“El amor es la única realidad,
y no es un mero sentimiento.
Es la verdad última que yace
en el corazón de la creación”.
— Rabindranath Tagore.
Índice/Sumario
- Introducción
Reflexiones filosóficas y psicológicas sobre el amor a lo largo de la historia, desde Sócrates hasta Freud. 2 - Los 7 tipos de amor
Explicación de los siete tipos de amor tradicionales según la filosofía y la psicología:- Eros: Amor sexual o pasional.
- Filia: Amor basado en la amistad.
- Storge: Amor familiar entre padres e hijos.
- Ágape: Amor universal hacia la humanidad o lo divino.
- Ludus: Amor juguetón y sin compromisos. 3
- Pragma: Amor práctico basado en la razón y el deber.
- Philautia: Amor propio, saludable o enfermizo.
- Propuesta de un amor adicional: El amor vibracional
Introducción a un nuevo concepto de amor que trasciende lo físico y lo emocional, enfocándose en la conexión vibracional entre las personas. - El amor en la Supra Conciencia
Explora el concepto de supra conciencia y cómo el amor puede manifestarse a través de vibraciones energéticas más allá de los cinco sentidos. - El amor en el Inconsciente Colectivo
Relación entre el amor y los arquetipos universales según Carl Jung, y cómo las almas pueden conectarse a través del inconsciente colectivo. - Vibraciones, energía y conexión humana
Discusión sobre cómo los seres humanos emiten vibraciones que influyen en las relaciones, y la posible analogía con el entrelazamiento cuántico. - El ser humano y el 5% del espectro electromagnético
Reflexión sobre la percepción limitada de la realidad por los sentidos humanos y cómo el amor vibracional podría existir en ese 95% de la realidad que no podemos percibir. - Conexiones del alma a través de vidas pasadas
Introducción a la reencarnación y el karma, y cómo las relaciones amorosas pueden trascender vidas anteriores. - Conclusión
Reflexión sobre cómo el amor puede ser mucho más amplio de lo que comprendemos, operando en dimensiones invisibles y trascendiendo los límites del tiempo y el espacio.
Resumen
Desde la antigüedad, el concepto de amor ha sido un profundo tema de reflexión tanto en la filosofía como en la psicología. El amor, en sus múltiples formas (amor romántico, amor familiar, amor propio) ha intrigado a la humanidad mientras buscamos comprendernos a nosotros mismos y a los demás. Pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles, junto con psicólogos modernos como Freud y Lacan, han dedicado partes importantes de su trabajo a desentrañar el misterio del amor.
En este artículo, exploraremos siete tipos distintos de amor que se han identificado a lo largo de la historia y propondremos una forma adicional de amor: un amor vibratorio que trasciende los reinos físico y emocional, apuntando a una conexión más profunda y espiritual que opera. más allá de los límites de la percepción humana.
Since ancient times, the concept of love has been a profound subject of reflection in both philosophy and psychology. Love, in its many forms—romantic love, familial love, self-love—has intrigued humanity as we seek to understand ourselves and others. Thinkers like Socrates, Plato, and Aristotle, alongside modern psychologists such as Freud and Lacan, have devoted significant portions of their work to unraveling the mystery of love.
In this article, we will explore seven distinct types of love that have been identified throughout history, and we will propose an additional form of love: a vibrational love that transcends the physical and emotional realms, pointing to a deeper, more spiritual connection that operates beyond the limits of human perception.
Introducción
Desde tiempos remotos, el significado del amor ha sido objeto de profundas reflexiones, tanto en la filosofía como en la psicología. Este sentimiento, en sus múltiples formas —amor familiar, amor de pareja, amor propio— ha intrigado al ser humano en su búsqueda por comprenderse a sí mismo y a los demás. Grandes pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles, así como psicólogos modernos como Freud y Lacan, han dedicado parte de su obra a tratar de desentrañar este misterio.
A lo largo del tiempo se le ha definido de diversas maneras, en términos generales podría definirse como un sentimiento muy relacionado con el apego, que genera en las personas una serie de reacciones, conductas y emociones que permiten que encontremos esa calma y seguridad necesarias en nuestros vínculos. Así que el amor no solo da sentido a nuestra vida, sino que la hace posible.
El amor nos hace experimentar una muy extensa variedad de estados emocionales y mentales fuertes, en ocasiones incluso cambios repentinos tanto positivos como negativos que van desde lo más sublime hasta el placer mas profundo.
Dependiendo de la relación interpersonal que estemos desarrollando es el tipo de sentimiento que se cultiva, pasión, cariño, amor maternal, amor profundo, etc.; teniendo todos en común el enfoque absoluto en el bienestar de la otra persona en todo sentido.
A continuación, exploraremos siete tipos de amor descritos a lo largo de la historia, y se propondrá un tipo adicional, basado en una concepción más trascendental del amor.
Los 7 Tipos de Amor
Eros
Este es el amor sexual o pasional, el que está asociado a la atracción física y el deseo. Para los griegos, Eros era el dios del amor que simbolizaba la fuerza de atracción entre dos personas, se caracteriza por ser impulsivo y sensual dando rienda suelta a las demandas egoístas de cada uno y esto mismo hace que sea un sentimiento pasajero.
Filia
El amor basado en la amistad y la camaradería. Filia se refiere a la buena voluntad compartida, un amor que se funda en el respeto y la conexión emocional sin implicaciones sexuales, ésto hace que permanezca a través del tiempo, llegando a durar toda la vida en ciertos casos dando especial valor al apoyo mutuo, compañerismo, afecto, compromiso, lealtad, respeto, llegando así a fortalecer un vínculo muy fuerte.
Storge
Es el amor familiar, aquel que existe entre padres e hijos. Se relaciona con la devoción y el afecto natural que surge en las relaciones de sangre.
Ágape.
Ágape es el amor universal, desinteresado, el que trasciende las relaciones personales. Se expresa como amor por la humanidad, la naturaleza o incluso hacia un ser superior. Es un tipo de amor muy alejado del egoísmo, caracterizado por ser puro y sincero.
Ludus.
Este tipo de amor es juguetón y sin compromisos, se caracteriza por la ligereza y el disfrute del momento sin que existan ataduras emocionales profundas. La atracción física es muy importante, este tipo de relaciones no busca dañar al otro pero tampoco se visualiza teniendo un futuro con esa pareja.
Pragma.
Pragma es el amor práctico, fundamentado en la razón y el deber. Es el tipo de amor que se desarrolla con el tiempo, sostenido por el compromiso, la comprensión mutua y los intereses comunes. Escogiendo pareja de manera consiente dando relevancia a factores como la edad, tener la misma religión, ser de un mismo grupo social o nivel social.
Philautia.
El amor propio, actualmente llamado autoestima, que puede ser tanto saludable como dañino. Un amor propio equilibrado nos permite cuidarnos y respetarnos, mientras que un amor propio en exceso puede degenerar en narcisismo.
Un amor adicional: el amor vibracional
Más allá de los tipos de amor convencionales, se propone la existencia de un amor vibracional, un concepto que va más allá de lo físico y emocional, trascendiendo las limitaciones de la percepción humana y comprendiéndose únicamente a través del entendimiento de las energías. Todos somos energía y el hecho de que conecten perfectamente las energías de dos seres humanos en una frecuencia única y armoniosa, que al ser pareja, da lugar a una misma vibración energética.
El amor en la supra conciencia: un nivel superior de conexión
¿Qué es la Supra Conciencia?
La supra conciencia es una dimensión de la mente que va más allá del pensamiento racional y el subconsciente. Mientras que el pensamiento consciente nos permite interactuar con el mundo físico y el subconsciente guarda recuerdos y patrones emocionales, la supra conciencia es una capa más profunda que está vinculada a la esencia misma del ser humano, a la conexión con el universo, con otros seres y con dimensiones de la realidad que normalmente no percibimos.
El amor en la supra conciencia es un concepto que sugiere que los seres humanos tienen la capacidad de conectarse a un nivel mucho más profundo de lo que nuestras percepciones conscientes ordinarias permiten. Esta conexión se sitúa en un plano supra físico o supra mental, es decir, por encima de lo físico ó por encima de lo mental, donde el amor no se manifiesta solo a través de emociones, palabras o gestos, sino como una vibración energética que trasciende el espacio y el tiempo.
Psicólogos transpersonales y filósofos han teorizado que en este estado de supra conciencia, el ser humano es capaz de percibir y sentir realidades que no pueden ser captadas por los cinco sentidos. Es en este estado donde el amor vibracional cobra sentido, ya que no se experimenta de manera tradicional, sino como una energía que se comparte entre almas.
El amor como vibración energética
En el nivel de la supra conciencia, el amor es percibido como una forma de energía o vibración. Todos los seres humanos emiten vibraciones en función de su estado emocional y su conexión espiritual. El amor, en este sentido, no es solo un sentimiento entre dos personas; es una vibración que emana de lo más profundo de nuestro ser y puede ser percibida por otros en este plano superior.
Por ejemplo, hay momentos en los que simplemente estar en la presencia de otra persona nos llena de una sensación de paz, seguridad o confort, sin que medien palabras o acciones específicas. Esta sensación podría interpretarse como el resultado de una resonancia vibracional entre dos almas. Cuando nuestras vibraciones se sincronizan con las de otra persona, experimentamos una conexión profunda y armoniosa que es difícil de describir en términos racionales.
La comunicación supra consciente
El amor en la supra conciencia no requiere de palabras ni de interacciones físicas para ser experimentado. Es un tipo de comunicación que las personas que comparten este tipo de conexión pueden sentir lo que la otra persona está pensando o experimentando emocionalmente sin necesidad de estar presentes físicamente o de hablar entre ellas.
Este tipo de amor se expresa, por ejemplo, en la capacidad de sentir cuando alguien cercano a nosotros está triste o alegre, incluso a distancia, o la sensación de que conocemos a alguien desde mucho antes, aun si es la primera vez que lo vemos. Esta “intuición” puede interpretarse como una forma de resonancia supra consciente, donde las almas se comunican más allá de los medios tradicionales.
El amor que trasciende las limitaciones físicas
Uno de los aspectos más fascinantes del amor en la supra conciencia es que este tipo de conexión no está limitado por el tiempo ni el espacio. Si consideramos que el ser humano solo puede percibir una pequeña fracción de la realidad —el 5% del espectro electromagnético, por ejemplo—, el amor vibracional en la supra conciencia puede operar en el otro 95% de la realidad que no vemos ni experimentamos directamente.
Este tipo de amor sugiere que las conexiones entre las almas pueden trascender incluso la vida física. Muchas tradiciones espirituales hablan de la eternidad del alma, y en este contexto, el amor supra consciente puede continuar existiendo más allá de la vida terrenal. Así, las vibraciones amorosas emitidas por una persona pueden seguir resonando incluso después de su fallecimiento, creando una conexión perdurable en el tiempo, en el entendido de que el tiempo es lineal y eterno, por lo tanto las vibraciones emitidas perdurarán eternamente.
El impacto de la supra conciencia en las relaciones humanas
Cuando dos personas están en sintonía supra consciente, su relación no se basa únicamente en factores externos como la atracción física o los intereses comunes y su felicidad o estado de plenitud no se basa en las posesiones materiales, porque como ya se dijo anteriormente, las posesiones materiales sólo existen para satisfacer el ego, siendo éste inexistente al estar en un estado de supra conciencia . Más bien, su conexión se fundamenta en una resonancia interna, una vibración compartida que trasciende el ego y las necesidades terrenales. Estas relaciones suelen caracterizarse por una sensación de entendimiento profundo, como si ambos individuos se conocieran en un nivel mucho más allá de lo superficial.
Además, en las relaciones donde el amor supra consciente está presente, existe una mayor armonía y comprensión mutua privilegiando el bienestar del otro. Las personas involucradas parecen anticipar las necesidades y emociones del otro, creando un espacio de confianza y serenidad en el que el amor puede florecer sin las tensiones habituales que afectan las relaciones basadas únicamente en lo físico o lo emocional.
El amor en la supra conciencia introduce un concepto trascendental de conexión energética entre los seres humanos. Más allá de los siete tipos tradicionales de amor, este tipo de amor nos permite percibirnos no solo como cuerpos físicos, sino como seres energéticos y espirituales capaces de conectar a niveles mucho más profundos. Al permitirnos experimentar la vida desde una vibración más alta, el amor supra consciente nos acerca a un estado de unidad con el universo y con quienes nos rodean privilegiando un estado de paz emocional.
Comunicación en el inconsciente colectivo: la conexión de las almas
El inconsciente colectivo según Jung
El inconsciente personal se define como el espacio personal en donde están almacenadas las experiencias olvidadas o situaciones reprimidas de nuestra historia, nuestros recuerdos y experiencias individuales que podrían llegar a afectar nuestro comportamiento. Carl Jung propuso que, además del inconsciente personal existe un nivel más profundo: el inconsciente colectivo. Este espacio no pertenece a ningún individuo en particular, sino que es compartido por toda la humanidad. Contiene arquetipos, imágenes simbólicas que representan ideas universales, como la madre, el héroe o el sabio. Estos arquetipos influyen en nuestros pensamientos y comportamientos, aunque no seamos conscientes de ello.
En el contexto de la comunicación entre las personas, el inconsciente colectivo se convierte en un medio por el cual las almas o los individuos pueden interactuar a niveles más profundos, conectándose a través de símbolos y patrones compartidos que residen en este vasto depósito de sabiduría común.
El amor en el inconsciente colectivo
El amor en el nivel del inconsciente colectivo va más allá de las palabras o las emociones conscientes. En este plano, las personas se comunican mediante símbolos universales y energías que trascienden las diferencias culturales o lingüísticas. Este tipo de amor es intuitivo, profundo y arquetípico, y a menudo se manifiesta en formas que no podemos explicar racionalmente.
Por ejemplo, las personas pueden sentir una profunda conexión con alguien que acaban de conocer, como si se tratara de una relación que ya existía en otro nivel de la realidad. Esta sensación de “conocimiento previo” puede ser una manifestación del inconsciente colectivo, donde las almas de ambos individuos ya han compartido experiencias arquetípicas comunes antes de encontrarse en el plano consciente.
Cómo funciona la comunicación en el inconsciente colectivo
La comunicación en el inconsciente colectivo no es verbal ni lógica, sino simbólica y emocional. Se basa en la resonancia entre los arquetipos compartidos por los seres humanos. Algunos ejemplos de cómo puede manifestarse esta comunicación son:
Sueños Compartidos: A través del inconsciente colectivo, las personas pueden tener sueños que parecen conectarse entre sí o que contienen símbolos similares. Dos personas que están emocional o espiritualmente cercanas pueden experimentar símbolos arquetípicos comunes en sus sueños, sin necesidad de haber compartido esos pensamientos conscientemente. El amor que sienten entre sí puede manifestarse en imágenes simbólicas, como la figura del “héroe” que rescata a la “dama en apuros”, representando la profunda conexión emocional y la necesidad de protección.
Intuiciones y Presentimientos: En el nivel del inconsciente colectivo, las personas a menudo experimentan intuiciones sobre lo que está sucediendo con alguien a quien aman, incluso cuando no están físicamente presentes. Esto puede ser algo tan sencillo como “sentir” que algo anda mal con un ser querido, aunque no haya ninguna señal física o racional que lo indique. Este tipo de comunicación intuitiva es una señal de que ambos individuos están conectados a través de un flujo de energía común en el inconsciente colectivo.
Sincronicidad: Jung también habló del concepto de sincronicidad, que es la ocurrencia de eventos que parecen estar relacionados entre sí de manera significativa, aunque no haya una relación causal obvia. En el contexto del amor y el inconsciente colectivo, las personas pueden experimentar eventos sincronizados —como pensar en alguien justo cuando esa persona llama o enviar un mensaje al mismo tiempo—, lo que sugiere una conexión más profunda entre ambos. Este tipo de sincronicidad es un reflejo de cómo nuestras almas están conectadas en el nivel colectivo, compartiendo experiencias y vibraciones comunes.
El inconsciente colectivo como una red de conexión espiritual
La teoría del inconsciente colectivo también puede verse como una red que conecta a todas las almas, donde la comunicación no depende de los sentidos físicos, sino de un sentido espiritual o supra consciente. En este nivel, los seres humanos no están aislados unos de otros, sino que comparten una conciencia universal donde las emociones, pensamientos y energías fluyen entre las personas sin necesidad de interacción física.
Este tipo de comunicación es más común en relaciones muy profundas o cuando las almas de dos personas han estado conectadas durante un largo tiempo, como en el caso de las llamadas almas gemelas o relaciones kármicas. La energía del amor fluye a través de esta red del inconsciente colectivo, creando un lazo que trasciende las limitaciones del tiempo y el espacio.
El amor vibracional y el inconsciente colectivo
El amor vibracional, como lo describimos anteriormente, encuentra su eco en el concepto de inconsciente colectivo. Cuando dos personas están vibrando en la misma frecuencia emocional o espiritual, están sintonizando sus almas con los arquetipos del inconsciente colectivo, lo que facilita una comunicación más profunda, incluso sin palabras. Las vibraciones que emiten sus almas encuentran resonancia en este vasto campo de símbolos y experiencias compartidas, permitiéndoles comprenderse y conectarse a un nivel que no siempre es accesible a través de los medios racionales.
El papel de los arquetipos en el amor
Los arquetipos del inconsciente colectivo, como el amante, el cuidador, o el héroe, influyen profundamente en cómo las personas se relacionan en el amor. Estos arquetipos son patrones universales de comportamiento que se activan en diferentes momentos de la vida y que guían nuestras interacciones en las relaciones amorosas. Por ejemplo, el arquetipo del cuidador puede manifestarse en el deseo de proteger y cuidar a la pareja, mientras que el arquetipo del amante se activa cuando sentimos una atracción romántica profunda.
Cuando una relación amorosa está profundamente conectada al inconsciente colectivo, estas energías arquetípicas fluyen entre las personas, creando una relación que va más allá de lo superficial y se conecta con lo eterno y lo universal.
La comunicación en el inconsciente colectivo añade una dimensión profunda al amor, permitiendo que las almas se conecten a través de símbolos, arquetipos y energías compartidas. Esta comunicación no está sujeta a las limitaciones del tiempo, el espacio o el lenguaje; en cambio, opera a través de una resonancia intuitiva y vibracional que conecta a las personas a un nivel supra consciente. Esta conexión profunda y simbólica es la que explica cómo, a veces, sentimos una cercanía inexplicable con alguien, o cómo nuestras emociones y pensamientos parecen sincronizarse con los de las personas que amamos.
Vibraciones, energía y conexión humana
Las vibraciones en el ser humano
La noción de que los seres humanos emiten vibraciones no es nueva. Según las enseñanzas espirituales, cada persona vibra a una cierta frecuencia, determinada por su estado emocional, mental y espiritual. Cuando estamos en armonía, nuestras vibraciones son elevadas y emiten energía positiva, lo que se traduce en bienestar, alegría, amor y paz. Por el contrario, cuando nos sentimos deprimidos, enojados o frustrados, nuestras vibraciones se vuelven más densas y pesadas, emitiendo energías negativas que pueden afectar tanto a nosotros mismos como a quienes nos rodean.
Estas vibraciones no solo son emociones que sentimos internamente, sino que también interactúan con el entorno. Como si fuéramos antenas, enviamos y recibimos vibraciones constantemente. Esto se refleja, por ejemplo, en el concepto común de “buenas” o “malas vibraciones” que sentimos cuando estamos cerca de alguien, sin que haya necesidad de intercambiar palabras. De esta forma, las vibraciones nos permiten conectar con otros seres a un nivel más profundo que el físico o verbal.
La energía humana y las conexiones
La energía que emitimos y recibimos es lo que define la calidad de nuestras interacciones con otras personas. Esta energía es parte de un campo sutil que no siempre es percibido conscientemente, pero que está constantemente en juego. En relaciones profundas, como las que se experimentan entre amigos cercanos, parejas o familiares, las vibraciones energéticas entre dos personas pueden alcanzar un estado de resonancia, donde sus energías se sincronizan. Esto crea una sensación de comprensión mutua y cercanía que a menudo es difícil de describir, pero que se experimenta como una conexión “especial”.
La ciencia también ha comenzado a explorar la idea de que los seres humanos tienen un campo bioenergético que emite frecuencias medibles. Estudios sobre el campo electromagnético del corazón han demostrado que las personas emiten energía que puede ser captada por otros. Esta energía no solo fluye desde el corazón, sino desde todas las células del cuerpo, generando un campo vibracional a nuestro alrededor. En este contexto, la energía que emitimos influye en nuestras relaciones, y en las conexiones profundas, estas energías tienden a sincronizarse.
Entrelazamiento cuántico: un puente científico
El entrelazamiento cuántico es un fenómeno de la física cuántica en el cual dos partículas, una vez entrelazadas, permanecen conectadas independientemente de la distancia que las separe. Cuando una de estas partículas cambia su estado, la otra cambia instantáneamente, sin importar si están a metros o años luz de distancia. Este fenómeno sugiere que la información se transmite entre ellas de manera no local, es decir, sin depender del espacio ni del tiempo.
Aunque el entrelazamiento cuántico ha sido demostrado principalmente a nivel subatómico, algunos científicos y pensadores han propuesto la posibilidad de que este principio también pueda aplicarse a seres humanos, al menos metafóricamente, para explicar las conexiones emocionales profundas entre dos personas.
Entrelazamiento cuántico aplicado a las relaciones humanas
Cuando dos personas tienen una conexión profunda —ya sea emocional, mental o espiritual—, puede parecer que comparten una especie de “entrelazamiento cuántico emocional”. Las experiencias de sincronicidad, en las que una persona siente lo que la otra está pensando o percibe su estado emocional a pesar de la distancia, se podrían explicar a través de esta analogía. Es como si, una vez conectadas energéticamente, sus campos vibracionales permanecieran en sintonía, y lo que afecta a una, de alguna manera, afecta a la otra.
Este tipo de conexión puede ser observado en parejas o en relaciones familiares cercanas, donde uno puede “sentir” que algo le ha ocurrido al otro, aunque no haya evidencia física que lo confirme. La ciencia aún no ha demostrado que el entrelazamiento cuántico funcione a nivel macro, pero los testimonios de personas que han experimentado este tipo de conexiones sugieren que existe un campo de interacción más allá de lo físico.
Por ejemplo, cuando una persona que está profundamente conectada con otra percibe su sufrimiento o su alegría sin necesidad de interacción directa, parece como si hubiera una conexión instantánea entre sus estados emocionales, similar al cambio inmediato que ocurre entre partículas entrelazadas.
Conexión vibracional y cuántica: un nuevo paradigma
La conexión vibracional y el entrelazamiento cuántico aplicados a las relaciones humanas proponen que el amor y las emociones pueden transmitirse de maneras que aún no comprendemos completamente. Si bien estas ideas aún no han sido verificadas científicamente en su totalidad, hay muchas evidencias anecdóticas y teorías emergentes que sugieren que las relaciones humanas operan en niveles mucho más profundos de lo que nuestros cinco sentidos nos permiten percibir.
Cuando dos personas están vibrando en la misma frecuencia, experimentan una resonancia energética, un estado de sincronización en el que sus emociones, pensamientos y energías se alinean. Esta resonancia puede crear un vínculo tan fuerte que se siente como si estuvieran conectados a nivel cuántico, de modo que lo que afecta a uno también afecta al otro instantáneamente.
El impacto de esta conexión en el amor
El amor en este contexto no es solo un sentimiento, sino una energía que fluye entre dos personas, conectándolas a través de un campo de vibraciones y potencialmente, en términos cuánticos, más allá del tiempo y el espacio. Este tipo de amor vibracional y cuántico trasciende las interacciones físicas y se experimenta como una profunda unidad energética entre ambos individuos.
El entrelazamiento cuántico aplicado al amor también sugiere que una conexión verdadera entre dos personas puede perdurar más allá de la separación física o temporal. A medida que nuestras energías y vibraciones se entrelazan, nuestras almas parecen seguir conectadas, incluso cuando no estamos juntos físicamente. Esto podría explicar por qué algunas personas sienten una conexión tan fuerte con sus seres queridos, incluso después de años de estar separados, o por qué algunas relaciones parecen trascender vidas enteras.
Las vibraciones humanas, la energía y el entrelazamiento cuántico ofrecen una poderosa forma de entender las conexiones profundas entre las personas. Aunque el entrelazamiento cuántico es un fenómeno físico, sus implicaciones simbólicas y metafóricas ayudan a explicar cómo dos personas pueden mantenerse conectadas en un nivel energético o vibracional a pesar de la distancia o el tiempo. En el amor, esta conexión vibracional puede verse como una forma de resonancia cuántica, donde las almas se entrelazan en un flujo energético que trasciende lo físico, creando un vínculo eterno y profundo.
El ser humano y el 5% del espectro electromagnético: la realidad invisible del amor vibracional
El espectro electromagnético y la limitada percepción humana
El espectro electromagnético abarca todas las formas de radiación electromagnética, que incluyen desde ondas de radio, microondas y luz visible hasta rayos X y gamma. Sin embargo, la capacidad de percepción del ser humano es extremadamente limitada dentro de este vasto espectro. El ojo humano solo puede detectar una pequeña porción, aproximadamente el 5% del espectro, conocido como la luz visible, que va de los 400 a los 700 nanómetros en longitud de onda.
Esto significa que el 95% restante de la realidad electromagnética es invisible para nuestros sentidos. No podemos ver las ondas de radio, infrarrojas o ultravioleta sin la ayuda de tecnologías especializadas, aunque estas formas de energía están presentes y tienen efectos en nuestro entorno y nuestros cuerpos. Esta limitación sensorial plantea una cuestión intrigante: ¿qué más podría existir en ese 95% de la realidad que no podemos percibir directamente? Aún se está tratando de encontrar vías que lo hagan posible.
La naturaleza invisible del sentimiento vibracional del amor
El amor es un sentimiento poderoso que se manifiesta en lo físico, emocional y espiritual. Aunque solemos entender el amor a través de las emociones que sentimos y las acciones que tomamos, hay un aspecto vibracional más profundo que podría operar en ese 95% invisible de la realidad. Según algunas teorías espirituales y energéticas, el amor no es solo un sentimiento, sino una vibración energética que emana de nosotros y que influye tanto en nuestras relaciones como en el mundo que nos rodea.
El amor vibracional es una forma de energía que no puede ser vista ni medida con los ojos o los sentidos comunes, pero se experimenta a nivel de las vibraciones y frecuencias emitidas por el corazón y el alma. Esta vibración de amor no se encuentra en el rango visible del espectro electromagnético, pero como muchas otras energías invisibles, tiene efectos tangibles en nuestra vida diaria y en nuestras relaciones. Al igual que no podemos ver las ondas de radio pero podemos escuchar música transmitida a través de ellas, el amor vibracional puede afectar profundamente nuestras interacciones y conexiones sin que lo veamos directamente.
El amor vibracional: energía que trasciende lo visible
La energía vibracional del amor se puede entender como una resonancia emitida por el ser humano, que influye en las relaciones interpersonales, el bienestar emocional y la conexión espiritual. Aunque esta energía no es visible para los ojos humanos, actúa como un campo energético que atraviesa el espacio entre las personas, creando armonía o desequilibrio en función de la vibración que emitan.
Este concepto sugiere que, al igual que la luz ultravioleta o las ondas de radio, las vibraciones del amor están constantemente presentes en nuestra vida cotidiana, pero operan a un nivel que no podemos captar con nuestros sentidos tradicionales. Las frecuencias vibracionales del amor podrían estar funcionando en esa parte oculta del espectro electromagnético, un espacio donde la ciencia aún no ha explorado completamente.
Evidencias de la vibración del amor: el campo electromagnético del corazón
Curiosamente, el corazón humano es un generador poderoso de energía electromagnética. Los estudios sobre el campo electromagnético del corazón, realizados por el HeartMath Institute, sugieren que el corazón genera un campo electromagnético medible que varía en función de nuestras emociones. Las emociones positivas, como el amor y la compasión, generan un campo electromagnético coherente y armonioso, mientras que las emociones negativas como el miedo o la ira producen un campo incoherente y caótico.
Este campo puede extenderse hasta varios metros más allá del cuerpo humano, lo que significa que nuestras emociones, especialmente el amor, no solo afectan a nuestro propio bienestar, sino también a las personas que nos rodean. Aunque no podemos ver este campo, su impacto en los demás es real. Las personas pueden sentir el amor y la armonía emitidos por otro, de manera similar a cómo podemos “sentir” la buena o mala energía en una habitación o alrededor de alguien, aunque no podamos verlo físicamente.
El efecto del amor vibracional en las personas
Aunque no podemos ver las vibraciones del amor en el sentido tradicional, sus efectos son poderosos y transformadores. Aquí hay algunas maneras en que este amor vibracional puede influir en las personas:
Conexión Emocional Profunda: Las vibraciones de amor crean un campo de energía que favorece la conexión entre las personas. Cuando dos individuos emiten frecuencias de amor, estas vibraciones se sincronizan, generando una resonancia armónica que fortalece su relación. Este fenómeno se manifiesta como una empatía profunda y una sensación de paz y bienestar cuando están juntos.
Curación Energética: Las vibraciones del amor también tienen efectos curativos. En muchas tradiciones espirituales, se cree que el amor puede sanar heridas emocionales y promover la armonía interior. Cuando una persona emite amor vibracional, su energía positiva puede influir en el campo energético de quienes la rodean, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y las emociones negativas, cabe mencionar que existen ocasiones en las que éste tipo de curaciones es capaz de llevarse a cabo a pesar de la distancia.
Efecto a Distancia: Al igual que el entrelazamiento cuántico, el amor vibracional parece no estar limitado por el espacio físico. Las personas que están profundamente conectadas emocionalmente pueden sentir las vibraciones del otro incluso a grandes distancias. Este tipo de comunicación energética es algo que muchas personas experimentan cuando sienten el estado emocional de un ser querido sin que haya señales físicas o verbales.
Alineación Energética: Las vibraciones del amor también tienen el poder de alinear las energías de una persona. Cuando estamos rodeados de amor, nuestras vibraciones se elevan y nos sentimos más centrados, positivos y en paz. Por otro lado, cuando estamos en presencia de vibraciones negativas, podemos sentirnos desequilibrados o incómodos, lo que demuestra el impacto del amor (o su ausencia) en nuestras energías.
La realidad oculta del amor: más allá de la percepción humana
La idea de que solo podemos percibir el 5% del espectro electromagnético abre la posibilidad de que el amor y otras energías vibracionales existan en ese 95% de la realidad que no podemos ver. Aunque nuestra tecnología actual no puede medir directamente estas vibraciones en términos de amor, las evidencias anecdóticas y los estudios sobre el campo electromagnético del corazón sugieren que estas energías invisibles juegan un papel crucial en nuestra vida emocional y espiritual.
Podemos imaginar que el amor vibracional funciona de manera similar a cómo operan las frecuencias de la luz infrarroja o las ondas de radio: aunque no las vemos, sabemos que están allí, influyendo en nuestras experiencias y relaciones. El amor vibracional, aunque invisible, podría estar funcionando en un nivel más profundo de la realidad, conectándonos y afectándonos de maneras que aún estamos comenzando a entender.
El ser humano está limitado en su capacidad para percibir la realidad completa, ya que solo puede ver un 5% del espectro electromagnético. Sin embargo, el 95% restante de la realidad está lleno de posibilidades invisibles, incluidas las vibraciones del amor. Aunque no podemos ver estas vibraciones, sus efectos son evidentes en nuestras relaciones, emociones y bienestar. El amor vibracional trasciende lo visible, actuando como una fuerza energética que conecta y transforma a las personas de maneras profundas y sutiles, demostrando que mucho de lo que es más importante en la vida no puede ser visto con los ojos, pero sí sentido con el corazón.
El ser humano y el 5% del espectro electromagnético: la realidad invisible del amor vibracional
El espectro electromagnético y la limitada percepción humana
El espectro electromagnético abarca todas las formas de radiación electromagnética, que incluyen desde ondas de radio, microondas y luz visible hasta rayos X y gamma. Sin embargo, la capacidad de percepción del ser humano es extremadamente limitada dentro de este vasto espectro. El ojo humano solo puede detectar una pequeña porción, aproximadamente el 5% del espectro, conocido como la luz visible, que va de los 400 a los 700 nanómetros en longitud de onda.
Esto significa que el 95% restante de la realidad electromagnética es invisible para nuestros sentidos. No podemos ver las ondas de radio, infrarrojas o ultravioleta sin la ayuda de tecnologías especializadas, aunque estas formas de energía están presentes y tienen efectos en nuestro entorno y nuestros cuerpos. Esta limitación sensorial plantea una cuestión intrigante: ¿qué más podría existir en ese 95% de la realidad que no podemos percibir directamente?
La naturaleza invisible del sentimiento vibracional del amor
El amor es un sentimiento poderoso que se manifiesta en lo físico, emocional y espiritual. Aunque solemos entender el amor a través de las emociones que sentimos y las acciones que tomamos, hay un aspecto vibracional más profundo que podría operar en ese 95% invisible de la realidad. Según algunas teorías espirituales y energéticas, el amor no es solo un sentimiento, sino una vibración energética que emana de nosotros y que influye tanto en nuestras relaciones como en el mundo que nos rodea.
El amor vibracional es una forma de energía que no puede ser vista ni medida con los ojos o los sentidos comunes, pero se experimenta a nivel de las vibraciones y frecuencias emitidas por el corazón y el alma. Esta vibración de amor no se encuentra en el rango visible del espectro electromagnético, pero como muchas otras energías invisibles, tiene efectos tangibles en nuestra vida diaria y en nuestras relaciones. Al igual que no podemos ver las ondas de radio pero podemos escuchar música transmitida a través de ellas, el amor vibracional puede afectar profundamente nuestras interacciones y conexiones sin que lo veamos directamente.
El amor vibracional: energía que trasciende lo visible
La energía vibracional del amor se puede entender como una resonancia emitida por el ser humano, que influye en las relaciones interpersonales, el bienestar emocional y la conexión espiritual. Aunque esta energía no es visible para los ojos humanos, actúa como un campo energético que atraviesa el espacio entre las personas, creando armonía o desequilibrio en función de la vibración que emitan.
Este concepto sugiere que, al igual que la luz ultravioleta o las ondas de radio, las vibraciones del amor están constantemente presentes en nuestra vida cotidiana, pero operan a un nivel que no podemos captar con nuestros sentidos tradicionales. Las frecuencias vibracionales del amor podrían estar funcionando en esa parte oculta del espectro electromagnético, un espacio donde la ciencia aún no ha explorado completamente.
Evidencias de la vibración del amor: el campo electromagnético del corazón
Curiosamente, el corazón humano es un generador poderoso de energía electromagnética. Los estudios sobre el campo electromagnético del corazón, realizados por el HeartMath Institute, sugieren que el corazón genera un campo electromagnético medible que varía en función de nuestras emociones. Las emociones positivas, como el amor y la compasión, generan un campo electromagnético coherente y armonioso, mientras que las emociones negativas como el miedo o la ira producen un campo incoherente y caótico.
Este campo puede extenderse hasta varios metros más allá del cuerpo humano, lo que significa que nuestras emociones, especialmente el amor, no solo afectan a nuestro propio bienestar, sino también a las personas que nos rodean. Aunque no podemos ver este campo, su impacto en los demás es real. Las personas pueden sentir el amor y la armonía emitidos por otro, de manera similar a cómo podemos “sentir” la buena o mala energía en una habitación o alrededor de alguien, aunque no podamos verlo físicamente.
El efecto del amor vibracional en las personas
Aunque no podemos ver las vibraciones del amor en el sentido tradicional, sus efectos son poderosos y transformadores. Aquí hay algunas maneras en que este amor vibracional puede influir en las personas:
Conexión Emocional Profunda: Las vibraciones de amor crean un campo de energía que favorece la conexión entre las personas. Cuando dos individuos emiten frecuencias de amor, estas vibraciones se sincronizan, generando una resonancia armónica que fortalece su relación. Este fenómeno se manifiesta como una empatía profunda y una sensación de paz y bienestar cuando están juntos.
Curación Energética: Las vibraciones del amor también tienen efectos curativos. En muchas tradiciones espirituales, se cree que el amor puede sanar heridas emocionales y promover la armonía interior. Cuando una persona emite amor vibracional, su energía positiva puede influir en el campo energético de quienes la rodean, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y las emociones negativas.
Efecto a Distancia: Al igual que el entrelazamiento cuántico, el amor vibracional parece no estar limitado por el espacio físico. Las personas que están profundamente conectadas emocionalmente pueden sentir las vibraciones del otro incluso a grandes distancias. Este tipo de comunicación energética es algo que muchas personas experimentan cuando sienten el estado emocional de un ser querido sin que haya señales físicas o verbales.
Alineación Energética: Las vibraciones del amor también tienen el poder de alinear las energías de una persona. Cuando estamos rodeados de amor, nuestras vibraciones se elevan y nos sentimos más centrados, positivos y en paz. Por otro lado, cuando estamos en presencia de vibraciones negativas, podemos sentirnos desequilibrados o incómodos, lo que demuestra el impacto del amor (o su ausencia) en nuestras energías.
La realidad oculta del amor: más allá de la percepción humana
La idea de que solo podemos percibir el 5% del espectro electromagnético abre la posibilidad de que el amor y otras energías vibracionales existan en ese 95% de la realidad que no podemos ver. Aunque nuestra tecnología actual no puede medir directamente estas vibraciones en términos de amor, las evidencias anecdóticas y los estudios sobre el campo electromagnético del corazón sugieren que estas energías invisibles juegan un papel crucial en nuestra vida emocional y espiritual.
Podemos imaginar que el amor vibracional funciona de manera similar a cómo operan las frecuencias de la luz infrarroja o las ondas de radio: aunque no las vemos, sabemos que están allí, influyendo en nuestras experiencias y relaciones. El amor vibracional, aunque invisible, podría estar funcionando en un nivel más profundo de la realidad, conectándonos y afectándonos de maneras que aún estamos comenzando a entender.
El ser humano está limitado en su capacidad para percibir la realidad completa, ya que solo puede ver un 5% del espectro electromagnético. Sin embargo, el 95% restante de la realidad está lleno de posibilidades invisibles, incluidas las vibraciones del amor. Aunque no podemos ver estas vibraciones, sus efectos son evidentes en nuestras relaciones, emociones y bienestar. El amor vibracional trasciende lo visible, actuando como una fuerza energética que conecta y transforma a las personas de maneras profundas y sutiles, demostrando que mucho de lo que es más importante en la vida no puede ser visto con los ojos, pero sí sentido con el corazón.
Conexiones del alma a través de vidas pasadas
La Creencia en la Reencarnación
La reencarnación es la idea de que el alma humana no vive una sola vida, sino múltiples. Cada vez que una persona muere, su alma renace en otro cuerpo para continuar un viaje de crecimiento, aprendizaje y evolución espiritual. Esta creencia es común en filosofías como el hinduismo, el budismo y otras tradiciones espirituales, donde el ciclo de muerte y renacimiento es visto como una oportunidad para que el alma resuelva deudas kármicas, complete lecciones de vida y eventualmente alcance un estado de iluminación o liberación.
Dentro de este ciclo, las almas no solo tienen su propio destino, sino que también interactúan con otras almas con las que han tenido conexiones en vidas anteriores. Estas conexiones pueden manifestarse en la vida actual en forma de relaciones profundas y significativas, que a menudo parecen inexplicables desde una perspectiva racional. En donde entendemos la muerte como el fin del aprendizaje o misión de vida, habiendo absorbido el conocimiento requerido y entrando en un periodo de preparación para la siguiente lección o lo que es lo mismo, la siguiente vida.
El karma y las relaciones de vidas pasadas
El karma juega un papel fundamental en la conexión entre las almas de vidas pasadas. Según esta creencia, el karma es la ley universal de causa y efecto: todo lo que hacemos, decimos y pensamos tiene una consecuencia que puede manifestarse tanto en esta vida como en futuras encarnaciones. Las personas que hemos conocido en vidas anteriores pueden regresar en nuestra vida actual para continuar, resolver o equilibrar las energías kármicas pendientes.
Por ejemplo, dos personas que estuvieron profundamente conectadas en una vida anterior —como amigos, familiares o amantes— pueden encontrarse nuevamente en esta vida. Estas conexiones kármicas pueden tener el propósito de:
- Sanar heridas del pasado: Si una relación en una vida anterior terminó en conflicto o dolor, las almas pueden reencontrarse para sanar esas heridas y alcanzar un mayor entendimiento mutuo.
- Aprender lecciones: Algunas almas regresan juntas para aprender lecciones que no se completaron en vidas pasadas. Estas lecciones pueden incluir el perdón, la compasión, el desapego o la gratitud.
- Evolucionar juntas: En algunas relaciones, las almas simplemente vuelven a encontrarse porque están destinadas a evolucionar juntas, ayudándose mutuamente a crecer espiritualmente.
Almas gemelas y almas compañeras
Dentro de este marco espiritual, se habla de almas gemelas y almas compañeras. Ambos conceptos están relacionados con las conexiones de vidas pasadas, pero difieren en su propósito y profundidad:
Almas Gemelas: Se cree que las almas gemelas son dos almas que están profundamente conectadas desde el inicio de su existencia y que están destinadas a encontrarse repetidamente a lo largo de diferentes vidas. La relación entre almas gemelas es una de las conexiones más profundas y transformadoras. Cuando se encuentran, estas almas experimentan una atracción instantánea y una sensación de “conocimiento” o familiaridad, como si se hubieran conocido desde siempre. Estas relaciones suelen estar marcadas por un propósito espiritual elevado, donde ambas almas se impulsan mutuamente hacia el crecimiento personal y la realización de su verdadero potencial.
Las almas gemelas pueden experimentar tanto relaciones románticas como amistades profundas o lazos familiares. Sin embargo, estas relaciones no siempre son fáciles; a menudo, las almas gemelas atraviesan desafíos importantes para ayudarse mutuamente a crecer y evolucionar. Los encuentros con almas gemelas tienden a provocar cambios significativos en la vida de ambas personas.
Almas Compañeras: Las almas compañeras también están conectadas por experiencias pasadas, pero no de la misma manera intensa que las almas gemelas. Las almas compañeras son personas con las que compartimos una historia kármica significativa y que están destinadas a ayudarnos a lo largo de nuestro camino espiritual. Pueden ser amigos, parejas, miembros de la familia o incluso mentores que juegan un papel crucial en nuestra vida actual.
A diferencia de las almas gemelas, las almas compañeras pueden no estar destinadas a estar juntas para siempre, pero su presencia tiene un propósito claro en la vida de uno. Estas relaciones son generalmente más armoniosas y menos conflictivas, ya que su objetivo es proporcionar apoyo y guía.
Señales de una conexión de vidas pasadas
Existen varias señales que pueden indicar que dos personas están conectadas por sus vidas pasadas. Estas señales incluyen:
- Sensación de Familiaridad Instantánea: Cuando conoces a alguien por primera vez y sientes una conexión inmediata, como si ya lo conocieras, es posible que hayan compartido una vida pasada. Esta sensación suele ir acompañada de una tranquilidad inexplicable o una “química” que trasciende la lógica.
- Intensidad Emocional: Las relaciones kármicas, especialmente las que provienen de vidas pasadas, tienden a ser intensas. A menudo, estas conexiones traen emociones fuertes desde el principio, ya sea un profundo amor, una atracción inexplicable o incluso conflictos repentinos. Esta intensidad se debe a las energías kármicas no resueltas que las almas llevan consigo.
- Sueños o Visiones: Algunas personas experimentan sueños o visiones de vidas pasadas compartidas con alguien en su vida actual. Estos sueños pueden incluir imágenes de épocas anteriores, escenarios o personas que parecen extrañamente familiares.
- Sincronicidad: Las conexiones de vidas pasadas a menudo están acompañadas de eventos sincrónicos, como si el universo conspirara para reunir a dos personas. Esto puede manifestarse como coincidencias inusuales, encuentros fortuitos o momentos en los que ambos piensan o hacen lo mismo sin haberlo planificado.
- Lecciones Repetidas: Las relaciones de vidas pasadas a menudo traen consigo patrones kármicos que deben resolverse. Si sientes que estás reviviendo ciertos patrones emocionales o de comportamiento con alguien —ya sea de amor, conflicto o aprendizaje— es posible que se trate de una relación kármica de vidas pasadas.
Relaciones de vidas pasadas y su impacto en el presente
Las conexiones de vidas pasadas influyen profundamente en las relaciones actuales. Estas relaciones pueden ser fuentes de gran amor y crecimiento, pero también pueden traer desafíos. El propósito de estas conexiones es la evolución del alma, lo que significa que no siempre están exentas de conflicto. Algunas relaciones kármicas están destinadas a poner a prueba nuestros límites y nuestra capacidad para perdonar, mientras que otras nos ayudan a sanar y a encontrar el equilibrio.
Es importante comprender que las relaciones de vidas pasadas no están predestinadas a ser “perfectas”, sino que son oportunidades para aprender y crecer. Si bien algunas conexiones de vidas pasadas pueden llevar a relaciones armoniosas y llenas de amor, otras pueden requerir trabajo interior y resolución de conflictos kármicos no resueltos.
La trascendencia del tiempo y el espacio
Uno de los aspectos más profundos de las conexiones de vidas pasadas es que trascienden el tiempo y el espacio. El amor y la conexión entre las almas no se limitan a una vida terrenal, sino que se extienden a lo largo de múltiples encarnaciones. Esto significa que las personas con las que compartimos una conexión de vidas pasadas nos acompañarán en diferentes formas a lo largo de nuestro viaje espiritual, hasta que las lecciones kármicas se hayan completado.
Esta perspectiva de las relaciones nos invita a ver nuestras conexiones no solo desde el presente, sino desde la perspectiva más amplia del viaje del alma. El amor, en este contexto, es eterno, y las almas se encuentran una y otra vez para continuar creciendo juntas.
Las conexiones de vidas pasadas ofrecen una comprensión más profunda y espiritual de las relaciones humanas. A través de la reencarnación y el karma, las almas continúan interactuando en diferentes vidas, guiadas por la necesidad de aprender, sanar y evolucionar. Estas relaciones no solo son poderosas e intensas, sino que también ofrecen una oportunidad para el crecimiento y la transformación personal. Al reconocer y honrar estas conexiones, podemos avanzar en nuestro camino espiritual con mayor claridad y propósito, comprendiendo que las almas que encontramos en esta vida pueden haber sido parte de nuestro viaje mucho antes.
Conclusión
El amor, en todas sus formas, ha sido objeto de reflexión desde los tiempos antiguos, pero la inclusión de un amor vibracional nos invita a ampliar nuestra percepción de lo que significa conectar con otro ser humano. Este tipo de amor va más allá de lo físico, situándose en el plano de las vibraciones y la energía que emiten nuestras emociones y nuestros seres. Si bien conceptos como el entrelazamiento cuántico y el inconsciente colectivo son difíciles de medir o percibir, nos ofrecen una ventana hacia una realidad más amplia: la posibilidad de que el amor se manifieste en dimensiones que trascienden lo visible, conectando almas de formas profundas y eternas. A través del amor vibracional, se nos recuerda que las conexiones humanas no solo son tangibles, sino que operan en niveles que van más allá de nuestra comprensión inmediata, uniendo el corazón y el alma en un flujo de energía continuo que trasciende el tiempo y el espacio.
El amor, en todas sus formas, ha sido un misterio que la humanidad ha intentado desentrañar a lo largo de la historia, desde las reflexiones de filósofos clásicos hasta las teorías psicológicas modernas. Sin embargo, la idea de que el amor vibracional trasciende lo físico y lo emocional nos abre una nueva perspectiva: el amor es mucho más vasto de lo que podemos imaginar o experimentar a través de nuestros cinco sentidos. Así como nuestra percepción de la realidad está limitada a solo el cinco por ciento del espectro electromagnético, el amor también opera en niveles y dimensiones que no podemos ver ni tocar, pero que podemos sentir de una manera más profunda e intuitiva.
Este amor vibracional sugiere que nuestras conexiones no solo son emocionales o físicas, sino que están basadas en frecuencias y energías que trascienden el tiempo, el espacio y la materia. Al igual que las ondas de radio o la luz ultravioleta que existen más allá de nuestro alcance visual, el amor vibra en un espacio invisible, operando en un 95% de una realidad que nuestros sentidos no alcanzan. Esta energía de amor, aunque no sea palpable, se manifiesta en las resonancias emocionales que sentimos con otras personas, en la paz o el bienestar que surge al estar cerca de alguien, o en la inexplicable conexión que tenemos con aquellos que amamos.
Así, el amor puede ser más que lo que entendemos a simple vista: es una fuerza que nos conecta más allá de lo visible, operando en dimensiones que escapan a nuestra comprensión inmediata. Es posible que solo estemos empezando a comprender su verdadero alcance, del mismo modo que apenas hemos comenzado a explorar las vastas realidades que existen más allá del espectro perceptible de luz. El amor, en todas sus manifestaciones, podría ser tan infinito y multidimensional como el universo mismo, invitándonos a expandir nuestra consciencia para abrazar su verdadera profundidad.
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- La Supraconciencia existe: Vida después de la vida (No Ficción). Editorial Planeta 2024.
- Explora las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM)desde una perspectiva científica y espiritual.
Contacto con los autores: Fanny Nar Lavalle: [email protected], Carlos A. Márquez Sandoval: [email protected].
Datos para citar este artículo:
Fanny Nar Lavalle, Carlos Antonio Márquez Sandoval. (2024). Exploración filosófica y psicológica de los “7 tipos de amor” y uno más. Revista Vinculando, 22(2). https://vinculando.org/articulos/exploracion-filosofica-y-psicologica-de-los-7-tipos-de-amor-y-uno-mas.html
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