Resumen
La intempestiva propagación de la enfermedad por coronavirus (COVID19) que fue notificada a finales de diciembre de 2019, en Wuhan, China; llevó a la Organización Mundial de Salud (OMS) a declararla pandemia, por lo que los diferentes gobiernos a nivel mundial se vieron forzados a tomar medidas rápidas y oportunas, que disminuyeran el riesgo de contagio en su población. Dentro de las principales medidas que se tomaron, fue la suspensión de actividades escolares de manera presencial en todos los niveles educativos; orillando con ello, a que dichas actividades se desenvolvieran en la medida de lo posible por medio de la utilización de las herramientas tecnológicas.
La Universidad Autónoma del Estado de México, hizo uso de todos los elementos tecnológicos que cuenta, para hacer frente a esta eventualidad, y así continuar con los avances del ciclo escolar. El presente artículo, determina cuáles fueron los desafíos y las oportunidades, que los alumnos del segundo y cuarto semestre de la Licenciatura en Actuaría de la Unidad Académica de Cuautitlán Izcalli, advirtieron durante este periodo de confinamiento. Para realizar este estudio, se efectuó la aplicación de un cuestionario que contestaron de manera anónima 65 estudiantes de esta licenciatura, lo que permitió reconocer que los principales desafíos que se enfrentaron fue que no estaban preparados con los requerimientos y equipos adecuados, así como el desconocimiento de los diversos recursos en plataformas tecnológicas, pero que terminaron adaptándose a ellos, generando un autoaprendizaje y otras habilidades, permitiendo nuevas áreas de oportunidad a aplicar en el futuro inmediato.
Introducción
En nuestra actualidad vivimos en un mundo ampliamente conectado, todo lo que pasa en otras partes del planeta llega a nuestros oídos en cuestión de minutos y nos afecta directa o indirectamente, en esta ocasión nos tocó comprobar esa conexión, pero ahora con una enfermedad altamente riesgosa, el caso de la pandemia de la COVID-19, nos ha mostrado que algo que consideramos tan lejano, llegó más rápido a nuestro país de lo que pensábamos.
Se suscitaban los primeros casos en México, y nos mandaron a resguardarnos en nuestras casas, adelantando el periodo vacacional de Semana Santa a casi 37.7 millones de alumnos y 2 millones de docentes a nivel nacional (Concheiro,2020). Se pondrían en resguardo en sus hogares, con la finalidad de reducir así el contagio masivo. Posteriormente, cercana la fecha del 20 de abril que había sido el primer plazo para el regreso a clases, las autoridades nuevamente hacen la mención de que el periodo de confinamiento se extendía hasta el 1º. de mayo, y no pasaron muchos días cuando dieron un anuncio de que se prolongaban hasta el 1 de junio.
En un principio las autoridades educativas, solo habían decidido la previsión de un pequeño paro en las actividades académicas, por lo que la Secretaría de Educación Pública y las instituciones universitarias, habían tomado la opción de mandar a los alumnos a sus hogares, y continuar de manera sencilla y casi representativa la educación en casa.
En la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX), sólo se modificaron los calendarios debido a que ya no se alcanzaron a aplicar las fechas de evaluación de lo que se denomina primer parcial, por lo que las autoridades universitarias, decidieron alargar el calendario escolar y modificar las fechas de aplicación de exámenes. Sin embargo, a nivel superior, las vacaciones solo distan de una semana de descanso, por lo que el primer periodo del confinamiento abarcaba fechas de clases, así que la universidad optó por brindarle acceso a los alumnos a su plataforma de educación a distancia, denominada Seduca. Se incorporaron de manera inmediata a los docentes y alumnos a esta plataforma educativa, las comunidades aparecían ya con la clasificación de las unidades de aprendizaje correspondientes, con accesos tanto para diseño de los materiales y actividades pedagógicas, así como para evaluación y seguimiento a la entrega de estas.
La respuesta fue en la misma semana en la que se anunciaba el confinamiento y en la que daría inicio. Se capacitó a los docentes para el acceso y el uso de esta plataforma, de manera que en las tres semanas que duraría la primera etapa de resguardo, se tuviera contacto con los alumnos y se dejaran actividades complementarias para que se avanzaran en los temas del primer parcial.
Por su parte, los alumnos contaban con tutoriales previamente diseñados por la universidad para el uso de la plataforma, se les solicitó que de manera inmediata revisaran tener el acceso y avisaran a las escuelas en caso de que necesitaran apoyo y les ayudaran a resolver su situación. Además, se brindaron becas para conexión a internet a cerca de 14,220 alumnos de diferentes facultades, centros universitarios y unidades académicas de la universidad que carecían del servicio en sus hogares. (Barrera, 2020).
Adicionalmente, la universidad brindó a los docentes la opción de manejar otro tipo de plataformas, tales como teams o Moodle, o cualquier otra plataforma educativa que los académicos consideraran pertinentes para hacer uso en esta etapa de eventualidad sanitaria. En su página principal, acondicionó una pestaña para brindar asesorías y tutoriales con recursos tecnológicos que los docentes pudieran sacar provecho con miras a sus clases virtuales. También, por medio de DIDEPA, la dirección de desarrollo académico, se abrieron cursos a distancia de todas estas modalidades y herramientas tecnológicas para los docentes.
Conforme los días avanzaron, y las autoridades dictaran más periodo de confinamiento, se volvió imprescindible progresar en el resto de los temas que están contemplados en el currículum escolar, por lo que los maestros y los alumnos, se vieron en la imperiosa necesidad de realizar la educación a distancia.
Algunos docentes, optaron por programar clases de manera sincrónica, con horarios y con otras herramientas digitales para su ejecución. Otros, optaron por educación a manera asincrónica, por medio de videos, presentaciones, grabaciones, búsqueda en la biblioteca digital de la universidad, entre otras herramientas digitales. Principalmente, plantear la idea de que se aprovecharan todos los dispositivos tecnológicos con la finalidad de no detener los avances en los programas educativos y cumpliendo con la libertad de cátedra que se brinda en este nivel educativo.
Es así, como surge la inquietud de esta investigación, el planteamiento de la idea de cómo es que las instituciones de la educación superior respondieron ante la pandemia, algunos de los artículos y videoconferencias realizadas, que han hablado del tema de educación en esta época de eventualidad, lo han hecho en su mayoría en la visión de los docentes, porque son los mismos docentes quienes las escriben y quienes las comparten, pero muy pocos lo han hecho desde la perspectiva del alumno, generando con ello una oportunidad de análisis y estudio de sus vivencias, darles voz a lo que les ha acontecido durante este periodo.
Esta investigación mixta, tiene como finalidad mostrar la visión de los alumnos de educación superior en el periodo de confinamiento, señalando cuáles son los retos y las oportunidades que ellos pudieron detectar, determinando si fue oportuna la forma en cómo sus autoridades académicas reaccionaron al respecto y cuál fue su perspectiva respecto a la educación a distancia. Recordando que todo lo que documentemos al respecto de la educación en época de pandemia, sirve y servirá, no solo como una muestra de entender cómo actuar en casos de emergencia como el presentado, sino que también como parte aguas, del antes y del después en la educación superior, que nos permitirá responder a lo que se enfrentará, qué paradigmas se cambiarán no solo nuestro país, sino a nivel mundial.
Materiales y métodos
La presente investigación, se desarrolla con una metodología cualitativa, la cual permite ver cómo la gente interpreta sus experiencias, cómo construyen su realidad y qué significados atribuyen a éstas. (Valenzuela, 2012). Pero se realiza con una combinación de uno de los principales instrumentos de la investigación cuantitativa, y que es de los más utilizados, el cuestionario. Por lo que según Valenzuela (2012), este tipo de metodología se puede considerar como método mixto, que aparecen hoy como un nuevo enfoque en la investigación educativa.
Dentro de la investigación por medio del método mixto, el diseño secuencial de los resultados determinados se puede contemplar desde la perspectiva explicativa. Es decir, se toma datos y análisis cuantitativos, seguidos de análisis cualitativos para emitir una interpretación. (Valenzuela, 2012)
Derivado de la contingencia y de la carencia de contacto físico, se recurrió a la aplicación de un cuestionario, que permitiera recabar las experiencias de los alumnos, con preguntas cerradas y utilizando la escala Likert, de manera que fuera más sencilla su interpretación y su análisis. Este cuestionario, se diseñó en Google forms, y se les hizo llegar a los estudiantes por medio digital, a través del whatsapp, para solicitarles su apoyo en esta investigación. La invitación se dirigió a un total de 130 alumnos, de los cuáles se recibió respuesta de 65 de ellos.
El cuestionario se diseñó con 20 preguntas que se encaminaban a determinar retos que los alumnos han experimentado en el desarrollo de las actividades de aprendizaje en este periodo, los cuáles van desde los equipos electrónicos y la conexión de internet que contaban para su educación remota, la coordinación de horarios y labores con los demás integrantes de la familia, las plataformas educativas utilizadas por los docentes y su dominio en el uso, así como las habilidades que desarrollaron derivado de este tipo de eventualidad, lo que genera la detección de oportunidades que también los alumnos experimentaron.
Resultados
Para la obtención de los datos y el análisis de los resultados, el cuestionario se dividió en cuatro pequeñas secciones; la primera de ellas se orienta hacia los retos enfrentados por los alumnos en cuanto al círculo familiar durante este periodo; la segunda sección, en cuanto a las actividades académicas con los docentes; la tercera parte se plantearon preguntas con miras a la obtención de las oportunidades o habilidades alcanzadas; y la cuarta y última sección, se enfoca a su experiencia en cuanto a la respuesta de la Universidad, así como hacia la educación a distancia.
Como se mencionó anteriormente, la primera sección de preguntas se encaminó a revisar la experiencia de los alumnos, pero desde su círculo familiar, por lo que la primera pregunta que se planteó fue respecto al número de integrantes en su hogar y el rango de edades de cada uno de ellos.
Los resultados obtenidos fueron que el número de integrantes de familia parte de 2 miembros como mínimo, y si observamos las edades, se puede percibir que es un padre o madre y un hijo los que componen esta familia. Por otro lado, el máximo de integrantes de la familia son las compuestas por 6 personas, con diferentes rangos de edades. Sin embargo, donde se pudo observar que existen miembros de la familia que se encuentran en todos los rangos de edades, es en aquellas que se integran por 4 a 5 personas.
La siguiente pregunta tuvo relación con los niveles educativos en los que se encuentran los diferentes miembros de las familias arriba segmentadas. En cada una de ellas, se notó que conforme se incrementa el número de personas que integran la familia, también se diversifican los niveles educativos en los que se encuentran estudiando algunos de éstos.
La pregunta que posteriormente se planteó, brinda la observación de cómo es que los integrantes que laboran continuaron cumpliendo sus actividades durante este periodo de contingencia de salud. Fue posible observar que, en los diferentes segmentos familiares, 47 personas siguieron asistiendo a su centro de trabajo; 27 personas más trabajaron desde casa, y sólo 17 personas detuvieron sus actividades. Con ello se puede considerar que la mayoría de las personas que laboran, continuaron con sus actividades en el centro de trabajo.
El cuestionamiento siguiente, apoyó en la revisión de los equipos electrónicos con los que contaban las diferentes familias previamente a la eventualidad educativa. El primer análisis es que, 31 de 65 alumnos cuestionados, contaban con por lo menos 1 computadora o laptop, lo que representa el 47%; 18 alumnos que representan el 27% tenía dos computadoras, 11 estudiantes que representan el 17% tenía 3 computadoras y sólo 1 alumno, contaba con 3 o más computadoras.
Otro equipo que puede apoyar mucho en este tiempo de educación a distancia es la tablet. Sin embargo, pudimos percatarnos que 50 alumnos dejaron sin respuesta esta herramienta tecnológica, lo que significa que el 77% de los alumnos no cuentan con Tablet que los pudiera apoyar en estos momentos. El 17% contaban con por lo menos con una tablet en su hogar, el 1.5% con 2 tablets y sólo el 4.6% contaban con 3 tablets. Esto significa que esta herramienta, no representó ser de gran ayuda en la contingencia para la mayoría del alumnado.
En cambio, los Smartphones sí resultaron de gran apoyo para la educación en el hogar, el 12% de los alumnos, contaban por lo menos con un Smartphone, el 23% con dos smartphones, el 26% tenía tres de ellos, 25% con tres o más y sólo 14% dejó sin respuesta esta posibilidad de ayuda. Lo que significa que esta fue una de las principales herramientas tecnológicas que los estudiantes utilizaron para desarrollar sus actividades académicas.
La televisión también funcionó como apoyo en la educación remota. Recordemos que los niveles educativos básicos (preescolar, primaria y secundaria), tuvieron la oportunidad de ocupar los programas educativos que diseñó la SEP para este periodo de cuarentena y que fueron trasmitidos por televisión, por lo que la repartición de las actividades vía remota, también se pudieron distribuir con esta otra herramienta. Es así como podemos percibir que el 25% de los estudiantes utilizaron esta herramienta en su hogar y contaban por lo menos con una televisión para poder hacerlo, el 14% contaban con dos televisores, el 20% con 3 televisiones y el 37% no utilizaron a la televisión como apoyo.
La siguiente pregunta se relacionó con la necesidad de adquisición de alguna de las herramientas analizadas en la pregunta anterior, y se puede observar que sólo el 15.4% de los hogares de los alumnos, tuvieron que realizar el desembolso para comprar alguno de los equipos electrónicos y el 84.6% que representa a 55 alumnos, ya disponía de ellos antes del confinamiento.
Las preguntas 6 y 7, permitieron apreciar la necesidad de conectividad imperante al periodo de confinamiento, 57 de los 65 alumnos, contaban con conexión de internet previamente a la contingencia, lo que representa el 87.7%; y sólo 8 de los estudiantes, tuvieron que contratar el servicio de internet en este periodo, lo que representa el 12.3%.
Pero algo que debemos destacar, y que va relacionado con el internet, es la conectividad. Sabemos que no sólo es el internet el que hace que se pueda lograr una conexión exitosa; la conectividad con la que se cuente es parte medular para evitar problemas durante las actividades vía remota. Por ello, se preguntó respecto este punto a los alumnos, para determinar si la conectividad con la que cuentan es basta para ejecutar sus labores, y podemos apreciar que el 28.8% de los alumnos tienen una conectividad de 10 megas, lo que significa una capacidad baja para su utilización, 15.3% tienen una conectividad de 20 megas, que sigue siendo baja y que esto les puede acarrear problemas de conexión y funcionamiento adecuado.
El 22% de los estudiantes, ya cuentan con una conectividad más alta, y sólo el 10.2% de los alumnos tienen una conectividad alta, lo que significaría que tienen menos riesgos de problemas en el momento de su utilización.
Como se había mencionado previamente, estas primeras 7 preguntas giran entorno al círculo familiar, pudiendo observar desde el número de integrantes que lo componen, las edades y los niveles educativos que imperan en ellos, y que influyeron en la coordinación de las actividades, entre más miembros de la familia se quedaran en el hogar, más situaciones se tienen que enfrentar para poder continuar con ellas de manera ordenada. Así mismo, entre más elementos o herramientas se cuenten en dicho hogar, menos retos hay que enfrentar en esta eventualidad.
Por lo que se puede señalar, que los alumnos no tuvieron tantos problemas o retos que superar en su círculo familiar, la mayoría de ellos contaban con los elementos necesarios para poder continuar con sus labores académicas y que éstas no estuvieran en riesgo de poder incumplir.
La segunda sección del cuestionario se enfoca a los retos que los alumnos enfrentaron, pero ahora relacionadas con las actividades académicas, es decir, con el proceso enseñanza aprendizaje en la modalidad de educación a distancia.
En la introducción se hizo la mención de que la universidad abrió las posibilidades para los docentes de ocupar su plataforma educativa que se denomina SEDUCA, para llevar acabo todo lo relacionado a lo académico, aunque se dejó abierta la posibilidad de la utilización de alguna otra plataforma que el docente considerara pertinente. De ahí que la siguiente pregunta esté relacionada con saber, cuál fue la plataforma que los docentes decidieron emplear para este periodo.
Los resultados obtenidos, permiten ver que la mayoría de los docentes (3 o más de ellos) ocuparon la plataforma de la universidad (SEDUCA), un docente decidió utilizar Google classroom, de uno a dos docentes utilizaron MS teams y otros dos docentes utilizaron otra plataforma educativa no especificada. Hubo otras herramientas tecnológicas que fueron empleadas por los docentes para poder realizar sus actividades educativas, entre ellas se encuentra la utilización del Skype, Zoom y Meet. Lo que da la posibilidad de observar que estas herramientas les ayudaron para las clases de manera sincrónica. Algunos catedráticos emplearon Facebook y Whats app, lo que hace suponer que fue una manera de mantener la comunicación activa con los alumnos. Otros docentes más emplearon youtube para la realización de videos.
Con estas dos preguntas, se percibe que los alumnos tuvieron el reto de tener que revisar y entender cada una de estas herramientas para adaptarse en su utilización y poder continuar su educación a distancia.
Debido a lo anterior, la pregunta que se planteó posteriormente fue para indagar sí de esas herramientas los alumnos conocían su manejo previamente a la contingencia, obteniendo como resultado que 52 estudiantes no las habían utilizado. Y sólo 14 alumnos, alguna vez lo había utilizado previamente. Lo anterior significa, que 80% de los estudiantes desconocía cómo funcionaban estas plataformas tecnológicas, y tuvieron que aprender a utilizarlas en el trayecto de la contingencia.
Lo que desprende la pregunta siguiente, cómo consideran que fue el entendimiento de todas esas herramientas tecnológicas, mostrando que el 81.5% de los alumnos, consideran que fue fácil su comprensión y su aprendizaje, lo que parece indicar que no significó un reto a vencer. Sólo el 3% de los estudiantes se le dificultó su entendimiento.
En la pregunta siguiente, se buscó identificar de qué manera los docentes emplearon la forma de continuar con la impartición de clases que permitiera avanzar con el contenido temático de su asignatura, por lo que fue posible observar que 3 o más docentes, emplearon la conexión sincrónica y algunos la conexión asincrónica. Algunos otros utilizaron ambas modalidades, lo que significó un reto para los alumnos en la coordinación de horarios tanto para las clases en tiempo real, como para la revisión de los materiales que se les asignaron en tiempo diferido. Es decir, que el adaptarse a las distintas modalidades que los docentes decidieron, significó una situación adversa para ellos.
Posteriormente se recopiló la opinión de los alumnos con relación a los materiales que los docentes emplearon para la comprensión del contenido temático de la asignatura, el 41.5% de los estudiantes consideran estar de acuerdo con los materiales de los docentes, el 15% están totalmente de acuerdo con ellos, y el 36.9% muestran estar algo indiferentes respecto de dichos materiales. Sólo el 4.6% mostró estar en desacuerdo, lo que significa que tres alumnos no creen que estos materiales apoyen en la comprensión de los contenidos y sólo 1 alumno, está totalmente en desacuerdo, significando el 1.5% de la población analizada.
Lo anterior deja entrever que los alumnos están contemplando que los materiales que les presentan los maestros sí permiten avanzar en el aprendizaje de los temas de la asignatura, lo que no significaría un reto o situación adversa hacia el alumnado, el análisis de la pregunta siguiente permite corroborar lo mencionado, debido a que se les cuestiona si estos materiales empleados, fomentaron el interés de los alumnos, mismo que se verá reflejado en la comprensión de los temas. Se manejan un porcentaje similar a la pregunta anterior, el 44.6% de los alumnos están de acuerdo con que sí se fomenta el interés con dichos materiales, 12.3% está totalmente de acuerdo. Que si, se consideran en conjunto estas respuestas, el 56.9% parecen aceptar la idea de que sí se despertó el interés de los estudiantes.
Algo que no deja de aparecer en la actualidad en las relaciones educativas, es la evaluación, y una parte medular de ella, es el reconocimiento de los avances alcanzados en el aprendizaje por parte de los alumnos. Con esta modalidad a distancia, puede resultar un conflicto el que la evaluación no permita reconocer esos avances, y ese es el motivo de este cuestionamiento. Los alumnos consideraron en un 44.6% estar de acuerdo que sí se logra ese reconocimiento, y un 12.3% lo complementan con un acuerdo total. Aunque cabe destacar, que el 36.9% de los estudiantes consideran una neutralidad al respecto, lo que genera una atención porque quizá exista la idea de que algunas evaluaciones sí lo consigan y otras no, lo que denotaría inconsistencia por parte de la actividad evaluativa de los catedráticos.
Para complementar lo anterior, se hizo énfasis del análisis de la función evaluativa de los docentes, indagando si la realización de esta actividad durante el periodo de contingencia reforzó los aprendizajes. Lo que confirma lo observado anteriormente, el 47.7% están de acuerdo en que sí lo hace, el 12.3% también lo perciben de esa manera, pero 33.8% parece seguir indeciso al respecto.
La siguiente sección, se contempló con la intención de que se determinaran las oportunidades que los alumnos percibieron en la realización de sus actividades a distancia. Motivo por el cual, la siguiente pregunta, indaga respecto a cómo fue el aprovechamiento del internet durante esta etapa, por lo que, se obtuvo que el 43.1% estaban totalmente de acuerdo de que, en este periodo de distanciamiento, el internet se empleó más para el apoyo académico que para entretenimiento, que era en lo que más lo empleaban previo a la contingencia. Y otro 43.1% están de acuerdo con lo mismo. Sólo un 13.8% dijeron estar ni de acuerdo ni en desacuerdo. Lo que permite denotar que esta fue una oportunidad de ampliar de manera benéfica el uso del internet en sus hogares.
Finalmente, para determinar las oportunidades que los alumnos vieron, se les preguntó respecto de las habilidades que consideraron que desarrollaron durante esta época, presentándoles un listado con habilidades que los alumnos de educación a distancia deben generar durante su proceso educativo.
A grandes rasgos, podemos ver con los resultados obtenidos que de las habilidades que más desarrollaron, fueron la resolución de problemas con 60 respuestas afirmativas; el manejo de tecnología, con 60 respuestas; y el ser autodidactas, con 59 respuestas a favor, así como algunas otras habilidades. Solo cabe destacar, que una habilidad poco aplicada es la capacidad de comunicación oral y escrita, casi la mitad de los alumnos consideraron que no la habían desarrollado, cuando es una de las más empleadas en la modalidad a distancia, precisamente porque se vuelve indispensable para establecer comunicación con los diferentes sujetos del proceso.
Finalmente, la última parte del cuestionario se enfoca a la revisión de la percepción de los alumnos, en relación con la respuesta realizada por su Universidad y en general de la educación a distancia. La siguiente pregunta, permitió distinguir que la mayoría de los estudiantes que representan un 52.3% de ellos, estuvieron de acuerdo en considerar que la respuesta de la universidad pudo hacer frente a la contingencia derivada de la pandemia. Sólo un 9.2% no estuvieron de acuerdo con ello; desgraciadamente no conocemos sus motivos, aunque se les permitió un área donde pudieran externar comentarios adicionales de lo que ellos quisieran, pero no se recibió alguno que pudiera hacer una comprensión más profunda de este desacuerdo.
La última pregunta, se relacionó con indagar respecto a cuál es la perspectiva de los alumnos en relación con la educación a distancia. Durante su desenvolvimiento profesional, se volverá imprescindible que realicen estudios más avanzados, y una de las propuestas en la actualidad es la educación en línea, que permite tiempos y horarios abiertos, con la finalidad de no afectar las actividades laborales. Sin embargo, el 55.4 % de los educandos, no contemplaron la posibilidad de emplearla para futuros estudios; el 33.8% dejaron entreabierta esa oportunidad y sólo el 10.8% sí la tomaron en cuenta. La respuesta que los alumnos tengan respecto a la educación a distancia les permitirá analizar una oportunidad en el futuro de una preparación profesional más avanzada.
Conclusiones y discusiones
Este artículo presenta los resultados de la aplicación de un cuestionario, que mostrara las experiencias, los retos y las oportunidades que los alumnos de la Licenciatura en Actuaría percibieron en esta etapa de contingencia sanitaria. Aunque en últimas fechas hemos escuchado que la educación en general en México enfrentó retos muy desafiantes; esta investigación, permitió observar que, en los alumnos de educación superior, la situación es diferente.
En su mayoría, los alumnos contaban con las herramientas tecnológicas que los pudieran apoyar a continuar su preparación profesional, el principal de los obstáculos que pudieron vencer se derivó de la diversidad de herramientas tecnológicas que se vieron en la necesidad de aprender a utilizar, lo que a su vez se transformó en una oportunidad, derivado que, con su aprendizaje, desarrollaron una habilidad indispensable para su profesión.
Adicionalmente, otro reto percibido, fue que las actividades, evaluaciones y retroalimentaciones realizadas por los catedráticos, no fueron del todo veraces y oportunas para el logro de los aprendizajes, lo que podría repercutir en un futuro en su quehacer profesional.
Cabe destacar que, de las oportunidades detectadas, fue que el internet significó una herramienta poderosa en su aprendizaje, visualizándolo como algo fundamental en sus actividades cotidianas. Este distanciamiento, permitió desarrollar habilidades que son menesteres para los alumnos, la solución de problemas, el uso de tecnología y el autoaprendizaje, resaltan entre estas habilidades alcanzadas. Mismas que serán indispensables para enfrentar el futuro inmediato en la educación.
Por lo tanto, podemos concluir que, el análisis permitió denotar y enlistar diferentes retos y oportunidades de los alumnos en este periodo.
Como parte final, es menester mencionar que esta pandemia ha servido como oportunidad para realizar reflexiones y autoexámenes institucionales que generarán cambios respecto del qué se aprende, cómo se aprende y dónde se aprende, cambios a corto y largo plazo que lleven a repensar y replantear a la educación superior.
Dejando sobre la mesa, discusiones, acuerdos e innovaciones, que lleven a la educación superior a esa tan añorada reforma con miras al año 2030, que previamente las universidades se habían planteado, pero que ahora se hace indispensable su rápida aplicación y no la espera a 10 años más a que estas reformas se perciban en las aulas o en los hogares. Es momento de hacer una modificación trascendental en la educación en general. La sociedad y los tiempos nos lo están requiriendo.
Referencias
- Cocheiro, L. (2020). Respuestas de las instituciones públicas de educación superior en México para enfretar la crisis del Covid-19. México.
Recuperado el (16 de junio de 2020) de: http://www.anuies.mx/media/docs/avisos/pdf/200417115709VF_ACCIONES_SES_COVID_19_ANUIES.pdf - Barrera, A. (2020, 17 junio). Facebook como Beca para conexión a internet. [Actualizacion de estado de Facebook] Recuperado de: https://www.facebook.com/RectorUAEMex/posts/871157050044768
- Valenzuela, J.R (2012). Fundamentos de investigación educativa. Volumen 2. México: Editorial Digital Tecnológico de Monterrey.
Datos para citar este artículo:
Linda Elizabeth Hernández Molinar. (2020). Retos para los alumnos de Educación Superior durante la pandemia COVID 19. Revista Vinculando. https://vinculando.org/educacion/retos-para-los-alumnos-de-educacion-superior-durante-la-pandemia-covid-19.html
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