
Las palabras de su tío lo tranquilizaron.
– entonces , dijo Juan, voy a decir en la empresa que, afinar de Agosto, ya no trabajaré más en ella.
– me parece perfecto, dijo su tío, Habla con el capataz unos días antes. Le explicas los motivos por los que piensas dejar de trabajar y le das las gracias por lo bien que se han portado contigo.
– eso, dijo Juan, era justamente lo que había pensado hacer. No iba a despedirme a la francesa. Ese señor, el encargado, se ha portado siempre muy bien conmigo y lo menos que podía yo hacer era agradecérselo
– haces muy bien, dijo su tío
Unos días antes de que terminara el mes de Agosto, Juan fue en busca del encargado y le dijo:
– mire usted, yo vengo a decirle que, debido a mi situación actual, me veo obligado a dejar el trabajo. Estoy en el último año de mi carrera y, al mismo tiempo, quiero prepararme las oposiciones para entrar en el Cuerpo de Profesores de Instituto por lo que me sería muy difícil compaginar los estudios con el trabajo, debido a que las oposiciones son muy duras , ya que me juego un trabajo fijo para toda mi vida. Este año van a salir bastantes plazas y es una oportunidad que yo quiero aprovechar. También quiero darle las gracias por lo bien que usted y la empresa se han portado conmigo.
– veo muy lógica tu postura, responde el encargado, haces bien con dedicarte por completo a tus estudios. En la empresa se sabe lo que estás haciendo y te felicitamos por ello. Has sido capaz de estudiar y trabajar al mismo tiempo y eso no lo hace cualquiera. También queremos que sepas que estamos muy satisfechos con tu trabajo en la empresa, con tu honradez y con tu buen hacer. Ahora dedícate a sacar lo que te queda , cosa de la que estamos seguros que saldrás triunfante , porque tú eres un hombre luchador y constante te deseamos toda la suerte del mundo. Esperamos verte en
El mes de Julio, como Profesor
– pues, dijo Juan, muchas gracias por comprenderme y por todo lo que ustedes han hecho por mí
– no hemos hecho más que reconocer que erres un trabajador honrad y que tu comportamiento en esta empresa ha sido ejemplar durante todo el tiempo que has trabajado con nosotros, le dijo el encargado.
– yo, dijo Juan, me llevo un grato recuerdo de esta empresa u de usted , sobre todo, por confiar en mí.. Le vuelvo a reiterar mi agradecimiento.
– no creo que te hará falta, dijo el encargado, pero , si por cualquier motivo necesitaras volver, tienes las puertas abiertas en esta empresa
– muchas gracias de nuevo, dijo Juan, Yo le puedo decir que estoy a su disposición, si alguna vez me necesitan A final del mes, Juan terminó su trabajo como albañil . Ahora tenía que terminar lo que se había propuesto.
Comienza el nuevo curso y Juan se vuelca total me ante en l os estudios. Se hace del Temario de las oposiciones y se encierra literalmente. No sale a la calle para nada, solo lo imprescindible volcado plenamente en los estudios. Tenía que terminar y llegar a la meta que se había fijado
Llegan los exámenes finales, y Juan aprueba el último curso de su carrera. Ya es Licenciado en Filosofía y Letras. Aquel joven que, un día hacía tres años, llegó en un tren, aquel joven que solo tenía los estudios básicos, a base de tesón y esfuerzo, ya era todo un Licenciado. Ahora solo lo quedaba un paso para ver cumplido su sueño, para ver realizado su proyecto
Se convoca la fecha y el lugar en donde tenía que examinarse de oposiciones . Había bastantes plazas pero muchos más eran los que opositaban. La competencia iba a ser muy fuerte. Pero él tenía que sacar una de aquellas plazas. De ello dependía su futuro.
Los opositores realizan el primer examen y Juan aparece en las listas de los aprobados con una buena calificación. Pasaría, por tal no, al siguiente ejercicio, que también supera con otra buena nota. Ya solo le quedaba el tercer y último examen, el examen oral.
Ese día, Juan era un manojo de nervios. En el sorteo de temas para exponer, tuvo bastante suerte , pues temía que le tocase alguno de los temas que llevaba peor preparados. Pero no fue así, ya que le tocó un tema que él dominaba muy bien. Hizo su exposición de la que salió bastante contento.
Ahora a esperar las listas definitivas de aprobados
A los pocos días, se hacen públicas esas listas y Juan está en las de aprobados , con una muy buena posición, por lo que tenía una plaza asegurada
Pletórico de alegría , y como si hubiera despertado de un sueño, lo primero que hizo fue ir en busca de sus tíos para comunicarles la noticia
– tío, dijo Juan, aquí tienes a un futuro profesor de geografía e historia. He aprobado las oposiciones y, además, con plaza
– sobrino, dijo su tío, acabas de darme una de las mayores alegrías de mi vida . ¿ Estás contento?
– ¿contento?, dijo Juan, estoy como el que le cuentan un cuento. No me lo puedo creer
Los vecinos , los amigos y , en general, todos los que conocen a Juan, no daban crédito a lo que el joven había sido capaz de hacer. El comentario que circulaba era este: cómo un joven había sido capaz de hacer en tres años una carrera universitaria y , además, aprobar unas oposiciones . Juan se convirtió en la envidia del vecindario, una envidia sana , pues era muy querido por todos. Por eso, allá por donde pasaba, todo eran felicitaciones
Él estaba superogulloso: había logrado su objetivo
Cuando pasaron unos días y la cosa se tranquilizó, Juan pensó en llamar a Alicia y contarle lo sucedido pero no lo hizo. Pensó en cómo reaccionaría ahora el padre de Alicia ¿ lo despreciaría ahora?. Eso a él ya no le importaba. De quien sí se acordó, fue de Ángela. Tenía que verla y contárselo. Ella lo animó mucho y debía saberlo
Decidió ir a buscarla aquella tarde y contarle todo y, de paso, pedirle que le ayudara, pues él tenía ahora que solicitar destino y, de esas cosas, ella sabía más que él y le asesoraría bien a la hora de confeccionar el listado de los posibles destinos.
Aquella tarde, se desplazó a Vic y se fue directo al piso de Ángela
Con la esperanza de encontrarla allí. Llamó al timbre y, desde dentro escuchó la voz de la joven que decía:
– un momento, ya voy
A abrirse la puerta, los dos jóvenes se quedaron mirándose como asombrados. Juan dijo:
– hola Ángela, se presenta ante ti el nuevo profesor de Geografía e Historia
A angula se le escapó un grito de alegría y, abrazando con fuerza a
Juan, dijo:
– no me digas, no me digas ¿has aprobado las oposiciones?
Mi más cordial enhorabuena. Anda pasa y cuéntame
Juan entró , se sentó en un sofá y le contó a Ángel a todo lo
Ocurrido
Esta le dijo:
– ahora tienes que pedir destino
Juan responde:
– pues a eso he venido, a contarte lo de mi aprobado y a que me ayudes a confeccionar la lista de centros. Yo de eso no entiendo
– cuenta con mi ayuda, dijo Ángela. ¿Cuándo tienes que entregar la documentación?
– la semana que viene, responde Juan
– pues eso está hecho, dice Ángela. Mañana nos ponemos un mapa por delante, y vamos pidiendo, según tus preferencias y te voy a aconsejar que en los primeros lugares pidas Vic, ya que hay tres vacantes de Historia por cubrir
– de acuerdo dice Juan .Y ahora te pregunto yo ¿ tú te has presentado a las oposiciones restringidas?
– sí, dice Ángela , pero solo tenía seis puntos de méritos y la nota que he sacado en el examen, no me ha servido para aprobar. De todos modos, tengo asegurada aquí en Vic la plaza de interina para el curso que viene. Así el año próximo me presento con un punto más y, como este año los que tenían más puntos se han colado , pues yo estaré de las primeras
– sería estupendo que me dieran a mi Vic, dice Juan
– sí lo sería, dice Ángela, estaríamos en el m ismo centro mira tú por dónde íbamos a ser compañeros
– pues todo es posible, dice Juan
– ojalá, responde Ángela. Oye, ese aprobado se merece una celebración y qué menos que me invites a una cena.
– te me has adelantado, dice Juan, porque yo ya había pensando en eso. Así que, cuando quieras, lo celebramos por todo lo alto.
– mira lo que he pensado, dice Ángela. ¿ Por qué no nos esperamos a conocer el destino que te dan y ya lo celebramos?
– me parece perfecto, dice él,
– así lo haremos , dice Ángela, porque me da el corazón que te van a dar Vic, ya lo verás
– ya eso sería el colmo de la buena suerte, dice Juan
– pues, si quieres, dice ella, apostamos algo
– no, perdona, Ángela no me gustan las apuestas. Que sea lo que Dios quiera
– pues vale, dice ella.
– me tengo que ir, dice Juan .Esta noche voy a celebrarlo con mis tíos y mi primo y su novia. Es una celebración en familia. Pero he invitado a Jordi, el hermano de la novia de mi primo. No sé si te he dicho alguna vez, que, si no hubiera sido por él, yo hoy seguiría trabajando en la construcción. Fue él quien me habló de las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años. Así que a él le debo el haber podido estudiar.
– pues, dice Ángela, no sabía yo nada de ese tal Jordi
– este terminó hace años , cuando yo empecé, la carrera de Filología y está dando clases en un instituto de Barcelona
– me parece muy bien que lo hayas invitado, dice Ángela
– entonces, dice Juan, quedamos para mañana y nos ponemos a rellenar la lista de Institutos , ¿ vele?
– vale, dice ella, hasta mañana
Al día siguiente, por la mañana, Juan estaba en casa de Ángela a eso de las 11. Se tomaron un café y se pusieron a confeccionar la lista de Institutos que él tenía que presentar para obtener un destino. Fueron pidiendo en relación con la distancia que había con respecto a Toná y en función con las plazas vacantes que se ofertaban, teniendo en cuenta el puesto que ocupaba Juan en la lista de aprobados definitiva, en la que había quedado en un buen lugar. Con estos datos hicieron una lista a conciencia y , hacia la mitad de la misma, pusieron el Instituto de Vic
– pues esto ya está, dijo Juan. Ahora a entregarla y esperar que la suerte esté a mi favor. Espero que no me den un sitio que esté lejos de aquí
– con la nota que tienes, dijo Ángel a, no lo car e. Lo más probable sea que te den Vic o algún pueblo cercano . No sé por qué pero esta zona no la pide mucha gente
Continúa Ángela hablando:
– oye, ¿has vuelto a tener noticias de Alicia?
– pues no, responde Juan. Me gustaría saber qué diría Ahora su padre , si se enterase de lo que he hecho
– posiblemente, dijo Ángela, ahora sí le parecerías un buen partido para su hija ¿ no crees?
– posiblemente, dijo Juan, pero ya no ha lugar. Si no le ha encontrado en estos años a alguien de su agrado, por mí, puede seguir buscándolo, pero conmigo, que no cuente.
¿Te dolió mucho el desprecio que te hizo, verdad?, dice Ángela
– para serte sincero, responde Juan, sí me dolió y bastante pero, paradójicamente, he de reconocer que aquel desprecio, me empujó a esforzarme más en llegar adonde he llegado. Así he demostrado mi valía. Me gustaría que, de algún modo, le llegara la noticia a ese hombre. Si lo quieres llamar cuestión de orgullo, puedes hacerlo, porque es cierto
– y estás en tu perfecto derecho, dice Ángela. Él, te juzgó malamente, sin conocerte apenas. No tenía derecho a calificarte de la manera que lo hizo. Ahúsa tú quieres, yo puedo llamar a Alicia y darle la noticia. Ella no me dejó su número cuando se fue. Pero eso
no es problema , ya que tú lo tienes y, en el peor de los casos, lo
Puedo conseguir en el Instituto. Anda, déjame llamarla
. no merece la pena, dice Juan, como se dice en mi tierra, la mejor pedrada es la que no se da . Gracias de todos modos pero pienso que no vale la pena
– pues, dijo Ángela, tú puedes pensar como quieras pero yo en tu lugar, haría lo que fuera con tal de que la noticia llegara a oídos del padre si Alicia, y ver , por un agujerillo, la cara que ponía
A partir de aquel día, los encuentros entre Ángela y Juan eran más frecuentes, se veían casi a diario , pues ninguno de los dos tenía nada que hacer ya que estaban de vacaciones. Y se hacía compañía el uno al otro. Su amistad fue creciendo a pasos agigantados. Juan empezó a notar que aquello había tomado unos derroteros que iban más allá de una simple amistad
Ya no le importaría que la cosa fuese a más. Ángela le gustaba
Y ya no había ningún impedimento para frenar los sentimientos
Que, día a día, veía nacer en él. Se encontraba muy augusto con ella. Le agradaba su manera de ser, su simpatía. Pero le frenaba una cosa: quería estar seguro de sus verdaderos sentimientos. No quería que aquello fuera una simple atracción. No quería hacer daño a la única persona que le había ayudado .Recordaba el día que , bailando se besaron. No se explica cómo pudo pasar aquello. Pero, en el fondo, le gustaría volver a besar aquellos labios carnosos y suaves. No le importaría volver a hacerlo y, esta vez, no iba a ser una casualidad. Si volvía a besar a Ángela, esta vez, sería por amor, porque estaba enamorándose perdidamente de ella. Y casi se atrevería a jurar que a ella le estaba pasando lo mismo Pero , cuando se decidiera a decirle algo, quería estar seguro de sus sentimientos.
Pasaban los días, y las listas con la adjudicación de las plazas estaban por salir. Todos estaban expectantes por saber donde los habían enviado. Y, por fin, salieron.
Juan, cuando vio el Instituto que le habían dado, se quedó perplejo, no sabía cómo reaccionar. Le habían dado lo que él nunca hubiera pensado aunque , en el fondo, abrigaba la esperanza de que se lo dieran ,porque tenía un buen número. Le habían dado el Instituto de Vic.
Rápidamente, fue a comunicárselo a sus tíos los cuales se pusieron
Muy contentos. Su tío le dijo:
– sobrino, mi más cordial enhorabuena. Que bueno que no te hayan mandado muy lejos de nosotros, sino cerquita
– yo sí que me alegro, dijo Juan
Tenía que decírselo cuanto antes a Ángela. Fue r0ápidament e a su
Casa. Llamó a la puerta y Ángela abrió. Pero, antes de que Juan
Pudiera articular palabra alguna, Ángela dijo:
– no me digas nada, ya me he enterado, te han dado Vic. Enhorabuena, Vamos a ser compañeros. Ahora sí que es e momento idóneo para celebrarlo por todo lo alto
Juan dijo:
– ¿cuando va a ser esa celebración?
– cuanto antes, mejor, dijo Ángela
– ¿ te parece bien mañana?, pregunta Juan
– me parece perfecto, dice la joven
– pues no se hable más, dice Juan, mañana lo celebramos
La celebración fue completamente normal: una cena y , después, unas copas , pero todo ello en un ambiente de buena amistad y cordialidad. Pero, tanto Juan como Ángela, en su enriar, pensaban
en algo más, algo que los dos sentían pero que ni él ni ella, sacaron a colación..No se atrevían a manifestar lo que sentían el uno por el otro. Lo que había empezado como una amistad, era ya otra cosa, era amor, un amor que estaba ahí y que no fueron capaces de confesarlo..Solo lo manifestaron en pequeños detalles, como miradas , risas y el sentirse augusto juntos. Esos pequeños pero, a la vez, claros detalles bastaban para saber que había entre los dos una atracción mutua .
Juan tenía ganas de presentarse en el Instituto cuanto antes. Cuando llegó, lo atendió el mismo conserje que lo había hecho la primera vez que fue, a propósito de la sustitución de Alicia:
– buenos días, dijo el conserje, ¿qué desea usted?
– buenos días, responde Juan, ¿podría ver al Director?
– ¿de parte de quien le digo? Pregunta el conserje
– dígale que está aquí el nuevo profesor de Geografía
– perdone usted, dijo el conserje yo creo que lo conozco
– pues no se equivoca, dijo Juan. Sí me conoce usted. Hace años, vine aquí porque mi novia, por aquel entonces, iba a hacer una sustitución de francés. Pero esta vez, la cosa es distinta.
– espere un momento, dijo el conserje, voy a anunciarlo a director, que hoy sí se encuentra aquí.
El conserje tomó el pasillo camino del despacho del Director y, poco después, volvió diciendo:
– acompáñeme, el Director lo va a recibir
– muchas gracias, dijo Juan
Una vez dentro del despacho y , hechas las correspondientes presentaciones, el Director le dice a Juan:
– discúlpame, pero tu cara me es conocida ¿puede ser?
– sí, dijo Juan. Hace unos años, yo venía aquí con frecuencia. porque la que, por entonces era novia mía, sustituyó a una Profesora de francés
– ya decía yo, dijo el Director, que me sonaba su cara. Pero ¿ en tan pocos años ha has hecho una licenciatura?
– sí, responde Juan. Es algo largo de contar.
El Director le dice a Juan:
– te voy a decir algo: el que era. Jefe de Estudios se nos va trasladado a otro Centro .¿ te interesaría coger tú la Jefatura de Estudios?
– a eso le llamo yo llegar y besar el Santo, dice Juan. Quien me iba a mí a decir , tres años atrás, cuando vine a este Centro que iba a terminar siendo Jefe de Estudios del mismo. Desde luego, el destino tiene cosas inexplicables. Sí me interesa tu propuesta.
– entonces, dice el Director, ya tengo relevo en la Jefatura de Estudios. Estamos a finales de Agosto… Tú tomarás posesión oficialmente de tu plaza en Sepyiembre.Y en el primer claustro que haya, te presentaré como nuevo Jefe de Estudios. Aún se tienen que incorporar bastones profesores nuevos, numerarios e interinos. Una cosa quiero que sepas: el año que Alicia hizo aquí la sustitución, yo le prometí que la llamaría en el caso de que necesitáramos un interino .Aquel curso no hubo ninguna necesidad y no la llamamos.
Tampoco hemos necesitado interinos de francés estos tres últimos cursos
Pero este curso nos hacen falta cubrir dos vacantes de francés y, como la Delegación no ha cubierto esas vacantes con numerarios, hemos echado mano a los interinos y tengo que comunicarte que , uno de ellos, va a ser Alicia, pues ya ha sido llamada y ha aceptado
A Juan se le cambió el color de la cara, al oír las palabras del Director. Ora vez el destino volvía a jugarle una nueva pasada a Juan. Iba a volver a encontrarse con Alicia pero esta vez, la situación iba a ser muy distinta
Juan le dice al Director:
– voy a contarte algo que , con total seguridad, te va a sorprender y mucho: cuando Alicia hizo aquí la sustitución, yo era un simple albañil, un andaluz que vino buscando en Cataluña una vida mejor. Pero los padres de Alicia me vieron como muy poca cosa para ser el novio de su hija y nuestra relación se rompió. A raíz de aquello, herido en mi amor propio, decid superarme y , en tres años, he conseguido la licenciatura y también , aprobar las Oposiciones.
– ¿qué me estás contando? , dice el Director¿ has sido capaz de hacer todo eso en solo tres años?
– pues sí, responde Juan
– eso es digno de mérito, dice el Director
– más que de mérito, dice Juan, yo diría que ha sido la reacción de una persona herida en su orgullo que ha demostrado que no se debe juzgar a la gente a la ligera
– pues tú, amigo mío, dice el Director, has dado a esos padres una lección magistral de superación
– algo tenía que hacer, dijo Juan. Respecto a que Alicia va a venir como interina, se va a llevar una sorpresa que no espera, pues ella no sabe nada de mí desde que su padre la convenció y tuvimos que romper lo nuestro
– además de ella, dice el Director, quien se va a llevar esa sorpresa, va a ser su padre, cuando te vea dándole el horario a su hija como Jefe de Estudios . Tengo entendido que Alicia viene en la segunda semana de Septiembre y la acompañan sus padres. Ella estos años se ha presentado a Oposiciones pero no ha podido con ellas
– pues menuda sorpresa se va a llevar ese señor , cuando vea que aquel albañil, al que consideró poca cosa para su hija es hoy superior a ella. No me juzgues como una persona vengativa pues no lo soy. Lo que sí soy es un fiel creyente del destino, siempre lo he sido. Aquí tienes un ejemplo clarísimo de cómo trata el destino a las personas
– pues llevas toda la razón, dice el Director
Juan estaba deseando contarle lo sucedido a su tío y, sobre todo, a Ángela. Por esto, antes de irse a Toná, se pasó por la casa de la joven y le dijo:
– Ángela, te voy a contar algo que solo ocurre en las novelas y en el cine:
– pues empieza a contar, sise Ángela, ya te estás tardando
– espera que tome aliento, dice Juan, han sido tantas cosas al mismo tiempo, que no sé como estoy vivo
– venga, hombre, dice Ángela, cuenta ya de una vez
– pues mira, dice Juan, .He ido al Instituto a presentarme al Director. Lo primero que me ha pasado ha sido que, así de golpe, el Director me ofrece la posibilidad de ser el nuevo Jefe de Estudios, ya que el anterior ha sido trasladado a otro centro
– no me digas, exclama Ángela, ¿habrás aceptado?
– sí, he aceptado, dice Juan. Ahora viene lo más gordo : ¿ a que no te imaginas a quien ha llamado el Director para cubrir una plaza de interino de francés?
– no me lo puedo creer, dice Ángela ¿será posible?
– es posible, dice Juan, mejor dicho, es seguro. Alicia llega la segunda semana de Septiembre y no viene sola, la acompañan sus padres
– por todos los Santos del cielo, dice Ángela. Llevas razón al decir que esto solo ocurre en las novelas y en el cine, ¡Dios mío, Dios mío¡ . Y ahora viene mi problema : lo más seguro será que Alicia quiera compartir el piso conmigo y, esta vez , voy a tener que decirle que no . No, Juan, esta vez, no. Y te voy a decir el porqué. No quiero compartir piso con Alicia por dos razones: la primera , por lo que te hizo y la segunda y más importante es que no estoy dispuesta a compartir piso con la que puede ser mi rival
– ¿qué quieres decir con eso? Pregunta Juan
– sencillamente, dice Ángela, quiero decir que no estoy dispuesta a que mi compañera de piso me robe lo que yo más quiero
– ¿que estás insinuando? Pregunta Juan
– no estoy insinuando nada, dice la joven. No sé si no te has dado cuenta de que lo que quiero decir es que no quiero bajo ningún concepto, que tú vuelvas a pertenecerle. No quiero, no quiero, porque yo te quiero para mí. Te quiero, Juan. Te has ganado mi cariño. Estoy enamorada de ti y no voy a permitir que otra me quite lo que yo amo más en este mundo
– vaya una mañana que llevo, dice Juan. Menos mal que mi corazón anda bien, porque la mañana que llevo es para que me hubiera dado ya un infarto: primeramente, me encuentro con la sorpresa de que, de golpe y porrazo, soy el Jefe de Estudios del Instituto al que me han destinado. Después, me informan que voy a tener como compañera a la que fue mi novia. Y , si esto no era suficiente, me encuentro con la agradable sorpresa de saber que la mujer que ahora es dueña de mi amor, me quiere.
¿Hay quien pueda soportar tantas sorpresas en tan poco rato?
Yo, Ángela, también te quiero pero no me atrevía a decírtelo y como siempre, el desino, se ha encargado de poner las cosas en su sitio . Te quiero mucho y no debes preocuparte por Alicia pues ya no tiene nada que hacer. Uva su oportunidad y la desaprovechó, al hacerle caso a su padre. Ahora mi corazón y mi amor pertenecen a otra persona que ha sabido comprender y que , en llegar de darme de lado, ha confiado en mí, me ha apoyado siempre y ha estado de mi parte y a mi lado en todo momento. Y esa persona eres tú , Ángela Y ,ahora, me vas a permitir que vaya a contarle todo esto a mi tío, pues, si tú has sido uno de los pilares en los que he podido apoyarme, mi tío ha sido el otro. Él también me ha ayudado muchísimo, desde el día en que llegué a estas tierras. Él intercedió por mí en la empresa para que me dieran trabajo. Cuando ocurrió
lo de Alcea , fue él quien me ayudó a superarlo con sus consejos
Y por eso, quiero informarle cuanto antes de lo sucedido. Se va a levar una gran sorpresa. Ya te lo presenté un día en el mercadillo,
¿Te acuerdas? Pero tú no lo has tratado. Si lo hubieras hecho, habrías
Visto que es una persona seria y muy formal
– sí, dice Ángela, haces muy bien contándoselo todo. Por lo que me has dicho sobre él, debe saberlo cuanto antes. Te diré que me acuerdo
De que me lo presentaste.
– el día de agradables sorpresas que llevo, dice Juan, no me lo esperaba yo , pero bendito sea este día
– yo tampoco, dice Ángela, esperaba todo esto. ¿Sabes una cosa?, me alegro, me alegro por ti. Tú , con tu esfuerzo y tu tesón, estás recogiendo los frutos de lo que sembraste. Te mereces todo lo que te ha pasado y más
– yo creo, dice Juan, que ya tengo bastante: tengo una carrera, un puesto de trabajo fijo y, sobre todo, te tengo a ti. Quien me lo iba a decir que serías mía
Se despidió de Ángela y se marchó en busca de su tío. No podía esperar más tiempo sin contarle todo lo que , en una sola mañana
Le había sucedido
Fue directo adonde sabía que su tío estaba trabajando y le dijo:
– tío, faltan 20 minutos para que termines de trabajar y vayas a comer . Te voy a esperar tomando una cerveza y, cuando acabes, nos iremos a casa a comer .por el camino te contaré lo que me ha pasado esta mañana. He venido aquí, porque no podía esperar a verte en casa. Es que lo que te tengo que contar, no podía esperar. Te vas a llevar las manos a la cabeza pues ha sido de película todo lo que me ha ocurrido
– cuando has venido hasta aquí, dice su tío, es que la cosa tiene importancia, Vete al bar y pídeme una cerveza. En 5 minutos estoy allí. No voy a esperar a que sea la hora de terminar, porque la faena que tenía , la estoy acabando y no voy a empezar otra.
– pues en el bar te espero, dijo Juan
Cuando su tío llegó al bar, le dice:
– vamos, cuéntame lo sucedido, me tienes en ascuas
Juan dice:
– como te he dicho antes, lo que a mí me ha pasado esta mañana, solo pasa en las novelas y en las películas. Verás: he ido al Instituto a presentarme como nuevo profesor al Director y , después de hablar un rato, me propone que sea el Jefe de Estudios, ya que el que hay, se va trasladado a otro Instituto Yo acepto la propuesta . Total que soy el nuevo Jefe de Estudios Después me dice que en la segunda semana de Septiembre llega una profesora a cubrir una plaza de interina de francés ¿ te imaginas ya de quien se trata?
– ¿acaso se trata de Alicia? Pregunta su tío
– acertaste, tío, dice Juan .Es Alicia
– bendito sea dios, dice su tío, me dejas de piedra
– pero ahí no queda la cosa, dice Juan
– ¿aún hay más? , pregunta su tío
– aún hay más, dice Juan. Alicia viene acompañada de sus padres
– pues , ¿ sabes una cosa?, dice su tío, me gustaría ver por un agujero la cara que pone el padre cuando te vea y la que va a poner Alicia
– pero, tío, dice Juan: es que aún hay más
– ¿más? , dice su tío
– sí, hay más, dice Juan,..Verás. Del Instituto me fui a casa de Ángela , esa amiga mía , que compartía piso con Alicia, le cuento lo que pasa y va y me dice que si Alicia pretende volver a compartir piso con ella, que nanay de la china, que no está dispuesta a que le roben a la persona de quien se ha enamorado . Y resulta que esa persona soy yo ¿.Qué me dices?
– qué te puedo decir, dice su tío, que me he quedado de piedra. Por todos los Santos del cielo
– pues, ya ves, tío, dice Juan. Si no me ha dado un infarto, poco ha faltado
Su tío le dice:
– pues debes sentirte contentísimo y, al mismo tiempo muy orgulloso de ti mismo. Mira: el tiempo es un juez implacable y se encarga de poner las cosas en su sitio . Eso no es, ni más ni menos que lo que ha pasado. Hace tres años, ese buen señor por llamarlo de alguna manera, te consideró muy poca cosa para su hija y ella, en lugar de defenderte, se pone del lado de su padre . Pues bien, cuando, dentro de dos semanas vengan y vean el lugar que ocupas, se van a tirar de los pelos. En cuanto a Ángela, la chica que me presentase una
mañana en el mercadillo de Vic , la vez que os dejé solos a propósito y que es la chica con la que estuse en Andorra, chica a la que no he tenido la ocasión de tratar a fondo , por lo que me
Estás diciendo, ha actuado con un par de narices. Esa chica sí te
Quiere de verdad, si no, no habría saltado como lo ha hecho
– ¿sabes una cosa, tío?, dice Juan, llevas toda la razón del mundo. Yo sabía que le gustaba a esa chica desde hacía bastante tiempo y ella me gustaba a mí. Sin embargo , como por aquellos tiempos yo andaba sumergido en mis estudios, además de contar con su apoyo en todo momento, ella ha tenido la paciencia de esperar a que termine y, aún así, no me habría dicho nada . Pero, al nombrarle a Alicia, ha saltado como una fiera
– eso lo ha hecho, dijo su tío, porque esta sí te quiere de verdad. Me gustaría hablar con ella a fondo
– pues, dijo Juan, una de estas tardes, la llevo a casa y tendrás
La ocasión de hablar con ella. Verás que es una maravilla de mujer.
como siempre, he de decirte que tienes razón ¿ recuerdas cuando me dijiste que las profesoras se me daban bien? . Esa frase tuya no se me ha olvidado
Su tío dice:
– más sabe el diablo por viejo que por diablo lallaalala y ya está bien, pero ahora, vámonos a comer, que ya mismo tengo que estar de vuelta en el trabajo. Tú ya te has buscado tus habichuelas bien buscadas y tu esfuerzo te ha costado pero yo tengo que seguir viniendo mañana y tarde y tengo solo una hora para comer.
– eso lo sé, tío, dijo Juan, te recuerdo que yo también disponía de una hora para comer, durante el tiempo que trabajé en esta empresa
Camino a casa, Juan empezó a recordar sus comienzos , cuando era un simple peón de albañil y pensaba que, aunque él se había tenido que esforzar muchísimo, en el fondo, había tenido mucha suerte, para poder llegar adonde él había llegado.
Por eso, esperaba con impaciencia el día en que se presentara Alicia con su padre en el Instituto
A partir del día en que Juan se presentó en el Instituto, cada mañana se pasaba por allí , con el fin de ir tomando contacto con el que iba a ser su trabajo y, sobre todo, para ir aprendiendo en la labor de la Jefatura de Estudios.
Poco a poco fue también tomando amistad con las personas que
iban por allí: con el señor del bar, que aún se acordaba de él cuando Alicia hizo la sustitución , con los conserjes y demás personas que iban llegando nuevas al centro.
Llegó Septiembre y los primeros días se hicieron los exámenes extraordinarios Una vez finalizados estos, ya Juan podía decir que estaba incorporado de manera total a su plaza.
Ya empezó su labor como Jefe de Estudios. Se contabilizaron las matrículas y se hicieron los correspondientes grupos de los cursos de Bachillerato y C O U . Ahora venía lo más difícil, hacer los horarios. Para ello, se celebra un Claustro de Profesores y , cada uno, pone sus preferencias, las que serán tenidas en cuenta relativamente por el Jefe de Estudios. Los profesores que , por el motivo que fuera, no asistieran a ese Claustro, debían conformarse con el horario que les tocara.
Todo aquello era nuevo para Juan , pues él debía intentar complacer a todos , según los datos que cada Seminario le diera . Necesitaba ayuda y la tuvo. Los distintos Jefes de Seminario más el propio Director y el Jefe de Estudios del nocturno. Le echaron una mano … Los horarios estaban ya listos, incluídos los de los interinos, que aún no se habían presentado. Y, entre estos, estaba el horario de Alicia., que
Él, personalmente, le tendría que dar el día que llegara.
Juan se acordó del día en que acompañó a Alicia a buscar su horario. Aquel despacho en el que él estuvo era ahora su despacho. Quién se lo iba a decir a él, tres años atrás.
Todo estaba ya preparado para que el curso empezara. Se había
fijado como fecha de comienzo, el 27 de Septiembre , según el
Calendario escolar Se irían incorporando los interin0os poco a poco
y, si a última hora faltara alguna plaza por cubrir, se echaría mano a las listas de solicitudes de la Delegación
Juan ya se había familiarizado con su cargo. Ahora le tocaba pasar por el mismo trance por el que pasó Alicia, es decir, le tocaba pasar por la toma de contacto con los alumnos al dar su primera clase . Pero él no estaba tan nervioso como estuvo ella. Además, aún faltaban algunos días para el comienzo y, de momento, eso no le preocupaba0
Entretanto, la relación entre Ángela y Juan seguía un curso normal. Se veían a diario en el Instituto, y todas las noches salían a dar una vuelta. Las vacaciones se les habían terminado
Tanto él, como ella, estaban expectantes y deseosos de que llegara
El día, en el que Alicia se incorporase al centro. Y no solamente ellos, sino también algunos compañeros que se habían enterado de lo sucedido y esperaban con cierta curiosidad, la reacción de Alicia, al encontrarse a Juan.
Y, por fin, llegó el tan ansiado día. Alicia había llegado a Vic la noche anterior, acompañada de sus padres y , como llegaron muy tarde, se fueron directamente al hotel que habían reservado para pasar aquella noche
Al día siguiente , a primera hora, se presentó en el Instituto,. Lo primero que hizo fue entrar a la cafetería a desayunar El señor del bar, al verla, la saludó efusivamente:
– señorita Alicia, ¿otra vez por aquí?, dijo el del bar
– pues sí, respondió Alicia, y este año vengo para todo el curso. Me llamaron para ocupar una plaza de interino. Estos son mis padres, que han querido acompañarme. Le voy a hacer una pregunta:¿ hay mucha gente de la que había , cuando yo estuve aquí?
El señor del bar respondió:
– sí, quedan bastantes pero han venido algunos nuevos.
No dijo nada más, ni tampoco hizo alusión a Juan, ,ya que estaba informado de lo sucedido y creyó conveniente no decir nada
Alicia le preguntó:
– ¿ sabe usted si el Director o el Jefe de Estudios están ya en el centro?
– sí, responde el del bar. Los dos han desayunado ya y estarán
En sus despachos. El Director es el mismo que había cuando usted estuvo aquí , pero el Jefe de Estudios es nuevo ,, porque al que había, le han dado traslado a otro centro.
– pues, dice Alicia, en cuanto terminemos de desayunar, iré a Jefatura de Estudios a recoger mi horario y mis grupos. Y espero que me haya quedado un horario bueno.
Terminaron el desayuno y Alicia dice a sus padres:
– voy a por mi horario, ¿queréis acompañarme y os ese no el Instituto?
La madre de Alicia dijo:
– yo prefiero quedarme aquí sentada, que vaya papá contigo
Entraron al centro y, a la entrada el conserje saludó cordialmente
A Alicia. Esta le presentó a su padre y preguntó al conserje:
– ¿sabe usted si el Jefe de Estudios está en su despacho?
– sí, acabo de dejarle unos papeles, dijo el conserje
– entonces, dijo Alicia, voy para allá, vamos, papá
Llegaron ante la puerta de la Jefatura de Estudios y Alicia dio
Unos golpecitos. Desde dentro, una voz dice:
– adelante
Alicia abrió la puerta y, de repente, le cambió el semblante. No podía dar crédito a lo que estaba viendo .Le temblaba todo su cuerpo y su corazón latía con fuerza. Allí, sentado detrás de la mesa, estaba Juan. La sorpresa fue tremenda, iba a intentar hablar pero no podía articular palabra alguna.
Y fue Juan el que dijo:
– pasa, Alicia, te estábamos esperando
– pero, pero ¿eres tú? Dijo ella con voz temblorosa
– yo soy, dijo Juan. Pasa y siéntate,
Y, dirigiéndose al padre le dice:
– pase usted también y tome asiento. ¿Se acuerda usted de mí?,, nos conocimos hace años en un tren ¿ lo recuerda?
El padre de Alicia se quedó tanto o más asombrado que su hija
Juan dijo:
– brevemente les voy a decir por qué estoy aquí. Yo vine a Cataluña en busca de una vida mejor, como les dije en el tren , cuando nos conocimos. Aquí empecé a trabajar como peón de albañil, pero mis miras eran otras. Quería ser algo más. Me lo propuse y lo he conseguido, a pesar de que me consta que algunas personas me consideraron poca cosa. En tres años, he hecho una licenciatura, a base de mucho esfuerzo por mi parte y, además he aprobado unas oposiciones. Así me he demostrado que algo de valor había en mí… Lo pasé muy mal cuando me menospreciaron pero supe reponerme y aquí estoy. Alicia te voy a dar tu horario y tus grupos. Tienes un horario bastante bueno. No te podrás quejar.
El padre de Alicia dijo:
– quiero pedirle humildemente perdón .Sé que esas personas a las que usted ha hecho mención, somos nosotros , concretamente yo. Me arrepiento enormemente de lo que pensé sobre usted y he de decirle que acabo de recibir una lección que no olvidaré mientras viva. Cometí el error de juzgar a una persona casi sin conocerla y , he de decirle, que aquel juicio que hice sobre usted, le costó a mi hija mucho sufrimiento
Juan dijo:
– bueno, aquello ya pasó. Yo también sufrí mucho , porque yo quería a su hija y estaba dispuesto a halar con usted pero tras la valoración que hizo de mi persona y la reacción de su hija, me hicieron desistir. Pero vamos a olvidar lo pasado y pensare en el presente. Su hija va a estar aquí, de momento, un curso. Yo le garantizo que, en absoluto voy a tener en cuenta lo pasado. Aquí será un más y podrá contar con todo mi apoyo Por mi parte, está olvidado todo. Yo llegué adonde me había propuesto llegar. He organizado mi vida y la he rehecho, tras haber sufrido mucho. En estos momentos, soy completamente feliz, pues tengo un puesto de trabajo fijo, y una mujer a la que quiero y me quiere . ¿Qué más puedo pedir?
Al pronunciar las últimas palabras , Alicia creyó que el cielo se le venía encima: ¿ quien sería esa mujer a la que se refería Juan?, se preguntó. Como no había hablado en todo el tiempo,
Se armó de valor y dijo:
– Juan, yo también quiero pedirte perdón. Actué de mala manera. Le di más importancia al aspecto material que al valor personal y, créeme, me arrepiento .Como ha dicho mi padre, yo también he aprendido la lección. Y ha sido el destino quien se ha encargado de darnos esa lección. Ahora me doy cuenta de que no se debe contradecir al destino y yo lo hice y bien que lo pagué, porque, aunque no lo creas, me costó mucho tomar la decisión que tomé . Te pido perdón por el daño que te pudiera haber causado.
Juan le responde:
– Alicia, olvídalo. Aquello ya pasó y creo que estaba previsto en nuestro destino que pasara. Por mi parte, no te guardo ningún rencor. Era algo que tenía que pasar y pasó. De la misma manera que estaba previsto que coincidiéramos en el mismo centro. Ya te he dado tus grupos y tu horario. Ya nos veremos Yo tengo que ir a una reunión
Dirigiéndose al padre, le dice:
– señor, lo mismo que le he dicho a su hija, le digo a usted Aquello tuvo que pasar, porque así estaba previsto. Puede estar muy tranquilo que su hija estará muy bien aquí y contará con mi apoyo siempre
Salieron del despacho y fueron en busca de la madre de Alicia Le contaron lo sucedido y la madre se sorprendió , como era lógico, y le dijo al padre:
– ¿ves como no se puede juzgar a las personas a la ligera? A mí ese joven me cayó bien desde el principio. Veía que era serio y formal y que estaba dispuesto a labrarse un ben futuro, Cosa que ha demostrado . También quería mucho a Alicia y, por tu culpa, casi lo destrozamos
El padre responde:
– llevas razón y debo callarme. Eso no me volverá a pasar
– sí, dice la madre. Pero si no te hubieras precipitado, ahora as cosas serían distintas
Alicia recordaba las palabras de Juan cuando dijo que tenía una mujer a la que amaba y se decía para sí misma:
“ qué imbécil fui , al hacer caso de lo que mi padre me dijo. Yo quería mucho a Juan pero actué egoístamente y, además del daño que le hice y que me hice, demostré , con mi actuación no tener confianza en él, me comporté egoístamente y ,ahora estoy pagando las consecuencias. El destino me ha traído aquí para que compruebe por mí misma, que estaba equivocada, que este hombre es un luchador y capaz de lograr lo que se proponga y yo, con mi desconfianza, he conseguido que se olvide de mí en tanto que yo aún lo sigo queriendo .Pero sé que debo olvidar y asumir que él ya quiere a otra mujer. Ahora me toca cargaron las consecuencias derivadas de mis actos. ¿ Quien será esa afortunada que se ha llevado a la persona qué yo más quiero?
Este año me toca sufrir, pues voy a tener que asimilar la realidad por muy dura que es . Pero toda la culpa ha sido mía
Juan había mentido: no tenía ninguna reunión. Iba a ver a Ángela
Para contarle lo sucedido. Llegó a casa de la joven que lo estaba
Esperando impacientemente1
Ángela preguntó:
– ¿ha llegado ya Alicia?
– sí, respondió Juan
– ¿y qué ha pasado? Pregunta ella
– pues lo que todos esperábamos, dice Juan. Nada más verme, se ha llevado la sorpresa de su vida. Hemos hablado de lo que pasó y, tanto ella, como su padre, me han pedido perdón
– ¿y tú qué les has dicho? , pregunta Ángela
– lea he dicho , responde Juan, que lo que pasó, pertenece al pasado y que yo he rehecho mi vida
– ¿les has hablado de mi?, dice ella
– no exactamente., dice él, Les he dicho que tengo una mujer a la que quiero muchísmo y que me quiere pero no les he dicho que eres tú, porque quiero que se lleve otra sorpresa.
– Juan, dice Ángela ¿de verdad me quieres?
– ¿lo dudas?, responde él
– mas que duda , es temor, miedo a que ahora Alicia intente recuperarte y yo te pierda, dice Ángela
– pues ve dejando a un lado ese miedo, dice Juan. En el caso de que Alicia intentara recuperarme, estaría perdiendo el tiempo. Yo la quise, no lo niego. Pero ahora a quien quiero es a ti. Tú te has ganado a pulso mi amor. Tú me has ayudado
Cuando estaba necesitado de ayuda. Tú me has animado a seguir adelante. Tú has estado siempre a mi lado. Por eso te quiero por eso Alicia no tiene ya nada que hacer
– Juan, dice Ángela, yo te creo pero tengo miedo, miedo de que pueda perderte. No lo podría soportar.
.- pues, dice él, deja de tener ese miedo, no me vas a perder
Juan abrazó a Ángela y, besando sus labios, le decía:
– deja ese miedo, yo te quiero con toda mi alma, te quiero Ángela
– y yo a ti, Juan, dijo ella, eres el amor de mi vida y no soportaría perderte por nada del mundo.
– no me vas a perder, guijo Juan. Anda vamos a dar una vuelta pero ,antes pasaremos por el Instituto, me he dejado unos papeles allí. Después te llevaré a comer. Hoy quiero pasar el día entero a tu lado y demostrarte lo que te quiero.
Pasaron por el Instituto y recogieron los papeles que Juan había
Dejado olvidados. De allí fueron a un restaurante a comer, y, al
entrar en él, en una mesa estaban sentados Alicia y sus padres
– a esto le llamo yo casualidad, dijo Juan. Mira que hay restaurantes en Vic .Pero a mí me da lo mismo .Yo voy con mi novia . Ángela ¿ a ti te importa que estén Alicia y sus padres aquí?
– en absoluto, dijo Ángela, es más, voy a saludar a Alicia
Ángela y Juan se acercaron a la mesa en la que estaba sentada Alicia con sus padres. Juan llevaba el brazo echado sobre el hombro de Angelical llegar a la mesa, Ángela dijo:
– Alicia, qué alegría, sabía que este año ibas a estar aquí
¿Como estás?
Alicia, que no pudo disimular su sorpresa, respondió:
– yo estoy bien y veo que tú también lo estás
– pues sí lo estoy, dijo Ángela
Alicia volviéndose hacia sus padres, dijo_
– papá, mamá, os presento a Ángela, la compañera con la
Que compartí piso cuando la sustitución
– encantado de conocerte, Ángela, dijo el padre de Alicia
– encantada, dijo la madre. ¿Venís a comer aquí?
– sí, señora, dijo Ángela, vengo con Juan, mi novio, a comer
– nosotros ya casi hemos terminado, dijo la madre. Ha sido
Un placer
– igualmente, dijo Ángela. Bueno que aproveche. Vamos a ver
Si hay una mesa libre
Alicia pensaba:
“ No me podía imaginar que fuera Ángela quien se ha ganado el cariño de Juan. Recuerdo que, cuando yo estaba con él, tuve mis dudas. Mira por donde me he salido con la mía. Pero no debo ni puedo culparla de nada. Ella no me ha quitado nada ya que mientras estuve con ajaos, ella se mantuvo al margen La culpa no es de nadie ,es únicamente mía, mía y nada más que mía
Cuando Alicia y sus padres iban a abandonar el restaurante , Ángela le hizo una señal con la mano para que se acercaran y se aproximaron a la mesa en la que, Juan y ella estaban sentados comiendo.
Ángela le dijo a Alicia_
– oye, Alicia, supongo que buscarás un piso o apartamento para vivir.
– en ello estamos, dice Alicia
– pues, dice Ángela, si no tienes inconveniente, en mi piso tienes la habitación que ocupaste. Por mi parte, no hay ningún problema en que volvamos a compartir piso
– por la mía, tampoco, dice Alicia
– pues ya puedes de dejar de buscar, dice Ángela, ya has
Encontrado
– muchísimas gracias, dice la madre de Alicia, no sabes bien
El peso que nos acabas de quitar de encima
El padre de Alicia , con voz temblorosa, propia de una persona que está agradecida dice a la pareja:
– si me aceptan un café , tendré el honor de invitarles , una vez que hayan terminado de comer
Juan dice:
– con mucho gusto le aceptamos la invitación, ya estamos casi
Terminando
– pues, dice el padre de Alicia:, en aquella cafetería que hay allí enfrente, les estamos esperando
– allí nos veremos, dice Juan
Cuando se fueron los padres de Alexia, Juan le dice a Ángela
– pero, Ángela ¿que has hecho?
– ¿qué he hecho de malo? Dice ella
– ¿pues no decías que Alicia no volvería a compartir piso contigo?
Ángela dijo:
– sí, señor, eso dije. Pero he cambiado de opinión y voy a decirte el porqué: yo no quería compartir piso con Alicia por miedo a que tú volvieras con ella y te perdiera. Pero, amor mío, me he dado cuenta de que estaba equivocada. Hoy sé que me quieres de verdad y , sin decirte nada, he estado pensándolo y he decidido ofrecerle la posibilidad de compartir el piso a Alicia, porque estoy completamente segura de tu amor por mí ¿ qué más pruebas quieres?
Juan, besando suavemente la mejilla de Ángela responde:
– no quiero ninguna prueba. Con lo que acabas de hacer, me has demostrado que me quieres y que confías en mí Eres la mujer más maravillosa del mundo. Te adoro y te prometo que nunca tendrás motivos para dudar de mí. Y ahora vamos a tomar ese café con Alicia y sus padres
Salieron del restaurante y fueron a la cafetería en donde Alicia y sus padres los esperaban
Mientras tomaban el café, el padre de Alicia dijo:
– tengo que reconocer ante vosotros dos, y perdonad que os tutee, que me he equivocado. Dicen que errar es de humanos, y de sabios es rectificar. Como estoy seguro de que todos sabemos a qué me estoy refiriendo, voy a ir directamente al tema. He de reconocer que fui un egoísta y, por querer lo mejor para mi hija, precisamente con un consejo que nunca debió salir de mi boca, lo único que conseguí fue todo lo contrario, es decir, la perjudiqué. Hice mal , me precipité al pensar que este señor no era el apropiado para ella, cuando en realidad era lo mejor que había podido encontrar. Juan, te vuelvo a pedir perdón humildemente. Y a ti, hija mía, también. Respecto a ti, Ángela, he de agradecerte el ofrecimiento que acabas de hacerle a mi hija
Tanto Juan, como tú, nos habéis dado una lección de bondad y de honradez que nunca olvidaremos . Con tu ofrecimiento has demostrado que confías plenamente en Juan, cosa que yo no hice en su momento. Hija , también a ti quiero pedirte perdón por el daño que te hice.
Juan dijo:
– tengo que reconocer que le honra a usted la actitud que ha mostrado al reconocer su equivocación. Si le he de ser sincero, le diré que su opinión sobre mí, me hizo mucho daño, pero ,por otro lado me ayudó, me ayudó en el sentido de que yo tenía que demostrar que , si me lo proponía , podría llegar a ser alguien y, creo haberlo conseguido. Respecto a Ángela, le debo mucho. Ella me apoyó desde el principio, estuvo a mi lado animándome siempre. Por eso me enamoré de ella, porque confió en mí, y sigue confiando, De no ser por ella, por su ayuda, y por animarme a seguir adelante, yo hoy no estaría donde estoy .A ella se lo debo . Tú , Alicia, y no me lo tomes como reproche, tú no actuaste bien , perdona que te hable así.
– lo reconozco, dijo Alicia, pero quiero pensar , y esto me sirve de consuelo, que yo no era la mujer que el destino tenía prevista para ti. No era yo, sino Ángela. En más de una ocasión hemos tratado el tema del destino y hoy me he dado cuenta de que , contra él, no se puede luchar. Lo que está previsto que se cumpla, es lo que se cumple y no hay vuelta de hoja. Ángela, te deseo que seas muy feliz con este hombre que lo hagas lo feliz que yo no pude hacerlo.
Aquella noche, Juan contó lo sucedido en casa de su tío y no daban crédito a lo que estaban oyendo. Por un lado, no sabían si la postura de arrepentimiento del padre de Alicia era real o fingida y, por otro, si la confianza mostrada por Ángela al ofrecer impartir su piso con Alicia , podía tratarse de una forma de poner a prueba a Juan por parte de Ángela. Asilo veía su tío que, tras ecu car todo lo sucedido, dijo.
– sobrino, yo solamente me voy a limitar a darte un consejo El hecho de que el padre de Alicia reconozca su error y pida disculpas, no acabo de verlo yo claro. Una de dos: o yo no me fío
ni de los zapatos que e llevo puestos y creo que ese padre no es
Sincero, o me equivoco y lo estoy juzgando mal. La cuestión es que no me cuadran las cosas y, si me apuras, pienso que ese hombre, en el fondo, va buscando algo
– no entiendo lo que intentas decirme, tío, dijo Juan
– muy sencillo, dice su tío, Yo pienso que ese hombre ha adoptado una postura muy cómoda y , bajo un arrepentimiento aparente, intenta ablandar tanto a ti como a Ángela, sabiendo que sois dos buenas personas. No tienes más que fijarte en la actitud de Ángela. Ella decía que, por nada del mundo, iba a permitir que Alicia compartiera piso con ella y , sin embargo, hoy , sin nadie decirle nada , se lo ofrece. Eso demuestra que es una buena persona y , más aún, que te quiere y que confía en ti. Por lo tanto, te voy a pedir que e te andes con pies de plomo, pues , a la primera de cambio, Alicia mete la pata y tu relación con Ángela se va al garete . Hazme caso sobrino, y ten mucho cuidado, si realmente quieres a Ángela. Ya te la hizo una vez, no permitas que haya una segunda vez. Estoy hablando según veo yo las cosas y puede que me esté pasando
Pero hay un refrán que dice: piensa mal y acertarás
– lo tendré en cuenta, tío, dice Juan. Sé que siempre me has aconsejado bien y que lo que buscas es mi bienestar, y , por lo tanto, voy a tener los ojos muy bien abiertos. Hay una cosa que has dicho en la que yo he pensado también. Y es que no entiendo por qué Ángela, así de repente, le haya ofrecido a Alicia compartir el piso. ¿Lo ha hecho porque es una buena persona, o porque quiere ponerme a prueba?
– ahí quería yo llegar. Si me apuras, te diría que Ángela no tiene maldad ninguna y la oferta la ha hecho de corazón pero de las mujeres se puede esperar todo , más aún , tratándose de que haya un hombre de por medio . Por eso te aconsejo que tengas el máximo cuidado y no vayas a caer en tentaciones . No te interesa ahora que te den otro palo.
– lo tendré en cuenta, dice Juan. Mira tú por donde, en eso no había pensado yo
– pues, ese es mi consejo, dice su tío
En el centro , la gente que conocía el tema, se preguntaba lo mismo que el tío de Juan : ¿ sería una especie de trampa?
Pero , como siempre, el tiempo tenía la última palabra. . De momento, el tiempo pasaba y Juan y Ángela vivían una relación
Muy buena. Alicia, por su parte, se limitaba a hacer su vida .y a no meterse en nada que pudiera perjudicar a la pareja.
No era ninguna trampa. Ocurre, que hay personas con buenos sentimientos que no actúan con maldad. Y Juan y Ángela , eran dos personas que tenían un concepto muy claro del significado de la palabra amistad y que lo ponían en práctica. En esta vida la gente actúa movida por sus sentimientos. Cada acción trae consigo unas consecuencias , que pueden ser positivas o negativas, pero el actuar libremente, supone tener que acatar lo que se serie de ese acto. Y, en el caso que nos ocupas, pese a la opinión de los demás, las consecuencias fueron positivas. Juan y Ángela se arriesgaron pero estaba previsto que las cosas les salieran bien.
Aquí vamos a dejar este relato, un relato que comenzó aquella mañana, cuando nuestro protagonista subió a aquel tren , con un billete solo de ida , ya que lo tenía bien pensado: si cogía aquel tren, lo hacía con una condición: emprender un viaje, pero un viaje sin retorno, ya que retornar era sinónimo de fracaso y él no estaba pensando precisamente en fracasar sino en todo lo contrario, él pensaba en medrar. Lo tenía muy claro: si cogía aquel tren, lo hacía para no regresar más y, en el hipotético caso de hacerlo, regresaría. Pero no como derrotado sino como victorioso
Aquel joven que subió al tren, había triunfado. Dos factores le ayudaron a lograr el triunfo, por un lado, su espíritu de ser un luchador y su constancia y , por tiro su fe ciega en el destino , un destino que, en su caso personal, había sido favorable.
Por ello, seguiría creyendo en el destino, dejándolo actuar a su capricho
La vida continuaría para él. No sabía cómo le iban a venir las cosas. Ni se preocupaba de ello. estaba seguro de que le vendría tal y como estuvieran previstas en su destino. Por ello, no valía la pena perder el tiempo pensando en su futuro, ya que ese futuro estaba previsto y él solo tenía que acatarlo
La vida de las personas se compone de diversas etapas: infancia,
Juventud, madurez y vejez. La persona, en cuestión, se va formando a medida que va pasando por estas etapas y triunfará o fracasará, según una serie de circunstancias que se den.
A estas circunstancias, se les suele llamar suerte, término mal utilizado, ya que , además de esa suerte, la persona debe poner de su parte y procurar buscarse lo mejor . Pero, Juno a esto hay algo inherente a cada persona, que influirá en su vida positiva o negativamente. Es el destino.
En esta novela hemos tratado una etapa de la vida del personaje
en la que se ha visto cómo el destino ha actuado de manera positiva.
Cerramos aquí dicha etapa y , con ello, terminamos este relato que , en este caso , ha sido inventado por el autor, como son todos los relatos. Porque el autor crea y da vida a los personajes, y mueve los hilos de los mismos , de forma tal, que consigue su objetivo, que consiste en ser capaz de crear una obra literaria cuyo argumento puede suceder perfectamente en la vida real
Vamos, pues, a no ponerle un final a esta novela, ya que podría tener finales muy distintos y terminemos diciendo que Juan tendría la vida que su destino había previsto que tuviera
Esta novela podría haber tenido finales muy distintos, tantos como el autor hubiera querido , haciendo que el destino hubiera actuado de manera diferente Pero, en este caso concreto y, ante la posibilidad de haber podido ponerle a la obra finales variados, el propio autor, ha preferido dejar el final en suspenso y no decantarse por ninguno
Esta decisión del autor de no poner un final concreto, forma parte
del entramado de la novela, pues le deja al lector el campo libre para que sea él quien se lo ponga, motivándolo no solo a leerla sino a actuar también como coautor , a la hora de ponerle un final
El lector podrá, de esta manera , intervenir en la obra y, al llegar a esta punto, tendrá que buscarle su final. Cada lector se verá en la coyuntura de pensar de qué manera podrá acabar esta novela. Y, de todos los posibles finales, elegir el que le parezca más oportuno.
Sucede que el autor de esta obra prefiere no imponer un final y, dado , según se ha comprobado en la misma el destino es el impone su pauta , puesto que ya viene marcado,, deja que sean los lectores quienes pongan sus propios finales, puesto que de la misma manera que el destino juega con la vida de las personas, estas , a su vez, pueden jugar con el destino, y , así, pueden ponerle un final u otro, basándose en cómo podría ser el destino que tenía marcado cada uno de los personajes
Hemos visto en la novela y hemos comprobado fehacientemente que
Cuando parecía que iba la cosa sobre ruedas, cuando veíamos
Que el fin se precipitaba, ocurría algo que cambiaba por completo
Los esquemas
Ese algo, no era otra cosa que el destino, al que, parece como
Si quisiera jugar con las personas. , y mediante esos cambios bruscos, tener en vilo a la gente que se pregunta.
– ¿y ahora qué va a pasar?
Por eso, no concluyo mi novela. Le cedo ese honor al destino
Pues, al fin y al cabo, va a ser él quien la termine
Se supone cómo podría haber terminado esta novela. Eso es obvio. también el autor , de haberlo querido, , podría haber alargado el relato , hasta donde hubiese creído conveniente
Pero este no era, ni por asomo, el propósito del autor. Se ha limitado a narrar una serie de hechos, que comenzaron cuando Juan, personaje principal de la novela, cogió aquel tren Y , tras narrar una etapa en la vida de ese personaje, lo deja pendiente de una conclusión, para que cada lector, como he dicho antes, sea quien la termine.
Fin
Datos para citar este artículo:
Manuel Casares Vidal. (2016). Novela: Viaje sin retorno. Revista Vinculando, 14(1). https://vinculando.org/documentos/cuentos/novela-viaje-sin-retorno.html
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