Introducción
El bienestar del ser humano, desde tiempos inmemoriales siempre ha estado relacionado con el ambiente y las condiciones de vida en que vive la humanidad, lo que es directamente proporcional a la calidad de vida, la sostenibilidad ambiental y por consiguiente la conservación de la salud del colectivo, el territorio y la biodiversidad.
En este sentido, como mecanismo para la protección de la salud y del ambiente, todas las naciones han promulgado leyes, posturas, políticas, normas y reglamentos, que le han permitido dichos fines, todo ello gracias a la Geopolítica Ambiental; lo que a su vez conlleva a dilucidar las ventajas y desventajas de los mismos proporcionados por la madre tierra.
A este respecto, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), celebrada en 1992 marca un punto de inflexión importante en la geopolítica ambiental global. A partir de Río 1992, las políticas del desarrollo sostenible han promovido y puesto en operación un nuevo marco legal internacional, basado en un conjunto de acuerdos multilaterales ambientales (AMAs), que incluyen una serie de instrumentos jurídicos que buscan establecer normas a los agentes económicos y sociales para limitar y revertir los impactos de los procesos económicos y tecnológicos sobre el ambiente.
En el mismo orden de ideas, y como consecuencia de la Pandemia por COVID-19, se hace perentoria la puesta en práctica de mecanismos que permitan la protección de la salud del colectivo, el territorio y la biodiversidad, tres elementos indispensables para la subsistencia de la humanidad y por ende del planeta tierra. De allí, que la geopolítica ambiental, o el estudio de las relaciones entre espacio (ambiente) y poder en un sentido más amplio, se convierte en una herramienta básica para tal fin.
Bajo esta perspectiva, surge el presente ensayo, el cual tiene como propósito analizar la geopolítica ambiental desde una visión integradora para la defensa de la salud, el territorio y la biodiversidad en tiempos de covid-19. Pues, es importante entender que el comportamiento de la geopolítica a nivel mundial tiene una gran relevancia e impacto sobre la sustentabilidad de cada uno de los elementos proporcionados por los ecosistemas, frente al Coronavirus y todas sus implicaciones.
Desarrollo
De este modo, como punto de inflexión, y para dar inicio al desarrollo del ensayo, es importante acotar que la valoración de la geopolítica de un área específica en tiempos de pandemia por COVID-19, permitirá medir sus consecuencias, que para Muñiz (2020), en su artículo sobre Colapso, Ecosocialismo y Coronavirus”, refiere que el colapso en curso tiene una consecuencia universal; pues se concreta la escasez de agua potable, hambre, carencia de servicios energéticos y de servicios sanitarios. Asimismo, se observará un incremento en la violencia social, intersocial, territorial y de género, desigualdades cada día más crecientes.
En este sentido, según aseveraciones de Muñiz (Ob.Cit.), la Pandemia por COVID-19, conllevará a consecuencias impredecibles, las cuales clasifica como “Realidades presentes hoy, o amenazas de un futuro más o menos cercano, según en que región del mundo, y en que clase social, nos situemos” (p.2). Dichas consecuencias, pueden conducir al colapso, cuyas dimensiones dependerán del grupo poblacional afectado; donde en la clase subalterna, que es la mayoría afectada de manera directa e indirecta en todos los aspectos, se darán consecuencias universales, es decir, en el orden económico, social, cultural, ambiental y de salud.
Del mismo modo, las clases más privilegiadas o acomodadas de países ricos, las cuales cuentan con mejores condiciones de vida, serán afectadas pero con consecuencias parciales debidas fundamentalmente a conflictos por el confinamiento, incomodidades personales, familiares u otras molestias diversas. Ambas situaciones variarán a futuro, dependiendo de la evolución de la Pandemia y su impacto económico, político, ambiental y social; lo que puede conducir a cambios en la estructura de la sociedad, pudiendo darse el caso que las clases acomodadas pasen a ser subalternas.
Es allí, donde la valoración geopolítica de una zona determinada debe tomar en cuenta a las poblaciones y las condiciones en que las mismas habitan, sobre todo, porque también de la relación entre el hombre y su espacio se derivan un conjunto de situaciones que tienen que ver con la sustentabilidad ambiental; con el arraigo y desarraigo cultural y con los valores y tradiciones de un determinado conglomerado social.
Así pues, la geopolítica ambiental se convierte en un punto álgido para la protección de la salud del colectivo, el territorio y la biodiversidad, en tiempos de pandemia por COVID-19; por lo que es importante que en la misma se consideren los grupos humanos, pues existe una relación directa entre el individuo y su entorno, la cual puede ser beneficiosa, para ambos, o por el contrario perjudicial para la naturaleza y todas sus bondades existentes sobre la Pachamama.
Esta disyuntiva en la relación “hombre-naturaleza” debe ser abordada por la geopolítica ambiental, pues existen claras evidencias de que en el orden mundial los recursos naturales están escaseando, esto debido a un uso irracional e indiscriminado de los mismos por parte de los individuos o grupos sociales; siendo imprescindible su administración consciente e inteligente de los mismos, como pauta para la obtención de beneficios que contribuyan al desarrollo económico y social de la sociedad.
Ahora bien, mostrar una relación directa en lo concerniente a las riquezas naturales y desarrollo económico, es pretender o inducir al uso irracional y explotación marcada de los mismos, para la obtención de bienes y servicios, lo que se traduce en acumulación de riquezas y capital, que son claramente características de los sistemas capitalistas. Sin embargo, en la actualidad se cuenta con tecnologías para explotación de recursos, que proveen su uso adecuado y racional, son las conocidas como “tecnologías amigables con la naturaleza”, las cuales pueden minimizar los posibles daños al ambiente, permitiendo así el crecimiento económico de una nación.
Frente a estas aseveraciones, resulta oportuno presentar lo expresado por Cairncross (2008), quien refiere que:
“El crecimiento ambientalmente amigable es una quimera: casi toda la actividad económica genera cierto daño ambiental. En este sentido, el verdadero desarrollo sustentable siempre será un ideal más que una realidad, pero el crecimiento ambientalmente más amigable si es factible” (p.23).
Así pues, según palabras de Cairncross (Ob.Cit.), toda actividad económica genera daños incuantificables sobre el ambiente; por lo que hablar de explotación de sus riquezas sin daños a los ecosistemas, simplemente no es posible.; pero, un crecimiento ambiental amigables si lo es; ya que estas son una fuente de vida y un elemento fundamental en el equilibro de la ecología y del hábitat de todos los países, pero, en algunas naciones tienen una mayor relevancia por la importancia que tienen para su desarrollo económico; como en América Latina, donde estos tienen un papel preponderante en el desarrollo sustentable.
De allí, que gracias a la geopolítica ambiental, se han venido acordando, elaborando e implementando tratados, acuerdos, convenciones, convenios y protocolos que buscan la protección del ambiente.; los cuales han contribuido de manera positiva a la protección de los ecosistemas, disminución del uso de sustancias dañinas, que producen daños irreparables al ambiente, ser humano y capa de ozono.
Todos estos acuerdos y/o tratados han conducido a conflictos nacionales e internacionales, por el “dominio del territorio”, los cuales muchas veces son debidos al manejo de los recursos o luchas por el poder económico, características claras del capitalismo salvaje imperante en algunas naciones incluyendo Latinoamérica; por lo que es importante acotar que ningún país es autosuficiente en cuanto a recursos naturales, por mucho poder y crecimiento económico posea; ya que el equilibro de sus economías y por ende el de sus recursos naturales, dependen directamente del resto del mundo.
Desde esta perspectiva, buscar cambiar el modelo económico imperante en el planeta, es luchar contra un fenómeno de grandes dimensiones que involucra elementos de orden económico, político, ambiental y social; pero si es posible contribuir de forma positiva a la protección de la naturaleza y todos sus ecosistemas, mediante el diseño y ejecución de propuestas que hablen a favor de un desarrollo sustentable en beneficio de la Pachamama.
Para ello, es esencial un cambio de conducta de manera personal, es decir en cada individuo y mejoras en la geopolítica ambiental, que conduzcan a un compromiso tangible en su cumplimiento, aplicación y evaluación para conocer sus efectos. Asimismo, se hace indispensable que los seres humanos aprendan a vivir en armonía con la naturaleza, para que las futuras generaciones puedan contar con sus riquezas, disfrutar de sus bondades y vivir a plenitud.
Ahora bien, abordando lo concerniente a la salud, en tiempos de pandemia por COVID-19, se puede afirmar como señala Ramonet (2020), que “Es uno de esos hechos biológicos, pero también sociales, económicos y políticos que va a marcar diferencias: un “hecho social total” (p.11). Sin embargo en el área de la salud, sus consecuencias aparte de muchas veces ser impredecibles, podrían ser letales en el individuo o grupo de individuos afectados.
Es por ello, que debe abordarse de manera inteligente lo concerniente al manejo de la salud frente a la pandemia por COVID-19 a través de la geopolítica, esto debido a la clara relación existente entre la naturaleza y la humanidad, lo que afecta claramente la geopolítica ambiental. Aparte de ello, son pocas las investigaciones existentes en la Web relacionadas con Pandemia y geopolítica, pues apenas cuatro trabajos aluden a esta relación.
Uno de ellos es sobre la promoción de políticas públicas de salud (Labonte, 2011), otro sobre la experiencia histórica de los judíos italianos, marcada entre otras cosas por una epidemia en los años 1980 (Nissan, 2011), uno más sobre el impacto de la epidemia de VIH en la antigua Unión Soviética (Ambrosio, 2006), y sólo uno de una experiencia algo equiparable a la actual, la gripe aviar (Aaltola, 2012), aunque con mucho menos impacto.
Quizás uno de los pocos textos que pueda ser de utilidad para analizar la relación entre pandemia y geopolítica sea el de Summers (2012), sobre la geopolítica de la gran peste de Manchuria en 1910-11. El libro se ocupa de estudiar la forma en que se extendió una epidemia de peste neumónica en esa región entonces en disputa entre Japón, China e incluso Rusia, debido a la interacción entre el ser humano y otras especies animales, en concreto la marmota siberiana que era cazada para alimentarse por los pastores manchúes.
En líneas generales, la salud en tiempos de Pandemia por COVID-19, debe ser abordada de una forma integral, que involucre a todo el equipo de salud; con la finalidad de lograr el control de la enfermedad y todas sus posibles consecuencias sobre el ambiente y la humanidad, esto debido a la relación directa hombre-naturaleza, la cual pone de manifiesto los efectos de esta pandemia sobre ambos elementos. Al controlar los elementos presentes en el ambiente que pueden actuar como vehículos para contribuir a la expansión de la enfermedad, los posibles contagios en humanos podrán ser disminuidos, controlados o evitados.
Otro aspecto de gran valor para el abordaje de la salud frente a la pandemia por COVID-19, lo constituye lo referente a la cooperación internacional para controlar y suprimir la enfermedad, hecho donde la geopolítica ambiental juega un rol sobresaliente; pues de la cooperación internacional dependerá el éxito o fracaso de la lucha efectiva contra este flagelo biológico, que día a día diezma a la población, sobre todo la más vulnerable, es decir niños, ancianos, personas con enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial.
Todo este panorama alentador en la actualidad gracias a los avances científico tecnológicos de la medicina para el efectivo control de la Pandemia por Covid-19, se ve ensombrecido por sucesos que empañan todos los esfuerzos de los Gobiernos de todas las latitudes, con inclusión de todos los extractos sociales, entre los cuales cabe destacar un hecho imposible de obviar, como lo es la suspensión de la financiación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Donald Trump, el cual eliminó los fondos destinados a esta organización para la lucha contra esta Pandemia, alegando un grave mal manejo y encubrimiento de la expansión del Coronavirus por la misma.
De esta manera, es oportuno citar lo expresado por Muñiz (Ob.Cit.), en su artículo titulado: “Colapso, Ecosocialismo y Coronavirus” referido al “Papel vital de la Geopolítica” en el cual destaca:
Dejando a un lado la hipótesis bélica global, se impone afrontar el papel de la geopolítica en un doble sentido: como análisis de los recursos de los que debe disponer el Estado para cubrir las necesidades materiales básicas y como análisis de las estrategias de otros estados en la misma línea. Conocer estudios realizados hasta el momento, manteniendo siempre un punto de vista crítico sobre su contenido, permite una visión más realista y de conjunto que la que ofrecen los clásicos documentos sobre alternativas sectoriales (p.15).
En este sentido, y considerando las anteriores aseveraciones de Muñiz (Ob.Cit.), una de las aristas más claras de la importancia de la geopolítica ambiental, lo constituye el propio ambiente y todas sus riquezas, en tiempos de pandemia por COVID-19, elementos que impactan de manera directa sobre la economía de los países donde impera el capitalismo, así como en la globalización y las políticas públicas; por lo que resulta impostergable el uso adecuado y racional de los mismos en tiempos de pandemia, como herramienta básica para la conservación de la salud, el territorio y la Biodiversidad.
Conclusiones
El ser humano está en la obligación y el deber como ciudadano (a) habitante de la tierra, de buscar alternativas viables que permitan la sustentabilidad de los recursos naturales en tiempos de Pandemia por COVID-19 y posterior a la misma, considerando la Geopolítica Ambiental, como una estrategia para tal fin. Por lo que es indispensable, un manejo adecuado de los recursos naturales, por cuanto son sus acciones las que día a día producen un menoscabo en dichos recursos.
Para la protección y defensa de la salud frente a la pandemia por COVID-19, resulta necesaria la práctica de los autocuidados por parte del individuo, mediante el uso de las medidas de bioseguridad, pues según Muñiz (Ob.Cit.), esta afección se presenta con diferentes niveles de gravedad y respuesta de acuerdo al territorio afectado, clases sociales, sistemas políticos, aéreas geográficas.; todas caracterizadas por devastación y muerte, personas débiles, damnificados, muchas veces caracterizadas por la ausencia de respuestas globales y graves carencias de mecanismos de información e intervención.
Frente a la Pandemia por COVID-19, para evitar el colapso de la humanidad es elemental el uso sustentable de los recursos naturales, evitando la reducción de su potencial productivo, ya que muchos de ellos, como el agua y el suelo, son esenciales para el funcionamiento y estructura de los sistemas sanitarios y para la sostenibilidad ambiental y social.
También es impostergable concluir, que a pesar de los grandes esfuerzos que se están realizando por algunas organizaciones a nivel mundial para el control de la Pandemia por COVID-19, la sustentabilidad de los recursos naturales y por consiguiente la supervivencia de la Biodiversidad están en entre dicho, pues son muchas las voces que indican que no se logrará frenar estas pérdidas; por lo que es impostergable que el ser humano, tome conciencia respecto a la importancia de llevar a cabo un uso adecuado y racional de los mismos.
Como conclusión final, es importante acotar que para lograr una verdadera defensa de la salud, el territorio y la biodiversidad, durante la Pandemia pro COVID-19 , se debe poseer una visión integradora de la Geopolítica Ambiental por parte de la humanidad, por lo que es indispensable lograr un mayor apoyo de los Gobiernos, autoridades pertinentes, implicación de la ciudadanía y actuar de manera coherente y racional, para reducir las principales amenazas que sufren estos tres elementos, como son el cambio climático, la contaminación del agua y suelos, la pérdida de hábitats, la sobreexplotación, y la dispersión de especies exóticas invasoras, entre otros.
Bibliografía Consultada
- Aaltola, M. (2012). Avian Flu and Embodied Global Imagery: A Study of Pandemic Geopolitics in the Media. Globalizations, 9(5), 667-680.
- Ambrosio, T. (2006). The geopolitics of demographic decay: HIV/AIDS and Russia’s greatpower status. Post-Soviet Affairs, 22(1), 1-23.
- Geopolítica (2020). Geopolítica de la pandemia de COVID-19. Revista de estudios sobre espacio y poder ISSN: 2172-3958. Editorial Complutense. Madrid.
- Labonte, R. (2011). Toward a post-Charter health promotion. Health Promotion International, 26(Supl. 2), II183-II186.
- Muñiz, M. (2020). Colapso, Ecosocialismo y Coronavirus.
- Nissan, Ephraim (2011). Aspects of Italy’s Jewish experience, as shaped by local and global factors. European Review of History – Revue Europeenne d’Histoire.
- Ramonet, I. (2020). La pandemia y el sistema-mundo. La Jornada, 25 de abril. Recuperado de https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/04/25/ante-lo-desconocido-lapandemia-y-el-sistema-mundo-7878.html.
- Summers, W. C. (2012). The Great Manchurian Plague of 1910–1911. The Geopolitics of an Epidemic Disease. New Haven, CT: Yale University Press.
Datos para citar este artículo:
Jairo Agustín Torres Colmenárez. (2024). Geopolítica Ambiental desde una visión integradora en tiempos de Covid-19. Revista Vinculando, 22(1). https://vinculando.org/educacion/geopolitica-ambiental-desde-una-vision-integradora-en-tiempos-de-covid-19.html
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