Las prácticas sociales preceden a su conceptualización teórica. El concepto de génesis social se refiere al conjunto de fuerzas, vicisitudes, encargos y demandas, condiciones sociales, y subjetividades que, en un período determinado, dan origen a nuevas prácticas y organizaciones sociales y alteran el funcionamiento rutinario de la sociedad. De esta manera se configura socialmente la base material para la conformación de nuevos conceptos teóricos.
En las relaciones sociales actuales de la sociedad mexicana aparecen, entre otras, dos conjuntos de prácticas sociales de grupos de profesionales referidos al análisis y enfrentamiento de la pobreza. A esas prácticas se les ha conceptualizado como: asistencia y promoción.
No es la intención del trabajo hacer la historia de las mismas, sino más bien, desde las semejanzas y diferencias actuales, hacer un breve rastreo histórico de cómo se definieron y evolucionaron sus principales características, como resultados de interrelaciones entre diversos actores de la sociedad civil[1] y de la sociedad política.
En el lenguaje cotidiano los conceptos de asistencia y promoción a veces tienen connotaciones complementarias, a veces diferentes, y en ocasiones, hasta contradictorias.
La asistencia y la promoción son instituciones que se refieren a vínculos complejos de relaciones transversales o implicacionales entre sujetos de la sociedad civil y de la sociedad política. Estos vínculos se concretan en diferentes imaginarios[2] sociales, en diferentes intencionalidades, en la búsqueda de la hegemonía para establecer una dirección intelectual y moral, en la formación de consensos sociales, ya sea a través de discursos, principios, valores y normas, ya sea a través de prácticas sociales o a través de formas institucionalizadas de acción en diversos terrenos.
Los sujetos de la asistencia y de la promoción practican una forma de acción o intervención[3] de unos sujetos frente a otros, con los que se relacionan a través de diversos problemas, temáticas, propuestas y metodologías, generando en la práctica social misma, determinadas prioridades y exclusiones.
Nos interesó estudiar, investigar desde los sujetos, esas relaciones, ese conjunto de complejidades sociales que se encontraban detrás de las palabras asistir y promover, tanto en su dimensión imaginaria como de práctica e intervención social, abarcando a los sujetos intervinientes, sus intereses, su imaginario del cambio, sus acciones sociales, su relación con el gobierno, sus resistencias y sus implicaciones. De esta manera vimos asistencia y promoción como síntesis de múltiples determinaciones en la que se expresan sujetos, concepciones, imaginarios y prácticas sociales.
Asistencia y promoción se diferencian entre sí por la forma como ven, explican y analizan las causas de la pobreza y de la existencia de pobres, y a partir de ahí plantean la misión y el proyecto con el que delimitan sus objetivos, definen los sujetos con los cuales trrabajar, establecen las relaciones prioritarias a desplegar, así como las estrategias y métodos a seguir, y concretan su trabajo a través de centros, programas y acciones diversas.
En el proceso de desarrollo de su proyecto, tanto las organizaciones asistenciales como las promocionales, se constituyeron a sí mismas de manera pública.
Las constelaciones de relaciones a las que responden las organizaciones de asistencia y de promoción pueden condensarse en las siguientes preguntas: ¿quiénes son los actores?, ¿quiénes son los destinatarios?, ¿qué temas tratan?, ¿a qué intereses, encargos y demandas responden?, ¿qué métodos emplean?, ¿cuál es su imaginación colectiva?, ¿qué alianzas establecen?, ¿cómo se financian?, ¿con qué teoría explican?, ¿cómo consideran la dinámica de los procesos?, ¿con qué leyes se regula su acción?, ¿quién certifica y evalúa o controla su quehacer?.
Aunque inicialmente nos planteamos esta constelación de preguntas para develar algunas de las múltiples determinaciones de las organizaciones de promoción, ciertamente en el recorte que hicimos en esta investigación, abordamos más algunas de ellas que nos permitieron conocer los rasgos sobresalientes de su evolución histórica, la dinámica general de la formación de su proyecto y los procesos de su constitución como redes.
La línea divisoria entre la asistencia y la promoción no ha sido siempre muy nítida; aún más, en algunas ocasiones parece desdibujarse. Es el caso de los años recientes. Frente a la política neoliberal cada vez más excluyente, los sujetos que hacían asistencia y los que hacían promoción vieron multiplicarse las demandas sociales y empezaron a encontrar dificultades semejantes para cumplir sus objetivos. Surgieron entonces puntos de contacto y perspectivas de trabajo articulado[4].
Para apreciar mejor la génesis social de las redes de ocpds, hemos visto conveniente hacer dos aproximaciones a ellas; una relativa a su génesis lejana, y otra a través de su génesis reciente.
Dado que una característica fundamental de las redes es el concepto de promoción, en un primer apartado el esfuerzo esta centrado en un breve rastreo histórico de las añejas prácticas sociales de asistencia y su contraste con la promoción, a fin de encontrar los elementos comunes y diferentes de ambas, y los modos de imaginar, pensar y actuar de los sujetos sociales involucrados en ellas en diversos períodos y coyunturas.
Enseguida describiremos y analizaremos los orígenes recientes de las redes de ocpds en el período, abordando en primer lugar las nuevas condiciones sociales en las que conformaron su proyecto, y después sus relaciones con la sociedad y el gobierno, su impacto y, finalmente las visicitudes y procesos internos de organización, decisión y autocomprensión de su quehacer.
Notas
[1] Aquí sólo diferenciamos entre sociedad civil y sociedad política. Para precisar más la forma como usamos el concepto de "sociedad civil", puede verse más adelante en este mismo capítulo, el inciso "¿Sociedad civil o tercer sector?".
[2] Para precisar en qué sentido empleamos el concepto de imaginario, se puede ver más adelante el capítulo siguiente, el apartado: "Las iniciativas sociales: imaginar, hacer".
[3] "A pesar de una práctica efectiva de treinta años, la noción de intervención que busca designar este proyecto, sigue siendo vaga y ambigua. Además la etimología nos introduce en principio en esta equivocidad. Intervenir (del latín interventio) es venir entre, interponerse. Por esta razón, en el lenguaje corriente, esta palabra es sinónimo de mediación, de intercesión, de buenos oficios, de ayuda, de apoyo, de cooperación; pero también, al mismo tiempo o en otros contextos, es sinónimo de intromisión, de injerencia, de intrusión en las que la intención violenta, o cuando menos correctiva, se puede convertir en mecanismo regulador, puede asociar la coerción y la represión para el mantenimiento o el restablecimiento del orden establecido…" Ardoino, Jacques. "La intervención: imaginario del cambio o cambio de lo imaginario?", en: Intervención Institucional, Folios Ediciones, México, 198l, p. 13.
[4] Es el caso de la iniciativa conjunta entre Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia, Foro de Apoyo Mutuo, Centro Mexicano de Filantropía, Fundación Mi
guel Alemán y Universidad I
beroamericana, para llevar adelante una Propuesta de Proyecto de Ley de Fomento de las Actividades de Bienestar y Desarrollo Social, trabajada de común acuerdo desde 1994.
Datos para citar este artículo:
Rafael Reygadas Robles Gil. (2006). 1.2 Prácticas sociales asistenciales y promocionales. Revista Vinculando, 4(1). https://vinculando.org/sociedadcivil/abriendo_veredas/12_asistencia_promocion.html
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