Título original: Mujeres Autosustentables: una alternativa para el desarrollo social y económico en comunidades de alta y muy alta marginación en México
Resumen
Mujeres Autosustentables nace el 9 de Junio del 2009 de la inquietud de empresarios de la industria textil y de la confección con vocación de servicio social que, preocupados por el incremento de la pobreza en millones de familias mexicanas, deciden unirse para crear un nuevo Modelo de Desarrollo Social centrado en la capacitación y la productividad. Durante los primeros años se implementaron talleres domésticos de confección con el objetivo de mejorar la calidad de vida de cientos de familias de todo el país a través de pequeños negocios caseros. Actualmente, ya conformados como asociación civil, se implementan talleres industriales y microindustriales con el fin de generar empleos dignos y promover la creación de nuevos emprendimientos. Es parte fundamental lograr que a corto plazo las mujeres en estas comunidades dejen de ser pasivas receptoras de la ayuda del Estado a activas protagonistas del desarrollo de sus comunidades.
La experiencia adquirida y la satisfacción que ha otorgado este programa, tanto a los beneficiarios como a los proveedores del mismo, han planteado la necesidad de considerar una evaluación del mismo, con el fin de valorar los distintos procesos implicados en la implementación del programa, así como los resultados hasta ahora conseguidos. Esto con la finalidad de determinar si se está alcanzando el propósito para el cual fue diseñado, o hasta qué punto debe ser modificado.
Se presenta así una investigación evaluativa del Programa Mujeres Autosustentables basada en un enfoque cualitativo y fenomenológico-interpretativo, que permite comprender el desarrollo del programa. Se utilizaron diferentes técnicas cualitativas tales como entrevistas, diarios de campo, revisión de documentos y testimonios en video.
1. Introducción
La pobreza se define como la incapacidad que tiene una familia para cubrir con su gasto la canasta básica; y la pobreza extrema sería aquella situación en la que no se pueden satisfacer varias de las necesidades básicas para vivir: alimento, agua, techo y salud. La mayoría de la población en estas condiciones se encuentra en zonas rurales y en países como África, Asia y Latinoamérica, y constituyen sociedades que sufren en gran medida además del empobrecimiento, de desintegración social, emigración y devastación del medio ambiente. La incapacidad de los gobiernos para asignar recursos suficientes y distribuirlos de forma más equitativa entre la sociedad, ha provocado que en los países de América Latina existan altos niveles de desigualdad social, en donde impera la falta de ingreso y de vivienda; así como la dificultad de acceder a la educación y a la asistencia sanitaria. En este tipo de escenarios las comunidades rurales luchan cada día por sobrevivir, quedando marginadas ante el creciente desarrollo tecnológico de algunos cuantos sectores del planeta.
México, como país latinoamericano, durante mucho tiempo ha padecido de estas situaciones. En el último informe del CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), se señaló que 52 millones de mexicanos viven en pobreza; este dato engloba a aquellos en pobreza moderada y en pobreza extrema; 11.7 millones de mexicanos se encuentran en pobreza extrema y son aquellos que ganan menos de 978 pesos al mes en zonas urbanas y menos de 684 pesos al mes en zonas rurales[1]. Estos datos nos hablan de la desigualdad social que sufre nuestro país, donde se requiere crear estructuras que permitan mayor autonomía y que la gente pueda reconstruir sus sociedades rurales y producir bienes y servicios de una manera sostenible (Barkin, 1998).
Se necesitan modelos de desarrollo sostenible enfocados a lograr mayor equidad social en la población, que cuenten con el diseño e implementación de programas que impulsen la actividad productiva en los sectores de la población más marginados del país, y que les suministren recursos a nivel tecnológico y social para lograr más autonomía y autogestión en sus actividades productivas. Entendiendo que la actividad productiva es el proceso mediante el cual la actividad humana transforma insumos tales como materias primas, recursos naturales y otros, con el fin de proporcionar aquellos bienes y servicios requeridos para vivir; y que tiene como objetivo básico proporcionar desarrollo integral a la nación mediante la ocupación de la población económicamente activa. Y es que por desarrollo sostenible no sólo debemos entender aspectos ecológicos y del medio ambiente, sino también aquellos relacionados con el desarrollo social y humano en donde se garanticen las necesidades básicas de la población. Tal como menciona Barkin (op. cit.), la sustentabilidad no es “simplemente” un asunto del ambiente, de justicia social y de desarrollo, también se trata de la gente y nuestra supervivencia como individuos y culturas.
Además de los aspectos relacionados con el crecimiento económico, las políticas económicas y sociales deben considerar también las capacidades humanas funcionales esenciales (Nussbaum, 2011), y fortalecer aspectos en la vida vinculados con el manejo de emociones, las relaciones interpersonales y el pensamiento crítico, esenciales en el desarrollo de las personas. El desarrollo humano fortalece este tipo de capacidades y permite que la gente desarrolle habilidades fundamentales de forma que se sientan más comprometidas con sus comunidades y en pro de la sociedad como conjunto. Así, desde esta perspectiva la gente realmente tiene posibilidades de ser y de hacer, ya que la marginación y la pobreza no sólo se relacionan con la falta de recursos materiales sino también con el hecho de no poder desarrollar las capacidades necesarias para producir dichos recursos. El desarrollo humano dirige mucho su preocupación hacia sectores con mayor índice de pobreza donde las mujeres son uno de los colectivos más olvidados. La combinación de la marginación y los resultados de las relaciones de género, nos pueden llevar a fenómenos como el de Feminización de la pobreza, en donde estructuralmente las personas más pobres y vulnerables son las mujeres (Vergara-Tenorio, 2006); y sólo por el hecho de serlo, carecen de los apoyos necesarios para desarrollarse como personas, y para aprender y realizar funciones centrales pues cuentan con la capacidad para hacerlo, pero que en su condición de estar oprimidas y sin educación llegan incluso a pensar que algunas de estas capacidades no son para ellas (Nussbaum, op. cit.).
En una construcción del desarrollo que se basa en la formación de capacidades humanas, el sector educativo se convierte en un eje fundamental, pues es necesario que estos grupos adquieran las herramientas, no sólo instrumentales, sino también sociales y emocionales, que los fortalezcan y logren insertarse en la sociedad de manera integral y productiva. Ante estos grupos marginados que viven en situación de pobreza, la educación no formal con énfasis en la capacitación, cobra gran importancia al ser capaz de provocar un aumento en la productividad y alcanzar una mejora en la condiciones de vida de estos grupos (Latapí y Cadena, 1983). El objetivo es que estos grupos se transformen en protagonistas activos en el desarrollo de su propia historia, en los procesos de definición y cumplimiento de sus necesidades y anhelos, y como miembros igualitarios en la sociedad global (Cadena, 1987).
1.2. El Programa Mujeres Autosustentables
El Programa Mujeres Autosustentables es un ejemplo de proyecto social basado en la capacitación, el cual pretende colaborar a la solución de los problemas que enfrentan los grupos y comunidades, principalmente las mujeres, que viven en condiciones de marginalidad social, política y económica.
Tiene como misión contribuir en la construcción de un mundo más equitativo y justo, proporcionando oportunidades a las mujeres que habitan en comunidades rurales para que a través del trabajo digno puedan desarrollar sus capacidades y convertirse en activas protagonistas del desarrollo de sus familias y sus comunidades. Trabaja con mujeres de comunidades en alta o muy alta marginación, que cuentan con apoyos o ayudas del Estado pero no con la autonomía financiera para llevar a cabo sus propios emprendimientos. Lo que promueve el programa es, que a través de la capacitación para el trabajo y la formación en Desarrollo Humano y Social más un metódico proceso de acompañamiento en cada emprendimiento, estos grupos adquieran habilidades que les permita integrarse a la vida social y al mercado de trabajo con el fin de seguir desarrollándose, a largo plazo y de manera autosustentable, logrando así la reducción de la pobreza y la desigualdad social y de género.
La finalidad del programa es implementar y poner en funcionamiento negocios útiles, generadores de nuevos empleos apropiados a las necesidades y características de las comunidades menos favorecidas del país, dotándolos con todas las máquinas, herramientas, equipos y materias primas necesarias para su óptimo funcionamiento haciendo énfasis en la capacitación, la asesoría técnica y comercial, y el acompañamiento hasta asegurar el éxito a largo plazo de cada negocio. Se cubren cuatro áreas fundamentales para el éxito de los emprendimientos:
- Procesos Educativos para el Desarrollo Humano y Social.
- Técnicas Productivas con la más alta calidad posible.
- Técnicas de Administración y Gestión de negocios sociales y comunitarios.
- Cooperativismo como organización social y económica.
Los esfuerzos se dirigen a ayudar a que las personas en este tipo de comunidades puedan crear sus propios empleos, con ganancias crecientes y progreso permanente, generando a corto plazo más empleos y derrama económica en sus regiones por el fortalecimiento de sus competencias laborales y habilidades productivas, sociales y comerciales, integrándolas a la vida productiva de la nación para que por ellas mismas puedan erradicar la pobreza de sus vidas mejorando su calidad de vida, así como la de sus familias y comunidades. Es fundamental permitir que, a corto plazo, estas mujeres dejen de ser pasivas receptoras de la ayuda del Estado, a activas protagonistas del desarrollo de sus sociedades.
Los proyectos productivos que se han implementado hasta la fecha se enfocan a la industria textil y se presentan en:
- Talleres de Confección de Ropa en Modalidad Doméstica de 1, 3, 6 o 12 personas.
- Talleres Industriales con capacidad de atender hasta 200 personas con seguridad de producción comercializada a mediano – largo plazo.
La metodología de trabajo de estos talleres es básicamente la misma, y se define en la capacitación y acompañamiento de las(os) beneficiarias(os) a través de la implementación y puesta en funcionamiento del programa académico y productivo del programa Mujeres Autosustentables, el cuál se realiza en tres etapas, con una duración total de entre 12 y 18 meses. Cada etapa tiene sus propios objetivos a cumplir y sus tiempos de trabajo, los cuales están sujetos a la evolución de los niveles cognitivos de los grupos en proceso de formación.
1.3. Propuesta de investigación para la evaluación del Programa Mujeres Autosustentables
Evaluar un programa social basado en la capacitación requiere detenerse en distintos procesos involucrados en el logro de objetivos; como menciona Picado (1990), los referentes para la evaluación de programas deben pasar, además de por la coherencia política, por la contextualización, los principios psicopedagógicos del aprendizaje adulto y la consideración de los participantes como elementos nucleares que nos proveen toda una gama de indicadores para la evaluación. Por otro lado, la educación no formal cuenta con una estructura organizada, pero siempre trata de ajustarse a las necesidades y al contexto de quienes aprenden, por lo que es importante analizar todo el proceso en su desarrollo, comprendiendo todos aquellos mecanismos que inciden en el cambio. Por ello es que las premisas del paradigma cualitativo e interpretativo son las que más se ajustan a este tipo de situaciones: los conocimientos se construyen incorporando los múltiples significados que aportan al estudio las personas que participan en éste; la concepción de conocimiento es dinámica y está vinculada con la práctica; la investigación interpretativa obtiene información de las opiniones de quienes participan en un situación dada, no es estática y va cambiando conforme va encontrando nuevas opiniones.
Se propone una investigación evaluativa de tipo formativa puesto que el programa sigue en funcionamiento y se pretende continuarlo en otras comunidades y en otros sectores de producción. Este tipo de evaluación se caracteriza porque los resultados de la misma se llevan a cabo durante el desarrollo del programa y permiten que éstos sean utilizados en modificaciones o reorientaciones del mismo. Rresponde a la necesidad de describir y analizar los distintos procesos involucrados en el desarrollo del programa, con la finalidad de determinar si se está alcanzando el propósito para el cual fue diseñado, o hasta qué punto debe ser modificado.
Asimismo, el presente estudio se encuadra en el modelo de evaluación comprensiva, el cual es útil en contextos de evaluación formativa, en los que el personal necesita métodos más formales de supervisión del programa pues no se está seguro cuáles serán los próximos problemas (Arbesu y Argumedo, 2010). Este modelo nos ayuda a comprender con mayor precisión y confianza lo que está ocurriendo, y así ayudar a entender a los agentes implicados lo que el programa tiene de bueno y de malo (Stake, 2006). El modelo paradigmático de referencia es el interpretativo-fenomenológico que se centra en los significados de las acciones humanas y de la vida social. A partir de este modelo nos dirigimos a comprender los significados que dan las personas implicadas, así como sus acciones en un contexto determinado. El valor fundamental de este enfoque radica en su capacidad de acceder a la comprensión profunda de la experiencia humana. Se interesa primordialmente por estudio del significado esencial de los fenómenos así como por el sentido y la importancia que estos tienen (Van Manen, 1997).
Por tanto, los resultados de esta investigación servirán para:
- Tomar decisiones sobre la continuidad del programa y construir nuevas estrategias para potenciarlo, o bien, ampliarlo a otras áreas.
- Ampliar el conocimiento que fundamenta la intervención mediante construcciones teóricas.
- Permitir un proceso de aprendizaje y reflexión de quienes intervienen en él, y así aumentar su participación.
- Difundir el programa para poder dar a conocer de manera formal y sistemática los resultados a aquellas comunidades, agrupaciones o asociaciones interesadas en la misma problemática, de forma tal que pueda servirles como fuente confiable de información.
2. Metodología
De acuerdo a los lineamientos que se desprenden de la caracterización del problema, el objetivo general del estudio se dirige a generar conocimiento y comprensión sobre el funcionamiento y desarrollo del Programa Mujeres Autosustentables abarcando el diseño, la implementación, y resultados parciales. Analizando los elementos del Programa de Desarrollo Social Mujeres Autosustentables que refuerzan las actitudes de los participantes en el emprendimiento de su negocio o empresa a fin de visualizar el impacto de dicho programa en sus vidas; e identificando aquellas áreas de oportunidad en el Programa de Desarrollo Social Mujeres Autosustentables que deban mejorarse para conseguir un desarrollo integral en los participantes.
La metodología llevada a cabo es de corte cualitativo por etapas (diseño, implementación, resultados) con base en un modelo de evaluación comprensiva (Stake, op. cit.). Las decisiones metodológicas con respecto a la elección de este diseño se apoyan en la cuestión de que la finalidad de esta investigación evaluativa se dirige a valorar el desarrollo del programa y no sólo los resultados, pues es un programa social que trabaja de forma empírica adecuando su metodología a las necesidades de aquellos a quienes se dirige. Además, este tipo de metodología nos permite profundizar más en el cómo se está desarrollando el programa en función de algunos resultados, las dificultades que se han presentado, y las estrategias de intervención y/o cambio.
Las unidades de observación están enfocadas a las actitudes de los participantes hacia su nueva forma de vida y de trabajo; a las áreas específicas dentro del programa que incurren en el cambio; y los cambios en el nivel social, emocional y económico de los beneficiarios. Para su interpretación el programa se dividió en segmentos evaluables: definición, diseño, ejecución y efectos. Dentro de estos segmentos, se definieron las categorías y las subcategorías de análisis que abarcan distintos componentes del desarrollo del programa.
2.1. Criterios para el análisis de la información
Recolección de datos
La información fue recolectada por los siguientes procedimientos:
- Entrevistas semi-estructuradas a capacitadores, directivos y gestores del programa, mediante las cuales se obtuvo información respecto a la descripción del programa, y a la valoración de los objetivos, la metodología y los resultados.
- Revisión y análisis de documentos con información referente al programa: bitácoras, síntesis ejecutiva y cartas descriptivas. En este rubro se consideran también el blog y la página web del programa.
- Revisión y análisis de diarios de campos que las psicólogas registraron durante la capacitación en Desarrollo Humano y Social en la implementación de los talleres industriales.
- Análisis de videos con los testimonios de algunas beneficiarias que hablan de su experiencia en las capacitaciones de los talleres domésticos.
- Las entrevistas y los videos fueron transcritos en formato Word para su posterior análisis.
2.2. Análisis de la información
Una vez elegidos y preparados los documentos se llevó a cabo un análisis de contenido de la información la cual fue desglosada en unidades de significación correspondientes a los segmentos evaluables de un programa (Municio, 1991, citado por Jiménez, 1999), y en categorías y subcategorías de análisis definidas y detalladas a continuación; y de esta forma, es como se fue dando respuesta a las preguntas y a los objetivos planteados en la formulación de la investigación.
2.2.2 Definición de categorías
Para la definición de categorías se tomó como base el marco analítico para la sistematización de proyectos sociales que evalúa los distintos componentes del desarrollo de un proyecto social: marco teórico y conceptual, estructura, logística, implementación del proyecto (Selener, 1996; Cadena, 1987; Morgan y Quiroz, 1988); apoyado a su vez en el esquema formal de análisis de proyectos sociales basados en la educación no formal (Latapí y Cadena, 1983); el cual busca soluciones a problemas que enfrentan los grupos y comunidades que viven en condiciones de marginalidad social, política y económica. El esquema de análisis de Latapí y Cadena dirige su evaluación a proyectos basados en la educación no formal; y la forma en que está estructurado el modelo que describe Selener nos permite una difusión más clara de los resultados.
Las categorías de análisis de la presente investigación se definen de la siguiente:
- Definición (Antecedentes):
Calidad de la definición de acuerdo a las necesidades y problemas de los usuarios y la viabilidad de realización.
1) Surgimiento de la Idea:
a. En esta categoría se analiza cuándo y cómo surgió el programa.
b. A que problemáticas responde el diseño del programa.
2) Detección de necesidades:
a. Define las características y necesidades de la población objetivo a fin de planificar un diseño que incremente sus oportunidades de cambio.
3) Diagnóstico del contexto:
a. Características de la comunidad o grupo de comunidades en las que el programa se aplica.
b. Financiamiento del programa.
- Diseño (Ideología, Objetivos, Elaboración):
Calidad del diseño en función de la estrategia seleccionada, la coherencia de la secuencia de actuación y sus componentes, y la existencia de todos los elementos que permiten el control de su ejecución y sus efectos posteriores.
4) Referentes conceptuales:
a. Que visión ideológica con respecto a la sociedad actual y de la sociedad que se quiere alcanzar se tiene para el diseño del programa.
b. Conceptualización de los cambios sociales y económicos que se pretende alcanzar con el programa.
5) Claridad en la elaboración de objetivos:
a. Identificación y análisis y evaluación de los objetivos generales y específicos.
6) Elaboración del programa:
a. Descripción y análisis de las actividades y los materiales implementados para el logro de objetivos.
b. Descripción y análisis de las estrategias metodológicas que se contemplan para el logro de los objetivos.
c. Descripción y análisis de los supuestos subyacentes detrás de la metodología.
- Ejecución (Metodología):
Calidad de la ejecución de acuerdo con el diseño y la capacidad de reacción del equipo gestor ante la incertidumbre y las situaciones no controlables.
7) Desarrollo del programa:
a. Actividades y etapas implementadas.
b. Qué procesos evaluativos se utilizan para determinar los avances del programa.
8) Dificultades o situaciones no controlables:
a. Descripción y análisis de las limitaciones que se presentan durante el desarrollo del programa.
9) Estrategias metodológicas:
a. Descripción y análisis de aquellas acciones o mecanismos que intervienen en el desarrollo del programa y facilitan el logro de objetivos.
b. Cambios que se produjeron durante la implementación del programa con el fin de facilitar el logro de objetivos.
- Efectos (Impacto en la población objetivo):
Calidad de los efectos directos o indirectos en forma de productos del programa, de resultados sociales y de efectos por relaciones causales indirectas.
10) Logros:
- a. Qué objetivos se consiguieron.
- b. Qué objetivos no se consiguieron.
11) Impacto en la población objetivo:
- a. Cambios sociales, económicos y emocionales en la vida de la población objetivo.
- b. Impacto en la vida de las familias y la comunidad en conjunto.
3. Resultados y discusión
Se presentan los resultados de acuerdo a cada uno de los segmentos evaluables, considerando de forma implícita sus correspondientes categorías y subcategorías.
- Definición (Antecedentes)
En este segmento se evaluaron los antecedentes del programa y su importancia en la comprensión del desarrollo del programa; asimismo, se analizaron las necesidades a las que tuvieron que responder y ajustarse, y el contexto en el que se decidió trabajar.
Se observa como el programa ya parte de una concepción de la capacitación como factor clave en el desarrollo de las personas, pues el director general del programa ya contaba con experiencia en capacitación y técnicas en confección, y así es como comenzó a estructurar una cuestión académica para enseñarle a la gente a coser en casa sin abandonar sus actividades diarias. En el año 2009, junto con la empresa Patrones de Moda S.A. de C.V., iniciativa privada dedicada a la creación y diseño de productos propios de la industria textil y la confección, diseña y crea un diplomado en confección en formato DVD denominado Moda Fácil. En el cual se enseña a la gente a coser en sus casas a su tiempo y a su ritmo, y tiene la intención de capacitar a las mujeres en actividades manufactureras que les permita, desde sus casas, generar ingresos, y mejorar sus estándares y calidad de vida ayudando así al bienestar de la familia y la comunidad.
Estos elementos operativos dieron lugar al diseño e implementación del Programa Mujeres Autosustentables, e invitados por Opciones Productivas[2], comenzaron a desarrollar modelos de negocio destinados a mujeres de localidades en alta o muy alta marginación proveyéndoles de herramientas, capacitación y materia prima para hacer sus productos. Se implementaron los talleres domésticos impartiendo el conocimiento en confección, y posteriormente con la participación de otras instancias gubernamentales se están creando modalidades de taller: el industrial y el microindustrial (en planeación a la fecha de la presente investigación). De esta forma, el programa responde a las siguientes problemáticas:
- la falta de oportunidades y de fuentes de empleo.
- la falta de educación y desarrollo social en las zonas rurales de nuestro país, y;
- la falta de desarrollo de la mujer en las zonas rurales o de alta o muy alta marginación.
Aunado a esto y de acuerdo a los resultados arrojados por las diversas estrategias de recolección de datos, principalmente las entrevistas, se analizó como el programa ha llevado de forma continua ajustes de acuerdo a las necesidades que va detectando. Por ejemplo, la idea de implementar talleres domésticos de confección que les permita a las mujeres contribuir al gasto familiar sin descuidar las actividades del hogar, viene de la falta de equidad de género que impera en estas comunidades y que impide que las mujeres salgan de sus casas pues gastan la mayoría de su tiempo y energía al cuidado del hogar y los hijos.
Los planes académicos se han ido diseñando de acuerdo a las necesidades detectadas. Todas las capacitaciones son presenciales, ya que la capacitación a distancia no está al alcance de personas que viven en el campo, marginadas y aisladas de procesos educativos formales. El diseño de estas capacitaciones está basado en áreas de formación que incluyen tanto habilidades instrumentales como sociales, pues debido a la dinámica social que impera en estas comunidades, muchas de estas mujeres no han podido desarrollar ciertas capacidades socio-afectivas necesarias para el emprendimiento de cualquier negocio. Se incluyó en el programa el área de Desarrollo Humano y Social, para fortalecerlas como personas; y el área de Administración y Gestión de Negocios, para ayudarles a desarrollar habilidades para el mercadeo y las ventas. La capacitación se imparte por expertos en cada una de las áreas: psicólogos clínicos y sociales, administradores, e ingenieros y/o técnicos en confección.
El programa hace un adecuado diagnóstico del contexto de acuerdo al marco teórico y metodológico con el que trabaja, ya que el programa atiende principalmente a comunidades rurales de alta y muy alta marginación; y con base en los datos del INEGI 2010[3], considera que los municipios rurales son los que muestran mayores carencias pues alrededor de 20 millones de mexicanos habitan en zonas en las que, además de la escasez de empleo, se precisa de accesos a los servicios básicos: agua, drenaje y luz. Estos municipios cuentan con un bajo índice de autonomía financiera, por lo que es muy difícil que en estas zonas puedan llevarse a cabo emprendimientos de autogestión y se ven supeditados a la ayuda o recursos que les proporciona el gobierno, lo cual lamentablemente, en muchos de los casos no ha generado los beneficios esperados, principalmente debido a la falta de formación y asesoría a los grupos receptores del recurso para que sus emprendimientos puedan desarrollarse con una perspectiva a largo plazo. Por el contrario, para el programa lo importante es enfocar los modelos de negocio que la gente pueda implementar con estos recursos, enmarcándolos, contextualizándolos y proyectándolos a mediano y largo plazo a través de procesos de capacitación que permita realmente sacar rendimientos.
Para llegar a estos grupos, Mujeres Autosustentables se enmarca en el contexto de políticas y programas sociales del gobierno pues da a conocer el programa a los Prestadores de Servicio Social (PSP), quienes solicitan el recurso a instancias gubernamentales como son SEDESOL[4] y SRA[5], las cuales lanzan convocatorias para implementar proyectos productivos en comunidades rurales del país.
- Diseño (Ideología, objetivos, elaboración del programa)
Este segmento de evaluación permitió analizar la coherencia entre los referentes conceptuales, los objetivos y la elaboración del programa.
Los referentes conceptuales que orientan la metodología del programa van muy de la mano con recientes planteamientos de la ONU. En primer lugar, la fundamentación teórica del programa parte de la idea de que el progreso de una nación requiere que el desarrollo social y el económico sean complementarios, coincidiendo así con una de las peticiones formuladas en la última conferencia anual del PNUD[6]: involucrar a la iniciativa privada en procesos de desarrollo social. El Programa Mujeres Autosustentables con su experiencia como iniciativa privada dedicada a la industria textil, estima que ésta puede generar muchos empleos y así ayudar al desarrollo social y económico de la nación. Se trata de crear nuevos nichos de mercados ahí donde la gente tiene pocas oportunidades de ganar ingresos suficientes sostenibles ya que muchos problemas sociales se pueden resolver a través de un buen empleo. Los mercados crecen desde la base y a través de la capacitación, fomentando así la economía desde los grupos de personas que tienen menos recursos.
Por otro lado, dirigen sus esfuerzos al empoderamiento de las mujeres y que eso lleve al empoderamiento de sus familias y su comunidad. Es prioritario para el programa darle oportunidades a la mujer para que se desarrolle como una emprendedora comercial, gane su dinero, se desarrolle como persona y pueda contribuir monetaria y afectivamente con su familia. Empatando así, con uno de los Objetivos del Milenio que para el 2015 supuestamente se tienen que cumplir. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas ha formulado ocho objetivos, dentro de los cuáles está uno relacionado con el empoderamiento femenino: Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer[7].
Por último, se trabaja a partir de una base cooperativista como reacción humanista contra la economía capitalista de explotación de las personas, que no hace más que enriquecer a algunos y empobrecer a muchos. Se hace mucho énfasis en el Cooperativismo pues el mundo debe girar en torno hacia la solidaridad y la cooperación, tal como las Naciones Unidas han nombrado el 2012 como el año internacional del Cooperativismo porque es la mejor oportunidad de que haya un verdadero desarrollo social en la mayoría de países del mundo. El programa toma la bandera del Cooperativismo porque genera economías y sociedades sanas, donde se comparte, se integra y se solidariza.
De acuerdo a estos referentes conceptuales y de forma general, los objetivos del programa están enfocados al desarrollo humano, social y económico de las mujeres en comunidades de alta o muy alta marginación. Se persigue el empoderamiento de la mujer rural procurando mayores espacios de participación, valorizando su rol, y proporcionándole a través de la capacitación, las herramientas sociales e instrumentales necesarias para que sean capaces de montar sus negocios o emprendimientos productivos a largo plazo que les generen ingresos a ellas, a sus familias y sus comunidades.
La posibilidad de la puesta en práctica de los objetivos propuestos ha estado muy relacionada con el hecho de que Mujeres Autosustentables se define como un programa de desarrollo social que surge a partir de la experiencia, es perfectible y se ha ido perfeccionando y desarrollando a partir de las necesidades detectadas, por lo cual, de igual manera los objetivos se han estado perfeccionando y adecuando al contexto, aumentando así su posibilidad de realización. En un principio el objetivo principal era que las mujeres en comunidades rurales fueran productivas y pudieran generar recursos, pero al cabo de ir experimentado en la práctica, se dieron cuenta que el desarrollo primero tenía que ser al interior de las personas y de los grupos sociales, y posteriormente buscar un desarrollo económico de estos grupos ya cohesionados. Hoy en día el objetivo principal es ayudar primero al desarrollo social y humano de las comunidades, y así lograr la generación de empresas productivas y comerciales.
El contenido de las capacitaciones que imparte el programa está estructurado de acuerdo a las siguientes áreas: Desarrollo Humano, Administración, Cooperativismo y Confección, las cuales integran habilidades relacionadas con el Ser, el Hacer y el Saber. Una parte fundamental que sustenta la filosofía del programa se basa precisamente en la integración de estas habilidades. No obstante, lo que tiene mayor relevancia, y sin lo cual no podrían lograrse los objetivos del programa, se refiere al fomento y desarrollo de capacidades y habilidades que tienen que ver con la estructuración del Ser. Esto último se refiere al hecho de lograr que las personas realmente se sientan capaces de realizar o desempeñar diversas funciones en sus vidas pues hay una gran diferencia entre lo que una persona hace y lo que puede o se siente capaz de hacer. Así, el programa basa su metodología de formación y capacitación en las competencias transversales que desde hace unas décadas se consideran en la pedagogía del trabajo y en la educación formal. Estas competencias se dividen en cognitivas (Saber), procedimentales (Saber hacer) y actitudinales (Ser). De acuerdo a esto último, la UNESCO plantea que ciertas cualidades denominadas por los empresarios como “saber ser”, se combinan con los conocimientos teóricos y prácticos para componer las competencias (Bustamante, 2002), que integradas permiten a una persona saber conocer, saber hacer y saber ser en un determinado campo de trabajo. Las mujeres en estas condiciones, necesitan ser reforzadas socio-afectivamente antes de que aprendan cualquier otro tipo de conocimiento; es necesario que primero se sientan capaces de poder aprender y hacer cosas pues uno de los objetivos es que adquieran autosustentabilidad y que puedan autogestionarse por sí solas.
Durante la evaluación se han podido dilucidar los supuestos subyacentes que sustentan la metodología y se pudo observar como la enseñanza en las capacitaciones se basa en supuestos constructivistas (Coll, Onrubia y Mauri, 2008) tales como el progresivo traspaso del control, y los procesos de trabajo cooperativo o colaborativo. Durante la fase de capacitación e implementación el equipo de capacitadores va guiándolas, apoyándolas, asesorándolas, pero pasado un año o año y medio, ellas ya deben gestionarse solas, pues se supone que ése es uno de los objetivos. Se fomenta entre los grupos un clima participativo, de seguridad, y comunicación donde se permite el intercambio de pensamientos para incrementar la cohesión grupal. La creación de un clima participativo permite mejorar el aprendizaje, la comunicación y el cumplimiento de metas.
- Ejecución (Metodología)
En este segmento de evaluación se pudo analizar la implementación del programa contemplando las dificultades encontradas y las estrategias que se llevaron a cabo para solventar tales dificultades.
Uno de los puntos fuertes del programa es su constante ajuste a cuestiones que se van presentando y que pueden dificultar el alcance de los objetivos. Cuentan con un equipo multidisplinario en constante comunicación y retroalimentación, lo que ha permitido la planificación y el diseño de estrategias de intervención adecuadas a cada una de las dificultades que se presentan.
Se describieron y analizaron las estrategias metodológicas contempladas para el logro de objetivos encontrando el seguimiento y la permanencia como dos componentes metodológicos clave. Estos últimos son mecanismos que han hecho que el programa perdure; ambos se manifiestan en la capacitación presencial, la cual ha sido un hecho clave para el éxito del programa. Además de un diagnóstico de cada comunidad y de las necesidades específicas del grupo de beneficiarias, sus costumbres, sus tradiciones, sus medios de transporte y comunicación; se plantea un acompañamiento que va desde el inicio del programa con los talleres de capacitación hasta las fases de implementación y consolidación, lo cual dura aproximadamente 18 meses. El equipo de Mujeres Autosustentables está presente a través del seguimiento que se les da a las beneficiarias en los procesos de formación, pero también en los procesos de implementación y autosustentabilidad porque en ellos se involucra a muchas personas que van y hacen el seguimiento, quienes están con la gente de las comunidades orientándola y apoyándola. Esta estrategia de intervención ha podido solventar la falta de interés y de compromiso por parte de algunas mujeres beneficiarias del programa, ya que en ocasiones no están dispuestas a abordar el proyecto productivo, están sólo dispuestas a recibir el recurso pues tienen la condición de dependientes de la ayuda que se les ha impuesto a partir de hacerlas beneficiarias de algún programa social. Las personas que reciben estas ayudas perciben un paternalismo por parte de estos programas y se sienten favorecidos pues de otra manera no podrían salir por sus propios medios (Hernández Licona y del Razo Martínez, 2004). Y es que en estas comunidades la gente se vuelve más escéptica con relación a supuestas oportunidades y con la posibilidad de que haya cambios radicales en sus vidas. Creen que cualquier cambio lo suficientemente significativo como para que merezca la pena sacrificarse llevará mucho tiempo (Banerjee y Dufló, 2012).
Por otro lado, las técnicas participativas y explicativas planteadas por el taller de Desarrollo Humano han sido estratégicas también para el logro de objetivos, ya que este taller les ayuda a integrarse, a crear más confianza y a empoderarse. Desarrollar capacidades en las mujeres que les permita superar su entorno y resolver problemáticas de maneras más adecuadas, que puedan tener una oportuna resolución de conflictos y manejo de emociones, así como la creación y mantenimiento de relaciones sociales. Se trabaja mucho con la seguridad personal y la autoestima mediante técnicas que se enfocan en las situaciones actuales que están viviendo las mujeres, con el fin de lograr modificaciones en sus operaciones manuales y en sus acciones sociales. Se trata de inyectarles seguridad para que pierdan el miedo a las máquinas y a la gente, y así lograr un excelente desempeño en cada negocio que emprendan. La psicología se inserta en el programa como la columna vertebral del mismo bajo el principio de la capacitación del Ser, es decir, del fortalecimiento de capacidades humanas que les permite a las personas sentirse capaces de hacer cosas. El trabajo en equipo fomentado por el taller de Desarrollo Humano ha logrado que las mujeres vean con claridad que son capaces de generar recursos cuando trabajan en equipo por objetivos comunes.
Ante las dificultades que se presentan por la falta de recursos, el programa ya se ha constituido como asociación civil bajo la denominación Mujeres Autosustentables de las Comunidades Rurales A.C. De esta forma, siendo Donataria Autorizada, tiene más alternativas para solicitar recursos y destinarlos a capacitación, lo cual, les permitirá ser instancia ejecutora y recibir directamente el recurso de los organismos gubernamentales.
- Efectos (Impacto en la población objetivo)
En este segmento de evaluación se analizaron los logros alcanzados, los cambios en la población objetivo y el impacto en la comunidad.
Uno de los mayores logros que se han conseguido durante la implementación del programa es el fortalecimiento emocional de las mujeres. Tal como demuestran los testimonios de los capacitadores y de las beneficiarias, las mujeres después del taller de Desarrollo Humano y Social se notan más seguras, más empáticas y más motivadas para emprender cualquier tarea que se les asigne. A nivel social y emocional, hay un cambio de actitud hacia el programa y el proyecto productivo, pues están más motivadas a aprender y, sobre todo, a emprender una nueva forma de vida basada en el trabajo.
Aunado a ello, los objetivos planteados en los planes académicos de los talleres domésticos de confección se lograron cumplir, ya que desde el inicio ellas logran aprender a confeccionar una prenda completa y es una prenda que ya está lista para su venta. En estos talleres las mujeres se apoderan en su espacio y en su hogar, donde algunos maridos no creían que podían lograrlo y entonces ahora les permiten contribuir al gasto de la casa. Por su parte, en los talleres industriales han aprendido a coser y a ser más delicadas en sus movimientos manuales y a pesar de que se presentaron algunos obstáculos, las mujeres lograron habituarse a trasladarse a otro sitio y a cumplir una jornada laboral de ocho horas. Además, se interesan por integrar a sus esposos al taller en actividades relacionadas con el mantenimiento y la vigilancia; incluso hay otras personas de la comunidad que se acercan y también quieren integrarse. Esto es porque el programa está ahí y hay interés pues saben que se generaran empleos a un futuro próximo. Por tanto, el impacto en las comunidades es en varias vertientes: igualdad de oportunidades, disminución de la pobreza, genera ingresos inmediatos, fortalece la capacidad de autogestión e incide en un cambio gradual de formas de pensar y actuar en las comunidades. La implementación de los talleres en las comunidades creará fuentes de empleo permanentes, y generará ingresos en las familias, trayendo así progreso a sus comunidades.
No hay un seguimiento riguroso y estadístico de los cambios económicos en todos los municipios en donde se ha implementado el programa, pero se tienen testimonios de cómo el programa está cambiando la economía de los hogares. Muchas de las mujeres beneficiarias ya tienen en sus casas talleres de confección, y comentan cómo desde la primera jornada de capacitación están vendiendo ropa a sus familiares y vecinos, o están confeccionando uniformes escolares en los colegios de sus hijos. Hay casos en los cuales han obtenido buenas ganancias en la confección de vestidos de novia, para bailables o para festividades típicas de cada población. Las mujeres señalan cómo ahora están contentas de tener la oportunidad de poder emprender algo productivo en sus vidas, y cómo esto las va a ayudar mucho a ser mejores personas para ellas mismas y su familia.
Los objetivos correspondientes a la capacitación se están cumpliendo en cada una de las áreas. Muchos grupos tanto de los talleres domésticos como de los industriales han pasado a la siguiente fase. Sin embargo, debido a factores que han dificultado el seguimiento, hay grupos o comunidades de los cuáles no se tiene testimonio de que estén llevando sus negocios o que estén vendiendo los productos. Por tanto, no sé puede asegurar que en esas comunidades los objetivos del programa en las siguientes etapas se estén cumpliendo.
4. Conclusiones
Se realizó una investigación evaluativa formativa del Programa Mujeres Autosustentables mediante la cual se pudieron describir cada uno de los segmentos que lo conforman: definición, diseño, ejecución y efectos. La investigación es de tipo cualitativo dado el carácter empírico del programa, lo cual ha permitido profundizar de forma más exhaustiva en el desarrollo del mismo y detectar los cambios y mecanismos que se han llevado a cabo con el fin de alcanzar los objetivos propuestos, y que son los puntos a tomar en cuenta para su mejora.
El analizar los inicios y antecedentes del programa nos ha permitido comprender las razones por las cuales fue estableciéndose como un programa de capacitación en función de la productividad, destacando el referente conceptual de que el desarrollo económico y el desarrollo social deben ser complementarios. Como empresa privada dedicada a la industria textil, tenían clara la importancia del desarrollo económico, pero con vocación de servicio en la enseñanza de los procesos de confección, se entregan a dar una ayuda social pero sin descuidar la parte del desarrollo económico. Ésta es una cuestión que permea toda la elaboración del programa, tanto los objetivos como el diseño y ejecución del mismo.
El análisis de la estructura del programa de capacitación, nos permite comprender como se ha ido perfeccionando y adaptando a las necesidades detectadas, implementando estrategias de intervención que permiten el logro de objetivos y la consolidación del programa. De acuerdo al análisis de la información obtenida, podemos observar cómo el programa de Desarrollo Humano y Social se ha convertido en el eje central de los procesos de formación, ya que dota a las mujeres de los elementos necesarios para fortalecerlas en el aspecto mental y emocional, pues esta es la base para su adecuado desenvolvimiento en todas las demás áreas. La formación del Ser debe ser complementaria a las formaciones del Saber y del Saber Hacer. Para que las mujeres que viven en comunidades de alta y muy alta marginación sepan qué hacer con su conocimiento teórico y práctico, es necesario que primero sepan que son capaces de hacerlo.
El análisis de los datos ha podido detectar los mecanismos o estrategias de intervención que el programa ha llevado a cabo para asegurar el logro de objetivos, siendo las más importantes el seguimiento y la permanencia, sobre todo durante la fase de formación. Esto ha dado mucha seguridad tanto a las mujeres beneficiarias como a las familias y a las comunidades, pues no están acostumbrados a que un programa social se dedique realmente a atender sus necesidades y que los acompañen en un proceso de aprendizaje nuevo, casi siempre han recibido ayuda monetaria o material, pero no les dicen cómo utilizarla. Por tanto, son recursos que se pierden y que no generan ningún progreso en sus vidas.
El Programa Mujeres Autosustentables aún está en proceso de desarrollo, por lo que es pronto para decir que el programa ha logrado cambios económicos que sean tangibles y que puedan demostrar un cambio en los niveles de pobreza del país, el programa aspira para mucho y aún le falta estructurar algunas cosas para llegar a esos objetivos, pero al menos como un programa o como modelo de desarrollo social que está empezando a implementarse está cumpliendo objetivos. Como se puede constatar en los resultados, el programa está contribuyendo en pos del fortalecimiento de la mujer para convertirla en una persona capaz de desenvolverse social y emocionalmente, y la está proveyendo de técnicas en confección que le proporcionan una opción de generar ingresos económicos, de tal manera que se mejore su calidad de vida individual, familiar y colectiva.
En general, el programa se propone como una buena alternativa para el desarrollo social del país, pues está capacitando de forma integral y estructurada dando alternativas de superación y resolución de problemas económicos y sociales a las mujeres en las comunidades rurales, donde hay pocas oportunidades de empleo o desarrollo. Capacitar en confección es una buena alternativa para formar a las mujeres tanto a nivel doméstico como industrial, y con la capacidad de generar negocios en confección ya se ha comenzado a cambiar una cultura, una cultura hacia el trabajo, el compromiso y la responsabilidad.
5. Recomendaciones
Mejoras a la metodología
- Dado que el programa trabaja cuestiones de formación y educación no formal, se sugiere definir los conceptos de educación, enseñanza y aprendizaje a partir de los cuales se está trabajando. Hacer explícitos estos conceptos ayudará a definir con mayor precisión las acciones que se están llevando a cabo en los procesos de formación, lo cual servirá mucho para delimitar las metodologías de trabajo que podrán usarse también en la ampliación del programa, o para compartirlas con otros.
- Los objetivos generales están bien definidos de acuerdo a los referentes conceptuales, los supuestos subyacentes y la planeación de actividades, aun así sería conveniente definir más concretamente los objetivos de cada una de las áreas según las distintas modalidades de los talleres, esto ayudará a tener un mejor registro de los logros alcanzados.
- Además de las evaluaciones con las que ya se cuenta en algunas áreas de formación, diseñar formatos de evaluación en todas las demás áreas y en las distintas etapas del programa que permitan el registro de los avances en la consecución de los objetivos. En la fase de capacitación podría ser de ayuda plantear evaluaciones en distintos momentos del proceso: evaluaciones iniciales, que orienten los procesos de enseñanza y aprendizaje; evaluaciones continuas, para conocer el dominio de aprendizaje e ir ajustando las ayudas pedagógicas; y evaluaciones sumativas para conocer el nivel de aprendizaje que se ha producido en relación con los objetivos planteados. Estas distintas evaluaciones ayudarán a saber con mayor precisión cuales cambios son producidos por la aplicación del programa.
Acciones con base en resultados
- Plantear mecanismos convenientes para relacionarse y negociar en condiciones ventajosas con las diferentes instancias ejecutoras. Una vía factible pudiera ser la presentación del programa, su metodología y los resultados hasta ahora obtenidos, por medio de herramientas visuales como son los diagramas de flujo o los mapas conceptuales. Este tipo de presentaciones también servirían para compartir al interior del programa y que todos los que participan en él compartan los mismos significados.
- Además de la presente investigación, se debe considerar seguir con un sistema de monitoreo y evaluación continuos del programa para ir valorando periódicamente aciertos, fracasos y lecciones aprendidas. Este proceso debe hacerse abarcando todas las áreas y todas las etapas del programa.
Sugerencias para futuras investigaciones
- Complementar la presente investigación con metodologías cuantitativas. Lo cual implica definir variables y diseñar instrumentos de medición que permitan la recolección de los datos. Estos instrumentos deben cubrir los requisitos para una recolección apropiada: confiabilidad, validez y objetividad.
- Dado que es un programa en el cual confluyen varias disciplinas, sería interesante proponer investigaciones que se dirijan al estudio de los diferentes componentes. Lo que daría como resultado, comprender y analizar los diversos factores que influyen en una misma realidad y compartir los hallazgos no sólo en el ámbito del desarrollo social, sino en los distintos ámbitos que inciden en el programa.
Bibliografía
- Arbesu García, M.I.; Argumedo García, G. (2010). El uso del portafolio como recurso para evaluar la docencia universitaria. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, vol. 3, núm. 1e, pp. 133-146.
- Banerjee, A.V.; Dufló, E. (2011) Repensar la pobreza. Un giro radical en la lucha contra la desigualdad social. Colección Taurus Pensamiento, México.
- Barkin, D. (1998) Riqueza, pobreza y desarrollo sostenible. México: Editorial Jus y Centro deEcología y Desarrollo. ISBN: 9687671041; versión electrónica.
- Bustamante, G. (2002). La moda de las “competencias”. En El concepto de competencia. Una mirada interdisciplinar. [Volumen II]. Bogota: Sociedad Colombiana de Pedagogia.
- Cadena, F. (1987). La Sistematización como Creación de Saber de Liberación. Guía para la Consolidación de Procesos de Sistematización y Autoevaluación de la Educación Popular. Programa de Apoyo a la Sistematización y Autoevaluación de la Educación Popular. CEPAL.
- Coll, C.; Onrubia, J.; Mauri, T. (2008). Ayudar a aprender en contextos educativos: el ejercicio de la influencia educativa y el análisis de la enseñanza. Revista de Educación, 346, pp. 33-70.
- Hernández–Licona, G.; del Razo–Martínez, L.M. (2004) Lo que dicen los pobres: Evaluación del impacto de los programas sociales sobre la percepción de los beneficiarios. Serie Documentos de Investigación, SEDESOL. D.F. 44 pp.
- Jiménez, B. (coord.) (1999). Evaluación de programas centros y profesores. Madrid. Síntesis.
- Latapí, P.; Félix, C. (1983). “La Educación No-formal en México: un Análisis de sus Metodologías.” En Marcela Gajardo, ed., Teoría y Práctica de la Educación Popular. IDRC Manuscript Report-MR81s: Ottawa, Canada.
- Morgan, M.; Quiroz, T. (1988). La sistematización de la práctica. Cinco experiencias con sectores populares. Buenos Aires: Hvmanitas – CELATS.
- Nussbaum, M. (2011). Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano. Barcelona: Paidós.
- Picado Gattgens, X. (1990). La evaluación de programas sociales. San José, C.R.: EUNED
- Selener, D. (1997). La sistematización de Proyectos de Desarrollo. Una metodología para fortalecer la capacidad institucional de ONGs y Organizaciones Populares. Obtenido el 20 de octubre de 2010 en
- Stake, R. (2006). Evaluación comprensiva y evaluación basada en estándares, Barcelona: Graó.
- Van Manen, M. (1997) Researching the Lived Experience: Human Science for an Action Sensitive Pedagogy. Second Edition. Althouse Press, Ontario, Canada.
- Vergara-Tenorio, C. (2006) Las mujeres veracruzanas en el sector rural: trabajo y marginación. V Congreso Nacional AMET. Trabajo y Reestructuración: Los Retos del Nuevo Siglo.
[1]http://web.coneval.gob.mx/Informes/Coordinacion/INFORMES_Y_PUBLICACIONES_PDF/INFORME_DE_EVALUACION_DE_LA_POLITICA_DESARROLLO_SOCIA_2011.pdf
[2] Programa que apoya proyectos productivos de la población que vive en condiciones de pobreza, incorporando en ellos el desarrollo de capacidades humanas y técnicas como elementos para promover su sustentabilidad económica y ambiental.
[3] https://www.inegi.org.mx/
[4] Secretaría de Desarrollo Social
[5] Secretaría de Reforma Agraria
[6]
[7]
Datos para citar este artículo:
Esther Pérez Sedano. (2013). Mujeres Autosustentables: una alternativa para el desarrollo. Revista Vinculando, 11(1). https://vinculando.org/economia_solidaria/mujeres-autosustentables-alternativa-desarrollo-social-economico.html
Jorge Martínez López dice
Nos interesa incursionar en los proyectos del sector rural, en la Meseta Purépecha en el Estado de Michoacán, queremos y deseamos proponer algunos proyectos de para mujeres en comunidades indígenas de esta región.
Gracias y saludos