Introducción
Vivir una pandemia, en pleno siglo XXI y, los impactos en las esferas de la sociedad, es una de las narrativas más comunes en estos momentos. La vulnerabilidad del ser humano ante un nuevo virus ha puesto de manifiesto la importancia de la ciencia y la tecnología.
Ya en el año 2003 había aparecido el virus SRAS-Cov. Aún con el impacto a algunos países, no se extendió a nivel mundial como en el caso del COVID-19. También en cuarentena, aquellas sociedades recurrieron a Internet. Estudios y revisiones al respecto, permiten de cierta forma comprender algunas variables (analizadas por el BID) entre las cuales figura la acentuación del teletrabajo en la dinámica social.
La declaración del COVID-19 como pandemia puso en alerta a las naciones. Casi de manera paralela la UNESCO se pronunció sobre la educación así como representantes de sesenta y cuatro países. Aparece el llamado a la continuidad.
América Latina cuenta con sistemas educativos claramente diferenciados en términos de condiciones digitales. De acuerdo al estudio de Rieble y Viteri (2020) el país de la región con mejores condiciones es Uruguay, seguido de Barbados, Chile y Colombia. Venezuela ocupa el lugar veintiséis.
Universidades frente al contexto
Estar preparados y formados para afrontar la educación a distancia pareciera ser una diada existente en algunos contextos. En Venezuela, por ejemplo, las universidades iniciaron el llamado a la virtualización de las clases. En la página web de la UNIMET aparece un breve inventario de las plataformas dispuestas para las clases (Classroom, Gloggle Meet y Zoom), además del Espacio Virtual UNIMET (actualizado en el mes de abril) para la gestión de procesos de enseñanza y aprendizaje. Precisamente el nuevo trimestre iniciaba el 20 de abril. Conforme a las declaraciones de la Vicerrectora Académica indicaba la preparación de los profesores en un 75%.
La UCAB dispone de plataformas Aula Digital, Módulo 7 “Instructure Canvas” para el desarrollo de las clases según la Resolución 1 correspondiente al 7 de abril de 2020.
La Universidad Monte Ávila, según comunicado del Rectorado del veinticuatro de marzo, hace referencia a plataformas digitales. UMA Virtual aloja cátedras en Moodle.
A este pequeña muestra de universidades privadas del país coexisten experimentales y autónomas. La UPEL, luego de una reprogramación de actividades ofreció a la comunidad estudiantil y docente el acceso a los cursos a través de Moodle. De manera explícita señala en la Resolución N.º 2020. 587.251 en Artículo 2 literal 3 “Realizar en la medida de las posibilidades de conectividad y servicio eléctrico encuentros a través de la App ZOOM con los Secretarios de los institutos pedagógicos” (@somosupel, 17 de abril).
La UCV llamó a cursos de formación a sus docentes a través de El Sistema de Actualización Docente del Profesorado de la UCV (SADPRO-UCV) con una variada oferta académica. A su vez, facilitó espacios para las aulas virtuales.
1. Transformación digital como propuesta
La transición de la presencialidad a la virtualidad, como única opción para enfrentar la pandemia, ha develado dificultades de orden tecnológico y formativo. La única respuesta dada hoy por las instituciones no necesariamente es la misma para mañana. Los cambios y transformaciones deben ser atendidos, así como la preparación de los docentes para dichos cambios.
Algunas universidades, antes de la pandemia ya ofrecían modelos mixtos (presencial-vitual) para programas de estudios. Pero, esta realidad no era la misma para todas. Ciertas instituciones continuaban con la presencialidad y escasa virtualización de cursos.
Luego de la pandemia resulta importante re-plantearse la visión de las universidades conforme a planes estratégicos. Los modelos presenciales, on line y mixtos coexisten gracias a grupos cautivos.
Ahora bien, la transformación digital a la brevedad (como respuesta a la solución planteada) ha develado importante desafíos, entre ellos:
- Formación de equipos docentes y no docentes en educación on line. Uno de los escenarios comunes resultó ser la oferta de espacios para el aprendizaje de herramientas. Fuerte predominio de tutoriales, manuales y talleres express formaron parte de la oferta para los docentes. Algunas casas de estudio ampliaron sus propuestas con charlas.
- Abordaje de lo virtual desde lo presencial. Aún cuando la concepción del tiempo es distinta para las clases presenciales y on line, la transición no fue rápida. Experiencias de profesores indicaban la continuidad de dinámicas y un fuerte impacto en las horas de trabajo invertidas. Era común encontrar afirmaciones: “ahora le dedico más tiempo”.
- Gestión on line. Las respuestas de las organizaciones deben ajustarse a modelos educativos. Es necesario considerar no sólo el desarrollo de la enseñanza sino los procesos administrativos. Las inscripciones y el almacenamiento de expedientes académicos demandan de tecnologías más actuales que garanticen seguridad y calidad.
- Comunicación con los estudiantes. Es importante el acercamiento por diversas vías (teléfono, whats app y correo electrónico). No se trata unicamente de asignar actividades sino de ofrecerles direccionalidad de los contenidos y retroalimentación.
- Investigación en la materia dentro de cada institución. El desarrollo de las experiencias on line ofrecen escenarios para el desarrollo de investigaciones. ¿Todas las universidades han estudiado sus modelos mixtos?
2. Acceso y conectividad
La virtualización de las clases durante la pandemia conecta a estudiantes y profesores por plataformas de enseñanza. La calidad de conectividad marca diferencias entre países. La velocidad es uno de los focos de atención. Mientras más velocidad tenga Ia conexión a Internet el usuario podrá obtener más, en menos tiempo.
De acuerdo a estudios la conectividad de Venezuela no es la mejor. La BBC (2019) indicó que “detrás de Venezuela solo se sitúa Argelia y Afganistán como los países con una velocidad de internet inferior a la del país latinoamericano”, ubicándose al final de la lista con más de 141 países según el estudio de Speedtest, el cual midió la velocidad de las conexiones. Si bien, los venezolanos tienen acceso a Internet, también es cierto que no gozan de las mejores condiciones.
El uso de Zoom y jitisi, por ejemplo, permiten graban y luego descargar el video. En el caso de Google Meet no es posible. Si se dispone de baja conectividad es necesario preguntarse ¿cómo facilitar la participación del estudiante dentro del proceso?. Lo recomendable sería incorporar sesiones asíncronas (mensajería y producción escrita). Pensar más en educación a distancia y no tanto en educación on line. Además de esta observación, autoras como Cabrera (2020), recuerda a los docentes de manera clara:
A la hora de la docencia en línea, en la que un profesor da la lección por streaming mientras los alumnos le siguen en tiempo real, muchos de las conexiones fallan y no permiten que todos estén en las mismas conexiones, pues si falla la red no pueden seguir la explicación como el resto de compañeros. Para esto una solución es grabar las sesiones, de forma que se puedan descargar y verlas después. (párrafo 8).
3. Educación con móviles
La evolución del número total de usuarios de teléfonos inteligentes en todo el mundo desde 2016 hasta 2021 va en aumento (Fernández, 2020). Venezuela parece frenar el número de usuarios, por el tráfico de los dispositivos conectados a Internet. El 25% corresponde a móviles (segundo lugar después de las laptops y PC).
Las autoras desarrollaron un estudio con el fin de describir el nivel de accesibildad a Internet así como el tipo y nivel de uso de de equipos tecnológicos de una muestra de estudiantes de una Universidad Experimental ubicada en el Distrito Capital.
Se tomó una muestra de 52 estudiantes (correspondientes a una población de 78). Los sujetos pertenecen a las carreras: Logística e Informática. Para ello se contó con el diseño de un instrumento confiable y válido, estructurado en dos partes: a) Datos de identificación (Sexo, Semestre, Zona de residencia) y b) Variables: Nivel de accesibilidad a Internet, Tipo y nivel de uso de equipos tecnológicos.
A continuación se presenta a través de gráficos la información recogida.
[Gráfico 1. ¿Tiene acceso a Internet?]
[Gráfico 2. Modos de Accesos a Internet]
Solo el 57, 7% de los estudiantes tienen acceso a Internet gracias a la telefonía móvil prepago (47,6%) y 42,9% cuenta con wifi en casa.
[Gráfico 3. Uso del móvil para las clases]
Los estudiantes recurren a sus móviles (78,8%) para estudiar y dar continuidad al semestre (iniciado en el 13 de Marzo).
[Gráfico 4. Fallas de conexión]
Más de la mitad de los estudiantes manifestaron presentar fallas recurrentes de conexión en las zonas donde habitan (centro a oeste). Especialmente destaca el Municipio Libertador del Distrito Capital.
[Gráfico 5. Herramientas tecnológicas usadas por los estudiantes]
Ante la ausencia de plataformas digitales en la universidad, los estudiantes recurren al correo electrónico, Whats App y Classroom para el estudio de las cátedras ofertadas en el semestre.
Análisis
El uso del móvil representa una alternativa para la continuidad del trimestre o semestre. Ver este dispositivo para el estudio implica el aprendizaje de contenidos (unidades curriculares) y el dominio de programas y funciones.
Dependiendo la naturaleza de las temáticas y los estilos de aprendizajes de los estudiantes es necesario el uso de imágenes, sonidos,modelos, estudios de casos reales y prácticas. Ello representa un gran reto para el profesor en el desarrollo de las clases (síncronas y asíncronas).
Los estudiantes enfrentan cuatro desafíos: a) continuar clases con sus móviles, b) lidiar con problemas de conectividad y recarga de saldos a sus celulares, c) comprensión de la transferencia de la presencialidad a la virtualidad, d) asimilación de la pandemia y e) atención a compromisos familiares y laborales.
No todos los móviles ofrecen la tranquilidad al usuario. Dependiendo el modelo y la marca se observan importantes diferencias. Problemas de almacenamiento de datos, actualización de software y la obsolescencia programada forman parte de otras limitaciones. Sin contar cómo priorizan los jóvenes sus necesidades tecnológicas. Es común escuchar “no quiero eliminar mi Facebbook por el Apps de Classroom”.
El tiempo y dinero forman parte de los requerimientos para continuar en clases. El estudiante necesita comunicarse permanentemente con sus profesores para informar cualquier retraso en la entrega de evaluaciones. No se trata solamente del problema de conectividad, también puede sumarse algún evento azaroso (fallas de energía eléctrica, escasez de agua, compra de alimentos y gas doméstico).
Referencias
- BBC News Mundo (2019). Los países de América Latina con la velocidad de internet más rápida (y la más lenta). Disponible: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50604735 [Consulta: 2020, junio 4]
- Cabrera, Marga. (2020). La formación se vuelve virtual. Revista Telos. Fundación Telefónica. 113.Disponible: https://www.fundaciontelefonica.com/videos/telos-113-marga-cabrera-la-formacion-se-vuelve-virtual/
- Fernández, (2020). Número de usuarios de smartphones a nivel mundial desde 2016 hasta 2021(en millones). Disponible: https://es.statista.com/estadisticas/636569/usuarios-de-telefonos-inteligentes-a-nivel-mundial/
- Rieble-Aubourg y Viteri, Adriana. (2020). COVID-19 ¿Estamos preparados para el aprendizaje en línea? BID-CIMA. Nota 20. Disponible en: http://dx.doi.org/10.18235/0002303
Autoras: Claritza Arlenet Peña Zerpa (1) y Mixzaida Yelitza Peña Zerpa (2)
Datos para citar este artículo:
Claritza Arlenet Peña Zerpa, Mixzaida Yelitza Peña Zerpa. (2020). Clases on line con móviles durante la pandemia (estudio de caso). Revista Vinculando. https://vinculando.org/educacion/clases-on-line-con-moviles-durante-la-pandemia-estudio-de-caso.html
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