– Hey! Teachers, leave the kids alone!
Introducción
La tarea de educar no es fácil. Más, hoy en día, cuando los chicos muestran tanto desinterés por la escuela por considerarla totalmente aburrida. Y tienen razón. ¿Nos hemos puesto a pensar si realmente estamos en el camino correcto y nuestras prácticas cotidianas en el aula fomentan en los estudiantes las ganas de asistir a clase y de aprender lo que enseñamos con tanto empeño?
¿Nos hemos puesto a pensar que nuestros alumnos no se involucran activamente en las clases ya que estar escuchando todo el tiempo hablar a una sola persona en frente del pizarrón y estar mirando la nuca de sus compañeros no es motivador para nada? Hay que terminar con el modo pedagógico frontal.
Hey! Teachers, leave the kids alone! Ya en la década del 60, la banda de rock británica, Pink Floyd, se revelaba de forma enfática contra una visión muy conductista de la educación. En su canción “Another Brick in the Wall” (2da. parte), el grupo de las islas, muestra un docente autoritario y déspota que no da lugar a la construcción de conocimientos por parte de los alumnos. La realidad nos ha ido mostrando que este modelo ya no da frutos en la actualidad, ahora, el docente debería convertirse en un facilitador de conocimientos, en un guía, fomentando actitudes democráticas, de participación y solidaridad.
El modelo tradicional, que la escuela siempre propuso, está en crisis por muchas razones. Por un lado, porque la sociedad de mediados del siglo XX y la actual poco tienen en común sobre las necesidades educativas y formativas. De ahí surgen las quejas de nuestros estudiantes sobre la escuela y su poca conexión con la vida real. La sociedad del conocimiento lo ha cambiado todo. La influencia de los medios de comunicación y la tecnología ha propiciado un cambio significativo en los modos de aprendizaje de los alumnos.
Los cambios ocurridos en la sociedad exigen una redefinición del rol del docente y su desarrollo profesional, como así también de su formación.
Vicky Colbert, ganadora del premio WISE PRIZE 2013, sostiene que todo cambió menos el aula. Según sus palabras:
“Si un médico de hace 100 años entrara hoy a un hospital, se sentiría perdido. A un maestro eso no le pasaría. Todo cambió… menos el aula”.
Sus palabras resultan bastante acertadas, teniendo en cuenta el poco cambio que ha experimentado la tarea docente desde el enfoque conductista presentado en la década de los 40; esas prácticas transmisivas, memorísticas y pasivas según Colbert, siguen presentes en el aula a pesar de los tiempos que corren.
“Probablemente uno de problemas más importantes de la educación y la formación en la actualidad es que la mayoría de los enfoques educativos utilizados no están en consonancia con las necesidades de los niños y jóvenes actuales ni con el tipo de sociedad en la que estamos viviendo” (Gross, 2004)
Por otro lado, es imperiosa la necesidad de repensar nuestra tarea docente para poder ayudar a nuestros alumnos a construir su propio camino. “La autonomía y la responsabilidad de un profesional no se entienden sin una gran capacidad de reflexionar en la acción y sobre la acción” (Schön, 1992:12).
Una mirada crítica sobre nuestra tarea docente implica involucrarnos activamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje para no sólo ser un simple transmisor de conocimientos, sino para promover la construcción de distintos ciudadanos con capacidad crítica y reflexiva. El modelo unidireccional profesor-alumno se contrapone con el desafío que se les presenta a los docentes de ser “un trabajador del conocimiento” (Gross, 2004).
Un acercamiento al problema
El conocimiento, su naturaleza y difusión han cambiado mucho. En la actualidad su forma de acceso ya no se encuentra en lugares privilegiados, ni centralizado en “expertos”. Ahora los jóvenes tienen acceso 24/7 de manera fácil a distintos medios de información ya que vivimos en la era del conocimiento distribuido.
“La descomposición de los conocimientos, la transmisión de las informaciones, el modelo unidireccional profesor alumno, el conocimiento como algo estático se contrapone con una visión del conocimiento mucho más dinámica y compleja” (Gross, 2004).
Sin embargo,la escuela aún actúa de manera contraria a la realidad. Aún encontramos docentes de pie frente al pizarrón con un discurso dominante siendo protagonistas de su clase cuando, en realidad, los alumnos deberían ser el centro. Hay que terminar con el modo pedagógico frontal, el énfasis debe ser puesto en la construcción, comprensión y apropiación del conocimiento y no en su transmisión repetitiva: “We don´t need no thought control”.
Hay que trabajar una pedagogía de la comprensión; aprender algo no significa precisamente comprenderlo. Muchos alumnos pueden relatar de memoria los acontecimientos sucedidos el 25 de mayo en la Argentina pero difícilmente comprendan qué sucedió realmente y las consecuencias que dichos acontecimientos tuvieron a lo largo de la historia de nuestro país y en la actualidad.
Se trata de cambiar el rol del docente como transmisor de conocimientos a un rol de guía, de facilitador, promoviendo un aprendizaje activo, participativo y cooperativo, centrado en los alumnos, con un currículo significativo relacionado con el mundo exterior, con la realidad diaria.
Si bien no es una tarea sencilla, como profesionales, debemos hacer el esfuerzo y revisar el enfoque con el que preparamos nuestras clases. Debemos revisar nuestras matrices de aprendizaje y ver de qué manera podríamos mejorar nuestra práctica docente. Tomando las palabras de Schön:
“si los profesores intentaran convertirse en profesionales reflexivos se sentirían obligados por el sistema de reglas de gobierno de la escuela y arremeterían contra ellas y, haciéndolo así, arremeterían contra la teoría del conocimiento que subyace en la escuela. No sólo lucharían contra el ordenamiento rígido de los programas de las lecciones, horarios, aulas aisladas y mediciones objetivas de la ejecución; también cuestionarían y citicarían la idea fundamental de la escuela como un lugar de transmisión progresiva de dosis medidas de conocimiento privilegiado.” (Schön, 1998: 291).
Bien podríamos inferir que, para este autor, quien postuló ya en los años 90 que el docente debe ser un profesional crítico y reflexivo para brindar de esta manera una educación de calidad, la escuela siempre fue un espacio de transmisión de conocimientos de manera progresiva y privilegiada. Esta visión del conocimiento como privilegio ya no es válida para el siglo que corre ya que vivimos en la era del conocimiento distribuido.Aún así, sin embargo, los docentes siguen convirtiendo a la escuela en un espacio de transmisión de conocimientos solamente. No hay conexión con el mundo de afuera, el mundo real.
Adoptar una postura reflexiva sobre la práctica profesional implica, según Schön, una “actitud investigativa” porque quien reflexiona sobre su quehacer se convierte en investigador:
“Cuando alguien reflexiona desde la acción se convierte en un investigador en el contexto práctico. No es dependiente de las categorías de la teoría y la técnica establecidas, sino que construye una nueva teoría de un caso único. Su encuesta no está limitada a las deliberaciones sobre unos medios que dependen de un acuerdo previo acerca de los fines, sino que los define interactivamente como marcos de una situación problemática. No separa el pensamiento del hacer, racionalizando su camino hacia una decisión que más tarde debe convertir en acción” (Schön, 1998: 72).
Cabe destacar que la visión de investigador que Schön propone no es la que el canon positivista considera como válida. Aquí vemos cómo desde una reflexión crítica podemos llevar a cabo una investigación que parte de nuestra práctica profesional y de este modo podemos tomar decisiones que nos llevarán a conducir mejor el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Con esta actitud investigativa, el proceso de enseñanza y aprendizajes e irá adecuando continuamente a los individuos que involucra en cada momento que lo componen. En este nuevo siglo, vemos cómo nuestros alumnos son usuarios permanentes de las nuevas tecnologías: se entretienen, comunican y divierten a través de las diferentes Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
A partir de esto, debemos concluir que nuestros alumnos piensan y procesan la información que manejan de manera muy distinta de la que lo hacíamos nosotros, los “inmigrantes digitales” según Marc Prensky (2001). Es por esto mismo que estamos obligados, como buenos profesionales, a dar más, a mejorar nuestra tarea en el aula.
Debemos intentar acortar la brecha digital que existe generacionalmente para poder acercarnos a nuestros alumnos con clases realmente significativas para ellos, en donde construir activamente el conocimiento sea una práctica cotidiana en el aula que los motive a comprender en profundidad lo que aprendan. Nuestro rol como docentes no se verá opacado ni menos importante, todo lo contrario,somos nosotros, como docentes, quienes facilitaremos este entorno de aprendizaje.
Conclusión
Considerando lo que Marc Prensky (2001) describe en “Digital Natives, Digital Immigrants (Part 1):
“Los estudiantes del Siglo XXI han experimentado un cambio radical con excepto con respecto a sus inmediatos predecesores. No se trata sólo de las habituales diferencias en argot, estética, indumentaria y ornamentación personal o, incluso, estilo, que siempre quedan patentes cuando se establece una analogía entre jóvenes de cualquier generación respecto a sus antecesores, sino que nos referimos a algo mucho más complejo, profundo y trascendental: se ha producido una discontinuidad importante que constituye toda una “singularidad”: una discontinuidad motivada, sin duda, por la veloz e ininterrumpida difusión d ela tecnología digital, que aparece en las últimas décadas del Siglo XX.”
Hey! Teachers, leave the kids alone! Como la banda de rock Pink Floyd decía, debemos dejar a nuestros alumnos solos. Ellos deben crear su propio camino a su propio ritmo y las TIC nos ayudarán bastante con este propósito, si las usamos provechosamente. No se trata de enseñar lo mismo del mismo modo que siempre. De ahí que debemos repensar nuestra práctica docente y adoptar esa actitud investigativa que Schön (1998) sostiene.
Nuestros alumnos, indudablemente, apreciarán el esfuerzo invertido que se verá reflejado en sus caras conectadas con la clase. Hay que prepararlos para su futuro, que, claramente, será muy distinto de aquel para el cual nosotros fuimos preparados.
Para concluir, vuelvo a sostener que, como docentes comprometidos con una educación vanguardista y de calidad, debemos revisar nuestra práctica profesional y revisar nuestras matrices de aprendizaje para poder así brindarles a nuestros alumnos la oportunidad de convertirse en ciudadanos críticos y reflexivos. No debemos olvidar que nuestro fin último es formar íntegramente a ciudadanos comprometidos con el mundo en que viven y vivirán profesionalmente.
En este momento que nos toca vivir, debemos intentar, cuanto menos,acortar la brecha digital que existe entre profesores y alumnos y dejar el egocentrismo de lado para promover un entorno activo de aprendizaje, donde los alumnos sean los responsables de su trayectoria, y con las TIC como herramienta fundamental para conseguirlo. Sin duda que será así.
Bibliografía citada
- Colbert, V. (2014). Todo cambió… Menos el aula. Revista Nueva (Diario Rio Negro), publicada el día 16/02/2014, pp. 10-14.
- La tarea de Enseñar. (n.f). Recuperado Enero 24, 2014 dehttp://portal.educ.ar/debates/eid/docenteshoy/grupos-heterogeneos/la-tarea-de-ensenar.php
- Schön, D. (1998). El profesional reflexivo. Barcelona: Paidós.
- Schön, D. (1992). La formación de profesionales reflexivos. Hacia un nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profesiones. Barcelona: Ediciones PAIDOS Ibérica S.A.
- Gross, B. (2004).”De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que… cambie la escuela”. Jornada 2004 Espiral. Diponible en línea:
- Gross, B. (2011). “La pregunta es ¿para qué?”. Versión editada de la conferencia de Begoña Gros “De las computadoras en las aulas a niños con portátiles: prácticas internacionales e implicaciones educativas”. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos. Disponible en línea:
- Flores, O. S. (2004). La práctica reflexiva. Antología de seminarios de Investigación: Práctica educativa. 2004. Secretaría de Educación Jalisco. Disponible en línea:
-Prensky, M. (2001) “Digital Natives, Digital ImmigrantsPart 1”, OntheHorizon, Vol. 9 Iss: 5, pp.1 – 6.Disponible en línea: Prensky%20-%20Digital%20Natives,%20Digital%20Immigrants%20-%20Part1.pdf - García, F., et. al. “Nativos Digitales y modelos de aprendizaje”.Universidad de País Vasco / EuskalHerrikoUnibertsitatea (UPV/EHU)
Autora: Eliana Ortiz Manrique. Correo: [email protected]
Datos para citar este artículo:
Eliana Ortiz Manrique. (2017). Una mirada crítica sobre la tarea docente. Revista Vinculando. https://vinculando.org/educacion/mirada-critica-tarea-docente.html
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